MANUEL MARTÍNEZ BARCIA
Manuel Martínez Barcia nació el 3 de noviembre de 1952, en Vigo (Pontevedra- España) y murió el 13 de agosto de 2015.
Los últimos años de su vida residió en Sevilla. Fue empresario. Tuvo cinco hijos. Comenzó su andadura poética en el año 2007.
Publicaba su poesía en el blog "Un embrujo de fuego". http://unembrujodefuego.blogspot.com
Inició su experiencia poética cultivando la poesía amorosa y erótica, para después ir evolucionando hacia temas más amplios. Era un observador detallista de la vida natural, social, existencial. Concebía la poesía como una mezcla entre la catarsis y la alquimia. Vivió el proceso de la escritura como algo consustancial a su vida diaria. Era un admirador de la obra de Mario Benedetti. Buscaba la mirada perdida de los hombres en el aleteo de las aves o en la presencia abierta de las rocas. Se centró no sólo en el mensaje sino también en la eufonía, en el ritmo y en la musicalidad del poema. Su obra poética, en su mayor parte, describe el amor cortés con gran sensibilidad en cuanto a la emoción, la música de la palabra y el lenguaje...
Algunos poemas suyos fueron traducidos al rumano y al portugués.
Participaciones en antologías digitales y blogs de poesía por orden alfabético:
-Barometru basarabeam
-Blog antología bilingüe rumano - español de Andrei Langa (República de Moldavia).
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-Borde de bruma
-Blog de Elsa Tenca Mariani (Argentina).
-Antología poética de varios autores.
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El esplendor del desamparo
Blog personal del poeta Perfecto Herrera (Almería, España).
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La voz bordada en el verso
Antología de poemas recitados.
Edición y declamación: Rosa Iglesias Ferriols (Valencia, España).
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Oasis de palabras
Antología de poesía de Ana Muela Sopeña (España).
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Oaza de cuvinte
Antología de varios autores bilingüe rumano - español.
Edición: Ana Muela Sopeña.
Traducción al rumano: Andrei Langa.
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Poesía solidaria
Antología de poesía social de autores de todos los países del mundo.
Edición: Fernando Sabido y Ana Muela Sopeña.
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Um oásis de palavras
Antología de varios autores bilingüe portugués - español.
Edición: Ana Muela Sopeña.
Traducción al portugués: Tania Alegria.
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SÍLABAS DE AGUA
Oigo la lluvia, deletreo su voz
que contiene en su eco inseparable
el enigma de todas las palabras
Palabras vivas, muy lentas, sin viento,
como susurros que caen
de la cresta de una ola sin mar
¿ Son tal vez sus sonidos acallados
retazos de mi vida
que descienden en alas de sus cantos ?
¿ Qué podría decirle ?...
Quizás late en su espacio la respuesta
Acaso los anhelos ignorados
tenían la esperanza por fortuna
y en su sino metáforas de hielo
Aunque es posible que acuda en mi auxilio
derritiendo la nieve de un poema
con sílabas de agua
O sea el verso exacto
CUANDO EL CIELO SE HIZO VERSO
Por sendas misteriosas de lo etéreo
viajé hasta dimensiones inauditas
en busca de palabras que proclamen
el himno del silencio,
su voz en libertad,
imágenes de sueño que revivan
las páginas dormidas en el tiempo,
los hilos de la historia que cosieron
idea y pensamiento
con rimas que promulgan poesía,
para sangrar los versos,
y hacer del corazón un diccionario
con sílabas de música que vuelen
en alas del saber hasta mis manos
Y ser en el delirio vislumbrado
camino hacia la luz, arpa, reflejo.
MI AMOR SABÍA DE TI
Antes de que fuéramos
la luz desparramada del olvido.
Incluso mucho antes
del semen que da origen a la lluvia
y se fragua en el fuego;
mi amor sabía de ti.
Sabía que no existe la alegría
si llega el desencuentro a los finales
rindiendo su calor en abismos de ausencia.
Sabía del recuerdo de tu piel.
Del paisaje desierto
que asola cada instante de la duda
cuando el tiempo detiene los relojes
entre sombras de velas que no arden
y muestran en penumbra tu quietud.
Sabía cuánto duelen las palabras
escritas con el alma en un poema
burlando la impostura de matices
que conducen los versos
hasta un final feliz.
Ahora sólo quedan,
las sílabas vitales del silencio
latiendo el corazón de las estatuas.
CON LETRA DE MUJER
Porque siempre se ama
con letra de mujer,
yo quisiera escribir
la inmensa lejanía que me une
con tu ardor en la piel,
poder adivinar,
si un cuerpo tan desnudo de caricias
dispone de alfabeto conocido,
o de un álbum de sueños
capaz de resumirte,
la época del frío conmigo en soledad
y luego expresarlo como algo tangible,
con signos que interrogan al temblor
y con ese susurro que me llega
mientras somos de nuevo irrealidad
en un gemido quieto
y nuestra inevitable comunión
con la lluvia que fluye de los dioses,
liturgia de la sed en tu misterio.
ESCUCHO LA TRISTEZA
Con las sienes quebradas
y entregado al fin,
sin el último aliento que me lleve
a lo desolador
del tiempo que contempla los fracasos.
¿Entonces tanto esfuerzo para qué?
No sé escribir poemas,
ni plasmar sentimientos que hablen del Amor
con la solemnidad que lo merece,
y sin que tenga versos en donde sueñe yo con las cigüeñas
alzando de sus nidos el otoño
para volar paisajes más al sur,
la música, el deshielo.
Igual que un dios enfermo
lato mi corazón bajo la nieve,
y en su temblor vacío apenas soy,
escucho la tristeza.
BAJO REVELACIONES
Si la quietud hablara,
si fuéramos allí la vibración
de las voces nocturnas,
la luz en diapasones que amanece,
virginal todavía,
igual que un santuario que resume
los tiempos del amor
y consigna del fin, apenas sin tristeza.
Si hablara esa quietud
junto a la simetría de tu cuerpo,
como el viento que sopla en un trombón
y a los dos nos reclama
gimiendo soledad
en las puertas cerradas de tu vientre.
Si no fuese silencio
el grito en la mudez,
haríamos un pacto con la ausencia,
acaso sea música también
esa sombra tendida bajo revelaciones.
DEL HALLAZGO EN DOS
Como un púlsar que induce magnetismo
en estrellas lejanas,
giras mundos sencillos y me atraes...
Y allí, con rayos equis, miramos lo interior
de un espejo binario,
la inmensa geometría que amanece
creaciones sin rumbo,
períodos de ingrato devenir
y el tiempo del amor,
y esas fechas dispares que son conjugación
de lo impar en sí mismo,
la eterna esclavitud en el espacio
de universos errantes
que recaman lo etéreo cada día,
como si fueran luz
en lo invisible.
NO SÉ...
Sé que fuimos la parte distendida
de otra inspiración, acaso un contrapunto
donde yo simulaba un gavilán
capaz de irrealidades,
jugando a ser vereda en el otoño
y cercanía en ti,
para observar tus más altas querencias
en las nupcias del agua con el aire
mientras llovías piel
por único sentido.
Sin embargo, no sé...
no sabría decir cuándo empezó
diciembre a ser maraña,
ni el porqué de su origen
en todas las sentencias,
negritud de los dos,
todo ese Apocalipsis del ayer
que nos tiñe de sombra.
No sé, pero te sé,
como un verso de amor
en palabras calladas.
LA LLUVIA EN LLAMAS
Resultas el cociente de nuestra división
si te pienso dragona,
lengua del subespacio vectorial
que me lame con fuego
y asoma el corazón a lo que vuela
las aguas de noviembre,
porque yo soy el yang
si las sombras se acuestan en abril
latiéndome más vivo,
indigno de querer que seas primavera
a lomos de mi piel,
promesa de un ardor sin esperanza.
En esta maldición,
tú eres mi condena,
una lluvia invisible
que me riega de mar,
la nube de mi sed,
el enamoramiento
sabiéndote
princesa.
ANTOJO DE QUIETUD
La vejez del asfalto me acompaña
sabiendo que te vas
como huella que pisa destrucciones
a ras de los deseos.
Un reloj sin agujas
pretende ser oráculo de mí
revelando la noche
que te hace lejanía,
mas yo no tengo tiempo,
un círculo del caos
me adentra en el cadáver de la esfera,
no existe nada allí,
un hilo de quietud
desenhebra el amor
y con sombra nos teje.
RELOJ DE MAR
Sincronizo las horas de todos los relojes
para ser en tu mundo exactitud,
el tiempo que declina los ecos del amor
sin hacernos preguntas ni respuestas a medias
mientras tañe la vida todo lo necesario.
Así mi vanidad
sabiéndote desnuda
y solo piel
después lo libertario de un temblor
que cause la derrota de los mástiles
a ras de un no-poema,
lo esférico del mar, lo sin rumbo de ti
a orillas del naufragio.
LA MISMA FOSA
Hoy puedo adivinarte realidad,
cercanía y olor,
el tacto de la noche migratoria
a punto de tendernos en quietud
con voces jadeantes
en la palabra sueño.
Hoy es fácil creer,
sentirme no-poeta sin que sea el fracaso
un vínculo de unión,
lo insondable de ti
para que eleve yo las cordilleras
con tu falda en mis valles,
los dos la misma fosa.
LA VIE EN ROSE
Ya la noche otra vez
queriéndonos espacio de un poema
y cárcel del amor.
A veces puedo ver esos relámpagos
que tú emboscas de luz
para ser transparencia en lo volátil,
crepúsculo al sentir
y voltereta.
Otras veces espío tu tiempo en soledad,
para sentirme fuerte,
voyeur de las caricias
que pintas en silencio,
los dos antología por costumbre
de un sueño en sus finales,
lo más fucsia de ti
fingiéndonos color en la paleta.
EXAMEN DE SILENCIOS
No estás, pero te veo cuando forjas la noche
con brillos de ilusión y un alfil te desliza
por entre diagonales
para ser la defensa de un reinado sutil,
donde torres, caballos y peones
apenas son figuras sobre polvo,
torpemente perdidos en negrura
mientras siembra el albor opciones atacantes
por todas las casillas.
No es de locos jugar a ser jaque de un sueño.
¿Qué acto de justicia podría comprender
tan lenta ejecución en brazos de un soldado?
Entre todas las reinas
tú eres la mujer
que yo perseguiría por todos los rincones,
mi amor, si lo quisiera, ese fino cristal
que a veces es examen de silencios,
pero nunca objeción
cuando grito tu nombre
y surges invisible de las sombras.
Manuel Martínez Barcia- España
Todos los derechos reservados
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Me permito recordarles que en www.ultraversal.com se encuentran 1300 poemarios a su nombre, cifra que se extrae de sus 2857 intervenciones poéticas desde su ingreso hasta su muerte. Supongo que son cifras lo suficientemente elocuentes como para merecer algún tipo de mención entre sus actividades, ya que se trata de hacer un homenaje a sus elecciones poéticas, de las cuales, Ultraversal parece ser una de las más importantes, si no la más.
ResponderEliminarComo Administrador del foro donde Manuel Martínez Barcia radicó su obra, nobleza obliga, ya que Ana Muela Sopeña me facilitó este link, a que si quieren pasar a leer la plenitud de Manolo (como cariñosamente lo decíamos) se acerquen a nuestra casa que fue la de él hasta el día de su muerte.
Atte.
Por la Administración de www.ultraversal.com Gavrí Akhenazi