ODALYS LEYVA ROSABAL
Nació en Jobabo, Las Tunas (Cuba), en 1969. Se radicó en Guáimaro desde el año (1978). En el 2003 regresó para Las Tunas hasta la actualidad. Ha sido miembro del Taller Literario Pablo de la Torriente Brau, de Guáimaro y del Taller Literario Provincial Rolando T. Escardó, de Camagüey. Organizó el I Encuentro Nacional Décima al Filo, de Decimistas e Improvisadoras de Cuba. Fundó el Grupo Internacional Décima al Filo, del cual es su Presidenta.
Es poetisa, narradora, ensayista, investigadora, compositora musical y antóloga. Presidenta del grupo internacional “Décima al filo” y del Comité Organizador del Evento Nacional homónimo. Es miembro de los grupos “Escuela Holguinera de la décima”, del Grupo Iberoamericano “Amigos de la décima Espinel- Cucalambé”, de Las Tunas, miembro de honor del grupo Decimistico “Luis Gómez” de Cienfuegos, Miembro del grupo “Aladécima de Ciudad de la Habana, Pertenece a la Unión Nacional de Historiadores e Investigadores de Cuba (UNIHC). Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Odalys Leyva Rosabal, una mujer genuinamente de la cultura, de los versos.
Muchos la conocen mediante sus décimas, otros la imaginan de diversas formas, pero en lo que todos coinciden es que es una mujer amante del arte, así es Odalys, impulsora de la estrofa nacional, de la poesía cubana.
Desde muy joven la escritura era un interés muy en especial, mientras hacía sus primeros ensayos en la poesía y los guardaba. Su ideario se completó tras la década del 90 cuando por azar de la vida el escritor de Guáimaro Roberto Machado descubrió algunos de sus poemas y predijo que en esos versos había una verdadera poetisa.
Máster en Desarrollo Cultural Comunitario por la Universidad de Las Tunas, Licenciada en Estudios Socioculturales por la Universidad de Camagüey, Técnico medio en Construcción Civil, graduada del 4to nivel del idioma inglés.
Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Está realizando la tesis “Aportes de la décima escrita por mujeres en Las Tunas al desarrollo cultural del país, desde la 2da mitad del siglo XX hasta 2015, desde la hermenéutica y la semiótica, como solicitud de matrícula para el doctorado.
Es miembro de la Sociedad Nicolás Guillén, Camagüey, (2012).
Es la directora y dueña del Centro Cultural “José Vasconcelos” Camagüey (2015).
Realiza estudios culturales sobre comunidades, e investigaciones sobre poesía, específicamente sobre la décima escrita por mujeres en Latinoamérica.
Es especialista literaria en la revista cultural “Entre Amigos” de la emisora radial Radio Victoria en Las Tunas, Cuba.
Es asesora de la Casa Iberoamericana de la Décima en Las Tunas.
Es compositora musical.
Trabajos suyos han sido incluidos en revistas científicas.
Es miembro de los grupos “Escuela Holguinera de la décima”, del Grupo Iberoamericano “Amigos de la décima Espinel- Cucalambé”, de Las Tunas, miembro de honor del grupo Decimistico “Luis Gómez” de Cienfuegos, Miembro del grupo “Aladécima de Ciudad de la Habana, Pertenece a la Unión Nacional de Historiadores e Investigadores de Cuba (UNIHC). Es miembro de honor del Ateneo las Hespérides de España.
Tiene varios libros publicados:
Ciudad para Giselle, Editorial SanLope, Las Tunas, Cuba (2005),
Meditación del Cuerpo, Editorial, Ácana, Camagüey, Cuba, (2005);
Arquetipos Oral Traumáticos y Cósmicos en las décimas de Odalys Leyva, FAH, México, (2005);
Arquetipos Oral- Traumáticos en la poesía de Odalys Leyva, FAH, México, (2005);
Crónicas de las pirámides del fuego, FAH, México (2006);
Presagio que intimida las raíces, FAH, México (2006);
Convicta de la Gloria, Ediciones Holguín, Cuba (2007);
Antología Tanática de la Décima en Cuba. Tomo I y II, FAH, México, 2007. (Con selección de textos y prólogo)
Pacanda, FAH, México, (2008)
Diálogo sagrado de las vírgenes, Editorial Ácana, Camagüey, Cuba, (2008)
Antología Oral- traumática de la décima escrita por mujeres en Cuba, por el FAH de México (2008).
Los Césares perdidos, Editorial Sanlope, Las Tunas, Cuba, (2009).
Antología de la poesía erótica de Odalys Leyva, FAH, México (2009).
Controversia y aplomo en coatoría con la escritora española Isabel Diez Serrano, por el FAH (2010).
Cuatro voces y un concierto, por ediciones Proyectarte, México, (2010).
Los Guevos de machu Pichu, teatro malárico y otras representaciones editoriales Carta Lírica de Estados Unidos y el FAH. A.C de México (2010).
Cuatro poetas de Oriente, FAH, México, 2011
El Guevo de Machu Picho, FAH; México, (septiembre, 2011).
Sonetos a la Buena Muerte, México FAH, 2011.
Antología de sonetos Oral- Traumáticos, Frente de Afirmación Hispanista, A.C México (2012)
Fundiendo sus voluntades (glosas a Naborí a través del tiempo), Edición de Carta Lírica, Miami, Estados Unidos, 2013
Fantasmas Insulares, Editorial Sanlope, Las Tunas, Cuba, (2014).
El Apocalipsis no niega las palomas Editorial Sanlope, Las Tunas, Cuba (2014).
Controversia y aplomo, Editorial Creación, San Lorenzo del Escorial, Madrid, España (2014).
Crónicas naturales, Editorial Sanlope (2015).
Ha obtenido premios municipales, provinciales, nacionales e internacionales en diferentes concursos literarios:
Premio en poesía en el “Festival de aficionados al arte” en Ciudad de la Habana, (1991)
Premio en poesía en “Encuentro Debate Municipal de Talleres Literarios”, Guáimaro, (1999)
Premio en poesía en el “Encuentro Debate Municipal de Talleres Literarios”, Guáimaro, (2000)
Premio en Poesía para niños en el “Encuentro Debate Municipal de talleres literarios, Guáimaro, (2000)
Premio en poesía en el “Encuentro Debate Provincial de Talleres Literarios”, Camaguey, (2000)
Mención en poesía para niños en el “Encuentro Debate Provincial de Talleres Literarios”, Camaguey, (2000)
Premio en Poesía, Literatura para niños y décima en el “Encuentro Debate Municipal de Talleres Literarios”, Guáimaro, (2001)
Premio en poesía y poesía para niños en el Concurso “Armando Leyva, Gibara, Holguín (2001)
Mención en décima y mención en poesía en el Concurso provincial “Abraham Portuondo”, Velasco, Holguín, (2001)
Premio en poesía en el Encuentro Debate Provincial de talleres Literarios, Camaguey, (2001)
Mención en el Concurso Iberoamericano de Décimas “Villazul, Puerto Padre, Las Tunas (2002)
Premio en décima en el “Encuentro Debate Provincial de Talleres Literarios”, Camaguey, (2002)
Mención en Décima y Mención en poesía en el Concurso provincial “Abraham Portuondo”, Velasco, Holguín, (2002)
Mención en Décima en el Concurso Literario “Escardó Inmemoriam de la UNEC, Camaguey, (2002)
Premio en Ensayo en el Encuentro Debate Municipal de Talleres Literarios, Guáimaro, (2003).
Mención en literatura para niños en el Concurso Nacional “II juegos florales del Tercer Milenio”, Matanzas, 2003
Mención en Ensayo en el Concurso provincial “Escardó Inmemoriam” de la UNEAC, Camaguey 2003
Premio Portus Patris en literatura para niños, Las Tunas (2003)
Mención en poesía en el concurso “Portus Patris” (2003)
Mención especial en el concurso nacional de décima “Eliseo Saavedra (2003)
Premio Nacional “Décima Joven de Cuba”, Las Tunas, (2003)
Mención en el Concurso Iberoamericano “Cucalambé”, Las Tunas (2003 y 2004) Premio “Mayanabo” de la UNEAC, en ensayo, Camagüey, (2004)
Mención en Décimas en el Concurso Literario Especial por la fundación de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe. Camaguey, (2004)
Mención en el concurso nacional “Décima Joven de Cuba” (2004)
Premio en décima en el Encuentro Debate Provincial de Talleres Literarios, Camaguey, (2004)
Mención en poesía en el Concurso “Premio de la Ciudad”, Camaguey, (2004)
Mención en Ensayo en el concurso “Encuentro y Simposio sobre la vida y obra de Alejo Carpentier”, Camaguey, (2004)
Premio “Poesía Erótica”, Camaguey, (2004)
Premio “Poesía de Amor”, Camaguey, (2004)
Premio en Décima en el concurso “Primer Centenario del Natalicio de Alejo Carpentier”, UNEAC, Camaguey, (2004)
Premio Nacional “Ala Décima”, Ciudad de la Habana, (2004)
Premio Nacional “Todo Décima” en Ensayo, Las Tunas (2004)
Premio Portus Patris, Las Tunas, (2004)
Premio Poesía del Sur, Las Tunas (2004)
Premio en ensayo en el Encuentro debate provincial de talleres literarios, Camaguey, (2004)
Mención en Ensayo en el Concurso Nacional “Todo Décima”, Las Tunas (2005)
2do Premio en el Concurso Iberoamericano “Cucalambé”, Las Tunas, (2005, 2006 y 2007)
Premio Nacional “Ursula Céspedes de Escanaverino”, Cienfuegos, (2005)
2do Premio en el Concurso Internacional de Poesía “Azahar”, España (2005)
Premio “Palabras de Eva”, Guáimaro, Camagüey (2005)
Premio en el Concurso de Poesía Erótica, Camaguey (2006)
Gran premio en el Concurso “Poesía de Amor”, Camaguey (2006)
Mención en el Concurso Ensayos del Quijote, Camaguey (2006)
Premio “Guáimaro al centro de todo”, en ensayo, Guáimaro, Camaguey (2006)
Premio Escardó Inmemoriam de la UNEAC, en ensayo, Camaguey, (2007)
Premio Nacional “Todo Décima”, en ensayo, Las Tunas, (2007)
Premio de cuento, “Raúl González de Cascorro”, Guáimaro, (2007)
Reconocimiento anual que entrega la UNEAC camagüeyana “Jorge Luis Betancourt” (2008)
Premio Iberoamericano Cucalambé (2008)
3er premio en el Concurso Nacional de Cuento “La Llama Doble”, Las Tunas (2009).
Primer Premio en Cuento para Adultos, en el Concurso Literario Provincial “Guáimaro al centro de todo” (Guáimaro, 2010),
Premio Nacional de poesía “Alberto Acosta”, Sancti Spiritus (2012)
Fue finalista del concurso internacional Carta Lírica, Estados Unidos (Diciembre, 2011).
odalysleyva@pprincipe.cult.cu
SÚPLICA DE ARSINOE AL EUNUCO
I
–Ven mi dulce Arsinoe en la redada
la sangre se me ha vuelto una tormenta
–Ganímedes si dura fue la afrenta
no permitas que llore tu escapada
He de morir sin ruidos por la espada
del odio que provoca un maleficio
en el ardid fatal de mi suplicio
No siempre fue mi ejemplo la obediencia
Pero no me abandones La violencia
es hija de la senectud del juicio
II
Mis ojos son el trono y como diosa
por mi sangre va el Arca sin Noé
huyendo de mi estirpe Pronto he
de saltar la codicia que me acosa
(A los pies del eunuco no reposa
el porvenir no obstante los tropeles
claman por mi ventura pero infieles
adoran a mi espalda al adversario)
Si la cruz no me busca ¿qué santuario
habrá de desterrarme a los burdeles?
III
Contra el César me erijo contra Roma
contra el yugo que muerde a Tolomeo
y es mi sangre bañada por el reo
que mezcla su dolor con el aroma
de mi aliento prohibido
El odio asoma
su temor sobre el odio más profuso
La traición es la paz mas no rehuso
al trono que mi padre me arrebata
Y no voy a morir no si me mata
el amor que imposible se me opuso.
LOS CÉSARES PERDIDOS
Para R. G. S.
Porque he llorado al César tantas veces
en mi difícil traje de ermitaña
la soledad en mí no es cosa extraña
aunque el fuego desnuda mis reveses
¿Dónde guardo el calor que largos meses
disfrutara mi cuerpo lisonjero?
¿Adónde ha de partir mi desespero?
Ave César desata tu lujuria
que mi cuerpo se funde en la penuria
como el magma en volcánico aguacero
II
Me perturba tu indómito ostracismo
(mi remedio es oculta paradoja)
Si no valgo ante ti si soy la floja
mordedura si el trono no es el mismo
por qué voy a rendir a tu egoísmo
una lágrima más Tu ciencia fría
se resume en vulgar paleografía
mientras yo de tu inútil parquedad
construyo lentamente una ciudad
sin la praxis de tu filosofía
III
Será la piromancia tu obituario
cuando el cuerpo su llanto ya no calme
pero serán mis lágrimas la oxalme
que guardará tu grito reaccionario
Roma tendrá en secreto el relicario
de aquel dolor pasado
ya neolítico
tu recuerdo caerá sobre lo mítico
de mi propia leyenda sin fisuras
Será un placer cargar mis helgaduras
con tu obsoleto salmo de amor crítico
IV
Qué absurda la marioneta
que en las noches sin relente
echó su savia elocuente
en mi paciencia discreta
Fui rehén la fácil treta
quedó escondida en mi espejo
(alguien frunce el entrecejo
cuando en pequeña venganza
pongo infiel en la balanza
el rostro del que me alejo)
V
¿Por qué mi ropa raída
si los dulces manantiales
que conservo son iguales
al agua de mi partida?
¿Por qué la herida? ¿Mi herida
no acaba en el Coliseo?
¿Quién soy? ¿Quién soy si ya veo
como Ariadna roto el hilo?
Soy Penélope y vigilo
el retorno de Odiseo
VI
César ¿sabes qué presagio
se hunde en mis carnes? Traición
purgada en la salvación
es mi suplicante adagio
Roma no sabe el naufragio
que en tus paredes se oculta
César el placer sepulta
las piedras de mi paciencia
porque en mí estalló la urgencia
de un abandono que insulta
¿Temes a la maldición
al acoso de una brújula
que te guía hacia mi esdrújula
y noctámbula pasión?
¡No soy la superstición
que huyendo del espectáculo
echa flor en el umbráculo
ciego de una luz proterva!
REGRESO CRISTALINO
He vuelto al camino
con opacidades de quien vibra,
respondo a la boda de los cisnes,
a cánticos que etéreos me apresan,
sostienen el huevo de la danza,
umbral de maravillas,
símbolo que en la madurez me sopla la cara.
Monótona es el aria,
esfuerzo de la orquesta en inmovilidad
de las vírgenes, se creen veneradas.
No conocen que el mar es cántaro turbulento.
El brote de palmeras trasmite señales
y el mar continua impasible,
disfraza la gelatina de los océanos,
ángeles trasnochados e ignominiosos
no conocen los ojos de sus muertos,
táctica de marineros sin escrúpulo.
Aquéllos que se creen danzarines
y adoran al diablo.
La sal no es libre,
es atadura de todos los muertos del mundo,
los que sufren el agua
y adornan los platos
porque la sal es un hijo que ha muerto
y regresa en comidas desertoras,
el hambre no nos deja ver
que la sal está adornada de fiebre
como patrimonio venera los ánimos,
donde la luz perdona sus difuntos
por penetrar en nuestra mesa
y brindarnos una gota de su dicha
A VECES MUDA
Estoy aquí tal vez un poco muda
indiscutible sí pero desnuda
(golondrina que nunca jamás vuele)
A veces soy la piedra y no me duele
del mundo cómo oscilan sus perfiles
Y soy la dama ciega sin alfiles
(Artemisa Penélope Cleopatra)
Nadie grite no soy quien idolatra
el símbolo ilusorio que nos dicta
un negligente azar
Soy la convicta.
TESTAMENTO DE TOLOMEO XII
Esta es mi voluntad mi certidumbre
Proclamo a Egipto mi pasión y gloria
y no puede fallar en la memoria
el trono en que se asienta la costumbre
Cleopatra ha de regir la muchedumbre
y el hermano también Es el trofeo
mejor si compartido Sólo creo
que no acude a la sangre la certeza
Será duro que reine la tristeza
como desquite a mi mayor deseo.
DESDE CLEOPATRA
Ave César aguardo tu llegada
y tiembla de fragor mi pubis duende
agoniza esta llama que pretende
ungir mis labios de tu miel sagrada
Ante la impavidez de tu mirada
blasfeman mis cadenas el delito
ambiguo talismán fuego proscrito
en mis carnes purgadas de soborno
César clava tu cruz como un adorno
contra el volcán de sueños donde grito.
EXPULSIÓN DE ARSINOE POR CLEOPATRA
Ha conminado a la joven doncella
lejos de la fecunda Alejandría
mi voluntad perpetua lejanía
que impulsa la oración de una querella
Pude embestir mis dioses contra ella
pero sufrí memoria de la cuna
Sin embargo la Reina es sólo una
y es ambiguo el ardor del vasallaje
Cómo no he de rabiar si el homenaje
espanta y martiriza mi fortuna.
Juego al que el llanto responde
Trasnochando. La cordura
me habló mal de las cigüeñas
Alexander Besú
Trasnochando, la cordura
me imploró su desamparo,
y fue mi risa el disparo
fugaz de la travesura.
Olvidé la quemadura
de un ángel de cara triste.
Supe que un hijo me viste
de porvenir el letargo,
y que el llanto más amargo
en mi soledad persiste.
II
Penumbra, ven si no adueñas
toda el agua azul al techo,
y si no bordas mi lecho
con la pupila que sueñas.
(Me hablas mal de las cigüeñas,
como madres ya sin duende.)
Penumbra, por qué pretende
tu amor mis cielos oscuros.
Por qué me agobian conjuros,
si soy la hoguera que prende
en Adán todo el diluvio
sin naufragar mis bemoles,
como un crujido de alcoholes
que mata. Soy el efluvio
tempestuoso de un Danubio
sin nombre. Vengo a gritar
esta aridez contra el mar
donde naufragan mis hijos:
¡ah, cigüeñas, qué acertijos
traen los naipes de mi azar!
La fuga me aguarda (desde el Cristo de La Habana)
I
Vuelvo, soy Gilma Madera
y me refugio en el mito.
Vuelvo. Soy Gilma. No grito
ni presagio una quimera.
A los pies nace una hoguera.
En el Cristo, mi costilla
es la suerte que no humilla
si desnuda al trotamundo.
Aquí, a mis pies, nazco y fundo
contra el siglo una semilla.
II
No pretendo en los augurios
desbrozarme.
Tampoco voy a callarme
por pánico a mis mercurios.
No me acusen, no hay perjurios
si el derroche
es euforia de fantoche
al desnieve de mi danza.
Rocinante es mi esperanza,
y me sostiene la noche.
III
Sin Quijote me perdí en los caminos,
sin brújula, pero sí con la bahía
de la ciudad cómplice en mi agonía.
Andariega, al trote de los molinos
quise salvar los ciegos asesinos
de mi verdad. (Quien ruge en mi costado,
es lágrima que cae al desenfado
y humedece la sombra de las cruces.)
(Levántese el mar de bruces
para absolver mi pecado.)
IV
Como novia de La Habana
—exclusiva en el incesto—,
escapo a la noche. He puesto
ante su alcohol mi manzana.
Víctima de una temprana
viudez, moriré dichosa:
la danza que nos acosa
con promiscuas credenciales,
pondrá puntos cardinales,
anónimos en mi fosa.
V
Un siglo no es el final
que nos acerca a la gloria.
(Una mujer trae su historia
como un abismo carnal.)
¿En qué ritual
Cristo me nombra su escudo?
La piedra, dialecto mudo
donde he esculpido otro infierno,
firma este pacto:
en su eterno
paraíso, me desnudo.
Juicios del Caballero
Ordeno a mis ejércitos condales acabar con la infamia del mundo
El Caballero de París
I
–Sí, acepte una moneda.
–Jamás la acepto, no.
Para dar, estoy yo.
Guarde cuanto le queda:
el dinero remeda
la elocuencia del vil.
Soy un pobre gentil,
caballero. La Habana,
para dar su manzana,
tiene un modo sutil.
II
(Este es el loco que grita:
“¡Que viva la muchedumbre!”
Su réquiem es la costumbre
de una embriaguez infinita.
El exilio se medita,
como un silente concierto.
¿Hay un testimonio cierto
en el polvo de la suela,
o en el dolor de la espuela?
“¡Abajo el pie del que ha muerto!”)
III
Nosotros cuatro estamos de moda, y hasta
nos han presentado por la televisión
en el Tribunal de los Locos. Pero yo soy un noble,
y no puedo dedicarme a otros menesteres.
El Caballero de París
–Vengan. Soy el universo:
Hansel, Gretel, la ordalía
que describe una ironía
bruja, en un bosque disperso.
Cavilo: soy el converso
prendado de la ciudad.
¿La cruz es mi trinidad?
¿Y Dios, es Cristo o es otro?
(No sé si es hombre o es potro,
no lo sé, por qué será.)
IV
pues, el mago Merlín, quién me seduce,
dijo que tiene cuervos y gaviotas,
calabozos donde hay celdas remotas,
y que el Rey le ha ordenado; ¡Qué no cruce
el Pegaso! (Mi loco, a veces, luce
diletante y feliz. Y lleva un saco
de discreta elegancia. Adora a Baco,
pero nadie pronuncie un acertijo:
el verdugo no tiene crucifijo.)
Mi demencia no es signo del atraco.
Es que no estás
Tu recuerdo lascivo no me ahuyenta.
No estás en el clamor de mi brebaje
ni busco en mi costado tu tatuaje.
Eres astro fugaz que en mí se ausenta.
Cuando salta entre muros la tormenta
se desagua mi espanto (felonía
es tu incierto mirar) Oh satrapía
que en luctuoso aguacero se derrama.
La quimera no es sueño de mi cama
ni la vida resulta una utopía.
La carne y la vendimia
Como disparos las oscuridades
son golpes duros para la clemencia.
No hay consuelo que salve penitencia
ni licores que endulcen ebriedades.
Desde sus quejumbrosas tempestades
la soledad también es algo abstracto
(nos engaña mintiendo que en el acto
del suicidio se esconden cicatrices).
Qué pobres y qué sordas meretrices
ignoran que el amor es inexacto
DOMINIOS
Una ciudad no puede abrirse el nombre
ni ser la hembra que aplauda al diablo y sus conjuros,
recorrer estatuas,
bacanales como espectros que van al precipicio,
herida de saltar los puentes
con un siglo de huellas a la espalda.
Su calendario no advierte los dioses que viven en el tedio:
esta ciudad de parques, trovadora del cuerpo, apuntala sus redes.
Aquí pienso en Venecia - Mi jaula con licor de siglos.
Inauguro la edad de otro viajero,
este vacío de espigas me da fiebre.
En la noche hay intrusos, no buscan el espejo
(decir ciudad es más que saltar su lujuria,
esconder de los niños la gula y el pecado,
adornar los vitrales pulsando la inocencia).
Solo un convicto se refugia en mi embriaguez
por el sexo sin nombre,
busca sustento en mis paredes y sábanas,
parques donde los gays rezan
a la única manera de estar solo.
Ciudad, acrisola su furia en los trapecios,
mis duendes confesores traspasan la vejez a tus dominios
porque decir ciudad es mucho más que abrirse el nombre
y tatuar en sus muros la leyenda.
Memorias
La ciudad tiene corazón,
raíz que fluye a otras arterias,
una muchacha en la música de los saltimbanquis
y sus perros.
Sé tu nombre ciudad.
Muros como huesos de niños te buscan el escombro.
Candilejas que duermen para no oír al trompetista,
a los noctámbulos descifrando tus dolores
sin cortarse el miedo de sus culpas,
beben noticia, polvo, polvo.
No hay vocación en tus periódicos
para disimular la ira hacia los dioses,
los tremendos, brutales, mitológicos.
Ciudad, larga el fósforo: el epicentro del pubis enconado
sobre el peñasco de la risa.
Ignorar tus diluvios revela las razones de Noé tras el opio;
escriban tus crónicas los brujos,
consuman sus elixires de falsos evangelios:
el fogaje que ondula es talismán de la entelequia.
Oh, ciudad sin Quijote, sin esos tinajones donde soy rocinante,
esposa fiel del mago.
El almizcle me aleja las gaviotas, sin hablar de los orfebres laboriosos
aquellos que tallan mis orillas.
Una ciudad es la creación del tiempo.
Incertidumbre
Las grietas destejen esta quietud del aire,
se nublan los salmos de mi piel,
prófugo el silencio se hace oculto,
comienzan mis cristales a descifrar la voluntad
del tiempo,
aparece la levedad del musgo.
El destierro resbala donde el alma del naufrago
perfila sus espejos,
mis pupilas entre venas le distinguen.
Interrogo mi carne para vestirme en ella,
para darle al talismán de las manzanas este temblor,
no puedo declinar mi nombre, borrar el tatuaje
debajo de los ojos.
Un corazón le quita herrumbre al campanario
y vierte mi sepulcro en espirales.
¡Estas cruces no alcanzan las venas de la tierra!
En equilibrio de crisol una semilla desfigura
su contorno,
qué vientos de indulgencia completan las tinieblas.
Somos seres diurnos y nocturnos,
es necesario adornar los senos
hasta que los ardientes rosetones del aire
alojen mi agonía.
Qué desazón en el capullo de cada laberinto
son las premoniciones que se muestran rebeldes:
florecerá la miel en los insomnios.
del libro Ciudad para Giselle, 2005
Nostálgica Ciudad Para Giselle
…peregrinos
que prefieren los caminos
a una piedra en la ciudad”
[ Carlos Esquivel ]
Giselle conjura al fin, se instala
en los maderos. (Ni un cristal
puede romper.) ¿Por qué el vitral
con sus colores le acorrala?
¿Y cuánta música regala
a Cenicienta, si persiste
en ser actriz de un sueño triste?
¿Buscas locura en el ocaso,
o es que detienes el abrazo
en tu penumbra? ¿Adónde fuiste?
II
Inexorable es el secreto,
oh impunidad de la lujuria,
virgen del mar que en mi penuria
trae sinfonías de amuleto,
aplausos, goces como reto
en las alquimias de mi hoguera,
palomas, barco, calavera
sin testamento de otra casa:
y es que confundo la argamasa
en las aureolas de mi espera.
III
Giselle no sabe de serpientes,
sólo de un hombre en su ventana
que cuando escucha una campana
echa a volar sobre los puentes.
¿Por qué mirar a nuevas fuentes,
cuando la sed se nos agota?
(La multitud oye una nota,
sabe que esconde su martirio,
y más terrible es el delirio
donde se pierde una gaviota…)
IV
Nunca le dije que en el viento
yo contemplaba su milagro;
que no seduzco, porque el magro
ritual de mi boca es tormento.
Y me disgusta que el lamento
haga paredes en mi ruina,
pero un dolor que no termina
finge en mi voz un salmo hiriente.
¿Dónde se enrosca la serpiente
que mi ternura contamina?
Giselle me interrogó: ¿Por qué el gentío?
¿Me recuerdan la voz de los fiscales,
o el silencio de padres ancestrales
que descubren el salto de mi brío?
Con pinceles soy trueno, desafío,
y con mi nombre se humedece mayo.
Cualquiera ha de vestir mi propio sayo,
y cantar como un ave en el retorno.
¿Es culpable mi danza del soborno,
o soy la grácil lentitud de un rayo?
del libro Crónicas de las pirámides del Fuego, 2006
LA PERLA ENTRE HÚMEDAS ALAS
Caballero que desatas tu miel nocturna
y miras mis vientre como perla desnuda
no te importa si la concha duerme,
el tacto es derrame de la joya,
lirio que convierte su saliva.
Perfecto el vicio de devorar mis mariposas,
esconder el polen de sus alas como rocío lácteo.
Somos pájaros, no podemos volar a nuestros nidos
existe un piélago, una frontera
más allá de los muslos y el hombre,
más allá de un lenguaje corporal
que pierde el paraíso,
el desnudo corazón que siente la yema de los dedos,
el apretón de sus arterias,
vacío de válvulas que duele.
Caballero ¿quién se atreve a esconder tus caballos
o dormir mi volcán, aplastar la sangre tronadísima?
Quedo sonámbula y mis manos sufren las flores
de tu espalda,
el arco donde desnuda soy una mujer
para vender el fuego que me sobra.
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