Aurora Salvador Rosa, nació en Granada en 1958 y allí cursó estudios universitarios. Es Doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Profesora en la Universidad de Cádiz, desde 1982, obtuvo en 1993 la cátedra de Didáctica de la lengua y la literatura en la Facultad de Ciencias de la Educación. Ha publicado diferentes trabajos, en revistas especializadas, sobre léxico, semántica, enseñanza de la lengua y recepción literaria, así como algunos poemas, especialmente sonetos, en revistas literarias.
“Tu voz”
A MIGUEL HERNÁNDEZ
Para afirmar mi paso y mi medida,
para decir que siento lo que siento,
para dar vuelo y luz al pensamiento,
para entender las claves de la vida.
Para aguantar cualquier arremetida,
para plantarle cara a todo viento,
para contrarrestar el desaliento,
para mecer la fe recién nacida.
Para el amor, Miguel, para la muerte,
para el hijo en la sombra luminosa,
para la rebelión contra la suerte.
Incluso para el canto de la rosa
tengo en mi voz tu voz, tu verso fuerte,
tu hondura: tu emoción vertiginosa.
Con Sonetos intransferibles (Sial /Fugger Poesía) le fue concedido, junto al poeta Enrique Gracia , el I Premio de Poesía Juan Van Halen, 2010 en Torrelodones, Madrid.
Este es un libro escrito desde el llanto / con dos sustancias en estado puro: / una explosión de amor desde lo oscuro, / un grito de dolor desde el espanto. Aurora Salvador Rosa – dice Carlos Galbeño en el prólogo – ha tejido una obra literaria, fiel a la pureza del soneto, ventana lírica al sentimiento alojado en la métrica y la rima. Sus aspiraciones, dedicadas a personajes reales, tanto de su círculo íntimo como de ámbitos más amplios, hablan de una autora que tiene en las relaciones humanas y en las personas una fuente inagotable de percepciones y sentimientos que fluyen sus versos con la necesidad imperiosa de encontrar un lugar en el que quedar reflejados para siempre.
Hija del académico Gregorio Salvador y de Ana Rosa Carazo (una poeta, Ana Rosa Carazo, de la que ya dije en una entrada en este blog que era de vocación temprana y de publicación tardía porque su primer poemario publicado, A contramuerte, fue en 2005 y se produjo porque en su más íntimo sentir necesitó, tras escribirlo, darlo al aire, a la página, y a los lectores, como una manera de mitigar, de cicatrizar la herida, de abrazar, con la palabra escrita y luego impresa, el recuerdo de lo más hermoso, presente en la memoria, sin que el dolor, que fue tanto, predominase sobre el amor. Ana Rosa Carazo nos deja en sus libros pensamiento y sentimiento al par que un ritmo preciso y mucha emoción).
Aurora Salvador Rosa, de la que creo recordar que leí un soneto suyo incluido en el libro de su madre A contramuerte, en cuanto a poesía, se nos muestra, al igual que su madre, plena de sencillez, profundidad y soltura en la métrica clásica.
http://manuellopezazorin.blogspot.com/2011/10/aurora-salvador-rosa-sonetos.html
Sonetos intransferibles, I Premio Juan Van-Halen de Poesía.
GRAN HACEDOR.
Cerrar podré , pues ya va siendo hora,
este libro de versos- demasiados-
y podré descansar de mis cuidados,
y hacer mil otras cosas sin demora.
Más no seré poeta ni escritora ,
si tras tantos sonetos alumbrados
no tengo para tí, recién creados ,
catorce versos más . Brotan ahora.
Genio inmortal, maestro insuperable ,
gran hacedor de formas sorprendentes ,
yo no quiero olvidarte , no , ni puedo .
Nadie podrá jamás , es impensable
por razones del todo concluyentes :
tus obras , Don Francisco de Quevedo .
LUZ DEL AMOR
Primero son los ojos, que se miran,
después las bocas las que se enajenan
y las manos que piden, quieren, penan,
y las voces que ya sólo suspiran.
Los cuerpos se disponen. Cuando giran,
durante un breve instante se refrenan,
antes de acometerse, se serenan,
y es tanta su quietud que ni respiran.
Enfrentados, afilan la conciencia:
van a precipitarse en su locura,
por eso se detienen un segundo.
Uno y otro, sintiendo la presencia
de una luz en la noche más oscura:
luz del amor temblando sobre el mundo.
EL GRITO
¿Lemá sabactani? (¿por qué me has desamparado?)
Pensar en ti: saber que no te tengo,
que me dejas de lado, que me niegas,
que no me reconoces, que te ciegas,
que no te importa ya si voy o vengo.
Aguanto, me reprimo, me contengo.
Es inútil pedir: nada me entregas.
Si algo brota de ti, sin más lo siegas.
Me descartas y en paz. No te convengo.
Pero hoy no puedo sofocar el grito
que se me está subiendo a la garganta
y pugna por salir, incontenible.
En la negrura atroz del infinito
rompe la oscuridad y se levanta
desesperado, agónico, terrible.
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