Fabrício Corsaletti
Nació en Santo Inácio (Sao Paolo, Brasil) en 1978. Es autor de los libros Movediço (2001), O sobrevivente (2003), Estudos para o seu corpo (2007) e Quadras paulistanas (2013), entre otros.
tu nombre
si tuviera un bar tendría tu nombre
si tuviera un barco tendría tu nombre
si comprara una yegua le daría tu nombre
mi mascota imaginaria tiene tu nombre
si enloqueciera pasaría las tardes repitiendo tu nombre
si muero viejito, en el suspiro final balbucearé tu nombre
si fuera asesinado con la boca llena de sangre gritaré tu nombre
si encontraran mi cuerpo flotando en el mar en mi bolsa habrá un papelito con tu nombre
si me suicido al jalar el gatillo pensaré en tu nombre
la primera muchacha que besé tenía tu nombre
en la secundaria yo tenía dos amigas con tu nombre
antes de ti tuve tres novias con tu nombre
en la calle hay mujeres que parecen tener tu nombre
en el video que frecuento hay una empleada con tu nombre
a veces las nubes casi forman tu nombre
mirando las estrellas es siempre posible dibujar tu nombre
el último verso del famoso poema de Éluard podría muy bien ser tu nombre
Apollinaire escribió poemas a Lou porque en la locura de la guerra no conseguía recordar tu nombre
no entiendo por qué Chico Buarque no compuso una canción para tu nombre
si fuera un travesti usaría tu nombre
si un día cambio de sexo adoptaré tu nombre
mi madre me contó que si hubiera sido niña tendría tu nombre
si tengo una hija tendrá tu nombre
mi contraseña de e-mail ya fue tu nombre
mi contraseña del banco es una variación de tu nombre
tengo pena de tus hijos porque en general dicen “madre” en vez de tu nombre
tengo pena de tus padres porque en general dicen “hija” en vez de tu nombre
tengo mucha pena de tus ex-maridos porque asocian el término “ex-mujer” a tu nombre
tengo envidia del oficial de registro que mecanografió por primera tu nombre
cuando me emborracho digo mucho tu nombre
cuando estoy sobrio me controlo para no decir de más tu nombre
es difícil hablar de ti sin mencionar tu nombre
una vez soñé que todo en el mundo tenía tu nombre
conejo tenía tu nombre
taza tenía tu nombre
teleférico tenía tu nombre
en el índice onomástico de mi biografía habrá millares de referencias a tu nombre
en la foto de Korda ¿hacia dónde mira el Che sino para el infinito de tu nombre?
algunas profesoras de la USP serían menos amargas si tuvieran tu nombre
detesto el trabajo porque me impide concentrarme en tu nombre
“cábala” es una palabra linda, pero no llega a los pies de tu nombre
en el cabo de mi bengala grabaré tu nombre
no puedo ser nihilista mientras exista tu nombre
no puedo ser anarquista si eso implica la degradación de tu nombre
no puedo ser comunista si tengo que compartir tu nombre
no puedo ser fascista si no quiero imponer a otros tu nombre
no puedo ser capitalista si no deseo nada más allá de tu nombre
cuando salí de la casa de mis padres fui detrás de tu nombre
viví tres años en un barrio que tenía tu nombre
espero nunca dejar de amarte para no olvidar tu nombre
espero que nunca me dejes para no ser obligado a olvidar tu nombre
espero nunca odiarte para no tener que odiar tu nombre
espero que nunca me odies para no quedar arrasado al oír tu nombre
la literatura no me interesa tanto como tu nombre
cuando la poesía es buena es como tu nombre
cuando la poesía apesta tiene algo de tu nombre
estoy cansado de la vida, pero eso no tiene nada que ver con tu nombre
estoy escribiendo el quincuagésimo octavo verso sobre tu nombre
tal vez yo no sea un poeta a la altura de tu nombre
por si las dudas voy a acabar el poema sin decir explícitamente tu nombre
Traducción de Sergio Ernesto Ríos.
Revista Cultural Alternativas, diciembre de 2012.
As siguintes traduçoes para o espanhol de poemas de Esquimó foram feitas pelo poeta uruguaio (radicado na Argentina) Cristian De Nápoli.
De marzo a junio y a veces en septiembre
la timidez me salvó
la timidez me salvará
la poesía me inventó
el café se va a acabar
la arrogancia me liberó
el arrepentimiento me roerá
la ciudad se acrecentó
mis amigos se van a casar
la sinusitis volvió
la tendinitis volverá
mi analista se enojó
papá se va a jubilar
esa mujer me humilló
esa mujer me humillará
el maizal reverdeció
la policía intervendrá
la farmacia ya cerró
el domingo me va a ahorcar
mamá dice “qué tristeza”
después vuelve a cocinar -
Ingrid Bergman es mi iglesia
ahora entiendo a Jean Renoir
Hoy Cucurto me llamó
Cucu no usa celular
Hoy fue mi última sesión
le agradezco a los rabanitos
que resistieron nueve años de análisis
sin perder el sabor
le agradezco a mi analista
que en estos nueve años
dio vuelta mis ideales como un guante
pero sin cuestionar mi amor por los rabanitos
le agradezco a mi padre
que ama los rabanitos
y que me enseñó a amarlos también
y aun así a él se lo ve feliz
le agradezco a los productores de rabanitos
que incluso en las épocas en que opté
por el nabo o el hinojo
nunca dejaron de cultivar
este delicioso rábano de raíz corta y carnosa
le agradezco a Bob Dylan
que compuso un tema perfecto
para oír comiendo rabanitos
con sal
y tomando vino
le agradezco a Mari
que compró rabanitos
aunque ella sea una fanática de la zanahoria
le agradezco a las bodegas Trapiche
y Altos Las Hormigas
le agradezco al dueño del mercado
le agradezco a los camioneros
le agradezco a la chica de la librería
que me vendió el papel y la lapicera
con que escribo estos versos
le agradezco al mar
de donde viene la sal
le agradezco al sol
que mañana saldrá
para ponerle fin a esta larga noche
le agradezco a la noche
Exclamaciones para César Vallejo
¡qué cielo celeste!
¡qué nube nubosa!
¡qué blanco blanqueador!
¡qué angustia!
¡qué maldad!
¡qué ojos oculares!
¡qué ómnibus!
¡qué bocinas!
¡qué carrocería!
¡qué charme!
¡qué rodillas!
¡qué ojos oculados!
¡qué río!
¡qué amigo imprescindible!
¡qué súbito!
¡qué potranca!
¡qué polenta! ¡qué languidez!
¡qué polenta!
¡qué árboles!
¡qué árboles!
¡qué ciudad!
¡qué temporal! ¡qué alcohol!
¡qué cebolla!
¡qué fritada!
¡qué taxi!
¡qué enamorados!
¡y cuantos mapas en la mesa!
¡qué mesa!
¡qué ventana!
¡qué vida!
¡qué vecinos!
¡qué película!
¡qué populoso!
¡y qué pasado!
¡qué traste!
¡qué tristeza!
¡qué terrible angustia!
¡qué libro terrible!
¡y qué remoto!
Feliz con mis orejas
qué feliz que soy
con mis orejas
saber que después de todo
no me abandonaron
no me maltrataron
no hablaron mal de mí
por el contrario
me esperaron todo este tiempo
de brazos abiertos
y nunca pusieron a otro vago
en mi lugar
qué feliz que soy
con mis orejas
HISTÓRIA DAS DEMOLIÇÕES
A história das demolições
a história trágica das demolições
não acontece como no cinema
a vida não tem trilha sonora
as paredes caem silenciosamente
(no máximo a pancada dos martelos)
o chão varrido fica melhor
(o passado não voltará no ladrilho novo)
lembrar o que quer que seja é inútil
as imagens da memória são ruins
o que ficasse em nós seria a esperança
mas o que existe não exige lembrança
o que morreu está definitivamente morto
não há sequer a vontade de chorá-lo
o luto mesmo é impossível
HISTÓRIA
Na cidade em que nasci
havia um bicho morto em cada sala
mas nunca se falou a respeito
os meninos cavávamos buracos nos quintais
as meninas penteavam bonecas
como em qualquer lugar do mundo
nas salas o bicho morto apodrecia
as tripas cobertas de moscas
(os anos cobertos de culpas)
e ninguém dizia nada
mais tarde bebíamos cerveja
as brincadeiras eram junto com as meninas
a noite aliviava o dia
das janelas o sangue podre
(ninguém tocava no assunto)
escorria lento e seco
e a cidade fedia era já insuportável
parti à noite despedidas de praxe
embora sem dúvidas chorasse
TENSO
rolo de arame farpado
tora de peroba
de aroeira
todas as formigas
do couro da minha cabeça
um queixo
minha mão
meu pau meu punho
meus tensos dentes
Amo aquela mulher
desde o momento
em que a vi mijando
descontrolada em pé
aquela mulher
era puro amor
ELA E SUA CIDADE
Vai buscando as nuvens compactas,
como um samba perfeito,
nesta tarde de sol em que a poesia
é menos que a poesia.
Sabe onde estão os vidros da noite.
Tem dedos infinitos,
narinas transparentes,
imperfeitas sobrancelhas intocadas.
Nos seus quadris começa o mundo.
Seu passo aperfeiçoa o amor.
Há redes grávidas, amarelas
em toda a costa do mapa.
De cada bicho rouba uma surpresa.
Pantera branca, garota de colégio
(jamais um tigre de Bengala
desbotado); brancura acinzentada
do cinema em preto e branco.
E as palavras vivas, na boca viva,
são um pensamento livre.
(Ela deveria ter sido poupada para o mundo justo.)
Antes de se cansar, desaparece.
Depois amanhece.
Viver para ela deve ser bom.
TOMATES
os tomates
fervendo na panela
meu pai minha mãe
na sala televisão
fiquei olhando
os tomates
estava frio o bafo
quente dos tomates
esquentava as mãos
saía da panela
já naquele dia
um cheiro
forte de passado
AMOR
nos isolaremos
como se isola
o som
que sai do
sax
de Charlie Parker
como atingem
o alto-mar
alguns navios
como se perdem
datas cabelos
amigos como se consomem
laranjas doçuras
jornais
como se destroem
vidas
edifícios
motoristas
De Movediço (2001)
Fabrício Corsaletti
ESQUIMÓ
Poemas
São Paulo:Companhia das Letras, 2010. 76 p.
Fabríco Corsaletti é um dos nomes da nova geração que vem se afirmando na poesia contemporânea brasileira. Segundo Paulo Henriques Britto, neste quinto livro de poesia, "Fabricio Corsaletti permanece fiel a uma dicção eu equilibra com eficiência nostalgia e ironia, lembranças da infância interiorana e referências literárias e cinematográficas, paixão vivida e distanciamento crítico. A comparação entre os poemas de Esquimó e os mais antigos aponta para uma concentração crescente, uma utilização cada mais intensa de alguns recursos Um deles é a repetição de um mesmo verso com alterações mínimas, porém cruciais". Vale a pena conferir. Por sorte, a editora tem boa distribuição e é possível encontrar o livro nas livrarias, o que não acontece com a maioria dos livros de poesia.
Por causa das restrições de nossa lei do direito autoral (que agora entra em discussão para sua revisão no Congresso Nacional, na tentativa de admitir o fair use no caso da utilização de partes da obra no processo de difusão cultural e nas ações pedagógicas sem interesse comercial) vão dois poemetos...
do avô guardei
o último cinzeiro
a última faca
— faz algum tempo
o cinzeiro sumiu
desde então
guardo do avô
a última faca
Exílios
o nariz de minha mulher
lembraria o focinho
de uma capivara
de pelúcia
se vivêssemos
numa ilha
selvagem
onde as capivaras
fossem os únicos
animais
e corressem
risco de extinção
—
desde que conheci
minha mulher
me sinto exilado
dentro de mim
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