Griselda Álvarez Ponce de León (Guadalajara, Jalisco, 5 de abril de 1913 - México, D.F., 26 de marzo de 20091 2 ). Fue una destacada maestra, escritora y política mexicana, que fue la primera mujer electa gobernadora de un estado en la historia de México, en este caso en Colima.
Griselda Álvarez proviene de la familia con más raigambre histórica y política en Colima, su bisabuelo fue el General Manuel Álvarez primer gobernador del Estado y constituyente en 1857 y su padre Miguel Álvarez García también desempeñó el mismo cargo. Destacó por su intensa labor educativa y literaria, ocupando varios puestos gubernamentales relacionados con estas áreas. En 1976 fue electa senadora por el Estado de Colima y en 1979 fue postulada como candidata del Partido Revolucionario Institucional y el Partido Popular Socialista al gobierno de Colima, resultando electa como la primera mujer en ocupar el cargo de Gobernadora de un estado luego de vencer por 72,791 votos al candidato del PAN, Gabriel Salgado Aguilar, que obtuvo 15,751 votos. Su principal labor en ese cargo fue la educación pública. Al terminar su cargo ocupó la dirección del Museo Nacional de Arte de México. Fallecio el 26 de marzo de 2009 de causas naturales en su domicilio de la ciudad de México.
Griselda estudió para maestra normalista y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México obtuvo el título de licenciada en letras españolas con la tesis La inmortalidad en las obras de Jorge Luis Borges recibiendo mención honorífica. También estudió estadigrafía y biblioteconomía.
Fue directora general de Acción Social de la Secretaría de Educación Pública y de Trabajo Social de la Secretaría de Salubridad y Asistencia y se desempeñó como jefa de Prestaciones Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social. La licenciada Álvarez se incorporó a la vida política de México, fue Senadora por el estado de Jalisco (1976-1979) y el 1 de noviembre de 1979 ocupó la gobernatura del estado de Colima, convirtiéndose en la primera mujer gobernadora en la historia de México. Su credo como gobernadora fue "educar para progresar". Concluida su administración ocupó la dirección del Museo Nacional de Arte. Adicionalmente se desempeñó como asesora de la Secretaría de Turismo del Gobierno del Distrito Federal y Presidenta Honoraria Vitalicia de la Federación de Mujeres Universitarias, A.C. (FEMU).
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue miembro del Consejo Nacional de Ideología (1978 y 1994), del Consejo Consultivo del Comité Directivo Nacional (1995) y de la Comisión Nacional para la Reforma del PRI (1995).
Ha colaborado para varias revistas literarias y periódicos como Revista de Revistas, Ovaciones, Excelsior y Novedades. También ha sido miembro de la Comisión Nacional de México para la UNESCO, asesora del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, dictaminadora en el Comité Editorial del Fondo de Cultura Económica y presidenta del Consejo Mexicano de Escritores.
Gobernadora
en 1979 fue postulada como candidata del Partido Revolucionario Institucional y el Partido Popular Socialista al gobierno de Colima, resultando electa como la primera mujer en ocupar el cargo de Gobernadora de un estado luego de vencer por 72,791 votos al candidato del PAN, Gabriel Salgado Aguilar, que obtuvo 15,751 votos. Su principal labor en ese cargo fue la educación pública.
en 1979 fue postulada como candidata del Partido Revolucionario Institucional y el Partido Popular Socialista al gobierno de Colima, resultando electa como la primera mujer en ocupar el cargo de Gobernadora de un estado luego de vencer por 72,791 votos al candidato del PAN, Gabriel Salgado Aguilar, que obtuvo 15,751 votos. Su principal labor en ese cargo fue la educación pública.
Distinciones
Doña Griselda Álvarez ha sido galardonada con varias medallas. La Rafael Suárez otorgada por el gobierno del estado de Colima; la medalla Francisco Murguía por la delegación Venustiano Carranza; la General Manuel Álvarez por la XLVII Legislatura de Colima; medalla al mérito Benito Juárez (1993), medalla María Lavalle Urbina (1994) y medalla Belisario Domínguez (1996). En 1981 la Asociación de Damas Publicistas de México la nombró "Mujer del Año" Con el poema Ante tu nombre madre ganó el premio convocado por el periódico Excelsior y en los años 1956 y 1958, respectivamente obtuvo las flores naturales en la Feria del Maíz celebrada en Guadalajara, Jalisco y en el concurso de Canto a la Provincia. Ha recibido más de 160 diplomas otorgados por diversas instituciones.
Obras publicadas
Cementerio de Pájaros 1956
Dos cantos 1959
Desierta compañía 1961
Letanía erótica para la paz 1963
La sombra niña 1965
Anatomía superficial 1967
Estación sin nombre 1972
Tiempo presente
Doña Griselda Álvarez ha sido galardonada con varias medallas. La Rafael Suárez otorgada por el gobierno del estado de Colima; la medalla Francisco Murguía por la delegación Venustiano Carranza; la General Manuel Álvarez por la XLVII Legislatura de Colima; medalla al mérito Benito Juárez (1993), medalla María Lavalle Urbina (1994) y medalla Belisario Domínguez (1996). En 1981 la Asociación de Damas Publicistas de México la nombró "Mujer del Año" Con el poema Ante tu nombre madre ganó el premio convocado por el periódico Excelsior y en los años 1956 y 1958, respectivamente obtuvo las flores naturales en la Feria del Maíz celebrada en Guadalajara, Jalisco y en el concurso de Canto a la Provincia. Ha recibido más de 160 diplomas otorgados por diversas instituciones.
Obras publicadas
Cementerio de Pájaros 1956
Dos cantos 1959
Desierta compañía 1961
Letanía erótica para la paz 1963
La sombra niña 1965
Anatomía superficial 1967
Estación sin nombre 1972
Tiempo presente
Muerte
A escasos días para que cumpliera 96 años de edad, Doña Griselda Álvarez , falleció a las 20:00 horas del jueves 26 de marzo de 2009, en su residencia de la Ciudad de México, a causa de problemas de salud relacionados con su avanzada edad .
Alba
A escasos días para que cumpliera 96 años de edad, Doña Griselda Álvarez , falleció a las 20:00 horas del jueves 26 de marzo de 2009, en su residencia de la Ciudad de México, a causa de problemas de salud relacionados con su avanzada edad .
Alba
Orífice del alba, dulce loco,
alucinada estoy en tus colores,
si me pintas la noche de temores
en el amanecer dórame un poco.
Después verás qué pájaros convoco
para que te rindamos los honores
porque eres hacedor de los albores
y principio de todo lo que toco.
Viérteme caridad en la escudilla,
dame el trino, la flor, la mariposa,
el germen del olvido, la semilla,
la verdad que se oculta en cualquier cosa,
deténme ya de la terrible orilla,
tíñeme el alba de esperanza y rosa.
Alondra
Todo el año caído, todo el año,
polen sin rumbo, tierra sin semilla,
algo que muy adentro se apolilla
y algo que por afuera se hace daño.
El aire huele como a desengaño,
algo se pudre, algo está en la orilla
y mientras el otoño se amarilla
el ambiente se torna más huraño.
Miedo tal vez. Tal vez el primer miedo.
Otoño en hojas su derrota.
Por esta alondra última intercedo
mientras el frío su rencor azota.
La alzo, entre los senos me la hospedo
y a la intemperie mi ternura explota.
Anatomía Superficial
Oreja, mano, brazo, pierna, ojo,
tu mitad que se ajusta con la mía
en la superficial anatomía
donde corren tu audacia y mi sonrojo.
Para la sed, en tu belleza mojo
los ojos insolados de alegría
y convencida de mi paganía
el árbol del asombro te deshojo.
Apariencia no más. Por dentro explora
tu oscuridad, tu sal, tu vericueto,
virus, microbio, célula y espora;
sangre y poder total es tu sujeto:
la fealdad adentro te decora
y te tiembla de muerte el esqueleto.
Balance
Tanto pugnar por definir la vida,
tanto por detener el tiempo breve
por sostener el pulso que nos mueve
por dejar testimonio de la huida.
Y ver la primavera malparida
o el verano febril que nos remueve,
el otoño temblón que nos conmueve
y el invierno en su muerte desceñida.
Después, hacer balance de improviso:
el recuento de pasos, el minuto,
ayer como hoy relámpago sumiso.
Y pagar de rodillas el tributo
que se nos cobra en término preciso
al desprender de la carroña el fruto.
Lejana Arquitectura
Vejez, llévate todo: cutis terso
donde viajaron manos persuasivas,
ojos radiantes, lámparas votivas
que iluminaron noches de universo.
Llévate aquel andar que como en verso
mis firmes piernas eran decisivas.
Yo buscaba las cosas sustantivas
quizá muy lejos de un afán perverso.
Llévate de la avispa mi cintura,
dimensión increíble, lozanía,
llévate de mis senos la blancura
y el negro de mi pelo en armonía.
Llévate mi lejana arquitectura.
Pero déjame entera mi alegría.
Abril 30 de 1994
Llanto
Viuda de ausencia toco la mañana,
es tan igual invierno y lejanía,
que quizá se pudiera se podría
abrir la noche junto a tu ventana.
Al gallo inútil con su inútil diana
en el alba su canto estrellaría,
no pasaría el sol no pasaría
envuelto ya de noche en su sotana.
Viuda de ausencia tomo mi destino:
saco mi llanto del profundo pozo
y con él riego cáñamos y lino.
Esta mañana no arderá mi gozo,
que el alba huele a sal y sabe a trino
enredada en la niebla del sollozo.
Paisaje
Amor, amante, amado, yo te digo
con letras rojas toda mi alegría,
por ti la pena entera gozaría,
sin ti la dicha fuérame castigo.
Amor, amante, amado. Me enemigo,
si el amor me retira compañía,
porque sin ti la vida es ironía
y lenta muerte que en afán persigo.
Árbol de mi costumbre y mi linaje,
dueño de mi ciudad y mi vereda,
ángel de acero, júbilo del viaje,
recuerdo de mi cuerpo, limpia seda.
Todo ésto y más en íntimo paisaje,
que lo que sigue es polvo y humareda.
Piel
Tu piel madura, festival al tacto,
como llovida en plenitud te envuelve,
si a veces en follaje se resuelve,
con la aridez en otras hace pacto.
Camino de la seda tu contacto
en bengalas de sol se desenvuelve
porque magnética, termal, devuelve
las corrientes oscuras de lo abstracto.
Protectora absorbente, sensitiva,
permeable también, dura en tus manos,
pedernal del amor, iniciativa.
Si el pigmento divide a los hermanos
tú y yo sabemos que la piel, cautiva,
y somos por la piel aun más humanos.
Primavera
Qué aleluya volver de la ceniza,
reconstruirse y nacer de nueva cuenta,
volver los dos con unidad violenta
y retomar la vida con más prisa.
Ver nuestra primavera que improvisa
con flores y con tallos su herramienta
y sentir que la savia nos fermenta
y que ya somos miel, calor, sonrisa.
Después mirar el fin del alba roja
donde la nube danza el primer fruto,
ver al loco febrero que deshoja
a viento y sol voraz nuestro minuto
y sentir en la sien la azul congoja
que por morir la flor vamos de luto.
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