Almelio Calderón Fornaris
(La Habana, 1966)
Poeta.
Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Ha publicado los poemarios:
• Fragmentos para un caballo de aire, Ediciones Extramuros, 1987.
• Las provincias del alma, Editorial Letras Cubanas, 1991.
Además, su obra está recogida en diferentes revistas nacionales e internacionales.
Reside en Valencia, España.
( Dirección de correo electrónico: ameliocalderonfornaris@gmail.com )
del libro Las provincias del alma, 1991
ORILLAS
Los suicidios no llegan tampoco llega el amor
los amigos viven poderosamente entre los dioses
se entregan a todos los anillos
como se entrega Heráclito a la duda.
Siento sus nostalgias como siento la vehemencia
de la mirada del tigre de Blake
cada uno es una pequeña troya
se rebelan contra los muros contra los fuegos.
La existencia termina desangrándose en las
puntas de los dedos.
Los dioses tiemblan le brotan escamas.
Sólo yo puedo sostener este cielo con mi mano.
Los suicidios no llegan tampoco llega el amor
los amigos viven poderosamente entre los dioses
se entregan a todos los anillos
como se entrega Heráclito a la duda.
Siento sus nostalgias como siento la vehemencia
de la mirada del tigre de Blake
cada uno es una pequeña troya
se rebelan contra los muros contra los fuegos.
La existencia termina desangrándose en las
puntas de los dedos.
Los dioses tiemblan le brotan escamas.
Sólo yo puedo sostener este cielo con mi mano.
LAS MUTACIONES
Como dios de címbalo es el alma.
Como árbol que nos da un fruto es el alma.
La quietud se lanza contra el ojo.
Haz del ojo el límite de las alas.
Haz de las alas un cielo donde comience la solemnidad de un niño.
El destino que se deslice entre las líneas de las manos.
Sólo quedará una inocencia entre tantos gladiadores.
Como dios de címbalo es el alma.
Como árbol que nos da un fruto es el alma.
La quietud se lanza contra el ojo.
Haz del ojo el límite de las alas.
Haz de las alas un cielo donde comience la solemnidad de un niño.
El destino que se deslice entre las líneas de las manos.
Sólo quedará una inocencia entre tantos gladiadores.
del cuaderno La cierta sucesión de las cosas, inédito
TENDRÉ QUE MORDER UNA ESTRELLA
De alguna forma yo tendré que morder una estrella
un silencio
poder hablarle de las palabras de los caracoles
que se posan en las nuevas gargantas de los hombres
para que las vocales no salgan torcidas
no con miedo
ni con forma de máquina ordinaria.
De alguna forma yo tendré que morder un Aleph
un papel
una piedra
un pedazo de camino con sus sombras
y sus papalotes de caprichos
una mirada
y una melodía que acompañe a los gatos
cuando piensan en cazar en la noche
De alguna forma yo tendré que morder una espina
una luz
un tiempo
a la misma mordida
de alguna forma yo tendré que morderme
no sé
porque el aliento no fue suficiente.
De alguna forma yo tendré que morder una estrella
un silencio
poder hablarle de las palabras de los caracoles
que se posan en las nuevas gargantas de los hombres
para que las vocales no salgan torcidas
no con miedo
ni con forma de máquina ordinaria.
De alguna forma yo tendré que morder un Aleph
un papel
una piedra
un pedazo de camino con sus sombras
y sus papalotes de caprichos
una mirada
y una melodía que acompañe a los gatos
cuando piensan en cazar en la noche
De alguna forma yo tendré que morder una espina
una luz
un tiempo
a la misma mordida
de alguna forma yo tendré que morderme
no sé
porque el aliento no fue suficiente.
INFANCIA
A no sé cuántos años
de la caída de mi carne
pedazos de lágrimas
gritan
por una esperanza
que prefirió morir un poco más tarde.
A no sé cuántos años
de la caída de mi carne
pedazos de lágrimas
gritan
por una esperanza
que prefirió morir un poco más tarde.
DIALÉCTICA
Los que quieran saber la historia
que sepan la historia.
Los que quieran aprender a saltar
que aprendan de saltos.
Los que quieran decir que su corazón
es de arena que lo digan.
Los que quieran decir como Anaximandro
que el hombre nació de un pez
cuidado con los pescadores—.
Los que quieran saber la historia
que sepan la historia.
Los que quieran aprender a saltar
que aprendan de saltos.
Los que quieran decir que su corazón
es de arena que lo digan.
Los que quieran decir como Anaximandro
que el hombre nació de un pez
cuidado con los pescadores—.
otros poemas inéditos
LA CIUDAD DISPERSA SUS VOCES, sus vibraciones,
su virginidad.
Se disipan los días, me acechan en su quietud.
Se aproximan las nevadas.
La desolación enciende sus luces.
La longitud de un pájaro pasa trazando los enormes ríos
del atardecer y picotea algunos trozos de mi ser que he
olvidado sobre las paginas de un libro de Borges.
Afuera esta lloviendo y oigo latir una luz.
su virginidad.
Se disipan los días, me acechan en su quietud.
Se aproximan las nevadas.
La desolación enciende sus luces.
La longitud de un pájaro pasa trazando los enormes ríos
del atardecer y picotea algunos trozos de mi ser que he
olvidado sobre las paginas de un libro de Borges.
Afuera esta lloviendo y oigo latir una luz.
SEÑALES
UN INDIFERENTE Y DESÉRTICO CIELO NOS GOLPEA. Nada
sabemos de la muerte solo de sus cruces cuyas mirada recuerdan
la embriaguez de la noche donde
una luna violeta es el ojo de la ciudad que vigila.
¿Habrá redención para ésta ISLA?
Chapotean los soles.
UN INDIFERENTE Y DESÉRTICO CIELO NOS GOLPEA. Nada
sabemos de la muerte solo de sus cruces cuyas mirada recuerdan
la embriaguez de la noche donde
una luna violeta es el ojo de la ciudad que vigila.
¿Habrá redención para ésta ISLA?
Chapotean los soles.
HAY DESANGRES EN EL POEMA.
La escritura huye de la escritura.
NUBES
La muerte arroja del postigo a la muerte.
Un pájaro incendiado se desliza por mi sangre:
Su último poder me ilumina.
Como luna mi cuerpo rueda sobre un cielo sin color.
La escritura huye de la escritura.
NUBES
La muerte arroja del postigo a la muerte.
Un pájaro incendiado se desliza por mi sangre:
Su último poder me ilumina.
Como luna mi cuerpo rueda sobre un cielo sin color.
SE DESPRENDEN LAS ESCRITURAS LO MAS LEJOS
POSIBLE DEL HOMBRE.
Caen chubascos de luces.
(al final de la travesía)
EN ESTA CIUDAD SE VISLUMBRA otra dimensión, otra manera
de ser más poderoso que los dioses.
Ausculto su historia, mientras la noche asedia
las escrituras del infinito.
LA REALIDAD ILUMINA LOS TEXTOS DE
RIMBAUD: COMO LA QUIETUD DE UNA CRUZ
EN EL CAMINO ME DESLIZO ENTRE LOS DESIGNIOS
PARA ALCANZAR OTROS DESLIZAMIENTOS
AUN MÁS PODEROSO.
El tiempo es una sola narración del universo.
http://alascuba.blogspot.com/
POSIBLE DEL HOMBRE.
Caen chubascos de luces.
(al final de la travesía)
EN ESTA CIUDAD SE VISLUMBRA otra dimensión, otra manera
de ser más poderoso que los dioses.
Ausculto su historia, mientras la noche asedia
las escrituras del infinito.
LA REALIDAD ILUMINA LOS TEXTOS DE
RIMBAUD: COMO LA QUIETUD DE UNA CRUZ
EN EL CAMINO ME DESLIZO ENTRE LOS DESIGNIOS
PARA ALCANZAR OTROS DESLIZAMIENTOS
AUN MÁS PODEROSO.
El tiempo es una sola narración del universo.
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