sábado, 24 de julio de 2010

272.- MILAGROS SALVADOR


Milagros Salvador: nació en Madrid, España, en 1949. Licenciada en Filosofía y Letras y en Psicología.
Ha publicado los poemarios: “Acrostolio”, “Balaje”, “Ceremonia”, “Del barro a la ceniza”, “Espejo de la tierra”, “Frontera de humo”, “Gira nocturna”, “Habitando la sombra” y "Jornada de retorno".
Ha sido seleccionada para varias antologías, y traducida al ruso (en “Guitarra de 26 cuerdas”) y al chino ( en Antología de poetisas en castellano del siglo XX ). Sus poemas han aparecido en diversas revistas y ha ofrecido numerosos recitales. Ha participado en la I, II y III Bienal Internacional de Poesía, y presentado ponencias sobre literatura y estudios sobre poesía en los congresos de California en la UCLA en el año 1993, y en Washington en 1966 en la George Town University. Ha colaborado con el Instituto Cervantes Digital, en el centenario de Cernuda. Ha participado en los “Encuentros de Verines” en 2006 y el I Acta de la Lengua Española en 2006. Directora del Capítulo de Madrid de la Academia iberoamericana de Poesía (1997, 1998). Ha pertenecido al grupo de poesía en el Círculo de Bellas Artes los años 2000 y 2001, y ha coordinado la tertulia de poesía en Trovador durante dos años.


LA PRIMERA DIOSA

ya nadie la recuerda,
el tiempo ha desgastado su figura,
una piedra disforme, como arcilla vencida,
un corazón que ya no late
oculto al lado de la sombra.
Con sus ojos cegados por los siglos
y sus pechos de fuente en abandono,
mágica vulva agigantada,
pórtico milagroso de la vida,
bajo las ascuas del olvido se adormece tu fuego.
Con mano poderosa vino el rayo
iluminando el mundo,
y el trueno de la guerra dejó oír su voz,
al lado de Yavé, con la espada encendida.
La fe se fue multiplicando
por el viejo panteón en semicírculo
con sus dioses pequeños,
y se olvidaron de la diosa.

(2001)


HOY ESTRENAMOS JUNTOS EL OTOÑO

Hoy estrenamos juntos el otoño,
tu cuerpo me regala la luz de los membrillos,
y un olor a promesa
que incendia nuestros besos
lleva al aire tu nombre de abalorios,
y tu voz se insinúa hasta alcanzar mi piel.
Con tu pulso de plata
llegas hasta mis pechos con dedos infalibles,
dibujando los círculos que encierran
los pezones de ámbar,
corolas que se afilan,
caricia de alfileres en los poros,
relámpago de gozo que arrastra la ternura.
Y tu río sagrado y transparente
desciende y se derrama hasta alcanzar mi copa.
El mundo se detiene en nuestras sábanas
como cachorro que se asoma
a la aventura de la vida.
La noche tiene oídos para todas músicas,
no importa que el otoño queme las violetas.

(2001)


ANTE EL SEPULCRO DE UNA MUJER SIN NOMBRE

Anónima serás, aunque un gran duelo
te acompañase el día de la muerte,
y con una oración quisieran verte
atravesando el pórtico del cielo.

Laureles de este mundo hechos de hielo,
sueños que se colmaron de tal suerte
que yacen hoy bajo la losa inerte,
para aliviar el viejo desconsuelo.

Ha rescatado el mármol la belleza
de tu perfil, más no esculpió tu nombre
como halago perenne a tu memoria,

ni hay escudo que honre tu nobleza,
pero es igual, porque aunque nos asombre,
cuna y sepulcro al fin son nuestra gloria.



GIRA NOCTURNA

Paseo cada noche
con la imaginación por los tejados,
por ese mar oscuro con las olas de arcilla,
donde me esperan los amigos.
Y se cruzan mis ojos con ópalos insomnes
que contemplan el mundo desde arriba,
lo mismo que los ángeles.
La noche se prolonga
en rondas pacientísimas,
y cuando el alba asoma sus marfiles,
temeroso del día,
yo me disfrazo de poeta
y escribo algunos versos.



METIDA EN LA NOCHE

Metida en la noche
como en un vientre oscuro
me estorba el corazón.
Osadía inútil la existencia,
hiel y sangre infinita,
y poco a poco
cenizas otra vez.


CON NOSOTROS

Cuántas veces nos hemos repetido
en los cansados lunes de la vida,
que la infancia visita la memoria
como si fuese una invitada
que llega algunas tardes
a compartir el tiempo con nosotros.
Pero la infancia nunca vuelve,
porque jamás se fue de nuestro lado,
se oculta silenciosa
agazapada entre los sueños
y respira por nuestra misma piel.



IGUAL QUE LA GRANADA

Igual que la granada
que da color de vino a nuestros besos,
me desgrano en tu boca
y bebo de tu sed.
Vértigo de promesas,
cascabel de silencio
en el que me redimo.
En esta noche sin esquinas,
solo vaga en el silencio
el alma sigilosa de la luna.



CARIÁTIDE

El arte se ha inspirado en la belleza
que descubrió la antigua arquitectura,
el alma de columna resignada
que esculpía en la piedra tu figura,
un símbolo que el tiempo ha trasmitido
y un regalo de Grecia a la cultura.
Mujer, sobre tu frente aún reposa
la fortaleza oculta de una diosa.


VIVIR EN UN COLOR

Hoy vivo en el color que un día
me regaló el malva del ocaso,
arco iris que extiende se plumaje de seda,
inmenso pavo real contra el lejano cielo,
con el permiso del azul.
El gris, tan envidioso nos acecha
con sus ocultas uñas,
el rojo que domina con sus fervientes brasas,
el beige que es tan sumiso, casi desaparece,
el verde maternal, con su canción de hojas,
se acerca a nuestro oído,
escéptico el marrón que pasa
sin dejarnos su huella,
hasta el blanco que a veces nos reúne
con sus antiguos brazos,
o el desdichado negro porque perdió la luz,
y se encerró en la noche de viejas celosías.
Por encima de sabias tentaciones,
y a pesar de su tono de nostalgia,
rescato el violeta,
ajeno a resplandores de falso tornasol,
porque distingue las luces de la sombra,
y me protege de la vida.

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