ESTHER PAGANO
Nació en Calingasta, provincia de San Juan, Argentina, el 05 de Marzo de 1950.
Poeta, coordinadora y conductora de cafés literarios, programas radiales, presentaciones del libros, eventos culturales dedicados a promover y difundir poesía.
Ha generado junto a otros poetas los movimientos "Poetas Trabajando", "Grupo Medusa", "La Contraferia del Libro" y "Calle Abierta"; integrado como tesorera la Comisión Directiva de "APA" , "APOA" y es actualmente representante en Argentina de "ASVA - Asociación Austríaco-Argentina Solidaridad" Fundación dedicada al intercambio cultural.
Participó en muestras de poesía ilustrada: El Labrador - 1998, Biblioteca Popular N. Avellaneda - 1999, Poesía Viva – 2004 y en los intercambios culturales: OEA - 1997; MARATHONICA (Mar del Plata)1998/1999; UNEAC (Cuba) - 1998;
Su obra se ha publicado en periódicos, revistas literarias y en varias antologías compartidas. Ha editado "Lenguas de Fuego" en formato CD (año 2002); sus poemas fueron galardonados por APA (1995), Fundación Roberto Noble 1997), EDEA (1999), Centro Poético - España (2001).
E-mail: estherpagano@yahoo.com.ar
DESTINO
La calle va sumando
ausencias
a la soberanía
que rentan mis piernas
pero todo mi cuerpo tropieza
oscuridad,
sólo mis pájaros son
ilusionistas.
Abro los ojos
y veo
a mi culpa.
Globalización
La memoria
traiciona detalles
del rostro de esos jóvenes.
Alguien se parece a nosotros.
Nora Alicia Perusín
Se te está olvidando llorar
No te rindas sin marcas
este pabellón gratuito
antológico
recauda inéditos en camiseta
pendula en andamios
montando las yeguas prostitutas
de los asesinos sin costo…
Se te está olvidando reír
No te rindas
ríete sin dientes.
Escombros
Somos los mejores títeres
que se han fabricado
Chenza de León
Todavía tengo mis raíces
rompiendo la vereda…
Todavía tengo las pestañas frías,
la lengua entre los dientes
y una casita de azúcar
quebrada
por una bombachita
que secó el Zonda
cuando cambié mi sexo
por un caramelo
Yo acuso
Esta noche daría todo porque saliera
el hombre de debajo de mi cama
Griselda García
Hoy me como a los hombres
que desayunaron mis dientes
en la bandeja de mi abuelo.
Aquí me como a los hombres
que almorzaron mis raíces
en la mesa de mi padre.
Ahora me como a los hombres
que merendaron mi historia
en la copa de un amigo
Hoy
aquí y Ayora
no me molestes,
estoy cenando.
Ocho cuarenta
Ellas tropezaron...
desembarcaron infancia
en la capital dilatada;
tanto frío pagado
con monedas de agua
dejaron el cauce
abierto a la rapiña.
A la textura de los años
arbolados
se le acopian tachos
llenos de pueblo,
vacíos de pescado;
ya no pueden volver
no hay barco
ni piernas
además
el río es una vieja fábula
Pateando tachos
Feria desdibujada,
breve viaje al sur
con la promesa de nada.
La brecha en tiempo perdido,
al compás de la medida,
derrumba
la tarde de la tarde.
Supervivencia
Siete hijos
cincuenta kilos
pan para el hambre
silencio y grito
obrando en la basura.
Melena en el barro
sin límites;
muchas veces
de techo en techo,
otras horas
de trapo en trapo.
Siete hijos
catorce brazos
para un cuello.
Nostalgia
Todos los veranos
te muerdo seducida
amando cada retal de tu espacio.
Taquillea la culpa latina
sonidos bajos
en penumbras de estepas
púrpura y viscosa
sinfonía en Morija
y entre ganas y penas
me introduces perdones
caminas, empero, distancias.
VIAJERO
No hay muletas para el astro
una sola órbita.
Las analogías se alimentan
del seriado,
a veces cometen la estupidez
de ser perfectas.
Un mapa no puede digerir
la libertad.
AMOR EN POLVO
En la manifestación de la carne
amor se escribe con hache muda,
con hache de intercambio
en la fotografía del asfalto
donde estar es cortesía
del pueblo que transita por el polvo
y duerme sobre consignas...
detrás de los cristales hace frío.
No se olviden de...
Música de vaciedades.
Alguien se detiene
encierra muchedumbre.
Una silueta confusa
encima del discurso
llora.
Llora extremidades
que flotan despidos.
¿Dónde apoyar los ojos,
dónde establecer el día
hambriento
la noche ideológica
la silla en la vereda?
AGUA ATASCADA
Ay! de nuestros principios
no estáticos
bloqueados por la arrogancia
de una bandera a media asta.
Ay! de nuestro pozo de agua
en núcleo de las naciones,
negligencia por donde pierde el cántaro
al que ya no
se podrá agregar placentas.
¡Tiemblen!
la tierra cosecha vírgenes.
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