Michel Nieva, durante una de sus performances como Michel Tinieblas
Michel Nieva
Nació en Buenos Aires, Argentina en 1988. Es estudiante de la carrera de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Desde 2006 publica poemas en diversas antologías de nuevos escritores. Junto a Zara Benaventos Ceppi, tradujo "Fragmentos" de Heráclito.
"Papelera de reciclaje" es su primer libro y el segundo: ¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos? , 2013 – Santiago Arcos Editor.
DATOS: Michel Nieva, Argentina
Michelle Nieva (1954-2030): hija de un militar de una familia aristocrática y tradicional de Medellín, recibe educación eclesiástica desde la infancia hasta que a los 15 años, espantada por la posibilidad de convertirse en monja, huye de su casa y se instala en la ciudad de Cali. Allí se relaciona con círculos bohemios y conoce a Andrés Caicedo, con quien años más tarde funda el grupo literario Los dialogantes. A los 25 años inicia un largo viaje por Latinoamérica, primero en auto y después en moto, durante el cual, en circunstancias aún no esclarecidas, se la acusa del asesinato de nueve hombres. Su familia interviene y la interna contra su voluntad en el Hospital Mental de Antioquia, a fin de evadir la investigación de la justicia. Es en esa reclusión donde compone su vastísima obra maestra, Papelera de reciclaje (un intento de fusionar el Ulysses, Leaves of Grass y On the road, en clave femenina y latinoamericanista) del que aquí reproducimos fragmentos.
Carlos Ahmen Usman (1944-2021) fue un poeta argentino, casi enteramente inédito en el país. Militante de la Juventud Peronista, debió exiliarse meses antes del golpe militar de 1976, perseguido por la triple A. Vivió primero en Colombia, Medellín, y pasó los últimos años de su vida en el Distrito Federal de Méjico. Estos poemas que se editan aquí pertenecen a su etapa colombiana.
* Según cartas recientemente halladas a su esposa, la idea de esta serie consistía en transferir la estructura dialéctica (Tesis-Antítesis-Síntesis), a los tres momentos expresados en cada verso del haiku. Sin embargo, algunos especialistas en la obra de Carlos Ahmen Usman, arguyendo su férreo rechazo a las “japonaiseries” y “chinoiseries” que tanto denostaba de la literatura de su tiempo (así como de cualquier estética importada de otro país de lengua no hispana, por considerar ese gesto “cipayo” y “vendepatria”), dudan que esta serie la haya compuesto el poeta, sino que, afirman, se trataría de apócrifos fraguados por sus discípulos colombianos y atribuidos posteriormente a él.
En "Papelera de reciclaje", el poeta Michel Nieva configura una serie de poemas ordenados en listas temáticas, a modo de consignas conceptuales, donde la perspectiva se modifica según el contexto y donde van apareciendo distintos heterónimos que sirven para hablar de la relación entre ficción y experiencia.
"Me interesa el tema de los heterónimos y el balance entre poesía y experiencia -explica el autor en diálogo con Télam-. Se me ocurrió crear algunos personajes para disfrazar la propia experiencia, ya que hay una figura poética que tiene una relación muy intensa entre intimidad y escritura".
El prólogo del libro, publicado por el sello Huesos de Jibia, juega con esa idea: "Es un tipo que, en el futuro, encuentra dentro de su papelera de reciclaje una serie de poemas que no sabe si los escribió él. Hay un olvido absoluto de la propia experiencia, y ahí deja de ser experiencia: es algo muy íntimo que olvidó y es irrecuperable: sólo puede recuperarlo a partir del texto".
"El tema de los heterónimos lo pensé a partir de la idea de que uno está constituido de otros; es el intento de canalizar facetas de uno mismo y también de familiares, tratando de concentrar todo eso en la figura de un otro, de una persona con sus propios sentimientos inventados", indica Nieva.
Entre los autores apócrifos, "hay un poeta peronista, que está un poco inspirado en la historia de mis viejos, quienes se exiliaron en Medellín, Colombia. Es una manera de configurar una experiencia que me entrecruza de alguna manera, pero que no es mía", señala.
Nieva explica: "Me interesaba desarrollar el tema de la dictadura, un tema muy tratado en la literatura argentina, pero quería verlo con otros ojos, mirarlo desde la banalidad, alejarme un poco del discurso construido en torno a la seriedad: pensarlo en hechos superficiales, como el problema de un tipo que extraña comer un churrasquito".
"También hay uno de los poetas que es mujer, Michelle Nieva, donde juego con ese tema del nombre masculino y femenino; un poco mi propia historia, algo con lo que me cargaban en la escuela", cuenta.
Dentro de esta idea de poesía y experiencia, "me interesaba versificar géneros que no están relacionados a la poesía, descontextualizarlos y colocarlos en otro lugar; como el hombre que pone un inodoro en un museo y se convierte en una obra de arte, por una cuestión de contexto".
"Porque supuestamente la poesía desgrana el idioma, trata todo el tiempo de salir del lugar común, y un género como el slogan publicitario, que es lo más común y estereotipado del idioma, estética e ideológicamente, funciona como elemento de descontextualización", destaca.
AUTORES: Michel Nieva, transformado
Desde la publicación de Papelera de reciclaje, el joven poeta Michel Nieva, según nos contó, se dedicó a escribir cuentos y en eso anda (creo que pronto podremos conocer parte de este trabajo: ¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos?). Y aunque en este momento no esté abocado a la escritura poética -en el sentido más literal de la expresión- su nueva producción en este ámbito tiene un origen más bien oral: en su nuevo avatar como Michel Tinieblas, nuestro autor tiene mucho que decir:
N°1
Me trajeron de Miami un clon
Mis viejos son re menemistas y me trajeron
Un clon
de Miami
¿Para qué servía ese electrodoméstico fatal?
¿Para qué servía, para qué?
Me trajeron de Miami un clon
Mis viejos son re menemistas y me trajeron
Un clon de Miami
¿Para qué servía ese electrodoméstico
Fatal?
¿Para qué servía, para qué?
Sus brazos suaves, delgadísimos
Por la noche
Titilan
Y su boca falsa a veces también
Paladea
Las palabras más inconcebibles.
Cierta vez por ejemplo
Porque me sentía triste y solo
(Los niños tienden
Frecuentemente
A deprimirse)
Empecé a acariciar el cuerpo del clon.
A la gramática tímida de mis dedos su cabeza plástica
Se sometía y su torso
De polietileno
Ronroneaba,
Adicto,
Pidiéndome más.
Y acaso hubo alguna alquimia
Atroz
En mis movimientos
Porque del clon empezó a borbotear una espuma rara
Como si rabia, o epilepsia tuviera o una perversa ánima
Lo hubiera poseído, el clon
Se transformó siniestramente,
Y de su boca
Que Ya lo dije
Era falsa
Salieron
En un castellano impersonal
Estas palabras enigmáticas.
Me dijo:
Oídme vos, joven argentino:
Se ha despertado el genio
Del clon
El espíritu absoluto
Del clon
La voz autómata justicialista
Del clon y podéis
Pedirme tres deseos
Pero yo, precavido, porque siempre había soñado con esta situación
Con un espíritu absoluto de un clon de Miami que tres deseos
Como una lámpara miliunaochesca
Me concedería
Al Clon, yo, que tenía nueve años, le repliqué una respuesta que con nueve años
Ya había premeditado
Mi primer deseo que había premeditado
Ya con nueve años y entonces le dije que mi primer deseo
Era tener tres deseos más
Y que mi primer metadeseo
Era tener tres metadeseos más
Y que mi primer metametadeseo
Era tener tres metametadeseos más
Y que mi primer metametameta deseo
Era tener tres metametametameta deseos más
Y que mi primer metemetametametameta
Así seguí y mientras me perdía
En ese mar proceloso de anáforas y de metas y de
La voz del genio
Seca, irritada como un trueno, me respondió
Niño materialista y codicioso
Sigues pidiendo vanos artificios de consumo como deseos pero ignoras
Quién soy
Sigues devanándote en tu ingenio consumista y voraz pero ignoras
Quién soy
¡Y encima me Has pedido un metadeseo a mí
Que No soy un meta genio!
Yo
Soy el Espíritu absoluto del peronismo
Yo Soy el Espíritu absoluto del peronismo que vigila
La conciencia revolucionaria de los niños
Tu tendrías que haber pedido y por qué
Te Digo tú, carajo, si soy argentino y peronista y rioplatense
Vos tendrías que haber pedido tres cosas:
La primera: justicia social
La segunda: Soberanía política
La tercera: independencia económica
Y sin embargo tu codicia
Cipaya imberbe y pequebú
Te llevo a pedir sólo para vos
Sofísticamente
Más y más
Entonces yo
con nueve años
le respondí Pero si venís de Miami, clon hijo de puta
La cuna del consumismo
Mundial
La cuna mundial del consumismo
Pero si venís de Miami, clon hijo de puta,
A destrozar la industria nacional
Y a cerrar fábricas y a dejar
Obreros argentinos sin laburo
Le repliqué,
¿Cómo me vas a acusar a mí de lo que vos sos efecto, sistema y fin: ¡el consumo, El consumo, el consumo!?
Y entonces el clon, herido, en su orgullo, se abalanzó, rabioso, hacia mí
Y nos entrelazamos
En la pelea más incongruente
Llena de arañazos y alambres y tornillos y
¿Qué pasó,
Inmediatamente después?
¿Quién venció en esa lucha, demencial?
¡Ay, ya recordarlo quisiera!
Porque como antes les mencioné
Yo tenía nueve años y bien saben
Que de esa edad, todo es vago y difuso y muchas veces inventado
Todo lo que atañe a esa pelea y a mi posterior
Relación con el clon
Lo olvidé
Sin quererlo
Como todas las cosas de la vida
¿Qué era lo que ese muñeco grotesco pretendía?
Sólo sé que atesoro esa noche hermosa,
Miliunaochesca
Que juntos pasamos
Y que ahora se pierde
Inútil
Como una paloma fugitiva
Me trajeron de Miami un clon
Mis viejos son re menemistas y me trajeron
Un clon de Miami
¿Para qué servía ese electrodoméstico
Fatal?
¿Para qué servía, para qué?
Copla corta
Mi vieja no me deja ir a kimochi
Si no me fumo un finoli
Mi vieja no me deja apuñalar embarazadas
Si no me cojo a mi hermana
Mi vieja no me deja comprar euros
Si no me empomo a mi suegro
Mi vieja
Mi vieja
Mi vieja
Sin título
Salvajes unitarios
¡Me sacaron una muela y explotaron en veinte
Deformidades!
Salvajes unitarios
¡Decapitan al armiño color sepia!
Salvajes unitarios
¡Hacen croquetas con los ojos de un coreano con SIDA!
Salvajes unitarios
¡Se comen el chancro de mi abuelo!
Salvajes unitarios
Salvajes unitarios
Salvajes unitarios
¡Rosas! ¡Rosas! ¡Rosas! ¡Viva la
Santa Federación! ¡Viva
la Santa Federación!
Michel Nieva
Poemas falsamente atribuidos a Michel Nieva (de Papelera de Reciclaje)
Poema sobre los angelitos
ayer llamé a la chica con la que estoy saliendo. Ella es
tan hermosa, me fascina
tiene
unos ojos y un cuerpo y cuando cogemos
simplemente
me vuelve loco;
ayer la llamé, y cuando nos despedíamos(era de noche, me dijo que
descanses, que
sueñes con algo lindo, que
sueñes
con los angelitos. Creo que
respondí vos también, no me acuerdo, pero ahora a la distancia, ca-
si veinticuatro horas pasaron, una voz
en mí
me pregunta
¿soñar con angelitos
será
lindo?
¿son
algo
lindo los angelitos? No sé
siempre
la deformidad
me causó un poco de impresión, de insoportable
asco,
y una persona
a quien le cuelgan dos enormes alas
de plumas de paloma
que nacen de su espalda
por dos agujeros de carne como
vaginas
mutiladas
es bastante deforme, sin lugar a dudas siniestra, creo que
si a la no-
che, (ahora imagino un nenito de siete años los ojos bien abiertos azules
túnica blanca sonrisa misteriosa y sus alas que)creo que
si esta noche
me topo con un angelito
me cagaría
del
susto, me
asustaría
tanto
que
desearía ser más chico
para poder preguntarle
con algo de
decoro a mi madre ¿puedo
dormir con vos esta noche que vi un
angelito y tengo
mucho
mucho miedo, y estoy
espantado?
los angelitos son criaturas raras, poseen
poderes raros.
Dicen que la madre de
Jesucristo,
por ejemplo, se encontró una vez con un angelito que
sólo con
darle
un
abrazo
la dejó
embarazada.
Se le apareció bruscamente y sin posibilidad de réplica le dijo
-tendrás un hijo, un hijo
de
Dios,
y la abrazó y se fue para siempre.
espero que la chica con la que estoy saliendo no sueñe con los angelitos.
Espero que
esa tribu
infantil de bípedos plumes no
la invada
de pronto
por la noche,
espero que ningún angelito le susurre, perversamente, al oído
tendrás un hijo, un hijo
de
Dios,
no
no no
no, nada
sería
más terrible, terrible,
nada
sería
más aterrador.
Un poco, igual, me tranquiliza
que
la chica con la que estoy saliendo
tome
píldoras
anticonceptivas, pero
con estos angelitos
nunca se sabe. Una voz
en mí
me pregunta:
¿y si acaso
a vos
esta noche un angelito
te visita
y pronuncia, pronuncia
esas
mágicas
palabritas:
tendrás un hijo, un hijo
de
Dios,
y te abraza
y te suelta
y se marcha
dispersándose en olvido y en silencio y en se-
dosa nada?
Una voz
en mí
me pregunta:
¿eh,
michel?
¿qué
harías?
no lo sé,
no lo sé
como
muchas
otras
cosas de la vida
no lo sé,
pero seguramente seguiría el
consejo
que hace tiempo (dios lo tenga en la gloria
mi padre
me hizo: si en esta vida, hijo, que es
extraña
como
el perfume
de la cáscara
de un huevo
pasado
por agua los angelorum llegaran
alguna vez
a molestarte
primero:
levantad tus habría del suelo guardadlos en una maleta
segundo:
evocad
el reparo
que alguna vez os
disuadió
de decir
lo
q
ue debías haber dicho y
arrojadlo
lejos
no cerca
como una jabalina
en una competencia
de lanzamientos y el tercer puesto es para
tercero: arrugad
tus hubiera en vaselina y
plegadlos
el pliegue
el ansioso pliegue
a tus ayeres y
cuarto:
finalmente, no olvidéis des-
vestirte y des-
nudo sólo con dos
agujas de vanidad perfumado tus
piernas
en
posición
de defensa
tus
brazos
en
posición
de ataque
erguido
firme, (y no encorvéis la columna
nunca,
nunca
nunca
al angelorum
le dirás,
grave
y solemne,
le dirás
ey,
tú, angelito, venid, venid
venid
venid y abrazadme
venid y abrazadme si te atreves
abrazadme
abrazadme
venid y abrazadme que
yo te abrazo
que
yo te abrazo
venid y abrazadme que
yo te abrazo
por-
que
esta
relación
como
cualquier
otra
relación
se construye
de a dos.
Poemas de Michel Tinieblas
Me trajeron de Miami un clon
Mis viejos son re menemistas y me trajeron
Un clon
de Miami
¿Para qué servía ese electrodoméstico fatal?
¿para qué servía, para qué?
Me trajeron de Miami un clon
Mis viejos son re menemistas y me trajeron
Un clon de Miami
¿Para qué servía ese electrodoméstico
Fatal?
¿para qué servía, para qué?
Sus brazos suaves, delgadísimos
Por la noche
Titilan
Y su boca falsa a veces también
Paladea
las palabras más inconcebibles
Cierta vez por ejemplo
Porque me sentía triste y solo
(los niños tienden
Frecuentemente
a deprimirse)
Empecé a acariciar el cuerpo del clon.
A la gramática tímida de mis dedos su cabeza plástica
Se sometía y su torso
De polietileno
ronroneaba,
adicto,
pidiéndome más
Y acaso hubo alguna alquimia
Atroz
En mis movimientos
Porque del clon empezó a borbotear una espuma rara
Como si rabia, o epilepsia tuviera o una perversa ánima
Lo hubiera poseído, el clon
se transformó siniestramente,
y de su boca
Que Ya lo dije
Era falsa
Salieron
En un castellano impersonal
Estas palabras enigmáticas.
Me dijo:
Oídme vos, joven argentino:
Se ha despertado el genio
Del clon
El espíritu absoluto
Del clon
La voz autómata justicialista
Del clon y podéis
Pedirme tres deseos
Pero yo, precavido, porque siempre había soñado con esta situación
Con un espíritu absoluto de un clon de Miami que tres deseos
Como una lámpara miliunaochesca
Me concedería
Al Clon, yo, que tenía nueve años, le repliqué una respuesta que con
nueve años
Ya había premeditado
Mi primer deseo que había premeditado
Ya con nueve años y entonces le dije que mi primer deseo
Era tener tres deseos más
Y que mi primer metadeseo
Era tener tres metadeseos más
Y que mi primer metametadeseo
Era tener tres metametadeseos más
Y que mi primer metametameta deseo
Era tener tres metametametameta deseos más
Y que mi primer metemetametametameta
Así seguí y mientras me perdía
En ese mar proceloso de anáforas y de metas y de
La voz del genio
Seca, irritada como un trueno, me respondió
Niño materialista y codicioso
Sigues pidiendo vanos artificios de consumo como deseos pero ignoras
Quién soy
Sigues devanándote en tu ingenio consumista y voraz pero ignoras
Quién soy
¡Y encima me Haz pedido un metadeseo a mí
Que No soy un meta genio!
yo
Soy el Espíritu absoluto del peronismo
Yo Soy el Espíritu absoluto del peronismo que vigila
La conciencia revolucionaria de los niños
Tu tendrías que haber pedido y por qué
Te Digo tú, carajo, si soy argentino y peronista y rioplatense
Vos tendrías que haber pedido tres cosas:
La primera: justicia social
La segunda: Soberanía política
La tercera: independencia económica
Y sin embargo tu codicia
Cipaya imberbe y pequebú
Te llevo a pedir sólo para vos
sofísticamente
más y más
entonces yo
con nueve años
le respondí Pero si venís de Miami, clon hijo de puta
la cuna del consumismo
mundial
la cuna mundial del consumismo
pero si venís de Miami, clon hijo de puta,
A destrozar la industria nacional
Y a cerrar fábricas y a dejar
obreros argentinos sin laburo
le repliqué,
¿cómo me vas a acusar a mí de lo que vos sos efecto, sistema y fin:
¡el consumo, el consumo, el consumo!?
Y entonces el clon, herido, en su orgullo, se abalanzó, rabioso, hacia mí
Y nos entrelazamos
En la pelea más incongruente
Llena de arañazos y alambres y tornillos y
¿ qué pasó, inmediatamente después?
¿quién venció en esa lucha, demencial?
¡Ay, ya recordarlo quisiera!
Porque Como antes les mencioné
Yo tenía nueve años y bien saben
Que de esa edad, todo es vago y difuso, y muchas veces inventado
Todo lo que atañe a esa pelea y a mi posterior
relación con el clón
lo olvidé
sin quererlo
como todas las cosas de la vida
¿qué era lo que ese muñeco grotesco pretendía?
Sólo sé que atesoro esa noche hermosa, miliunaochesca que juntos pasamos
Y que ahora se pierde
Inútil
Como una paloma fugitiva
Me trajeron de Miami un clon
Mis viejos son re menemistas y me trajeron
Un clon de Miami
¿Para qué servía ese electrodoméstico
Fatal?
¿para qué servía, para qué?
Copla corta
Mi vieja no me deja ir a kimochi
Si no me fumo un finoli
Mi vieja no me deja apuñalar embarazadas
Si no me cojo a mi hermana
Mi vieja no me deja comprar euros
Si no me empomo a mi suegro
Mi vieja
Mi vieja
Mi vieja
Confesionario
Me compré en sprayette la juguera con que trituré los testículos de tu
madre travesti adoptiva
Poemas de Michelle Nieva
Poemas Beatniks
I
mordí & arranqué el glande de mi ahora ex pareja &
lo escupí/ mientras dormía
flotó algunos segundos mudos como aves
& después sus aullidos sus blasfemias delirantes vibrando bajo la cama
revuelta
parecían la risa macabra de la venganza apoderándose de su boca
sé que yacerá sangriento por la basura de algún hospital inútil
& no me conmueve
¿se merecía otra
muestra de afecto?
antes de sus satélites me deshice/ guardé
sus calzoncillos/ calvin klein/ sus corbatas
sus zapatos
sus botellas de la heladera su estéreo su bonsái
en cajas que amamanté de kerosén las dejé encendidas en su pieza
& escapé sin esperar 1 final pero
si no lo había
todo todo es la ½ de nada
& mientras el fuego apila & descascara & lame subo a su auto levanto a
cualquiera/
que aparezca/
peor a él no será
viajamos errantes & en el camino lucido siento
las contracciones
me pariré a mí misma
II
basta de tupidos consuelos
1 mapa/ no dice nada/
lo arrojo por la ventanilla & acelero ¿para qué
me sirve/ ahora/ de luis vutton esta cartera?
como a un cargado molusco la ruta enseña
a hacerse ligero a deshacerse
de la gravedad
de lo que tiene peso
sólo gasolina & estos anti-ojos
que niegan el sol
preciso
mientras escucho al viento & algún que otro varón o mujer se apea
agradecido
a mi indolencia
III
odio a esas mujeres que no veo por la ruta
las mujeres
de la ruta
normalmente arriesgan todo
o ya no tienen qué perder
en cambio las otras
son la costra infectada de un hombre/ el consecuente
espécimen
al final de la correa/ ese que espera su clitorizado príncipe & no recibe
1 vaginoso llamado si no hay
que esperar ni recibir ni mucho menos atar
se a lo que no cambia a lo bien/
fósil
a la negra muerte en pañales
al agua dulce servida en cucharitas
al miedo de ser /sola/ una
por eso yo mudo eternamente sucesiva & coordenada &
cuando freno mi auto
porque siempre es conveniente parar
para seguir
a diferencia de esas mujeres que no veo por la ruta no me subo a la balanza
& no lloro hasta por una pequeña gota de esmalte que se corre
hasta por un diminuto no hasta por un preciso gesto del espejo que se arruga
& tiembla los goznes de mi asegurada en el fondo hueca
tranquilidad
su firme camino de palabras & muecas & cómo lo haría si no sé
siquiera
a dónde voy por esta ruta cargada
de nada
deshecha de grises desatada sin
cordones sin alianzas ni mendigo
mucho menos
a varones o a mujeres o a enredadas formas lo que en mí
ya se halla
que es todo o nada o qué me importa?
Soneto de la menstruación
Dedicado a mi ídola máxima:
Sor Juana Inés de la Cruz
¿Qué ocurre poeta varón con mi sangre,
Siempre en tu tirana voz silenciada,
Y de palabras que la expresen vaciada
Cual si temieras su olor a vinagre?
¿Será tu evasivo horror a este almagre
Tu común intolerancia rociada
A todo lo que ignoras, o agobiada
Estolidez frente a los ciclos del bagre?
¿O será tal vez tu expresión de temor
A la fuerza del tiempo que así esculpe
Prolija, el cuerpo femenino, fuerte?
Porque esta sangre negra es mudo rumor
Del marchitar en tres etapas lentas:
La menstruación, la menopausia, la muerte.
Poemas de Carlos Ahmen Usman
Serie el churrasquito del exilio
nº 1
el churrasquito del exilio indigesta
siempre está más duro y más seco y
no se comparte con nadie
n°2
quien come un churrasquito del exilio es absorbido por él
engullido masticado digerido tragado
por él
y sus marcas sus dientes sus vómitos de ausencia
n°3
El churrasquito del exilio a veces
Se pone filosófico y me dice por ejemplo:
“Regresar, Carlitos, es volver sin haberse ido, y el resto
Mero navegar sin retorno.”
Y yo pienso la pucha y le pregunto:
“¿Qué significa, churrasquito,
Exactamente eso?”
No hay respuesta.
n°4
¿es el churrasquito del exilio una metáfora del exilio?
¿o una metonimia cansada? ¿o refuerza
viejos gestos sobre una servilleta rota?
¿es el churrasquito del exilio o no es una metáfora del exilio?
¿o silogismo? ¿o sinécdoque rallada sobre esforzados cubiertos que
no pinchan ni cortan?
¿será el churrasquito del exilio una rama
de la literatura fantástica?
¿carne acechada de espectros, fantasmas, pesadas
magnas sombras que invocan
el vértigo horizontal de la pampa?
¿o contradicción? ¿ o misterio? ¿o antinomia? ¿tierno blando bife o
tasajo ferruginoso de cartílago crepitante?
¿no es el churrasquito del exilio no es
una metáfora del exilio?
¿ o será pensamiento triste
que se come?
¿o nacerá de un oh
como para verlaine
cualquier poema nace?
¿no hay oh no hay oh no hay oh
de verlaine?
¿ o es solamente el churrasquito del exilio
pura materia que insiste
en no volver
pero vuelve?
¿es o no es me pregunto
el churrasquito del exilio una metáfora del exilio?
n°5
como a un huérfano al churrasquito del exilio le falta el chimichurri
es huérfano y le faltan
el aplauso al asador los acohólicos barullos y a la noche hacia huecas
palabras la arrastra
porque huérfano al churrasquito del exilio le falta
como a la platónica cosa
el original que imita imperfecto y sólo evoca
flotando/ etéreo/ en un plato
sin historia
por huérfano al churrasquito del exilio le falta el hacia
es un puro vengo de sin horizonte
es carne hecha de instantes el regreso dilatando
es proteínas en pasado que no admiten
conjugación presente ni planificaciones
y huérfano al churrasquito del exilio le faltan
los botones del pantalón desabotonados y esa voz
preguntando:
¿querés otro
churrasquito?
cuya repetición dulce se ofrece al corazón del amor y no al de arterias
que se atascan
huérfano al churrasquito del exilio le falta la liturgia
del ritual de la costumbre de la tradición es un churrasquito ateo
churrasquito heresiarca rostisado
en una hoguera de impieda
nº6
¿quién es, churrasquito del exilio, esa Diosa primigenia
que en Ítaca nos espera tejiendo destejiendo
incesante?
¿quién es, churrasquito del exilio, esa platónica Diosa maternal
vedada
a quien el peso de la memoria convoca con dulces, materiales
preguntas?
¿y quién es esa mujer, churrasquito del exilio, esa fiel mujer a quien
sólo imitas
como al Arquetipo la cosa
imperfecto?
¿será una sílaba repetida dos veces, un recuerdo ancestral, el mítico
origen, o una tumba?
¿la desplazás, churrasquito, en el tiempo para que finalmente
reaparezca?
¿será apenas sensaciones que corroen el cuerpo, una frenética
repetición de simulacros?
¿o será la jaulita terrible y omnisciente que habitamos como
un idioma?
¿una Idea
sin vagina
cuya inocencia
reclamo?
¿quién es, churrasquito, quién es esa que escribiendo
como a una uña tengo
encarnada?
nº7
almorzando angustia o el churrasquito del exilio pensé en ellos
ellos con cornetas que quisieron y decir
frente a todos por ejemplo
los puntitos en las i de sus ideas
ellos ellos no
son no-ausentes son no-zombies y vienen
ellos llegan de sus casas ellos traen
sus parejas sus hijos sus bigotes sus tobillos algún vino de regalo ellos
son
la generación inminente que ya llega sin polillas y surfea
una ola de podrías
de ahoras sin estrenar son inmensos
cubren las sombras las memorias huecas del futuro tienen hambre
sueñan transformar las emes las enes las des las vocales de este mundo
ellos son no-ausentes son no-zombies y vienen
tuercen asteriscos histéricas bombas y a la vuelta
de la esquina sin demoras
la utopía los espera
ellos son no-ausentes son no-zombies y vienen
almuerzan conmigo churrasquitos del exilio tienen voz sus voces
tienen voz sus voces
no se apagan no se apagan eso anhelo irrumpidas
Estrofas agregadas a la Marcha Peronista que nunca podrán ser cantadas
n°1
los poetas delicuescentes
cuyos versos honrarán
a la gloria sempiterna
del Teniente General
¡Perón, Perón, qué grande sos!
¡Mi General, cuánto valés!
¡Perón, Perón, gran conductor,
sos el primer trabajador!
n°2
debido a que Borges decretara:
“se divorcia el Ensueño de la Acción”
los poetas le decimos: “¡Cipayo!,
liberaremos nosotros a la Nación”
¡Perón, Perón, qué grande sos!
¡Mi General, cuánto valés!
¡Perón, Perón, gran conductor,
sos el primer trabajador!
n°3
desde la muda lejanía
y con férvida tristeza
olvidemos esta ausencia
entonando de corazón:
¡Viva Perón! ¡Viva Perón!
n°4
si hubiera viajes en el tiempo
que trajeran a Lenin y a Marx
ellos se harían peronistas
del nacional y popular
¡Perón, Perón, qué grande sos!
¡Mi General, cuánto valés!
¡Perón, Perón, gran conductor,
sos el primer trabajador!
n°5
Por la expulsión del paraíso
A la que hemos sido sometidos
Trashumamos sin destino
Y nos une este dolor
¡Viva Perón! ¡Viva Perón!
n°6
Cierto eso que afirma el Griego
En diálogos como el Critón
Que expropiados de lo nuestro
El destierro es la pena mayor
¡Perón, Perón, qué grande sos!
¡Mi General, cuánto valés!
¡Perón, Perón, gran conductor,
sos el primer trabajador!
en una maleta no entra todo
nº1
en una maleta no entra todo
se llena de medias y camisas y de sacos
pero una ansiedad de tres sílabas no entra por ejemplo
no entra el río inorillado o lámina de zinc así
en realidad Darío al cielo le dice
aunque parezca egocéntrico no entran tampoco los poemas
que escribí hasta ahora mi miedo los quemó parece que
muchas voces/y la mía/ viajan ahora por el humo
es una nueva manera de libertad nueva libertad de incendio
de ideas llameantes y en fuga suspensiva
libertad nueva que crepita como el fuego y prendiendo libros se expresa
según
el aroma de cada uno
algo así dijo Heráclito pero con ironía
nº2
en una maleta no entra todo
sí entra La Odisea entra Ulises entra la esperanza de que
el viaje que comienza
circular sea
Haikus marxistas*
1.
la clase obrera
la patronal gorila
Perón y Evita
2.
sindicalismo
marxista sí pero no
burocrático
3.
vertical la ida
y vertical la vuelta
¿nunca hay regreso?
4.
tejiendo destejiendo
incesante en
Ítaca espera
5.
insoportable
enredado terrible
insomnio lento
6.
otoño invierno
primavera verano
una arruga
LIBROS 29/01/2014 // por Nicolás Alabarces
¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos?, de Michel Nieva
Debo confesar que este libro de Michel Nieva me dejó en un estado de perplejidad literaria tanto menos por el tratamiento narrativo de los cuentos, por demás notablemente novedoso, cuanto por la imposibilidad de acabar de elucidar su dimensión estética-política, si es que acaso, aunque provisoriamente, en algún momento tuve esa posibilidad. Si debiera segmentar, mal y pronto, su contenido, es un libro que reúne cinco cuentos, con excursus o metamundos que reanudan y modifican la historia relatada. Pero en el curso de la lectura ese tipo de búsqueda organizativa se vuelve si no una formalidad inocente -como casi toda primera instancia precomprensiva-, posiblemente una operación poco relevante. Tal vez porque pareciera haber un leit motiv, un deseo del significante de perseguir un tópico común en todos los cuentos que, a la vez que se constituye huidizamente a través del despliegue del lenguaje, insiste en homologarlos sobre la base de un eje vehiculizador, a saber: una suerte de gauchesca cyberpunk.
El libro recupera e incorpora ese género y lo trastoca esquizofrénicamente. Pero en esa máquina esquizofrénica que relata los cuentos hay imbricado un tratamiento singularmente barroco que pone en evidencia el trabajo y el esfuerzo por implosionar el referente. En ¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos? consumir benereo tt y binodinal, drogas sintetizadas a partir de un jugo de mouse de computadora, puede crear performativamente nuevos mundos, metamundos y así ad infinitum, sin retorno a la desértica matriz de la realidad (¿diegética?). En ese periplo experimental está involucrado el lector que especularmente deviene narrador. Pero ese espejo también se fractura y el efecto de las drogas se hace extensible a varios lectores-narradores.
El “dispositivo Borges” (o debiera decir borgesoide) acá parece bastante evidente, y opera de dos maneras: en primer lugar, según el Borges de Dios mueve al jugador, y éste, a la pieza / ¿Qué dios detrás de dios la trama empieza / de polvo y tiempo y sueño y agonía?, el Martín Fierro es una novela. Pero, para Borges, la novela es un sucedáneo de la épica, y el verso la entidad que le “concede ese mínimo de irrealidad que es condición del arte”. De modo que la conclusión podría ser: la realidad no existe, todo es construcción, puro antropomorfismo y sueño; o bien, en este caso, drogas que te pegan performativamente y te desplazan a otros metamundos, corriendo el peligro de no hallar los subterfugios para regresar. Y el otro es el reverso de ese “dispositivo Borges” despojado de su dimensión política, preconizado hasta el hartazgo por la intelligentzia esteticista y la policía selectiva -imagen que por su parte el mismo Borges se encargó de construir y cuidar celosamente-, esto es, un borgesoide chabacanamente histriónico y despótico encarnado en el Nievas-borgesoide (¿narrador, editor, autor, actante? De nuevo: qué dios detrás de dios…) idéntico a él pero “en versión obesa”. Es el mismo Borges al que Jauretche en Los profetas del odio y la yapa, enojado, le reprocha el motivo de no haberlo nombrado en el prólogo de un libro que precisamente había escrito Jauretche. “¡Da miedo pensar lo que sería Borges de tirano, con la sartén por el mango, si es tan castigador con una cosa tan chiquita como una pluma y un olvido!”. En el libro de Nieva ese Borges policial-tiránico apenas esbozado por Jauretche aparece irónicamente realizado y desplegado en versión gorda, androide y esquizofrénica, lanzando diatribas y amedrentando al público extradiegético, “ESE DEÍCTICO ANAFÓRICO QUE SOS VOS, LECTOR”.
Las referencias al género son claras y hasta en algunas secuencias daría la impresión de suturarse un ciclo histórico-literario. El libro se inaugura con un epígrafe de Osvaldo Lamborghini, “¡El país argentinoide!”, y luego comienza el primer cuento, impulsando esa máquina voraz de realidad. No es casual ese epígrafe, al menos por dos motivos. Hay un correlato en el ritmo y la cadencia de la prosa de Nieva y la de Lambor. César Aira supo comentar que siempre le sorprendió revisar los manuscritos de Osvaldo y advertir que en ellos nunca pudo hallar un error tachado. El estilo-Lamborghini salía así de una, sólido y con fuerza, sin necesidad de enmendar ni revisar nada. El ritmo que acompaña ese estilo es el que hay en este libro. Un ritmo que crea una clímax de lectura que tan pronto que se prosigue leyendo se transforma en una esfera medio entre apocalíptica y bucólica cyberpunk-nacional.
El segundo motivo que lo vincula con Lamborghini es el escenario de la violación despiadada a Chuma, el gauchoide del primer cuento, por parte de dos sojeros de Areco, uno de ellos gerente de una empresa productora de aceite de soja en la que tienen como fuerza de trabajo a una legión de gauchos androides laburando. Si el “El niño proletario” redimensiona en clave política y gore-porno El matadero, de Echeverría -continuado también en la versión chic-positivista-tardía del tándem Borges-Bioy en “La fiesta del monstruo”-, en “¿Sueñan los gauchoides…?” se cierra este ciclo histórico con una versión apocalíptica cyberpunk, prefigurando un futuro acaso tal vez no tan difícil de imaginar para los programas del tecnocapitalismo.
El cuento “Sarmiento Zombi” contiene dos testimonios en los que se relatan los estragos de un Sarmiento reactivado por una secta sarmientina: un Sarmiento zombi con una pene desmesurado que, extraviado en la ciudad, se dedica a violar mujeres y cercenarle extremidades a los canas. Sería, como el borgesoide, el reverso del Sarmiento liberal, el de la razón progresista; el que, en suma, como bien lo retrató Jorge Fernández Gonzalo en su Filosofía zombi, no es susceptible de ser agenciado por los dictámenes del poder y los dispositivos institucionales ahora en cuanto Abanderado y Maestro de la víscera. Las voces de los testimonios son la de Emiliano, un pibe enguachado que dedica su tiempo a fluneurear y elaborar estratagemas para conquistar a Laurita, una cheta posmo-hiperquinética; y la de Julio Pasos, un sargento de la policía federal quien sufrió los ataques del padre del aula devenido zombi. Son dos voces impulsadas con una fuerza rítmica tan bien lograda narrativamente que uno acaba leyendo casi cuarenta hojas al cabo de unos minutos. Todo el libro es así: provisto de esa fuerza narrativa, a la vez que hipertrofia esa esfera atiborrada de elementos tan discordantes, descabellados y anacrónicos que lo caracterizan por tener un particular vuelo ficcional peligrosamente adictivo. Es, en una palabra -y hay que decirlo-, un libro flashero que cumple con todos los requisitos que uno espera cuando quiere leer algo bueno, a saber, un tratamiento estético y políticamente heurístico por cuanto reflexiona sobre la misma creación de la forma y la historia literarias y, sobre todo, eso: placenteramente flashero.
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