MORELA MANEIRO
Morela del Valle Maneiro Poyo. Nació en Ciudad Bolívar, Estado Bolívar, República Bolivariana de Venezuela, el 19 de agosto de 1967. Pertenece al pueblo indígena Kari’ña. Coordinó el programa de alfabetización nacional denominada “la Misión Robinson” en las comunidades del Estado Bolívar.
Desde los 11 años ha participado en movimientos de desarrollo social a través del arte ha interactuado con diversas instituciones educativas culturales, ha participado en cursos de liderazgo sobre la defensa del ambiente, talleres, seminarios, exposiciones fotográficas, artesanales y festivales de literatura que destacan la cultura indígena; y como activista en la política indígena, ha sido postulada en dos ocasiones directamente por las bases comunitarias primero como candidata a diputada a la asamblea nacional el año 2000 y segundo al consejo legislativo del Estado Bolívar el año 2004.
Ha sido invitada a entrevistas en la prensa, programas de radio, y como moderadora en Venezolana televisión (canal ocho, en el programa canal abierto), ha ofrecido conferencias, charlas educativas y ha sido invitada a diversos encuentros, asambleas, congresos de interés regional, nacional e internacional en Venezuela, Guatemala, México, Ecuador, Puerto Rico y Perú. Su formación busca afianzar el intercambio sociopolítico cultural y filosófico interétnico en defensa de la autonomía de hábitats territoriales, ambientales, etnomedicinales, educativos, de la mujer indígena y de los derechos humanos fundamentales.
Recibió el primer premio del Concurso de Literatura Bilingüe en su primera edición del 2006, Kuai Nabaida (El mar de arriba) otorgado por la Fundación editorial El perro y la rana del Ministerio Nacional de la Cultura con el libro Ojos de Hormiga y es Presidenta de la Fundación Marawaka donde continúa apoyando la lucha de los pueblos indígenas por reconquistar sus espacios políticos culturales desde el lugar que le toca asumir a favor de los pueblos indígenas.
Al decir de Adalys Javier, “…La poesía de Morela Maneiro es profunda, mística, progresista, emancipadora y revolucionaria.”. Fui haciendo como la hormiga, metiéndome por esos laberintos de la tierra y comencé a conocer los estadios y comencé a ver lo profundo que es conocerse uno mismo.”
Soy el sueño más hermoso del cosmos.
Soy la lengua secreta del gran hacedor.
Soy la suma de todas las lenguas del universo.
Soy la que habla con los espíritus allá en el caño.
Soy la intermediaria entre las especies y el daño.
Soy la que rechaza el hechizo todo el año.
Soy el alma de mi abuelo antes de la creación.
Soy la dueña de la tierra del agua celestial desde su fundación.
Soy la fiera, soy amiga y compañera y te cuido como fogón.
Soy las nueve maracas de la cola del gran río Orión.
Soy el canto, música y vibración.
Vooneetürü kurankomueme kaapuwa'poma.
Nuuru tuneññe shüürü'ne maaro.
Aui'wa, paaparo nurukon aseetakaama.
Aau'wa, vorüpuatooto a'karükonmuaro mooe tunnapo.
Aau, era'nava, otükon kuraama'no anü'muasanko maaro.
Anü'muane niimiokürü moomane'meva shiri'chorüta.
Tüamuru akaarü moomane'meva shiri´chorüta.
Tüamuru akaarü senaai, veepa'kano wapororo.
Noono, tunna, kaapupuono eemü'mueva amoro vi'ññoro.
Adaakono aau'wa, vookasa, poreemeva, kukutyanto'da.
Oruwan'potoome maraka'meva, shiiricho apooto.
Tunnarü anttüküürü, vaare, shi'nsho aau'wa.
EN MI PUERTO
En mi puerto contemplando el río
Pasó el gavilán
Pasó la garza
Pasó el paují.
Pasó la ola ondulando su mirada
y en un minuto de siglos…
fue narrándome cruzando el río,
cómo los pueblos se han liberado.
Puoro’topopo
Puoro’topopo tunna eneerü’dako
Neepato apaaka’no...
Neepato awuürü...
Neepato wooko...
Neepaatoi shuru’kuru botampiopo’türü düünedan
koi’ñopokonoro penaatonon beepa’kasankon pooko düru’puaman…
tunnapatorü’dako tunnata,
otuwaara po’purü’kon ata’ñakaññe na’miatu.
DESEMBARCANDO
Desembarcando en el margen del lago sagrado
donde nace el árbol de la vida,
bebí su savia mágica y adormecí bajo sus raíces.
Llegué a la casa de las estrellas
un relámpago me fulminó,
regresándome a mis familiares,
avivando mi memoria.
CONGOROCHO
Dibujé sobre la arena un sol caracol,
esculpí sueños sobre un palo,
investigué en el tiempo
¿Cuántas responsabilidades
pesarán sobre mis espaldas?
Escogí la vida de un mensajero.
Invocación a la selva
Venerables primordiales:
Padre sol atiéndenos
Abuela tierra manto protector.
Laguna encantamiento tenebroso
Cerro resguárdanos a nuestros hermanos.
Ríos a nuestros abuelos escúchenlos.
Aires ampárennos a nuestros hijos.
Dueños de animales, a nuestros nietos socórranlos.
Minerales del inframundo midan pasos de nuestros bisnietos.
Fortifícanos odas del tiempo
Cantos de arañas con karaña.
Cosecha de siete soles.
Piragua
Divisando la piragua
navegando en manantiales
termales.
Arribando a la playa de tus
sueños.
Transbordando tapires, serpientes, jaguares
viajando hacia la isla del alimento universal.
Llegando, descendiendo con abrazos y sonrisas a los viejos espíritus.
¡De pronto!
Nadie nos recibió
en aquella tierra
de los ¡difuntos!
Orión
Ruge el ego en las profundidades del universo,
gritan estremecidos los gemelos*,
sumergidos en tiempos: del canto, color,
la luz y oscuridad.
Amenazan telúricas tempestades,
saldrán serpientes
¡Transformando al colibrí en flauta,
al corazón en tambor y a la oruga en sonajero!
Resplandece el temblador** del agua,
pidiendo a su suegro relámpago
apagar la ardiente guerra de los combatientes
de los mundos opuestos.
En una playa desolada
los zamuros carcomiéndose,
no hay carroña que engullir,
abatidos por la violencia histórica de cinco siglos.
Unos pájaros de mal agüero
lanzaron sus cinismos a mi
nación, cambiando nuestros dioses,
¡la conquista de las almas es una ilusión!
Reaparece la estrella de la mañana
guardiana de la paz y del canto colectivo
del principio e infinito,
¡Soplan tonadas de libertad!
Truenos desvanecen el alba,
nubes nacaradas sobre mi simiente,
reflorece la unidad: infierno-cielo,
en tiempo y espacio de nuestra madre tierra Abya Yala***.
* Los gemelos: Héroes culturales de la mitología kariña, representan a los hijos del sol, tienen la potestad de comunicarse desde el vientre con su madre para buscar a su padre. Después de diversos episodios históricos, sufrimientos y triunfos, uno de ellos logra su objetivo y ahora habita en el mundo celeste conocido hoy en día como la estrella de Orión, en Kariña Piee´tümü (el que le falta una pierna).
** Temblador: pez de color negro, con forma alargada, que produce electricidad, abunda en los ríos de Venezuela y otros países latinoamericanos. En la mitología Kariña aparece como el compañero de los shamanes para llamar al rayo.
*** Abya Yala: en voz del pueblo kuna-Panamá, denomina ancestralmente la patria grande del hoy continente americano.
Abatida madre selva
Se revelan murciélagos
Zorros aúllan.
Deambulan espíritus
¡Duerme el sol!
Aguijones de hormigas
negras en su corazón.
Naturaleza arrebatada
Desaparecen cantos riachuelos
Animales no juegan amaneciendo
Arboles no danzan atardeciendo
¡Relámpagos del alma!
Escucha la muerte cercana.
Sentada mi madre en su banco,
la piscua a un lado,
el cigarrón a un costado.
¡Colibrí! espera dialogar
con ella.
Río Padamo
Está visto con las flechas
desdichados enamorados
abrazados entrañables,
entre hojarascas,
detrás del mata palo,
allí yacen dos amantes:
Una mariposa y un danto.
Abaana’imie
Nootü abaana’ imie baare eemü, waatoto
¿O’toro auranaanokon ka’satu kaaputa?
¿Ootü daako veedu ü’müntümü awü’torü?
Nootü abaana’imie memaapoi o’movi’pio viñño emaamü’ta dau’bran otaaki’ñata,
Tü’naka aarü shipiiyu baarerü pusan.
Süano, notü anookanmue kataatu.
Nootü abaana’imie ooko aññatone ere’taka ookokaapu mipiaatopo’tü
¿Ka’cho muupusa ooto wairü?
Tüpürü’na otajpa’ko nunno pianarü’taka merupuae
Müarakana’jo aru’kako ade’mu’jo re’ta.
Nootü abaana’imie ¿anookü’wa ekari’chürü’wa?,
wüotuwükatoopo
Beenkokon’yo puo’betü’puo.
Eba’rumü’puo eba’matoopopo apo’chopoopoyo.
Nootü abaana’imie, aseepirü’dan saano meeba
A’karükon puo’setü atuunu taama
Pia’kamo’topoko, adasakarükonwa toonorokon’wa,
Emaamüruta.
Nootü abaana’imie akoodumu mipiaatoi
Mataamoi ani’chürü’puo adaakarü re’ta.
ada’ñarü’ta shürü’puo.
Nootü abaana’imie, ada’karü ere’napoturü atu’nemü’ja
Marooda amara’karüta aññatone paaporo noono ponokon etükon
Noono adaaki’miano adeemarü awü’tapo’topo samo’isha.
Es: El poema está escrito en idioma Kariña.
Abaana’imie*
Abuela Abaana’imie, cantora y danzante
¿Cuántas lenguas hablan en el cielo?
¿Cuando darás la vuelta al sol?
Abuela Abaana’imie, me lanzaste de tu placenta,
silbando mi voz amaneciendo.
Solo la hoja sabe el canto de quienes somos.
Abuela Abaana’imie cruzaste doce cielos
¿Dime, sabes mi destino?
Luciérnaga, susurras versos al oído de la luna.
Siembra mi corazón en tus cenizas.
Abuela Abaana’imie ¿A quién contaré mis desvelos?
recuerdas al hombre ojos azabaches,
y las hormigas en mi ombligo
donde abrasé y besé la oscuridad del placer.
Abuela Abaana’imie, soy madre de gemelos,
los espíritus están en el fogón de mi vientre,
ordénales a salir junto a tus hermanos pájaros
en el amanecer.
Abuela Abaana’imie, pasaste la culebra de agua,
lloraste sobre la creación alfarera de tu vida
moldeada en tus manos.
Abuela Abaana’imie, descarnada, sin máscaras
llevas las tonadas de los cinco mundos en tu maraca
la tierra te reclama, recogeré tus pasos.
Baare Aremi’shon
Baare aremi’shon Vooneetürü kurankomueme kaa puwa’poma.
Nauru tuneññe shüürü’ne maaro.
Aau’wa, paaparo nurukon aseetakaama.
Aau’wa,vorüpuatooto a’karükonmuaro mooe tunnapo.
Aau, era’nava, otü’kon kuraama’no anÜ’muasanko maaro.
Anü’muane niimiokürü moomane’meva shiri’chorüta.
Tüamuru akaarü senaai, veepa’kano wapororo.
Noono, tunna, kaapupuono eemü’mueva amoro vi’ññoro.
Adaakono aau’wa,vookasa,poreemeva, kukuyanto’da.
Oruwan’potoome maraka’meva, shiriiricho apooto.
Tunnarü antüküürü, vaare, shi’nsho aau’wa.
Cantos rituales
Soy el sueño más hermoso del cosmos.
Soy la lengua secreta del gran hacedor.
Soy la suma de todas las lenguas del universo.
Soy la que habla con los espíritus allá en el caño.
Soy la intermediaria entre las especies y el daño.
Soy la que rechaza el hechizo todo el año.
Soy el alma de mi abuelo antes de la creación.
Soy la dueña de la tierra del agua celestial desde su fundación.
Soy la fiera, soy amiga y compañera y te cuido con fogón.
Soy las nueve maracas de la cola del gran río Orión.
Soy el canto, música y vibración.
Benko enuuru (Ojos de hormiga)
En ojos de hormiga,
mi visión se convirtió en un gran foco,
se desdobló y ahora entiendo el lenguaje del sol;
y titilan cuando ven las figuras hechas con manos
antiguas de hoy y de ayer.
En los ojos de la hormiga,
continúo escuchando las voces de nuestros antecesores;
y las historia de los ancianos a través de los cantos ceremoniales.
Con ojos de hormiga,
veo, la transformación del aire y del agua en ozono;
escucho, en ellos, una profunda melodía
que me transmite enseñanzas, consecutivamente.
Con ojos de hormiga,
vuelvo, a mirarme, cual luciérnaga fulgurante,
observándome, avanzo en este mundo
¡tan pequeño e inmenso!
A través de su inmensidad, va desapareciendo mi vista para siempre.
Con ojos de hormiga,
llegué al núcleo de nuestras células; seguidamente,
a las moléculas y ADN de nuestros seres.
Con ojos de hormiga,
tengo el afán y avidez de saber todo al mismo tiempo;
y me tiene tan ocupada y vigilante.
En los ojos de la hormiga,
“los microorganismos que habitan en su espacio le dan sentido a su orbe”.
En los ojos de la hormiga,
hay células flotando, cual sistema solar,
Con sus respectivos planetas,
ellas son fuentes de saberes.
Y con ojos de hormiga,
la soñadora y el soñador,
Se vuelven invisibles hasta evaporarse.
“Las mujeres son las dueñas del canto. Los hombres hacen la música” me ha dicho Morela del Valle Maneiro, la poeta de origen kari'ña que viajó desde Bolívar para asistir al el 5º Encuentro Internacional con la Literatura Infantil y Juvenil, organizado por la Fundación La letra Voladora de Carabobo, durante la segunda semana de noviembre
Morela habla pausadamente, mientras elige y dobla la ropa- diseñada por ella- que usará al día siguiente para su exposición. Me cuenta que los Kari`ña fueron uno de los dos pueblos más antiguos de las Guayanas y que se opusieron ferozmente a los españoles llegando a aliarse con los holandeses, que se instalaron en las Aruba. Pero de ese pueblo aguerrido y numeroso hoy quedan muy pocos habitantes y ella y su familia se han empeñado en mantener vivas las tradiciones y en rescatar la historia y la memoria en aquellos lugares donde habitan, tanto en la ciudad como en la selva.
El bisabuelo de Morela era jefe de una comunidad y chaman “uno de los últimos chamanes tradicionales”. De su abuela aprendió los ritos funerarios, que ahora aplica cada vez que muere alguien en su comunidad, y sobre las otras plantas que abren el conocimiento. “Cuando alguien fallece vamos a la casa de los familiares para saber más sobre su vida, sobre como era la persona, y eso es lo que cantamos y explicamos para consolar a sus deudos” me explica agregando que para ellos el duelo dura seis meses, porque es el tiempo en que se estima que alguien logra despedirse de sus seres queridos. Los cantos de muerte se llaman Haremi, pero también hay canciones festivas, Mare mare, que se interpretan en ocasiones especiales con gran jolgorio me dice risueña.
Los kari`ña son grandes contadores de historias y pueden transcurrir muchas horas o días “echando un cuento”. A nadie le importa si el relator se queda dormido mientras habla; otro tomará la historia y luego cuando despierte continuará como si nada. Uno de esos cuentos se asemeja al del trauko de Chiloé y habla de un personaje incógnito que embaraza a las muchachas en la selva. De eso hay muchos relatos y también otros que hablan de anacondas que fecundan a las mujeres que lavan en las orillas de los ríos. “El sexo, dice Morela, no es tabú en nuestras historias sino más bien es tratado de manera jocosa”.
Las historias hablan de mitos, de leyendas (aunque ella prefiere no darles el nombre de tales), del origen del mundo y de su comunidad. Una refiere que los kari`ñas provienes del tabaco, que fue cortado en muchas partes y de allí se desprendieron las semillas. Así también hay un relato que habla del nacimiento del sol y la luna tras el embarazo no deseado de una muchacha indígena, que muere a causa del engaño de un a mujer ogra que se queda con sus mellizos a los que hace trabajar duramente. También hay hechos de la vida real que se incorporan a la tradición oral y pasan a formar parte del acerbo de cuentos.
Según el último censo de población en Ciudad Bolívar viven unos tres mil descendientes de este pueblo siendo en total unos 12 mil los que habitan en distintas partes de Venezuela (Sucre, Guayana), además de los residentes en Surinam y Guayanas francesas. Morela dice que muchos han perdido la conexión con su historia, su cultura, y esa es la empresa que la nueve a andar de aquí para allá haciendo el enlace entre los que viven en la selva y los urbanos; entre el mundo externo y su pueblo.
Cuando entra a la selva me dice se prepara especialmente: de partida no come nada dulce para que no la piquen los mosquitos , luego se pone en un estado casi de meditación; allí está el espíritu que la mueve, allí las plantas y sus amigos que la motivaron a encontrarse con la identidad primigenia.
Poeta indígena venezolana Morela Maneiro gana el premio Nósside
La poeta venezolana Morela del Valle Maneiro Poyo, perteneciente a la etnia kari’ña, obtuvo por su poema inédito Abaana’imie (en español Pájaro cantor en la madrugada) un puesto en la nómina de ganadores del XXIII Premio Internacional de Poesía Nósside 2007, certamen que convoca a autores inéditos de todo el mundo y que es otorgado por el Centro Studi Bosio, de Italia. La premiación tuvo lugar el pasado viernes 30 de noviembre a las 5 de la tarde en la ciudad de Reggio Calabria, en el Palacio Campanella, sede del Consejo Regional de Calabria.
El ganador absoluto de esta edición fue el mexicano David Lecona Rodríguez. Además participaron autores de 32 países quienes presentaron obras en 22 lenguas. Además de Maneiro, fueron galardonados la brasileña Lurdiana Costa Araujo y los italianos Domenico Luiso y Domenico Labate (este último en poesía en video) con la realización de Gaetano Labate.
Recibieron menciones especiales, en poesía escrita, la italiana Tiziana Gabrielli, la brasileña Rosalie Gallo, la chilena Rayen Kvyeh, la cubana Diorkys Osa Peralo y el mozambiqueño Paco Sininho; y para la poesía en música el italiano Paolo Farina.
El jurado estuvo integrado por Giuseppe Amoroso, Giuseppe Cardillo, Clotilde Grisolia, Antonio Rossi, Rosamaria Malafarina y Vincenzina Laganá (Italia); Mayerín Bello Valdez y Mariela Johnson Salfrán (Cuba); Ana Lourdes de Hériz (España); Svetlana Kalezic (Montenegro) y Angelo Rizzi (Francia).
En su estadía en Italia, Maneiro participó en el seminario “El empeño estratégico del proyecto Nósside en defensa de las entidades culturales y lingüísticas de los pueblos originarios y minoritarios del mundo”, celebrado este sábado 1 de diciembre, así como en un encuentro en el Instituto Ítalo Latinoamericano en Roma, hoy lunes, con otros poetas de América Latina que también obtuvieron el premio.
Además, la escritora llevó a la nueva biblioteca de la Embajada de Venezuela en Italia, como donación por parte del Centro Nacional del Libro (Cenal), los treinta y ocho tomos de la Biblioteca Básica de Autores Venezolanos, colección editada por el sello Monte Ávila Editores.
Maneiro, quien nació en Ciudad Bolívar (Bolívar) en 1969, es coordinadora del programa de alfabetización Misión Robinson en las comunidades de su estado. Ha participado en movimientos de desarrollo social, cursos de liderazgo, de defensa del ambiente y otros talleres, seminarios, exposiciones fotográficas, artesanales y festivales de literatura que destacan la cultura indígena.
Como activista en la política indígena ha sido postulada como candidata a diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela en 2000 y al Consejo Legislativo de Bolívar en 2004. Actualmente estudia gestión social para el desarrollo local en la Aldea Universitaria de Pendare, de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y colabora en el Parlamento Indígena de América (PIA), en Caracas.
Ganadora del primer premio del I Concurso de Literatura Bilingüe 2006 “Kuai Nabaida” (“El Mar de Arriba”) otorgado por la Fundación Editorial El Perro y La Rana, con el libro Ojos de hormiga, Maneiro es presidenta de la Fundación Marawaka.
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