Triunfo Arciniegas es un escritor colombiano nacido en Málaga, Santander (Colombia). graduado en Literatura de la Universidad Javeriana de Bogotá, fue miembro de la Unión Nacional de Escritores y del Consejo de Redacción de la Revista Puesto de Combate.
Escribe con insistencia sobre gatos, bandidos, ángeles, vampiros y otros monstruos. Ha publicado entre otras obras como, 'El cadáver del sol, En concierto, 1 La silla que perdió una pata y otras historias, El león que escribía cartas de amor, La media perdida. Con Las batallas de Rosalindo," caperucita roja y otras historias perversas" y "El amor y otras materias". Obtuvo el VII Premio Enka de Literatura Infantil, con La muchacha de Transilvania y otras historias de amor el Premio Nacional de Literatura de Col cultura. Dirige el teatro de niñas La manzana azul y talleres de literatura en distintas ciudades. Por otra parte escribió un fragmento llamado el árbol de candela, una historia muy breve acerca de como la imaginación de un loco puede convertirse en realidad.
Muchacha
La reciente mujer descubre
su cuerpo
en la ilusión de los espejos
Se desvanece
como piedra en el agua
su rostro de niña
EL ABUELO
En su vejez
se lavaba los ojos
con agua de rosas.
Dormía la siesta
a la sombra de los duraznos
y nos hablaba de caballos
perdidos en la niebla,
de venados en el temblor del agua,
de una casa que ardió toda la noche.
"El tiempo pasa
como una bola de fuego",
dijo una vez.
La sombra del ala
del sombrero en su rostro,
la lumbre del tabaco,
la paloma de su mano en mi hombro.
De un golpe seco,
en la nunca,
mandaba al otro mundo los conejos.
Ajo en ayunas
y una silla en el patio,
secretos del viejo.
Para mi cumpleaños
abrió el baúl, su mundo,
y escogió algo que por la forma
de sostenerlo
entendí que le era muy querido,
un trompo de colores
que aún conservo.
PADRE
Esta noche, de regreso,
cuando mamá nos sigue
con pasos de sueño,
él me lleva en sus brazos
y su quijada toca las estrellas.
Esta noche, de regreso,
cuando mamá nos sigue
con pasos de sueño,
él me lleva en sus brazos
y su quijada toca las estrellas.
BIOGRAFIA
Con el lápiz del trompo
el niño escribe sobre el polvo
la historia de su vida.
Con el lápiz del trompo
el niño escribe sobre el polvo
la historia de su vida.
EL VIENTO Y SU MEMORIA
El viento conserva en su memoria
las sucesivas presencias de las aves.
Adivino que desea
–al rodearme–
decirme de sus vuelos.
A mí, pobre
hombre, detenido,
plantado como un árbol,
enraízado,
triste.
El viento conserva en su memoria
las sucesivas presencias de las aves.
Adivino que desea
–al rodearme–
decirme de sus vuelos.
A mí, pobre
hombre, detenido,
plantado como un árbol,
enraízado,
triste.
PAÑUELO
En la estación
la mujer despidió con un pañuelo blanco
al muchacho que se iba a la guerra.
Casi eran una misma materia
el pañuelo y el humo
del tren que se alejaba.
Sobra decir que el pañuelo
se deshilachó de tanta espera
y el humo desapareció en el viento de los pájaros.
En la estación
la mujer despidió con un pañuelo blanco
al muchacho que se iba a la guerra.
Casi eran una misma materia
el pañuelo y el humo
del tren que se alejaba.
Sobra decir que el pañuelo
se deshilachó de tanta espera
y el humo desapareció en el viento de los pájaros.
LEJANíA
En un cuarto apestoso
El viejo esparce la baraja
Y a través del humo
Me señala tu imagen
Junto a un hombre
Que no soy yo
En un cuarto apestoso
El viejo esparce la baraja
Y a través del humo
Me señala tu imagen
Junto a un hombre
Que no soy yo
LA MANO QUE TE ESCRIBE
La mano que te escribe es la misma
Que te encendió el deseo
Escarbó en la isla de tu cuerpo
Hasta encontrar el más codiciado
De los tesoros
La mano que te escribe duerme conmigo
Me acaricia y me da de comer
A la hora del espanto
La mano que te escribe es la misma
Que cada noche sueña contigo
Y amanece muerta de sed en la almohada
Como una araña en la colina
La mano que te escribe es la misma
Que te encendió el deseo
Escarbó en la isla de tu cuerpo
Hasta encontrar el más codiciado
De los tesoros
La mano que te escribe duerme conmigo
Me acaricia y me da de comer
A la hora del espanto
La mano que te escribe es la misma
Que cada noche sueña contigo
Y amanece muerta de sed en la almohada
Como una araña en la colina
SALVAJE
Duerme
como las fieras
que se lamen los bigotes
después del festín.
Se estira
sobre la blanca hierba
de las sábanas.
Duerme
como las fieras
que se lamen los bigotes
después del festín.
Se estira
sobre la blanca hierba
de las sábanas.
MONTEADENTRO
Bostezan mujeres gordas
la soledad del sexo,
baten la lengua, rajan,
comen prójimo,
descansan sus adiposas nalgas
sobre el cemento caliente de la acera.
Malogradas, esquivas, distantes
de los gestos benévolos,
deshacen matrimonios y desvirgan niñas,
auguran catástrofes y dudan de la dicha,
dando por cierta la más leve sospecha.
Se estiran sus sombras
en el tedio de la tarde,
suben por las paredes
sus cabellos hambrientos.
Ya noche se recogen,
tiznadas de amargura,
espían por las rendijas,
siguen comiendo prójimo.
Hasta dormidas destilan su veneno.
Bostezan mujeres gordas
la soledad del sexo,
baten la lengua, rajan,
comen prójimo,
descansan sus adiposas nalgas
sobre el cemento caliente de la acera.
Malogradas, esquivas, distantes
de los gestos benévolos,
deshacen matrimonios y desvirgan niñas,
auguran catástrofes y dudan de la dicha,
dando por cierta la más leve sospecha.
Se estiran sus sombras
en el tedio de la tarde,
suben por las paredes
sus cabellos hambrientos.
Ya noche se recogen,
tiznadas de amargura,
espían por las rendijas,
siguen comiendo prójimo.
Hasta dormidas destilan su veneno.
LOCA
Dice la loca
que la luna
bebe sus pensamientos,
que la tiene
toda pálida
por dentro.
Dice la loca y se hurga
todos los agujeros.
http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/
Revista/ultimas_ediciones/88_89/arciniegas.html
Dice la loca
que la luna
bebe sus pensamientos,
que la tiene
toda pálida
por dentro.
Dice la loca y se hurga
todos los agujeros.
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