ALICIA SILVESTRE
(España).Licenciada en Filología Hispánica, actualmente cursa estudios de doctorado y trabaja como lectora de la Agencia Española para la Cooperación Internacional en la Universidad en Brasil. Desde 1992 ha participado en tertulias y recitales poéticos. Colaboraciones: Woman, Cosmopolitan (miembro del 1º comité universitario y cartas de opinión), Integral, Calibán, AZB (Revista de Cultura Internacional), Píntalo de verde, Cuadernos de la media vaca, El pelo de la rana, Nueva Alcarria, Árbol de fuego (Venezuela), Diario Romano (Roma).
Publicaciones: Accésit del Premio de poesía “Ciudad de Zaragoza” 1995. AZOGUE. Publicación del libro de poemas El fruto vómico en la editorial “El último Parnaso”. 1997. 2º premio de Jóvenes Creadores 1997, de la Diputación General de Aragón. Mención honorífica en la Antología de poetas españoles de Itálica. 2º premio de Jóvenes Creadores 1997, de la Diputación General de Aragón. Finalista del premio de Poesía Alzira (Valencia), 1998. LA GRUTA DE GUSTAVE MOREAU. “One hundred genial tales”, ed. Jamais (Sevilla), 1998. FLORENCIA, BAJO EL MITO. Accésit primero del premio de Jóvenes Creadores 1998. LO SUBLIME, Diputación General de Aragón. Incluida en el Libro de los Quinientos, ed. Egido, Zaragoza, 1998. Publicado. Accésit 1º del Premio de Jóvenes Creadores 1998, de la Diputación General de Aragón. Concurso de Jóvenes Creadores de la Comunidad de Madrid, (sección Poesía), 1998. KURAI-KUROI Participación gráfica en homenaje a F.Arrabal, Milán, junio, 1998. 1º premio poesía “Universidad de Zaragoza”, 1998. ESTIGMA. 2001, Primer Premio al mejor joven escritor europeo “Emilia Valori”, 1ª edición, concedido en Italia. Publicación del poemario en edición bilingüe. MANI PULITE, PIEDI SPORCHI. Accésit primero del premio de Jóvenes Creadores 2003, PASTO DE LAS LLAMAS, Diputación General de Aragón. Publicación coautoría EL FARO DE SIGFRIDO, Libros del Innombrable, proyecto subvencionado por Min. Cultura, Educación y Deporte, 2003. Antología de poesía Poesía Pasión, por Eduardo Moga, 2004. Finalista Premio Paestum Poseidonia, Nápoles, 2005.
Madre
Madre, tú ves mis hijos
continuación de tu cordón de plata,
con la misma certera claridad
con que el rayo de luz cruza al cristal.
Para ti, lo sé, soy transparente,
prolongación de tu cuerpo crecida.
Yo sé que se ciernen sobre tus ojos
las sombras y que el color va dejando
de ser; y que la forma
juega a escondérsete.
Vengo, madre con mi voz
a recuperar para ti lo que no ves
y sobre todo lo que nunca viste.
Déjame compartir
el episodio apenas que es mi vida,
déjame hablarte del ocaso en Venecia
o del de Estambul.
Deja que te describa el mar en Nápoles
y los montes de Umbría,
deja que te hable del Océano Pacífico,
de la Patagonia y de los bosques
canadienses.Quiero que huelas, toques cada ciervo,
cada ave de los paraísos visitados.
Tú me diste la visión y la vida.
Déjame devolverte tu milagro.
NUESTRAS OTRAS VIDAS
Para quien comparte el secreto albergado en el ombligo de Pachamama,
para ese otro yo seducido por los tesoros incas.
Ya te anunciabas en la inluz del Bósforo
pero no te veía: a nuestras otras vidas somos ciegos.
Ya te anunciabas en las verdes praderías
pero océano alguno me avisó.
Así, llegaste, torrencial a diluir
toda memoria que del agua tuve.
Tu caminar certero y tu mirada sólida
mi desolado desierto cubrieron.
Ni amniótico, ni oxígeno, ni combustión:
tu tierra
alta y azul, etérea como el cielo
me dio otro nombre: Cerro Libertad.
Camino
a Benjamín Pérez
La Paloma otea la mies dorada.
Estabas en una carretera polvorienta.
El desierto alrededor. Ni una sombra.
Me mirabas. Yo era el cielo. Te pregunto
¿dónde vas? ¿qué haces ahí? Tú respondes:
“Camino.”
Tú eres el camino. El camino.
Eres el paso.
El paso.
Dejo que una de mis nubes
cincele para ti rastros de mapas.
Te veo desde el sol, en sus puntos de luz.
Soy halo soy deseo soy caricia.
Entro en ti, te nutro de aire.
Te veo niño. Tu rostro en fotogramas
va creciendo hasta alcanzar el hombre que eres.
Entonces tú ves a la niña que fui
como un espejo se mira en otro espejo
y nuestras cabezas se observan y se unen
en un beso fundente
que deviene abrazo y una sola forma.
Jugamos y me muestras tu imagen
de nuestro futuro juntos. Me haces sonreír.
Este es el lenguaje de los cielos.
El hueso disuelto en un jirón de polvo blanco.
La forma en movimiento
MATEMÁTICA OCULTA
Tú, matemática oculta, billar determinado,
tú, ordenada estrella, misterio sólo para nuestros ojos,
sol que cae indiferente al caer humano,
único, contra la multitud diversa.
Antes de conocerte fui inflexible y tuve principios.
Ahora creo en ti, ley del azar, y basta.
Dedo divino que no alcanzo pensando,
causa que intuyo a posteriori, efecto,
estación final siempre, marca a fuego.
Con tu mano inmensa, como olas,
amor y muerte, uniones y escisiones,
principio y fin, dolor y nacimiento
manejas a placer.
En nuestras irrisorias caracolas
tu designio desencadena tempestades,
tu más leve rayo nos calcina,
una de tus miradas nos recupera.
Para mi bien, te espero.
Para mi bien, te temo.
PARTE I. PASADO
Era el principio de todas las cosas
La génesis de mi universo
Y ya existías
Para darme el aliento de la vida.
A ciegas palpo
Con manos imperfectas
El perfil de tu adentro
No quiero adorar otro dios
Ni nadar en un seno ajeno al tuyo, suave y blando
Semilla adosada a la fortaleza de tu tronco
Creceré con la sombra protectora de tus ramas
Como abrazos de otoño
II
En ti se reflejaba el mundo entero
Como en una amplia balsa de azul cielo
Te oía recitarle cada noche
Y la ternura de tu voz grave
De avellana
Me hacía estallar internamente.
Eran canciones las palabras.
¡Ay, padre, padre!
Tus ojos de luna taladran
El vientre materno y me deslumbran.
No socaves el valle de su cuerpo
Que hoy es mi morada.
No busques aun el oro en sus entrañas.
Ámala en silencio como sabes.
En la espera guarda tus versos
Y cuando nazca,
Grábalos en mi piel como un tatuaje.
III
¡Qué nuevo sol tan cegador
cubre mis párpados!
Calor. Frío. Calor.
El tacto de mi desnudez
contra tu carne
me da la certeza de que existo.
Hasta entonces no había sido yo.
Mi ser…
ábrese como una flor al llegar la primavera
porque dormida en tu arena
mi voluntad de sentir
cuando a ti te oye reir
amanece como estrella.
De tus pechos tibios maternales
se derrama el licor de la existencia,
una lluvia de pétalos de rosa
tus caricias.
Me llamo Leia,
huelo a jazmín y violetas.
IV
Solías al andar volver la vista
Por si mis pasos, todavía tan torpes
Hubiéranse perdido tras tus huellas.
Es hora de dormir.
Apenas rozan tus labios mi mejilla,
Mas se que me has besado
Porque el aroma de sándalo y cedro
Con que te alejas
Flota en la habitación como una estela
De diminutos brillantes.
Tus labios diciendo mi nombre
Cuyo eco se prende entre mi pelo
Como una flor de agua.
V
Habéis sido los dioses
Del templo de mi infancia.
Moldeasteis con sueños
De libertad mi espíritu.
La fe que nos ha unido,
La alegría y las penas
Y tantas cosas buenas
Que a expresar no se alcanza…
Sois mis raíces, mi timón,
Mis cuatro vientos,
Porque mi esencia
Se compone de las vuestras.
Algún día acabará
Porque la vida es finita,
Mas no limita el amar.
Yo pienso y pienso luchar
Para llevar más allá
De la tumba vuestras risas.
Era el principio de todas las cosas
La génesis de mi universo
Y ya existías
Para darme el aliento de la vida.
A ciegas palpo
Con manos imperfectas
El perfil de tu adentro
No quiero adorar otro dios
Ni nadar en un seno ajeno al tuyo, suave y blando
Semilla adosada a la fortaleza de tu tronco
Creceré con la sombra protectora de tus ramas
Como abrazos de otoño
II
En ti se reflejaba el mundo entero
Como en una amplia balsa de azul cielo
Te oía recitarle cada noche
Y la ternura de tu voz grave
De avellana
Me hacía estallar internamente.
Eran canciones las palabras.
¡Ay, padre, padre!
Tus ojos de luna taladran
El vientre materno y me deslumbran.
No socaves el valle de su cuerpo
Que hoy es mi morada.
No busques aun el oro en sus entrañas.
Ámala en silencio como sabes.
En la espera guarda tus versos
Y cuando nazca,
Grábalos en mi piel como un tatuaje.
III
¡Qué nuevo sol tan cegador
cubre mis párpados!
Calor. Frío. Calor.
El tacto de mi desnudez
contra tu carne
me da la certeza de que existo.
Hasta entonces no había sido yo.
Mi ser…
ábrese como una flor al llegar la primavera
porque dormida en tu arena
mi voluntad de sentir
cuando a ti te oye reir
amanece como estrella.
De tus pechos tibios maternales
se derrama el licor de la existencia,
una lluvia de pétalos de rosa
tus caricias.
Me llamo Leia,
huelo a jazmín y violetas.
IV
Solías al andar volver la vista
Por si mis pasos, todavía tan torpes
Hubiéranse perdido tras tus huellas.
Es hora de dormir.
Apenas rozan tus labios mi mejilla,
Mas se que me has besado
Porque el aroma de sándalo y cedro
Con que te alejas
Flota en la habitación como una estela
De diminutos brillantes.
Tus labios diciendo mi nombre
Cuyo eco se prende entre mi pelo
Como una flor de agua.
V
Habéis sido los dioses
Del templo de mi infancia.
Moldeasteis con sueños
De libertad mi espíritu.
La fe que nos ha unido,
La alegría y las penas
Y tantas cosas buenas
Que a expresar no se alcanza…
Sois mis raíces, mi timón,
Mis cuatro vientos,
Porque mi esencia
Se compone de las vuestras.
Algún día acabará
Porque la vida es finita,
Mas no limita el amar.
Yo pienso y pienso luchar
Para llevar más allá
De la tumba vuestras risas.
PARTE III FUTURO
Sangre de vuestras sangres
Os prolongo en el tiempo
Os eternizo
Y serte, padre
Y serte, madre
Y seros.
Y serme a mí misma
En vuestro recuerdo.
Sangre de vuestras sangres
Os prolongo en el tiempo
Os eternizo
Y serte, padre
Y serte, madre
Y seros.
Y serme a mí misma
En vuestro recuerdo.
AMOR AMOR
Amor, amor,
¿quién tras haber probado tu Pan
regresará a la carne?
¿quién habiendo probado tu Fuego
regresaría al sol?
Porque el que bebe tu Sangre
Vida Eterna aspira
y el que respira tu Aire
Amor será.
No temas pues quemarte
y ofrece dócil como un cachorro
tus garras débiles
y juega y entrégate confiado
porque en Verdad en Él se descansa.
De tus flechas otro cuidado no tengo
que el poder llevarlas o el ser
herido varias veces
hasta que cese tu hambre.
De tus flechas, Hermano, sólo espero
el dolor que salva y que transmuta
y abandonarme a lo que en ellas acontece.
Vacío, ser la flecha, ser la herida
ser la sangre, ser dolor y ser la muerte
para luego alzar la mano y no detenerte
sino acercarme a Ti para abrazarte.
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