ZAHRA EL HASNAUI
Zahra el Hasnaui nació en El Aaiún, capital de la provincia africana del Sáhara Español. Tras la ocupación marroquí en 1976, su familia se queda en la ciudad y Zahra estudia en colegios españoles hasta que marchó a Madrid a cursar COU y estudiar Filología inglesa en la Universidad Complutense.
Tras terminar la carrera y pasar una temporada en Londres perfeccionando la lengua inglesa, Hasnaui regresó a los Campamentos de refugiados de Tinduf para trabajar como periodista en la Radio Nacional Saharaui. Posteriormente, regresa a España para instalarse en Guadalajara en donde trabaja como profesora y traductora.
En 2005, junto a Bahia Mahmud Awah, Conchi Moya y otros compañeros que también trabajaban en la radio saharaui, fundaron el grupo literario Generación de la Amistad. El grupo ha publicado numerosas obras poéticas colectivas en las que Zahra el Hasnaui ha publicado sus versos: El Aaiún gritando lo que siente (2006), 31. Thirty One (2007), Um Draiga (2007); o relatos en la colecciones La fuente de Saguia (2009). También participó en la antología Primavera sahariana, dedicado a los saharauis del campamento de Gdeim Izik.
En 2013, Zahra el Hasnaui ha publicado su primer poemario en solitario titulado El silencio de las nubes.
Su obra poética se caracteriza por su identificación con los ciudadanos saharauis y su lucha por la independencia. Así mismo, centra gran parte de su creación literaria a la mujer saharaui.
OJOS
Miró
al sultán
la sultana
aunque sólo
la mitad veía.
Y llevada por
medias lunas habló
de esperanzas partidas,
remendadas,
de muñecas rotas,
acicaladas,
de perros ladradores
sin eco, sin nada.
Miró
el sultán
a la sultana.
Tras la negrura
vio asomarse
la luz de las llamas.
Y comprendió.
Comprendió
por qué se escarchan
las cosechas
en tierras prestadas.
Jeyik, ya Sultana Jeya, jeyik.
Dedicado a Sultana Jaya
Voces
A todas las voces saharauis secuestradas,
en tumbas y en cárceles;
esas voces que, sin embargo,
no sólo paredes revientan.
Quizá pienses que tu voz no me llega,
que el malvado siroco la rapta
antes de llenar mis sentidos.
Quizá sueñes que el eco es mudo
el espejo ciego y los versos
se acobardan.
Se agolpan tus clones,
y alborotados pugnan
por salir en blanco y
negro de mi garganta.
A veces escupo,
casi siempre embucho,
ira, sangre,
paz, tierra.
Quisiera encadenar
tus manos a las mías,
el techo oscuro
abrir a las estrellas.
Quisiera, los ojos,
limpiar de rabia.
Treinta voces,
Treinta veces,
repiten la historia,
porque nadie pudo,
nada puede domar
las voces que rozan el alma.
Saguia
Dicen que la
noche se adueña
de tus tonos añiles,
violeta y cobalto.
Que se secaron
en tu regazo
los besos de sal.
Dicen que
la sonata
de viento,
se torna en
sinfonía de
notas caóticas
orquestadas
por el espanto.
Ignora los dardos
de la serpiente.
Volveré,
envuelta en mantos
de estrellas rojas,
a sanar las
aguas amargas.
A morir y renacer juntos
en la matriz del Atlántico.
Una flor
A los que lo entregasteis todo para
defender nuestra existencia.
Tras años
de asfalto,
cabalgaba
las arenas
rescatando
estrofas infantiles
y muñecas de marfil.
Una flor,
sobre una
tumba anónima,
derramaba sombra
en la yerma claridad.
Condecoraba
la tierra
al soldado civil.
La sencilla ofrenda
enmudeció
mis pensamientos,
la pompa y el clamor.
Y me inundó la lluvia.
Y no supe qué hacer.
Decidí sentir.
Diez y uno
A las madres saharauis,
desaparecidas durante años en mazmorras marroquíes,
a las infancias robadas.
Diez años y un día
en este dilatado desvelo
mirando sin ver.
Diez años y un día
afanándose la Ignorancia
en velar la Razón.
Decidle,
que no reproduce
el ojo su imagen.
Que mis dedos
en el aire acarician
su voz, su andar
torpe y gestos.
Que trazan su nombre
de derecha a izquierda
y de izquierda a derecha
lo vuelven a trazar.
Decidle,
que, temblorosos,
no olvidan la abultada
mudanza del tiempo.
Decidle,
que aunque
raptara el lienzo
yo ya bebí su sonrisa
y me embebí por siglos.
Estaciones
A las dos Generaciones de la Amistad,
la del 27 y la Saharaui
Invierno de cuna
soportan
en tierras peregrinas.
Se canta en compañía,
a solas, susurran nanas.
En los canales rebosantes
de quimeras cornudas
vierten las amargas ganas.
Y día tras día,
se colorea el lienzo gris del olvido
a golpes cegados por la esperanza.
Guillén,
Salinas,
Cernuda
soñaban,
soñamos,
verano de cuna.
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Ojos
Miró
al sultán
la sultana
aunque sólo
la mitad veía.
Y llevada por
medias lunas habló
de esperanzas partidas,
remendadas,
de muñecas rotas,
acicaladas,
de perros ladradores
sin eco, sin nada.
Miró
el sultán
a la sultana.
Tras la negrura
vio asomarse
la luz de las llamas.
Y comprendió.
Comprendió
por qué se escarchan
las cosechas
en tierras prestadas.
Jeyik, ya Sultana Jeya, jeyik.
Dedicado a Sultana Jaya
Estaciones del alma
Invierno doliente,
en la distancia.
invierno,
otoño y
primavera.
Solidarias
aladas
portan
tu misiva
invisible.
Aromas de madera
en mis sentidos
heridos,
vientos
a todo galope
en la bruma
de mis primaveras,
aguas de colores
en el estío
de mis recuerdos.
Releo
tu mensaje
recostada
en el laberinto
de los sueños.
Y mientras,
invierno,
otoño y
primavera
pasan,
consciente me pierdo
y me hallo inconsciente.
Miradas
(Dedicado a Fatimetu. Esta amiga tuvo que anunciar a su madre, al amanecer, la caída de su cuarto hermano en batalla. La aparentemente chocante respuesta de su madre: prepara el desayuno y manda a los niños al colegio, la comprendí cuando añadió, no permitiremos que hayan caído en vano)
El alba gris, teñida de rojo, presagia lo peor.
Me miras inquisitiva, comprendiendo, aceptando.
Desgarrado el corazón, la expresión serena.
Tu huérfana lágrima contrasta con mi torrente
De dolor, tu calma con mi tempestuoso despertar.
Mis ojos claman: grita, llora, arranca este inmisericorde
Dardo lanzado por la ignorante ambición.
Los tuyos me abrazan, consolando, reconfortando.
Cual artesano temeroso de frágil obra, hueles, doblas, atesoras,
Con obstinada parsimonia, sus exiguas pertenencias en tu baúl.
Levántate, susurras, ya ha salido el sol.
Faros en el desierto
Con desesperada paciencia
alumbras caminos de esperanza.
Ven conmigo,
susurras,
y yo te sigo,
sigo tu luz por cielos añiles.
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Secuestro estéril
No pudo morder la mentira,
la geografía inmensa
de tus alas blancas.
El muro
A WALT WHITMAN
They devour the stars only in apparition.
Solía
mirar
la niña
al este
las estrellas.
Esa noche
la nube ocre
cubrió sus astros.
No te aflijas,
niña, no llores.
Sopla fuerte,
y verás su
amenaza
llevada
por el viento,
verás sus
preciosas
filigranas
deshacerse
en el horizonte.
Pero aunque
tras la nube
no hubiera ares,
ni martes hubiese,
recuerda que hay más, siempre habrá más.
Utopía?
A la Casa Latinoamericana en Kilburn,
Londres
De Chile
Max Estrella,
el gallego parisino,
De Colombia
las palabras asombradas,
De Perú
la música de Calle,
De Guatemala
las soluciones esperadas,
De África,
los cubanos llegaron.
Se juntaron
son, salsa,
jaima, jarana.
Sin banderas,
quedó la isla de Kilburn.
Solté amarras,
quemé las barcas
quemé los remos.
Efecto poeta
Revolotea la aliblanca,
la gartufa se engalana
por seguidillas se arranca,
zambra, zahora, jarana!
Amgala, Castilla, Zemmur,
Zuk, Miyek, Andalucía
relucen, irradian glamour,
jolgorio, algarabía!
La luna viste de lirio
monte, mariposa, río
participan del delirio,
risas, bailes, jaleo, lío!
Y dicen que las palabras
hojuelas son en el viento,
ahorita, comprenderás
por qué, con brío, disiento.
Sahrauia
Tuve sed, y tus dedos
escanciaron el rocío.
Tuve hambre,
de pan, de paz,
y tus cantos me colmaron.
Con la capa de estrellas,
arropaste la noche gélida,
acercaste la luna y la brisa marina.
Espíritu,
Alegría, esperanza,
cómo compensarte, dime,
cómo superar la magia.
El silencio de las nubes
A las nubes no les quedan pastores.
Nómadas taciturnas
tras los rebaños de dromedarios,
las risas de los niños, los frigs de jaimas,
los pozos verdes y las melfas cantarinas…
Todo es distinto.
Se fueron…
y vino el silencio
a cubrir la infinidad
de narcótica pausa.
Adormece al río,
al viento enmudece,
vacío… en la mirada,
en la palabra… intención.
No queda nada.
La sombra de las nubes consuela a una huérfana acacia.
Las fuentes
Renuncio a aceptar
tu infidelidad amañada.
Renuncio a tu maquillaje rojizo,
ese,
que me trae la realidad desvirtuada.
Busco recuerdos
en las rendijas
de mi memoria rota.
Una esquina,
un guardia de tráfico,
una cara desdibujada.
Camino a tientas
sorbiendo tus venas,
tus perfumes salados,
huyendo sin saberlo,
cuando me salvan
las palmeras
que gritan desoladas:
No es lo que piensas.
Las abrazo,
me convierto en raíz.
Ejmueisa
Cinco piedrecitas
trepan por la mano
perfilando acrobacias
de arena y sabiduría.
Por toboganes de marfil
se deslizan
conjugando complicidades.
Cinco piedrecitas,
de musgo amarillo,
tienden puentes
hacia el recuerdo baldío.
Zahra Hasnaui nació en el Aaiún cuando Sahara Occidental era una provincia española. Escritora, poeta, filóloga inglesa, traductora y profesora, trabaja actualmente en Guadalajara, muy lejos de donde transcurrió su infancia.
Entrevista por Montse de la Cal
[...] los saharauis que queríamos formarnos tuvimos que seguir nuestros estudios en España. Yo hice la secundaria en el Instituto Español de Tánger [...]
Zahra, ¿cómo has acabado en Guadalajara?
En el año75 España abandona el Sahara y los saharauis que queríamos formarnos tuvimos que seguir nuestros estudios en España. Yo hice la secundaria en el Instituto Español de Tánger y luego terminé COU aquí, en el año 83 y estudié la carrera, con un intermedio en una facultad londinense de un año. Cuando terminé la carrera me bajé a los campamentos de refugiados a apoyar la lucha de nuestro pueblo. Trabajé de periodista en Radio Nacional de España, aunque no soy periodista, trabajé de traductora, intérprete... lo que se pudiera hacer. En el año 91 volví a España a dar a luz. Después de 20 años en Madrid llegué a Guadalajara hace 10 años para instalarme definitivamente. Ahora trabajo de profesora.
Eres escritora, una gran poetisa árabe que escribe en castellano. ¿Cuándo nace esa necesidad?
Los saharauis hemos tenido que sufrir primero un bombardeo en los campamentos provisionales del año 75-76. Luego sufrimos el éxodo, el exilio, la guerra. En el año 2005 un compañero que vive en Madrid consiguió reunirnos a todos los escritores que escribimos en castellano y formamos el grupo 'Generación de la Amistad', con el objetivo principal de hacer visibles las voces saharauis. Creo que nuestro peor enemigo es la invisibilidad.
¿Cómo ha influido en 'Generación de la Amistad' los 11 últimos años de ocupación marroquí?
El primer libro colectivo que editamos estaba dedicado a la Intifada Saharaui de mayo del 2005. Los saharauis, después de 30 años, cansados del ninguneo de la comunidad internacional, decidieron salir a las calles a protestar y a exclamar ese no rotundo a la ocupación. Fue reprimida brutalmente y por eso titulamos el libro 'Aaiún gritando lo que se siente', para hacer llegar las voces de muchos que se quedaron en las cárceles. Otro de los libros colectivos que hemos escrito es 'La primavera saharaui'. Decía Chomsky que la primavera árabe, la chispa, nació en los campamentos de Gdeim Izik. Los saharauis decidieron salir de las ciudades ocupadas en 2010 y a 20 Km del Aaiún montaron sus haimas. Se fue uniendo cada vez más gente hasta que llegaron a 20.000 personas. Después de un mes entraron las fuerzas de seguridad marroquíes y arrasaron el campamento. Una de las víctimas al que hemos dedicado varios poemas es un niño de 14 años que murió asesinado por un tiro.
¿Qué nacionalidad tenéis los saharauis fuera de vuestro país?
En primer lugar España no reconoce a los saharauis como refugiados. Tenemos ahora un caso muy actual, Hassanna Aalia, que estuvo en el campamento de Gdeim Izik y un tribunal militar marroquí le sentenció a cadena perpetua. Este saharaui cumple todos los requisitos para solicitar el asilo político en España, y se lo han denegado. Curioso que los saharauis, después de ser españoles, ahora no tengamos ni siquiera el derecho a ser refugiados. Es muy complicado para los saharauis vivir en España legalmente.
[...] Francia veta siempre todas las resoluciones que apoyan una solución pacífica y equitativa para los saharauis y marroquíes [...]
¿Sabes cómo está a día de hoy el caso de Hassanna Aalia?
Han tenido que recurrir sus abogados a la Audiencia Nacional para que se pare el proceso. El gobierno español pretendía deportarlo a Marruecos. Pero Marruecos no es su país. Los saharauis no tenemos país, gracias a España no tenemos país. Los deportados van al enemigo y se sabe que van a sufrir torturas. Hemos protestado un montón y de momento su expediente está abierto, han parado la deportación, pero todavía no han solucionado nada.
El Muro de la Vergüenza, de 2.700 km, divide el país de norte a sur. ¿Cómo vive la población del Sáhara Occidental invadido?
Desde el año 75, cuando empezó la invasión marroquí y la colonización, los saharauis ante cualquier seña de identidad que quieran expresar como saharauis son encarcelados y desaparecen. Hay una lista de 500 saharauis desaparecidos. Desde el 2005 que hubo esa primera Intifada pacífica a la ocupación, se organizaron varias asociaciones de activistas saharauis que están luchando por hacer llegar desde las zonas ocupadas la situación tan terrible que viven algunos de ellos.
Nos vamos al otro lado de la vergüenza. En el desierto argelino viven casi 200.000 personas exclusivamente de la ayuda internacional. ¿Están considerados refugiados?
Acnur sí reconoce, menos mal, el estatuto de refugiado del pueblo saharaui porque efectivamente somos apátridas. Es decir, el gobierno argelino por cortesía nos cedió su pasaporte para poder viajar y estar en una situación legal, pero nosotros insistimos en que somos saharauis, que no queremos ser ni refugiados, ni exiliados, y queremos estar en nuestro país. Por eso estamos aguantando en los campamentos de refugiados, para poder llegar a ese día en que se celebre el referéndum para la autodeterminación. En las zonas ocupadas, todos los saharauis que quieran vivir legalmente fuera, tienen que portar el pasaporte marroquí y eso es casi una de las peores afrentas que se le puede hacer ahora mismo a un saharaui. Aminatou Haidar protagonizó un hito en la historia del pueblo saharaui cuando se negó a firmar que ella era marroquí. Estuvo en huelga de hambre en Lanzarote mucho tiempo, donde casi la perdemos, hasta que consiguió que el rey de Marruecos diera el visto bueno para que entrara sin reconocerla como marroquí. Pero España le decía al principio que tenía que aceptar que su pasaporte era marroquí.
Mohamed Abdelaziz, presidente durante 40 años en el exilio de la República Árabe Saharaui Democrática, falleció el 31 de mayo de 2016. ¿Crees que puede haber cambios en la política del Frente Polisario?
Ha habido muchos rumores, pero creo que la nueva dirección va a mantener el deseo de paz del pueblo saharaui, nosotros no queremos la guerra, ¿quién querría una guerra? Ahora mismo son Naciones Unidas y la Comunidad Internacional quienes han de cumplir su palabra.
¿Y respecto a lo que dijo la prensa el 9 de julio sobre que el nuevo presidente Galid gusta a los sectores más duros y que exige una fecha concreta para el referéndum?
Creo que es muy pronto para atreverse a decir qué dirección va a tomar el nuevo presidente, pero yo creo que no va a variar mucho; es decir, vamos a seguir en pos de la independencia, la soberanía y la vuelta a nuestra tierra, espero que, sin guerra. Pero vamos a darles tiempo.
[...] el gobierno argelino por cortesía nos cedió su pasaporte para poder viajar y estar en una situación legal, pero nosotros insistimos en que somos saharauis, que no queremos ser ni refugiados, ni exiliados [...]
Galid ha entrado en un momento complicado, porque a principios de abril Marruecos expulsó del Aaiún a 73 miembros de la Minurso. A finales de ese mismo mes EE.UU. dijo que había que volver a la misión para el referéndum. Y ahora Marruecos tiene que decidir si acepta su vuelta completa.
En el año 91 se estableció la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental, llamada MINURSO. Marruecos, en estos 25 años, ha puesto todos los obstáculos posibles para no llevar a cabo este compromiso, pero ya el mayor descaro y provocación ha sido meterse, no ya con nosotros, sino con Naciones Unidas y echar a gran parte de su gente. Naciones Unidas parece que ha respondido con cierta contundencia y Marruecos parece que ha aceptado su vuelta. Pero es curioso que Naciones Unidas acepte este tipo de atropellos a la legalidad internacional, a los compromisos que ella misma firmó. Y la otra cosa que todavía es más grave es que Naciones Unidas no ha hecho nada por presionar a Marruecos en estos 25 años que estamos esperando el referéndum.
¿Por qué crees que Marruecos tiene tanta fuerza para desafiar a Naciones Unidas?
Principalmente por los aliados. Francia tiene derecho a veto en el consejo de seguridad de la ONU. Y Francia veta siempre todas las resoluciones que apoyan una solución pacífica y equitativa para los saharauis y marroquíes. Somos prácticamente el único pueblo al que se le niega este derecho. En el año 1999 Timor Occidental llegó a la independencia a través de un referéndum organizado por Naciones Unidas. Sudán del Sur hace muy poquito, hace solo 5 años. Entonces, ¿por qué no en el Sahara? ¿Qué esperan, qué lleguemos a la violencia? Se está forzando mucho al pueblo saharaui. Es verdad que somos un pueblo pacífico, pero 40 años en campamentos de refugiados colman cualquier paciencia.
¿Es importante el programa 'Vacaciones en Paz' que España mantiene todos los veranos con los niños del Sáhara?
Creo que es una labor de las más destacadas ahora mismo de la lucha del pueblo saharaui. Siempre desde ese aspecto positivo y pacífico de los saharauis. El programa 'Vacaciones en Paz' empezó trayendo muy poquitos niños a Madrid, a residencias, a principio de los ochenta. Los niños nacidos en campos de refugiados, con todas las necesidades que tiene un niño allí, se traían en verano para que descansaran de las altas temperaturas y se les hiciera un chequeo médico. Pero creo que ha sido muy importante el cambio de venir a residencias a estar acogidos por familias. Hay una cosa que está siempre detrás de la cuestión del Sahara, que es la ignorancia. Muy poquita gente sabe, incluso aquí en España, por qué estamos así y qué nos va a pasar. Y con los niños la cuestión saharaui está ahí, hablándote a través de un niño de siete, ocho o nueve años. Y te preguntas qué hace, dónde vive. Es muy importante la labor política de nuestros pequeños embajadores todos los veranos.
Los saharauis que vivís en España, ¿sentís rechazo de la sociedad española?
Es muy fácil integrarse en España siendo saharaui. Nosotros venimos primero con ese bagaje cultural que es en parte español, o lo fue, y luego venimos con el idioma, en la mayoría de los casos. Es maravillosa la actitud, el calor y el cariño del pueblo español con los saharauis. Parece que hay una predisposición natural a acogerte y a aceptarte. No es el pueblo español el que nos maltrata, es el gobierno español el que nos maltrata. Es decir, a pesar de haber sido españoles, nosotros tenemos que llegar aquí y legalizar nuestra situación por ser españoles en España. Pero para el pueblo español solo tengo palabras de amor por la acogida que nos hace desde siempre.
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