miércoles, 17 de abril de 2013

ELISA BUCH [9633]



Elisa Buch nació en la ciudad de México en 1949. Se ha dedicado al periodismo cultural desde hace más de veite años. A lo largo de una década dirigió la Sección Cultural del periódico Ovaciones y fue colaboradora en El Financiero. Durante tres años coordinó el Encuentro de Poetas en el País de las Nubes, en Huajuapan de León, Oaxaca. Publicó los libros de poesía Voces alzadas (Instituto Mexiquense de Cultura, 1994) y Quien se atreve (Verdehalago, 2003), y las antologías Casa de los horizontes (Ediciones del Lirio, 2003), Cosecharán tempestades (ediciones del taller de Dolores Castro, 2004), A cuentagotas (Ediciones El Ermitaño. México, 2007).







1. A primera hora

A través de tus ojos cruzo el río
Bravo sólo arroja
un cuerpo olvidado a la orilla
y órganos flotantes como si nada.

Entonces, un emigrado desaparece cual sombra
no vera más las nopaleras

apagada luz de la memoria
golpeteo de palabras y acertijos explican su cometido.

Cuando otro pasa desdibuja el miedo.

A través de tus ojos cruzo el río
sin llegar al muro de los suspiros
enfrento a los cazadores arrogantes

sólo duele 
acordarse de la casa azul añil, del camino de fuego
con ahuehuetes y del calor del verano.








2. Entretiempo

A través de tus ojos mido el llanto
huyes de las negruras
y furia del río.

Franqueas infortunios sin familiares, de prisa
vas por la faena, por el sueño de tener una buhardilla
casi alegre.

Después los sinsabores 
las palabras ilegibles
antes del descanso.









3. Otro modo

No sale de casa ni respira el olor a ropa nueva 
es Domingo y todo cuesta 
sirves poca sopa
mundo enrevesado sin maizales 
sin los vecinos reunidos.

¿Quién comenta asuntos del día?

Apresurado
regresas a lavar sospechas. 
Oyes peroratas, preparas procesiones 
nada como el jardín de la niñez
donde la bruma huele a piloncillo, 
la escuela alcanfor

y tú no regresas 
a calentar la banca ni cuentas cuentos. 
Dejas atrás un soplo, 
aguantas la dolencia de tus padres como si nada.

No encuentras morada en California, 
cierta gracia en los estruendos,
en las camas repletas de desdichados
vas por agua sin saber cuando bajaras de nuevo.










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