Alice Caron Lambert
Alice Caron Lambert nació en Francia el 26 de febrero de 1946. El amor del jardín, el gusto por la botánica y la creación culinaria pertenecen a la poesía que es un modo de expresión en medio de otras para Alice Caron Lambert: ella es también pintora grabadora, ceramista y estilista en decoraciones florales. Ella ha adaptado y puesto en escena muchos espectáculos y ha publicado obras y bibliografía de poesía en París. Su trabajo reconocido en el mundo entero le ha valido muchas distinciones y premios literarios de gastronomía. Ella trabaja con numerosos artesanos e industriales del agro alimentario para perfeccionar nuevas gamas de alimentos a base de flores. Ella ha imaginado y participado en la realización del primer jardín botánico de flores comestibles en la jardinería de GALLY en la Escuela Saint Cyr en las Yvelines en junio de 2000. Este mismo año, la Sociedad Nacional de Horticultura de Francia (SNHF) le permitió crear el departamento de “flores comestibles” para iniciar demostraciones en público. “La poesía de Alice Caron Lambert es de total y singular originalidad , y se desenvuelve en un mundo por entero inédito, auténtico y único. Su pie ha hollado un nuevo territorio y hasta él nos lleva con finura y delicadeza totales. Su poesía se mueve en un universo lleno de magia que no tiene parangón literario en ninguna lengua; dotada de un primoroso y delicado pincel que recrea el mundo de las plantas, su poesía no está exenta de la reflexión filosófica, la alusión mítica y de un erotismo y sensualidad maravillosos.”
RENUEVO DE PASIÓN
EN LA BELLA DE CRÉCY
Rosa entre rojo y rosa, entre cereza y lilas
Reina Gálica
Hastiada de los días y de las nubes bajas
Tienes tus juegos de corte y atavíos
Tú has bordeado tus labios de negro
Retardado el astro de la noche
Hecho volver la cabeza de los días
Un desafío a la luz afilada como una cuchilla
Al juego de las lenguas y de la nariz
Tú has cosido tu cuerpo
Cerrado tu corazón
Ocultado bajo la sombra muselina la joya verde y oro
El ojo de la esfinge
RECETA EN VISTA
DE UN RENUEVO DE PASIÓN
La verde frescura de una menta picante
La intrigante dulzura de los mangos
Su Oriente verde
Este cubilete de cristal lleno de un agua de rosa
Agua robada a la carne de otra
Su sangre como sirope extraído,
Decididamente demasiado rosa para mi gusto
Tres granos de Pilpali, ni negros, ni grises
Sino muy verdes
El ácido zumo de un fruto maduro como limón
Sirven para la preparación
Es necesario extraer el jugo, el néctar, la savia, la sangre
La miel negra
De todos aquellos que vienen del país de la libido
Mezclar con tres giros de cuchara la excelencia
De un vino y poner a enfriar
Para una sed grande
A fin de lograr experiencias insaciables
BEBIDA DE LOS DIOSES
PARA
PIMPINELA CRUELA
Si te contemplo Pimpinela
Si miro tus brazos
Oh Señor yo veo
Tus Armas Rojas, tus espadas de guerra
Once pequeñas hojas ritmadas en verso
Que buscan hacer olvidar la tempestad de las heridas
Tu corazón de estameñas doradas
Cinco nácares de espuma
Me hacen pensar en esas princesas chinas
Vasos de jade y juegos de transparencias
Dulces y crueles
Jugar a boca que quiero – tú sobre nieve caída
A encontrar el color de un perfume, rico en sangre
Que palpita entre la noche de sus venas,
A ver las luciérnagas libar el azúcar revelado.
RECETA DE UN TÉ LACADO DE ROJO
Hojas de té verde cogido en la tercera lunación
Aconsejables por su finura de gusto seco
Los pétalos de Pimpinela de frescura primera
El rocío hallado entre la copa de las flores
De la gran Magnolia
El oro de una mañana, que ha de ser calentado sobre la brasa del día
Las hojas secadas a la brisa de una ensoñación de antaño
Los pétalos de piel joven
Se infunden, se difunden, se filtran
Sin flirteo ni discusión
Luego, se vierte en un bol de laca roja
La preciosa bebida
Destinada a enseñar la dulzura
Remedio para las crueldades carnales
BORBONI’ANNA
Y SU BLASÓN
Silueta grabada entre la piedra
Efecto de una naturaleza caprichosa
Conmovedoras montañas y ríos
Así tratar de imaginar la paciencia
De las nuevas eras,
El extraordinario soplo del tiempo
El peso de una estrella intrépida pariendo al sol
La corola blanca de las nubes de lluvia
El marfil de los huesos lustrados por las noches y su queja
El perfume salvaje de las primaveras
En este mundo donde nada y todo huyen
La belleza se levanta, se ríe de la arcilla
Se nutre de lo impuro y secreta lo virginal
Así se construye el milagro de tu flor
Tallada, cincelada ornamentada,
La obra secreta se inventaba
Bajo la pluma de una curruca de alas azules
Sibilante la garza color de nieve
Un dios obscuro grababa los cantos de vida
Sobre la seda de tus pétalos
La aguja de oro revelaba lo absoluto,
Aquello que no nos atrevemos a nombrar
EXQUISITO ENSUEÑO SIN RECETA
Atreverse a imaginar a Rosa Borboni’Ana
Sus plenitudes, sus finuras, sus terciopelos Venecianos
Sobre mi lengua abyecta
Únicos tolerados,
La esencia perfumada, el rocío de los pétalos
Sus granos en suspensión soñando con etaminas de oro
Así, solitario, se embriaga mi pensamiento
ENSUEÑO DE ORO
SOBRE NÁCAR DE ESPUMA
Serías – tú nacida de una madre tumultuosa
La salvaje no saciada de oro incandescente
Irrigando las venas de la tierra?
Serías – tú nacida del manto susurrante de vida
De los grandes bosques quemados
Vienes – tú de los astros anonadados
Petrificados bajo la piedra
En esos tiempos en los que el espíritu de los dioses jugaba
A batir a espada la tierra
A sembrar entre los ríos los granos de fuego
Promesas de una luz con mil formas
diseñadas en los cuencos de las palmas afiebradas
Vienes – tú del Jardín de oro de Inti
En el templo de Cuzco
Donde medita la divinidad solar
Allí susurraba el sueño
A los costados de las serpientes de oro entrelazadas
A los tallos volubles de la cabellera solar
Serías – tú el blasón del caballo traspasado por una lámina de oro
La manzana dorada en el Jardín de las Hespérides
La manzana de Lucifer anunciando la felonía
ROSA CON PERFUME DE TE
Rosa Avellana, cincelada, encubriendo la amargura
Las nebulosas y la sal
Ofrece a esta agua original que yo bebo
La duda de ser
Una criatura mortal o un joven dios
LUISA C. EN LENTO
Nacida de una naranja de nieve,
Hete aquí heredera de una Camelia
La almohada donde reposa pensativa la cabeza de los ángeles
Ala o pájaro posado sobre el mármol negro
Una estrella y su paso de dos
Resbala, carnal, sobre mi corazón sobresaltado
Tu busto enfundado en seda se encierra allí
Tan próximo al batir de la vida
Oh, desanudar el lacillo, tocar el nácar de tu piel
Sentir estremecerse bajo mis dedos
El botón de tu flor inviolada
Hallar el oro bajo la nieve
Embriagarme con tu perfume de espuma
ADAGIO MATINAL EN COCINA
El azúcar asociado a la clara de huevo
Te cubre de besos
Mejilla de su fineza
Te ofrece desnuda a la luz cruda
Almidona tus pétalos y los ofrece al viento
Para crujir
Bajo el esmalte de sus dientes
ALPINA
Hay allí en verdad, alguna hechicería
enredada entre los hilos de tu camella vida
En ti, Amapola hay el estallido de un astro
El zumo mortal de un tallo verde
Y el átomo de lo blanco
En ti, el pensamiento temible del frío
Cuando desnuda, tú te muestras, develada
Te mira un hombre
Entre el dédalo de tus pétalos él atraviesa el tiempo
Sueña con sangre sobre un suelo de nieve
Dónde detenerse
¿Entre tu cuarto cerrado?
¡Dios! él no osa apoyarse contra el ángulo de tu misterio
ORQUÍDEA
¿Cómo leer tu geografía total?
Yo que soy sonámbula
Con mis manos en busca de tu realidad pura
Contigo quiero establecer un pacto extático
Yo soy como el halcón blanco
De pico acerado, fascinada por tu blanca vida
Entre mi sueño brilla una belleza sacrílega
GARDENIA
Elegante flor, con tu cabeza de perfume
Evocando los mil cuerpos de ninfas dichosas
Fino amor, yo quiero amar todavía el nácar de tu piel
Acariciar los doce pliegues de seda, tus doce alisios
Tomar prestada la lengua codiciosa de los abejorros
Excavar tus abismos nevados
Hallar ese sitio, ese paraíso presentido
Más cerca, allí donde palpita tu corazón
SECRETO DE IRIS
¿Has conjugado tú los presentes de una serpiente blanca
Las nubes de la primavera, las nieves de Siberia?
¿Has hambreado tú a la noche, a causa de un hambre de besos
Un hambre de fuego?
Oh flor que sueña la orquídea y el mármol blanco
¿Qué escoger entre esas dos nadas probables?
Decidiendo con una alquimia secreta, entre la piedra y el blanco
Tú buscas la perfección entre la cosa imperfecta
Como Afrodita en busca del deslumbramiento
Entre la espuma divina de las aguas tumultuosas
MAGNOLIO REY
Rey de los bosques, de los matorrales y de las riberas
Familiar de las nieves del Himalaya, de Asia y de América
Tan viejo, leemos la humanidad entre el cono de tus granos
Tan joven, así erigido bajo el techo del cielo
Bajo el lecho brumoso y rosa de las nubes
Tú aprietas el sol en su esplendor
Coges las estrellas del universo como tus flores
De las flores en soledad y estrechez olorosa
Invirtiendo el orden de las cosas, mostrando el anverso de la noche
El anverso del color y de las horas doradas
Tal como el mago del día
SAUCE, DESNUDO EN ENERO
Es necesario volver el pensamiento Sauce de Babilonia
Semejante al tejido de seda bajo los dedos
Imaginar la otra vida hirviendo entre tus venas
Tú estás allí, adosado al banco de nubes de nácar
Meditando sobre el silencio de los pájaros
Cultivando el arte del balanceo bajo las brisas mordientes
El arte de evocar a Mamba la serpiente negra y las nieves de antaño
El arte de eclosionar de las llamas de terciopelo sin esperar a Marte,
El arte de asombrar con tu prestancia y tu vitalidad blanca
Geómetra de las estaciones tejiendo el itinerario de la vida
Por encima del hombro, de los ojos, yo soy tu movimiento
Y veo, cómo huyo a la renuncia
CEREZOS EN MAJESTAD
Estábamos silenciosos al contemplarlo, asombrados por la calma alrededor…
El árbol ofrecía su nube algodonosa
como una espuma de mar detenida sobre el cielo
una marea de pétalos como nieve caída del día !
Maravilloso regalo, surgimiento de una naturaleza dichosa
Yo vacilé al borde de las riberas del abismo blanco
Entre tierra y cielo yo veía esta otra luz
imponer su halo tejido de pétalos blancos
fragmentos de encajes librados al viento
Las cuerdas de mi alma vibraron hasta el paroxismo
De una inexpresable emoción, que yo contuve en lo más profundo de mí
Presa en la trampa de la ausencia de palabras para expresar tu belleza, el sol
que encendía lámparas sobre tus cimas, igual que un dios atento entre el templo
El viento soplaba las abejas a que libaran la dulce miel de las flores
La sombra entorno cantaba a sus orejas la luz verde
De las hojas lentas para llegar
Todo se transformará, todo desaparecerá
Nuestros ojos de hombre, sus ojos de águila deteniendo la eternidad
EL ABISMO DEL LIS
Lis, abismo de blancura
¿Tienen tus pétalos de nácar la virtud de curar el amor
Cuando ninguna sabiduría cura la pasión?
Flor preciosa donde palpita el corazón de un pájaro blanco
Dame el secreto de tus iridiscencias de oro
En lo más profundo de tu vientre, vibra la vida
Donde polvo de polen rojo al viento se va
Donde mil colores se funden entre lo inmaculado
Yo soy este ángel, entre vivir y morir
Entre gozar y morir
En busca de tu inaprensible pureza
Veo en ti el vértigo del vacío
El vértigo del devenir
Tus pequeñas alas naranja buscan el vuelo
Se alzan por encima de tu tembloroso banco de hielo
Ellas buscan el beso azul de la luna
El imperio de tu perfume separa
Lo que es claro de lo que es obscuro
Sin embargo, Júpiter no es en absoluto el guía de mi candor
cuando con los ojos deslumbrados me aproximo
volviendo la espalda al asceta que me llama
SUEÑO ENAMORADO DE UNA ROSA BLANCA
Yo encuentro en ti el deslumbramiento de la nieve
Cuando tus dedos como alas de pájaro
Se deslizan sobre la seda de mi piel
Cuando tus ojos de águila negra
Se anclan en el lago azul de mi corazón
Cuando tu voz murmura las palabras
Pegada a tu ojal, en estos días de fiesta
Sueño con el alma del mundo en donde me encuentro
Anima mundi, en ti, en la cavidad de tu calor
Búsqueda sin fin de belleza, de tus manos
Hambre, gran hambre de un todo, de libido
¡Ven! Pan toca tu flauta de siete canutos
Escucha cantar la luz y sus colores
La obra de nuestros deseos se inscribe en el fuego
Un ángel duerme en el lecho de mis pétalos
Su mano posada sobre mi cabeza
Volcán de nieve, donde se despierta un dios devastador
OCÉANO BLANCO
Castaño florecido sobre fondo nocturno
Tú eres el niño de las tinieblas, de los nubarrones, de las nubes
¿Qué genio ha cubierto tus flores de luciérnagas esta noche?
¿Qué sol ha parido estas lámparas vivientes?
¿Qué sortilegio teje de luz y de sombra tus ramas?
¿Qué invierno ha preparado tu primavera?
¿Qué dios me hace creer que tú, Árbol
Eres Bosque, Océano, Noche?
Cuando mis ojos se abren sobre tu floración
Té eres semejante en tu atavío, a Saturno
Cabalgando las colinas de sombra y de agua
Mi cabeza se trastorna, todo es movimiento,
Renuncias, repeticiones
Transformaciones, substituciones.
Sueño con el abrigo de tus cimas
Sueño con una paloma blanca con alas de seda
Que iría hacia el océano rojo de las pasiones
Su geografía móvil está compuesta por mi sangre primera
Ella, tan pura, con su pico, habría de despertar la llama que duerme
Para no formar más que uno con el cuerpo del fuego
Así, con mis propias alas iré hacia ti
Hacia el negro del azur, donde muerte se muda en vida
Tú y yo, este nosotros conjugado
Con nuestras historias azules
Fijas, en nuestro medio interior
Será liberado de las memorias pasadas
© Traducción de Rafael Patiño Góez
FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE MEDELLÍN
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