viernes, 3 de septiembre de 2010

866.- SUNIL GANGOPADHYAY


Biografía de Sunil Gangopadhyay:
Nació en Faridpur , en lo que hoy es Bangladesh, en 1934. Estudió en el Colegio Surendranath, dum-dum Motizhil College, City College, todos afiliados a la Universidad de Calcuta.
Fue el editor fundador de Krittibas, una revista de poesía, (comenzó a editarse a partir de 1953), se convirtió en una plataforma para una nueva generación de poetas a experimentar con muchas formas nuevas de temas poéticos, ritmos y palabras. Más tarde, empezó a escribir para diversas publicaciones del grupo Ananda Bazar, una importante publicación de Calcuta y lo ha estado haciendo durante muchos años. Trabó amistad con el poeta beat Allen Ginsberg mientras se encontraba de viaje en la India. Ginsberg mencionó a Gangopadhyay más notablemente en su poema de septiembre en Jessore carretera. Gangopadhyay a cambio, ha mencionado a Ginsberg en algunos de sus trabajos en prosa. Después de servir cinco años como vicepresidente, fue elegido Presidente de la Sahitya Akademi el 20 de febrero 2008.
Autor de más de 200 libros, Sunil es un escritor prolífico que ha destacado en diferentes géneros pero declara a la poesía su "primer amor". Nikhilesh y Neera, serie de poemas (algunos de los cuales han sido traducidos al castellano, Neera y Soplo en el bosque) han sido muy populares.







Mi Señor Rey

Mi Señor Rey, yo estoy en tu séquito,
tu página.
No recuerdas,
cómo tropezando camino a tu corazón
Yo cargué tus fardos
a la luz de la luna,
¿padecí el aguijón de tu música?
Las manos abajo,
los pies en el aire,
qué insensata fue mi danza
¿No te ves en el recuerdo, acaso no,
a la luz de la luna, mi Rey?
Yo he lanzado las redes
en tus lágrimas.
Cuerpo o ave, siempre a solas
en la cama.
Y ahora, de alguna forma, me rebelo todavía.
Mi cercana y amada prima
no es necesario llorar
Gracias a tu amor
mi mente es el nido de un pájaro,
Querido Señor, no nos lancemos
hacia los límites.
En tus mejillas, siembro
un arbusto de rosas.
La vida se agita en tornados
y tú eres mi lámpara de tormentas, mi Rey.
No hay necesidad, de llorar
en absoluto.
Tú presumes ser todo en el todo.
Me reprendes o me golpeas a voluntad.
Los dones que me ofreces son puños
llenos de aire.
Te llevo al lecho el té de la mañana
y eres tú a quien abrazo.
Los ojos se desprenden
de los ojos.
Le hago cosquillas a tu ombligo
mientras tragas densa saliva
y luego,
lamo tu sangre, mi Rey.
Tum-ti , tum-ti, tum,
palillos frenéticos
sobre el tambor
temerario, incansable,
Recuerda.

Traducción de Raúl Jaime








De Repente Hacia Neera

Te vi tan sólo por tres minutos
en la parada de bus.
Mas anoche soñé contigo
largamente.
Te vi rígida como una navaja
en la arena,
sin Oriente;
y era tu cuerpo un lugar de peregrinación.
Te vi flagelada por la brisa
en aquel tiempo no propicio, azul
del sueño en vigilia.
¿Fuiste al sur, al mar,
solitaria?
¿Cuándo regresaste? ¿Hoy?
Sin sonido, sin olas,
los océanos del sueño sobrecogen.
Estuviste al punto del suicidio
en sólo tres días;
los horizontes volaron
como un anillo perdido
tus muslos ahogados
en las aguas azules
parecías la asesinada
amante de un gangster.
Solitaria en aquel sueño de hastío
absolutamente solitaria.
Ahora dejaré de dormir un año entero,
antes de enjugarme el sudor
tras cada pesadilla.
El olvido es bienvenido. Como un cuerpo
impúdico, oculto bajo el ropaje
habré de estar despierto por un año entero,
sin sueños,
y visitaré tu cuerpo como si fuese
uno de aquellos 52 santuarios,
y obtendré la santidad
tu rostro sonriente, en la ventanilla del bus.
"Adiós pasajero. Ven a vernos.
Pronto."
El sol penetrante ahogó las voces
"Oh Ven, sentémonos allí
en el prado de la biblioteca, alguien adentro
susurraba.
Y luego, de repente, alzando la mirada,
la hora olvidada.
Y salté y corrí
a través de las calles, más allá de los buses
los tranvías, los carruajes, las multitudes,
dando saltos mortales
como un orangután,
llegando difícilmente
al ascensor de la oficina...
Sólo tres minutos
en la parada de bus. Y sin embargo
soñé contigo, anoche, largamente.

Traducción de Raúl Jaime






El río sabe
(The River Knows)


A la orilla del río solitario permanece
una camisa azul de algún infeliz
No hay nadie, ni la clara luz del día
Es un día vacío lleno de sombra
¿Dónde se ha ido ese hombre?
¿Entro en el agua, de repente,
buscando un infierno que cubre su corazón?
¿O acaso esté acostado
en el adornado silencio del bosque?
Sobre su cuerpo se han marchitado
algunas hojas
Los infelices nunca dejan las huellas
de los pasos andados
Pero al borde del río, este enjambre
de hilos azules
parece la fábula real de alguna vida
Como si la esencia de unos cuantos alientos,
la vanidad de un reino perdido,
una carta desazonada
fueran mías, pues fui yo quien algún día
aquí se ahogó en silencio;
el río sabe.

Traducción al español de
Shyama Prasad Ganguly,
hispanista de la India,
realizada de la versión original en bengalí.










Antes de eso, antes de eso
(Before that, before that)


Del dedo de mi mano derecha cuelga
un hilo azul
del cual se haría la bandera triunfante
del paraíso
Pero sin duda no es hora todavía
Antes de eso, el silbido del pájaro doyel
debe posarse en mis labios
Antes de eso, una espera eterna
para cada revelación
Antes de eso, amor en las casas de pólvora
Antes de eso, antes de eso, antes de eso...

Traducción al español de
Shyama Prasad Ganguly,
hispanista de la India,
realizada de la versión original en bengalí









Vendrá él, sí vendrá
(Someone will come)

En el caído crepúsculo del ocaso llegó él
y se detuvo al lado del río-
un viajero extraviado del siglo movedizo.
En sus ojos-esperanza. En sus alientos-ansia.
Aquí bajo el árbol shishu al lado
del cementerio
Viene alguien a verlo, así se pactó,
y nos emancipará.
Hace tiempo, desde aquí, comenzó
su caminar cuando en lugar de éste árbol,
había brotes de semillas recién germinadas,
el río era tan sonoro como las lluvias,
la brisa tan fresca como el reír del niño,
la luz lunar-amor;
todavía la sangre no había salpicado
el campo de labranza,
un sonido metálico en el sueño;
cuando un príncipe decidió vestirse
de ropa azafranada,
un comandante besó los pies
de una pordiosera.
Cuando un poeta había sentado
a la reina de su corazón
en el altar del templo,
aún, alguien decía que esta tierra humana
se volvería más hermosa.
Como la nube tras el monte,
algo hermoso quedaba oculto
en algún lugar.
Vendrá él, vendrá, sí vendrá...

Traducción al español de
Shyama Prasad Ganguly,
hispanista de la India,
realizada de la versión original en bengalí.











Una mirada momentánea

Apareciste del otro lado del risco;
tus labios saciados del son rizante
de un lago;
la brisa captada en tu velete
como la vela de un barco.
No pasaban tus pies la tierra todavía.
Sin pisar la tierra tus pies,
te detuviste cubriendo el horizonte
como una dama cortesana del paraíso
o un hada pre-rafaelista.
Un poco lejos,
reposando yo bajo la sombra de un árbol
leía la historia de la dentadura humana,
del cautiverio del fuego y un documento
sobre la guerra del pan.
Vuelvo la cabeza y fijamente la miro,
¿Quién es ella? ¿Neera?
¿U otra mujer parecida?
¿De dónde viniste? ¿y por qué viniste?
¿Adónde te fugarás de nuevo?
La luz del atardecer del invierno se vuelve rojiza
de repente;
las olas altas y bajas se siguen solas sinfín,
como si estuviera jugando la consciencia
al escondite.
Todo es irreal -sin embargo,
cuan cierta es la realidad
de aquella mirada momentánea.

Traducción al español de
Shyama Prasad Ganguly,
hispanista de la India,
realizada de la versión original en bengalí.









Si con un poema
(If by writing a poem)

Si con un poema se pudiera llenar
de cosecha el campo,
yo lo haría con tinta de mi sangre;
si el ritmo de las rimas hiciera llover
sobre la tierra sedienta,
pondría en ellas la esencia
de mis huesos y venas
haciendo un himno a las lluvias,
si con un poema...
ay, sin tan sólo escribiendo uno...
El niño que se cayó dormido llorando
y llorando,
no he visto jamás yo imagen más triste,
si con un poema...
se queda sentado alguien
ante la estufa apagada
con fuego en las entrañas,
si con un poema...
La bandada de orugas invaden
despacio las flores til,
si con un poema...
En sombras pálidas va volando
el mundo de cada uno.
Toda vez que me aleje al campo a respirar
me siento residente de otro planeta.
Puedo llorar por tu dolor en privado.
Eso tampoco se convierte en poema.
Pero sí que surge, siendo espejo
de un encanto seductor
con qué jugar un poco a solas.
Me perdonen por favor.

Traducción al español de
Shyama Prasad Ganguly,
hispanista de la India,
realizada de la versión original en bengalí.





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