viernes, 29 de abril de 2011
3776.- CARLOS OSORIO GRANADO
Carlos Osorio Granado (Caracas, Venezuela, 1955) Poeta, traductor, artista plástico y músico. Es licenciado en Educación, Mención Artes Plásticas, por la Universidad de Carabobo. Trabaja en el Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la UC. Es Subdirector de la revista Poesía y pertenece al Comité Organizador del Encuentro Internacional Poesía Universidad de Carabobo (EIPUC), que se realiza en dicha casa de estudio. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés y al portugués. Ha recibido varios premios tanto por su poesía como por su obra plástica.
Actualmente reside en la ciudad de Valencia, Carabobo.
Obra poética:
Saravá (1988)
Albricias (1992)
Caminería (1998)
Vaivén (1999)
Amatoria (2004).
ODISEA
Entre la luna y el sol va la tierra,
el hombre la pulula sin saber
a dónde deberá conducirse.
La tempestad de ruidos
lo contiene anidando tesoros,
que apenas poseídos se hacen nada.
O él mismo será nada,
a no ser que este hombre
se resguarde en el acto
de buscar convertir sus palabras
en silencio que toque
la luz del camino.
VAIVÉN
Esta piedra
conserva al calor del
día
aunque la noche
se lo irá llevando
sin daño
pero blando
no soy
y volverá
a recibir el sol
sin ninguna clase de
contento.
ALERTA
Todo queda oscuro cuando llegan las sombras
de la otra cara del cielo y nos dan ganas
de salir de nuestras vestimentas.
Por debajo, por arriba
nos estamos buscando y no nos vemos.
Ni vemos que los recuerdos están para distraer.
RESIGNACIÓN
Paremos la carrera porque el cuerpo
en desventaja nos deja.
Si acaso nos vamos a morir que no sea corriendo
ni estirando las manos para alcanzar fantasmas.
Si es lo contrario:
que el fuego se haga cargo
de nuestra permanencia.
VIAJE
Subiendo por el gran río que no llega
ni a su misma corriente, sino cuando lo decide
el barco que se mueve por la selva
donde mi vida encalla y se va quedando
hasta que cante un pájaro desconocido.
Para que las luciérnagas se espanten y
la noche permita un nuevo día.
DESTINO
Hay intentos por descubrir la ruta
remontando ríos y en amores
que llegan siempre al mismo punto.
Una memoria los considera
para dejarlos en la casa y cuenta
la misma historia muchas veces.
Es un sueño que empuja hacia otro sueño
donde la muerte come.
Oportunidad
El eucalipto bailó esta tarde con la lluvia
Se me dió el chance de sentirlo
No existía más nada
Al escampar, todas las cosas
de siempre me inundaron
Dejé de ver la calle,
la vida de los árboles y la mía
De “Amatoria”
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