Ewa Lipska: breve semblanza bio-bibliográfica
por Antonio Benítez Burraco
Poetisa polaca nacida en Cracovia en 1945, se formó en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal, aunque ha desarrollado su labor profesional en diversas revistas, periódicos y editoriales, como especialista en poesía. Entre 1991 y 2001 dirigió el Instituto Polaco de Viena.
Aunque siempre ha defendido su independencia como creadora, cronológicamente y también en razón de los motivos predominantes en sus primeros poemas, Ewa Lipska forma parte de la denominada «generación del 68», también conocida como «Nowa Fala» [«Nueva Ola»], a la que también pertenecen poetas tan significativos como Stanisław Barańczak, Adam Zagajewski, Ryszard Krynicki o Julian Kornhauser. En estos poemas, que se inspiran en los acontecimientos más cotidianos y en las emociones humanas más corrientes, sin establecer nunca grandes generalizaciones, se busca, sobre todo, tratar de liberar al lenguaje de la servidumbre que le había impuesto el régimen comunista en tanto que herramienta al servicio de la propaganda ideológica. En estas primeras obras, escépticas y paradójicas, se ha querido ver la influencia de una poetisa de la talla de Wisława Szymborska. Por el contrario, en sus composiciones más recientes se advierte una mayor complejidad conceptual y formal, que se traduce habitualmente en una profusión de complejas metáforas (cuyos referentes suelen ser múltiples y en ocasiones no fáciles de identificar) que se desenvuelven con frecuencia en un espacio onírico o surrealista, que sugiere que la imaginación es la única vía de escape de un mundo plagado de peligros y de sufrimiento.
Ewa Lipska es autora de numerosos poemarios, entre los que destacan Wiersze [Versos] (1967), Drugi zbiór wierszy [Segunda colección de versos] (1970), Trzeci zbiór wierszy [Tercera colección de versos] (1972), Czwarty zbiór wierszy [Cuarta colección de versos] (1974), Piąty zbiór wierszy [Quinta colección de versos] (1978), Żywa śmierć [La muerte viva] (1979), Przechowalnia ciemności [Consigna de la oscuridad] (1985), Wakacje mizantropa [Las vacaciones del misántropo] (1993), Sklepy zoologiczne [Tiendas zoológicas] (2002), Ja [Yo] (2003), Gdzie indziej [En otro lugar] (2006) y Drzazga [La astilla] (2006). Su último título publicado es Pomarańcza Newtona [La naranja de Newton]. Su obra ha sido merecedora de numerosos premios literarios, destancando, entre otros, el Premio Kościelski (1973), el Premio del PEN Club Polaco (1992) y el Premio de la Fundación Jurzykowski (1993). Sus versos han sido traducidos a diversas lenguas europeas, incluyendo el inglés, el checo, el danés, el holandés, el alemán y el húngaro.
Durante las fiestas
Durante las fiestas por fin se puede
apagar el teléfono.
Si nace Dios
llamará la vecina.
Veo Casablanca
con el mismo apetito
de disgresión
de siempre.
Jugueteo con la soledad.
Me acompaña la leche caliente con miel.
Mi sexto dedo de la mano
teclea las letras.
No escribiré nada más.
La continuación de la noche
es intocable.
Ewa Lipska: poemas
Traducción de Anna Sobieska y Antonio Benítez Burraco
Del poemario
Drzazga
[La astilla]
(2006)
LA ASTILLA
Usted me gusta, me escribe un poeta de veinte años.
Bisoño carpintero de palabras.
Su carta huele a tablones.
Su musa aún dormita en el palo de rosa.
En la serrería de la literatura, un esforzado bullicio.
Los aprendices revisten de madera a la crédula lengua.
Van cortando los tímidos contrachapados de las oraciones.
Haiku tallado a cepillo.
Las dificultades aparecen
con esa astilla clavada en la memoria.
Es difícil arrancarla
y aún más difícil describirla.
Vuelan las virutas. Mondaduras de ángeles.
Polvo hasta el mismo cielo.
YO - ELLOS
Siento admiración por vosotros,
que transmitís velocidad,
que voláis cual telegrama
por la vía de sentido único de la Historia.
Se sonroja vuestro
descapotable mayor de edad.
Roja bala del destino.
Yo, en cambio,
remolcada por un camión que resuella,
os hago señas agitando el testamento
por el que os lego
una realidad de recambio.
Mas vosotros,
llenos hasta los topes de juventud,
me dejáis atrás a todo volumen,
ahogando la arritmia del motor
y el fatigado pulso de los neumáticos.
Del poemario
Pomarańcza Newtona
[La naranja de Newton]
(2007)
CADA VEZ MÁS LEJOS
Arrojo ante mí kilómetros.
Dados para una partida.
Prolongo la ilusión.
En los arcenes coloco espejos de quimeras.
Espejismos de una idea eterna.
Más lejos. Más lejos. Cada vez más lejos.
Transfiero mi vida
a la cuenta de nuevas ciudades.
Atravieso fronteras dadaístas.
Tiovivos de noches políglotas.
Cada vez más lejos de anquilosamientos sin voz.
De la inmóvil verdad de la experiencia.
De la inercia perruna.
En los anuncios que voy dejando atrás,
leo palabras polacas escritas en griego
y me río a carcajadas.
Cada vez más lejos
viene a ser cada vez más cerca
de mí misma.
LA NARANJA DE NEWTON: EL ORIGEN
Nosotros somos en este preciso instante.
Yacemos sobre un fuego blanco
merced a un amor de repuesto.
Andamos a la caza de una continuación.
Cerca, retumba la lavadora
de los tenores wagnerianos.
Se arremolina el coro de la espuma.
Durante el prelavado,
blancos calcetines angelicales.
Sedas nebulosas de la ropa blanca.
Hechos tejidos en lino.
Intrigan las ambiciosas energías del sol.
Los ahorrativos molinos de Don Quijote.
Los amorosos reactores nucleares.
Por parte de madre, nuestro país
pertenece al Este.
Sobre las llanuras, el áspero
paño de los uniformes.
Un salón en la periferia.
Por parte de padre, a Europa
y al pacto cosmético.
Planchado de arrugas.
Nos hallamos a la altura de Sócrates.
Cruzamos a nado en pos de Ajmátova.
Nos dejan atrás los esquiadores
de la glacial pieza en un sólo acto.
El contrabajo pulsa con fuerza su cuerda.
Acomete un tono tierno.
Ellos ya fueron.
Nosotros somos en este preciso instante.
Vosotros apenas si estáis empezando a ser.
Dios paga el mal desde un cajero automático.
Se balancea la naranja de Newton.
De sabor ligeramente agrio.
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