Raúl Gómez Jattin
Raúl Gómez Jattin (Cartagena de Indias, 31 de mayo de 1945 - 22 de mayo de 1997) fue un poeta colombiano. Vivió su infancia en Cereté, un pequeño pueblo al norte de Colombia, fue profesor de bachillerato de las materias de Geografía e Historia. A los 21 años se trasladó a Bogotá donde comenzó a estudiar derecho en la Universidad Externado de Colombia. Allí, aparte de sus estudios se dedicó al teatro, participando como actor en varios montajes y haciendo adaptaciones de obras literarias que se dieron a conocer principalmente en la revista literaria Puesto de Combate. Después de vivir ocho años en Bogotá y sin terminar sus estudios de derecho regresó a Cereté, donde vivió deambulando en las calles, pasó varias temporadas en clínicas psiquiátricas y se dedicó a escribir poesía. En 1989 se traslada a Cartagena donde vive en las calles y parques, pasa otras temporadas en clínicas psiquiátricas e ingresa varias veces en la cárcel de la ciudad. El 22 de mayo de 1997 muere en Cartagena atropellado por un bus sin que haya sido posible determinar si se trató de un accidente o un suicidio.
Obras Del Autor
Libros de poesía
Es autor de los siguientes libros de poemas:
Poemas (1981)
Prima (1988)
Retratos (1980-1989)
Amanecer en el valle del Sinú (1983-1989)
Del Amor (1982-1987)
Hijos del tiempo
Esplendor de la mariposa (1993).
Los poetas, amor mío... (2000) -Libro póstumo-.
Conjuro (1957-)
Oh... (1998) por Mani Granjas
Antologías y recopilaciones
Raúl Gómez Jattin. Poesía 1980-1989. Norma. Santafé de Bogotá. 1995. ISBN 958-04-3059-4
Raúl Gómez Jattin. Amanecer en el Valle del Sinú: Antología Poética. Pre-Textos. Valencia. 2006. ISBN 84-8191-734-6
Erótico imaginario
Está quieto el jardín soportando la tarde
de un marzo que se anunciara ventoso
Tan fugaz que parece un enero
Penetrado de noche en limoneros y acacias
Opalino a lo lejos en la frente del cielo
El jardín se estremece por dentro
Entre ramas secas y hojas podridas
dormitan escarabajos Libélulas Lagartos
Un gato de ocio y maldad acecha una mariposa
De repente una casi invisible neblina desciende
y posa su penumbra en la fronda
acariciando el nudo de nuestros cuerpos
con la misma dulzura lentísima
con que yo mitad fuerza mitad miedo
beso tu cuello y tu barba de negro cristal
Está el jardín oloroso a sudor masculino
a saliva de besos profundos que anhelan
desatar el torrente del deseo en su cima
y que fluyan las savias y descansen los cuerpos
Ese que no ama
La nieve de los años
bajó de tu cabello a tus pupilas
y te quedaste ciego
y luego te quedaste casi mudo
Castigo de la vida
a quien creyó engañarla
con la buena suerte
Castigo del amor
a quien usó la mentira
y la calumnia
como arma
Castigo de la muerte
quien se sentará en tu cama
y tú no la verás
Ni siquiera una dulce noche
Aquel amor de fiebre y de tormento Aquel estar
pendiente de la luna entre los cocoteros Por si ella
me traía presagios de tu cuerpo Pero en vano
Pero estaba demasiado enfermo para soportar
la intimidad de tus caricias No hubieras conocido
en mí sino el temblor de un poeta y de su muerte
Aquel temor de miramos a los ojos no era vano
Estabas revestido de otro mundo Estabas lejos
Sobre todo cuando yo te amaba Cuando era
de ti como la nube en el reflejo del agua
Dentro pero lejos Dentro en el vientre
de una realidad inventada y fugaz
Eras íntegramente bello porque no toqué
tu cuerpo aunque tú lo querías y yo también
Pero antes de mi deseo estaba mi futuro
Estabas tú antes que mi deseo de ti
antes que el deseo estaba el amor
Antes que el amor estaba la vida y su maldad
Aquel amor que no tuvo una noche
Ni siquiera una dulce noche amor mío
Ombligo de luna
Dibujo tu perfil del faro a las murallas
Luz de alucinación son tus ojos de hierro
El mar salta en las piedras y mi alma se equivoca
El sol se hunde en el agua y el agua es puro fuego
Eres casi de sueño Eres casi de piedra en el vaivén del tiempo
Arquetipo amoroso firme en la turbia edad
esa manera tuya de calmarme las lágrimas
De desbocar tu cuerpo contra el mío Enloquecido
como un potro en una llanura incendiada
De verter tus palabras en mi entendimiento
cual veneno que cura la ausencia
De recordar cosas usadas y olvidadas
con un vuelo que ilumina y asombra
Es tarde amor El mar trae tormenta
Hay una luna pálida que recuerda tu ombligo
Y unas nubes livianas y pesadas como tus manos
beben sedientas Así cuando yo sobre tu boca muero
Pequeña elegía
Ya para qué seguir siendo árbol
si el verano de dos años
me arrancó las hojas y las flores
Ya para qué seguir siendo árbol
si el viento no canta en mi follaje
si mis pájaros migraron a otros lugares
Ya para qué seguir siendo árbol
sin habitantes
a no ser esos ahorcados que penden
de mis ramas
como frutas podridas en otoño
Anuncios
Caigo de mí
hacia mí
¿Dolor? no
¿Angustia? no
¿Qué pues?
Vacío que me espera
Anuncios de la muerte
Cambio de identidad
Dama del alba
Con tu niñez de golondrina haciendo el verano
inauguraste en mí el sendero del corazón
Espeso amor
Como la embriaguez del Stropharia
Reminiscente Moral Con ventana al futuro
Como la lenta tarde de sequía
que es para mí la tarde de la vida
Como el río de barro de mi valle
que en invierno arrastraba animales muertos
Como la dicha pérfida de mi abuela
que se regocijaba en ser un monstruo
Furor de los años en tropel Pasos de la muerte
Ella camina indemne Solitaria en mi camino
Carne que te reemplazas
CONJURO
Los habitantes de mi aldea
dicen que soy un hombre
despreciable y peligroso
Y no andan muy equivocados
Despreciable y Peligroso
Eso ha hecho de mí la poesía y el amor
Señores habitantes
Tranquilos
que sólo a mí
suelo hacer daño.
SERENATA
Asómate amor mío
que el cielo ha encendido un fandango
en su comba lejana
Y no hace frío
El viento música entre árboles un gemido
que parece tú sintiéndome el placer
que parece tú inclinado en mi rostro
secreteándome señales en el camino
"Todavía no" o "Aprisa que me muero"
Asómate y no temas a tu padre con su Colt 45
que yo traje el mío
¿Me oyes? ¿No deseas que nuestro amor
realice bajo los astros otra jornada? Como dioses
¿No le echaste al viejo en el café la valeriana
para que duerma y nos deje hacer lo nuestro?
Así te supliqué y no respondiste Después supe
que días antes te habían mandado de vacaciones
a París Para que te olvidaras de mí El poeta
del pueblo Ese que se ha ganado una triste
fama de marica por tu cuerpo adorado
No olvides que a mi ese asunto me tiene sin cuidado
Que es pura envidia Puta tontería de tu viejo
y sus aburridos compadres verdugos de la vagina
y de tus amigos falsos que les gusta mi falo
No olvides que el amor es más valioso
que todos esos juntos Que hemos luchado
aún contra nosotros mismos Que nuestro placer
tiene toda la belleza viril que ellos nunca han tenido.
EL DIOS QUE ADORA
Soy un Dios en mi pueblo y mi valle
no porque me adoren sino porque yo lo hago
porque me inclino ante quien me regala
unas granadillas o una sonrisa de su heredad.
O porque voy donde sus habitantes recios
a mendigar una moneda o una camisa y me la dan.
Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán
y lo nombro en mis versos.
Porque soy solo.
Porque dormí siete meses en una mecedora
y cinco en las aceras de una ciudad.
Porque a la riqueza miro de perfil
mas no con odio.
Porque tengo un compadre
A quien le bauticé todos los hijos y el matrimonio.
Porque nací en mayo.
Porque mi madre me abandonó
Cuando precisamente más la necesitaba.
Porque cuando estoy enfermo
Voy al hospital de caridad.
UN PROBABLE CONSTANTINO CAVAFIS A LOS 19
Esta noche asistirá a tres ceremonias peligrosas
El amor entre hombres
Fumar marihuana
Y escribir poemas.
Mañana se levantará pasado el mediodía
Tendrá rotos los labios
Rojos los ojos
y otro papel enemigo.
Le dolerán los labios de haber besado tanto
Y le arderán los ojos como colillas encendidas
Y ese poema tampoco expresará su llanto.
ME DEFIENDO
Antes de devorarle su entraña pensativa
Antes de ofenderlo de gesto y palabra
Antes de derribarlo
Valorad al loco
Su indiscutible propensión a la poesía
Su árbol que le crece por la boca
con raíces enredadas en el cielo.
El nos representa ante el mundo
con su sensibilidad dolorosa como un parto.
ELLOS Y MI SER ANÓNIMO
Es Raúl Gómez Jattin todos sus amigos
Y es Raúl Gómez ninguno cuando pasa
Cuando pasa todos son todos
Nadie soy yo Nadie soy yo
Por qué querrá esa gente mi persona
Si Raúl no es nadie pienso yo
Si es mi vida una reunión de ellos
que pasan por su centro y se llevan mi dolor
Será porque los amo
Porque está repartido en ellos mi corazón
Así vive en ellos Raúl Gómez
Llorando riendo y en veces sonriendo
Siendo ellos y siendo a veces también yo blanco papel
A que gentes de otros ámbitos conocieran sus noches estrelladas
de espermas de fandangos cuando la Candelaria
y esa alma gentil y bondadosa de ustedes mis amigos
que saben con una botella de ron blanco
entre pecho y espalda
prometer este cielo y el otro Los amo más en el exilio
Los recuerdo con un sollozo a punto de estallar
en mi loca garganta He aquí la prueba.
BURRITA
Te quiero burrita
Porque no hablas
ni te quejas
ni pides plata
ni lloras
ni me quitas un lugar en la hamaca
ni te enterneces
ni suspiras cuando me vengo
ni te frunces
ni me agarras
Te quiero
ahí sola
como yo
sin pretender estar conmigo
compartiendo tu crica
con mis amigos
sin hacerme quedar mal con ellos
y sin pedirme un beso.
ELOGIO DE LOS ALUCINÓGENOS
Del hongo stropharia y su herida mortal
derivó mi alma una locura alucinada
de entregarle a mis palabras de siempre
todo el sentido decisivo de la plena vida
Decir mi soledad y sus motivos sin amargura
Acercarme a esa mula vieja de mi angustia
y sacarle de la boca todo el fervor posible
toda su babaza y estrangularla lenta
con poemas anudados por la desolación
De la interminable edad adolescente
otorgada por la cannabis sativa diré
un elogio diferente Su mal es menos bello
Pero hay imágenes en mi escritura
que volvieron gracias a su embrujo enfermizo
Ciertos amores regresaron investidos de fulgor
eterno Algunos pasajes de mi niñez volcaron
su intacta lumbre en el papel Desengaños
de siempre me mostraron sus vísceras
Hay quien confía para la vida en el arte
en la frialdad inteligente de sus razonamientos
Yo voy de lágrima en lágrima prosternado
Acumulando sílabas dolorosas que no nieguen
la risa Que la reafirmen en su cierta posibilidad
de descanso del alma No de su letargo
Voy de hospital en cárcel en conocidos inhóspitos
como ellos Almas con cara de hipodérmica
y lecho de caridad Entregándole mi compañía
a cambio de un hueso infame de alimento
Toda esa gran vida a los alucinógenos debo
La delicadeza de un alma no está casi
en los que se apropia Sino en el desprecio de ese estorbo
sangriento cual banquete de Tiestes
que la opulencia inconsciente ofrece vana y fútil.
DESENCUENTROS
Ah desdichados padres
Cuánto desengaño trajo a su noble vejez
el hijo menor
el más inteligente
En vez de abogado respetable
marihuano conocido
En vez del esposo amante
un solterón precavido
En vez de hijos
unos menesterosos poemas
¿Qué pecado tremendo está purgando
ese honrado par de viejos? ¿Innombrable?
Lo cierto es que el padre le habló en su niñez de libertad
De que Honoré de Balzac era un hombre notable
De la Canción de la vida profunda
Sin darse cuenta de lo que estaba cometiendo.
PÁJARO
En la clínica mental vivo
un pedazo de mi vida.
Allí me levanto con el sol
y entre tanto escribo
mi dolor y mi angustia.
Sin angustias ni dolores
ataraxia del espíritu
en que mi corazón
como una mariposa
brilla con la luz
y se opaca como un pájaro
al darse cuenta
de los barrotes que lo encierran.
DE LO QUE SOY
En este cuerpo
en el cual la vida ya anochece
vivo yo
Vientre blando y cabeza calva
Pocos dientes
Y yo adentro
como un condenado
Estoy adentro y estoy enamorado
y estoy viejo
Descifro mi dolor con la poesía
y el resultado es especialmente doloroso
voces que anuncian: ahí vienen tus angustias
Voces quebrada: ya pasaron tus días
La poesía es la única compañera
acostúmbrate a sus cuchillos
que es la única.
EQUILIBRIO
A vuestras espaldas Vino fuerte
Amores desdichados de mi vida Los más
Me construí poderoso y soñador
y ustedes se quedaron
con las hilachas inasibles de mi poesía
Seres queridos
De cuerpos intocados
De pieles adoradas
Seres que me preservaron del destierro de la carne
al ejercitar en mí la sexualidad enamorada
Seres inhospitalarios Así me gustaban
Ellos me enseñaron que cuando se ama así se pierde
y que cuanto se pierde en el amar
se gana en el alma.
LA SOLEDAD DE GÓMEZ JATTIN
No sé donde arderás ahora corazón mío
Necesito entregarte siempre como esclavo Pobre de ti
Es urgente que enfermes otra vez y otra vez
Qué voy a hacer contigo ahí desocupado
como estúpida biología Vamos deshazte
de tu pesadumbre y emprende vuelo
¿Qué te sugiere el momento? ¿Te gusta esa mirada
envejecida pero atenta de tu buena sobrina?
Ve y háblale de cuando lloró sin motivo
O cuando de la risa se orinó en los calzones
O mejor recorre el campo y siembra un árbol
suntuario O llévate cordel y navaja
y construye un barrilete y eleva con él
tu soledad hasta las nubes
No No queremos los dos amigo mío hacer nada de eso
Queremos acostarnos otra vez sobre tu vientre
Pero esos tiempos han pasado Su cuerpo y su deseo
deambulan entre cines y bares de la urbe
enfebrecidos detrás de otros cuerpos y otros deseos
Y eso está bien Es su vida sin nosotros
Tiene derecho también a un placer libre
Allí está sola la luna y no se muere Solo está el viento
Tú me tienes a mí
Y a Nuestra Señora La Soledad de Gómez Jattin.
MEMORIA
Más allá de la muerte y sus desolaciones
que perviven intactas como la vida misma
hay un sol habitado de palomas y árboles
que guarda tu futuro en mitad de mi infancia
Joaquín Pablo mi viejo niño y amable
la edad nos confundió y nos separó dolidos
en mañanas de Mayo esperando la lluvia
y en las horas del brillo y las escaramuzas
de los gallos de riña entre los matorrales
Hay un silencio grave parecido al olvido
que me nubla mis ojos y quiebra mi garganta
en tus voces que guardo como una tibio sábana
para el frío de los años y la soledad cansada
Eras el último hombre honrado que sobrevivía alegre
Eras aquel sentido sembrador de amorosas pasiones
En mitad de la vida se me escapó tu cuerpo
Como un frutal cargado soleado y cuidadoso
que me heredó sus mangos en lo más débil del alma.
LOLA JATTIN
Más allá de la noche que titila en la infancia
Más allá incluso de mi primer recuerdo
Está Lola - mi madre - frente a un escaparate
empolvándose el rostro y arreglándose el pelo
Tiene ya treinta años de ser hermosa y fuerte
y está enamorada de Joaquín Pablo - mi viejo -
No sabe que en su vientre me oculto para cuando necesite
su fuerte vida la fuerza de la mía
Más allá de estas lágrimas que corren en mi cara
de su dolor inmenso como una puñalada
está Lola - la muerta - aún vibrante y viva
sentada en un balcón mirando los luceros
cuando la brisa de la ciénaga le desarregla
y el pelo y ella se lo vuelve a peinar
con algo de pereza y placer concertados
Más allá de este instante que pasó y que no vuelve
estoy oculto yo en el fluir de un tiempo
que me lleva muy lejos y que ahora presiento
Más allá de este verso que me mata en secreto
está la vejez - la muerte - el tiempo incansable
cuando los dos recuerdos: el de mi madre y el mío
sean sólo un recuerdo solo: este verso.
ABUELA ORIENTAL
A esa abuela ensoñada
venida de Constantinopla
A esa mujer malvada
que me esquilmaba el pan
A ese monstruo mitológico
con un vientre crecido
como una calabaza gigante
Yo la odié en niñez
Y sin embargo vuelve
en esta noche aciaga
con algo de hermosura
Por algo se dice
que con el tiempo uno perdona casi todo
Vuelve con sus cicatrices en el alma
de fugada de un harén
con sus "mierda" en árabe y en español
Con su soledad en esos dos idiomas
Y ese vago destello en su espalda
de alta espiga de Siria.
PRÍNCIPE DEL VALLE DEL SINÚ
Sus sentimientos más leves que las alas de las garzas
pero fuertes como su vuelo Su virilidad la propia
de un príncipe masculino soñador y altivo Su talante
el del que no quería amar pero ama Su heredad
la tierra Los míticos cebúes blancos y rojizos
Un carruaje de madera y metal violeta oscuro
Como sus ojos Tiene la noche de Damasco en ellos
Su voz la del trueno diluida en el susurro de la brisa
Su elegancia la del caballero del desierto Sus maneras
la presencia de los antepasados orientales fumando
el hachís Batiendo el aire con las pestañas negrísimas
con un fondo morado de ojeras de adicto ancestral
Tendido sobre un cojín de seda verde pistacho
Sus alimentos las almendras Las aceitunas El arroz
La carne cruda con cebolla y trigo El pan ácimo
Las uvas pasas El ajonjolí El coco El yogur ácido
Sus colores el negro El azul y el magenta
Sus elementos el aire y la tierra Su presencia
la de un joven dios agrario alejando el mal invierno
Regalando su fuerza al débil del campo Su esencia
íntima la del adolescente eterno que habita
la ilusión del poeta y su locura de alcanzarlo
en su pleno tránsito fugaz hacia la madurez
familiar a los hábitos poco felices
Su sentido unánime el de la saeta y el corazón palpitante
de la agonía del éxtasis erótico Su placer el desbordamiento íntegro
del ser sobre mis sueños abandonados entre sus manos
Su eternidad en mí la del amor largamente deseado
en lo esencial de cada instante De cada poema.
CASI OBSCENO
Si quisieras oír lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo
Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:
Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja
Y en tu sexo el milagro de una mano que baja
en el momento más inesperado y como por azar
lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado
No soy malvado trato de enamorarte
intento ser sincero con lo enfermo que estoy
y entrar en el maleficio de tu cuerpo
como un río que teme al mar,
pero siempre muere en él.
VENENO DE SERPIENTE CASCABEL
Gallo de ónix y oros y marfiles rutilantes
quédate en tu ramaje con tus putas mujeres
Hazte el perdido El Robado Hazte el loco
Anoche le oí a mi padre llegó tu hora
Mañana afílame la tijera para motilar
al talisayo Me ofrecieron una pelea para él
en Valledupar Levántate temprano
y atrápalo a la hora del alimento Dijo mi padre
Talisayo campeón en tres encuentros difíciles
He rogado y llorado que te dejen para siempre
como padre gallo Pero a mi viejo ya le dieron
el dinero y me compró un juego de dominó para engañarme
Pero ya estás cantándole a la oscuridad
para que se vaya Te contestaron tus vecinos
Y mi padre está sonando sus chancletas en el baño
Es imposible evitar que te manden otra vez a la guerra
Porque si mañana te espanto padre de todas maneras
hará prenderte por José Manuel el indio Así que
prepárate a jugarle sucio a tu contendor
Pues le robé al indio un veneno de serpiente cascabel
para untarlo en las espuelas de carey
En medio del tumulto y la música de acordeones
me haré el pendejo ante los jueces que siempre
me han creído niño inocente y te untaré
el maranguango letal Es infalible como el mismo diablo
Voy a apostar toda mi alcancía a nuestra victoria
Con lo ganado construiré un disfraz de carnaval
Y lo adornaré con tus mejores plumas.
ELLA SE LAMENTA
Me hubiera gustado ser varón
para poseerte
Para darnos trompadas en señal de ternura
y de fidelidad
Para ponerme las botas de capataz
y cabalgarte desnudo
Para amenazarle con un revólver
Pero yo
Una mujer
Una simple mujer
¿Qué puede hacer de memorable
en la prosecución de un amor?
CANCIÓN DEL AMOR SINCERO
Prometo no amarte eternamente,
ni serte fiel hasta la muerte,
ni caminar tomados de la mano,
ni colmarte de rosas,
ni besarte apasionadamente siempre.
Juro que habrá tristezas,
habrá problemas y discusiones
y miraré a otras mujeres
vos mirarás a otros hombres
juro que no eres mi todo
ni mi cielo, ni mi única razón de vivir,
aunque te extraño a veces.
Prometo no desearte siempre
a veces me cansaré de tu sexo
vos te cansarás del mío
y tu cabello en algunas ocasiones
se hará fastidioso en mi cara
Juro que habrá momentos
en que sentiremos un odio mutuo,
desearemos terminar todo y
quizás lo terminaremos,
mas te digo que nos amaremos
construiremos, compartiremos.
¿Ahora si podrás creerme que te amo?
EL AMOR BRUJO
He robado parte de tu cuerpo y de tu alma
Le he tendido una celada a los recuerdos
que aquí te recuerdo ¿Recuerdas amor?
El cielo de la noche casi azul se asoma
entre tus pestañas Noche vibrátil
Una vez me fui hasta tu región de monte
enfermo de hongos y tristezas muy tristes
Y aluciné con tu imagen alta y flexible
galopando un caballo de nube Luego
Venías por la tarde desde el Retiro de los Indios
en tu carruaje blanco y yo iba a pie
por la carretera Como un sonámbulo
Sonríes desde lejos como si masticaras
mi corazón entre tus colmillos
Mis palabras le quitan a tu vida muerte
Vives en este libro aunque te tengo miedo
Aunque apenas si hemos hablado
Pero te amo tanto como siempre
Tanto como puedas imaginar
Y estamos lejos
Como el sol del mar.
NI SIQUIERA UNA DULCE NOCHE
Aquel amor de fiebre y de tormento Aquel estar
pendiente de la luna entre los cocoteros Por si ella
me traía presagios de tu cuerpo Pero en vano
Pero estaba demasiado enfermo para soportar
la intimidad de tus caricias No hubieras conocido
en mí sino el temblor de un poeta y de su muerte
Aquel temor de mirarnos a los ojos no era vano
Estabas revestido de otro mundo Estabas lejos
Sobre todo cuando yo te amaba Cuando era
de ti como la nube en el reflejo del agua
Dentro pero lejos Dentro en el vientre
de una realidad inventada y fugaz
Era íntegramente bello porque no toqueteaste
tu cuerpo aunque tú lo querías y yo también
Pero antes de mi deseo estaba mi futuro
Estabas tú antes de mi deseo de ti
antes que el deseo estaba el amor
Antes que el amor estaba la vida y la maldad
Aquel amor que no tuvo una noche
Ni siquiera una dulce noche amor mío.
Raúl Gómez Jattin
por: FREDY FERIS
Su obra literaria empezó a ser conocida y celebrada dentro y fuera de su país, después de 1980. Sus recitales en la Casa Silva, en el Festival Internacional de la Poesía, en Medellín, y en el evento La Poesía tiene la palabra atrajeron y estremecieron al público.
Era considerado por la crítica literaria, como uno de los mejores poetas de Colombia, cuya obra aparece en las más destacadas antologías poéticas.
Pasó algunos años en Bogotá dedicado con pasión desbordada al arte teatral, como actor y director y, en sus ratos libres, escribía poesía. No duró mucho tiempo ese idilio con la vida y con el teatro, porque surgieron conflictos con sus compañeros de grupo y así volvió a Cereté la tierra de su infancia y sus ancestros a renovar su corazón de mango, a las aguas dulces de los ríos, a gozar de las tardes de sombra bajo los árboles de mamón, a renovar sus nostalgias cuando jugaba con Isabel a las muñecas de trapo “que eran nuestros hijos… que te vas a acordar Isabel, ahora tienes cinco hijos con el alcalde…” – y la vio con anteojos guiada con un chofer endomingado y lo saluda con frías palabras sin saber que el seguía jugando y soñando con las muñecas de trapo. Allá se meció en la mecedora de bejuco y se abanicó con la hechura de la paja campesina. Esa calma, ese sosiego, ese olor a mango y a ciruela, esas plumas de pavo real que colaban lentas, no le quitaron la angustia de su alma, el dolor profundo por los otros que practicaban el desamor y la falta de solidaridad. Todo ello galopaba lentamente en su corazón de irreversibles afectos y confundidos sentimientos para ir conociendo la dulzura del odio y de la muerte.
Los engaños, la hipocresía, las mujeres de oropel, las traiciones femeninas lo hirieron sin remedio, pero el hombre y el poeta necesitaba amar y entonces universalizó el amor con loca pasión de un hombre influido quizás por el pensamiento de Platón y Aristóteles, que decían “en vano golpea a las puertas de la poesía el que está en sus cabales” y “nunca ha habido un gran talento sin mezcla de locura”. Gómez Jattin profundizó en los griegos y siempre entendió que la base de la cultura de occidente era la filosofía, la ciencia y las artes de los griegos. Uno de sus libros de poesía Hijos del Tiempo trae poemas biográficos de Teseo, Homero, Casandra, Micerino, Electra, entre otros.
Los últimos diez años de su vida los vivió en Cartagena, allí ejerció su vocación de maestro no sólo en el teatro, sino en los talleres de poesía en el Museo de Arte Moderno y en la Universidad de Cartagena. Enseñaba la hermenéutica de la palabra, los secretos y la magia de la poesía y aconsejaba a los jóvenes.
El creía que la marihuana y otros alucinógenos eran lo que inspiraban su poesía, así lo manifestó en varias ocasiones durante las charlas que sosteníamos y siempre le manifesté que si así fuera todos los drogadictos serían poetas y que todo estaba en el talento que el tenía innato. El Embajador de Cuba, Jesús Martínez, lo invitó a Cuba y así después de una intensa labor de convencimiento, estuvo en el Hospital Psiquiátrico de la Habana en 1994. Después de varios meses regresó con su nueva dentadura y reconoció que él no necesitaba de la droga para escribir. Esto duró poco tiempo por cuanto que a la vuelta de la esquina reanudó su vida viciosa en forma más intensa y vinieron las idas y venidas a la cárcel y al hospital San Pablo que lo llevaron a escribir su nuevo itinerario.
Todo ese dolor que sintió hasta el final de sus días, le produjo la luminosa soledad que lo llevó a contar poéticamente sus locas, escatológicas y zoofílicas aventuras y relaciones con la sirvienta, las burritas, las gallinas, los pavos y con los propios hombres. Pero también sublimó sus dolores y su soledad a través de la palabra poética impregnada de una desgarrada rabia humanista contra la sociedad plagada de tenencias materialistas y de odiosos egoísmos. Se discute mucho si el realmente tenía vocación suicida. Se dice que desde hace años, inclusive en Bogotá, según diversas fuentes, toreaba a los vehículos, como en efecto trató de torear un carro fantasma en Cartagena el 22 de mayo de 1997, nueve días antes de cumplir 52 años. El carro fantasma – seguramente un fantasma ebrio – se lo llevó por delante para siempre logrando así descansar de esa puta vida que lo castigaba cada día y que atormentaba a la pacata sociedad que descansó en paz cuando el poeta murió junto al mar e ingresó a la eternidad. Ahora solo quedan sus palabras al viento para la memoria de los hombres que no seguirán su ejemplo de vida pero que se alimentaran de sus versos, malditos versos que regocijan y estremecen al mas frío de los mortales.
Rubén habla de su hermano Raúl
Entre rosas y espinas
Blanca Brunal
El Meridiano
No es poeta ni escritor como lo fue Raúl, es veterinario y se dedica a la docencia en la Universidad de Córdoba, pero sus apreciaciones sobre la vida de su hermano tienen una gran profundidad como si se tratara de cualquiera de alguno de sus versos.
Hoy a Rubén sólo le basta recordar todo ese recorrido que hizo de la mano de Raúl durante su infancia, su adolescencia y durante los momentos más críticos de su vida adulta para reconocer en él a un verdadero ser humano capaz de desatar un huracán y luego amansar la rabia contenida que producía, con uno de sus poemas más tiernos y significativos. Y tener siempre presente aquella frase que le escribiera en una carta que decía: "Aunque tú no lo quieras, yo soy tu hermano y aunque yo no lo quiera, tú eres mi hermano".
Rubén fue su único hermano, el mayor. Nacieron de un matrimonio de viudos: Joaquín Pablo Gómez Rainero y Lola María Jattin Safar.
"Mi padre era abogado, fue profesor de sociología en la Universidad de Cartagena y trabajó 30 años con el Poder Judicial. Fue el primer Magistrado del Tribunal Contencioso Administrativo de Córdoba y la persona que más influyó sobre la vida de Raúl. Había un gran nexo entre ambos, debido a que Raúl era asmático y recuerdo ver a mi padre cargándolo sobre sus piernas, meciéndolo día y noche, hasta dos días seguidos para aliviar su mal".
Raúl nace el 31 de mayo de 1945 en la ciudad de Cartagena porque en Cereté ni en Montería habían hospitales y por precaución, debido a que su mamá era una mujer ya mayor. Pero es en Cereté, en el barrio Venus, donde transcurre su infancia, compartiendo con Rubén las amistades de Alvaro Cabrales García, Marta Cristina Cabrales García, Lázaro García, Ana Teresa García, Miguel Antonio Acuña y Benjamín Espinosa.
Pero el asma lo limitaba mucho para sus juegos en la calle y su padre aprovechaba su encerramiento para inducirlo a la lectura, cosa que Raúl hizo con gusto, más cuando tenía a un excelente tutor como su padre que le gustaba también la lectura y lo llevaba al análisis crítico de las obras literarias.
"Quizá mi padre descubrió en Raúl su gran talento desde que era muy niño y se dedicó a cultivarlo, quizá fue él quien le ayudó a su formación especial. Mi padre era una persona con una gran formación literaria, tenía influencia de los clásicos franceses, tipo Voltaire, y eso se refleja más tarde en Raúl. Considero que era una persona, quizá más culta que Raúl, pero era sencilla, más bien tímida, que nunca expresó estos grandes conocimientos fuera del núcleo cerrado de personas que lo conocían. Raúl por su parte, tenía una memoria extraordinaria, impresionante y prodigiosa. Podía grabarse de un libro de mil páginas las figuras que contenía. Mis amigos y yo, a manera de juego, le preguntábamos qué había en la página "tal" y él decía la figura que correspondía".
Además Raúl era una persona de una fuerza física impresionante, "capaz de levantar una mesa con los dientes, cosa que si leemos sus poemas no lo creemos porque en ellos, por el contrario se ve es la ternura y las imágenes que tocan al corazón y al alma".
Raúl y Rubén empiezan a estudiar la primaria en Cereté, en el Colegio de Doña Dolores Garrido de González y de allí pasan al Liceo Montería, donde son alumnos fundadores. Pero el asma, como una sombra inseparable no lo deja y lo obliga a regresar de nuevo a Cereté junto con Rubén. Posteriormente son enviados a terminar los estudios en Cartagena. Primero, Raúl estudia en el Colegio León Xlll y posteriormente, pasa a La Esperanza donde sale graduado de bachiller. Siempre fue un estudiante brillante en todos los colegios donde estudió, destacándose en el área de sociales y los idiomas. Fue compañero de Juan Gossaín Abdala.
Cartagena le permitió descubrir ese otro mundo del cine y desde muy niño se iba a las salas a ver excelentes películas. Lo que había aprendido con su padre en el análisis de los libros, ahora lo ponía en práctica, haciendo críticas y comentarios profundos de las películas.
Si de niño ya demostraba su gran inteligencia, la máxima prueba que da de su capacidad intelectual lo hace a los 15 años en Cereté cuando regresa de Cartagena, nuevamente perseguido por el asma, cuando entra a trabajar como profesor de Historia Antigua en un colegio regentado por un profesor de apellido Doria Escudero, despertando en toda la sociedad cereteana mucha admiración.
Nunca se daba por vencido. Prueba su capacidad de docente en la Normal del Carmen, donde dicta clases en el área de sociales. En 1967 decide estudiar Derecho y se va a Bogotá a la Universidad Externado de Colombia.
"A los dos años de estar en Bogotá, Raúl, a pesar de ser un provinciano, de la noche a la mañana pasa a ser la figura de teatro en Colombia, dirigiendo a la par de Carlos José Reyes, Enrique Buenaventura, de Santiago García. El dirige el grupo de Teatro del Externado. Ese es quizá uno de los hechos que presagiaban la calidad intelectual y su genialidad. Se presenta en el Concurso Internacional de Manizales. Esto le representa su gran triunfo y su gran decepción. Triunfo porque surgió en tan poco tiempo, siendo un provinciano y desilusión por el hecho de que el grupo de él es rechiflado, no por malo, sino por razones de tipo político. En ese momento, quien no hiciera teatro político estaba relegado y él nunca siguió esa línea, su teatro era clásico. Aquí viene su primer choque. Eso causa un gran impacto psicológico en él, se frustra y ese golpe lo desilusiona en su espíritu teatrero. Sin embargo hace algunos intentos. Monta algunas obras, y una de ellas es traída a Sahagún y Cereté, gracias al apoyo financiero de Germán Bula Hoyos. En ese entonces, lo acompañaba Margoth Velásquez, hoy actriz de televisión, y Carlos José Reyes".
"Esa etapa de la vida de Raúl, su gran frustración en los inicios del teatro, a mi modo de ver, le crea un conflicto interno. Se viene a Cereté y entra en una etapa crítica. Se siente desubicado v quizá en este momento, se puede pensar que es preso de la droga. Su depresión v desilusión es un terreno abonado para caer en los efectos de la droga".
"Mientras tanto, mi padre se hacía muchas ilusiones, conociendo su inmensa capacidad, en que llegaría a ser un gran jurista. Pero Raúl renuncia a ello, aunque termina la carrera de Derecho, no se gradúa y renuncia personalmente a ser abogado".
"Entra en una crisis de su persona. Se siente frustrado. No encuentra salida y se profundiza su caída en la droga. Y se da el choque con mi familia y la ciudadanía cereteana. Nosotros no estábamos preparados para aceptar a una persona con un tipo de problemas de droga. Esta era un tabú, no era usual conocer gente drogadicta. Pensamos que estaba loco".
En 1976 muere su padre y "muere quizá el único freno que él tenía y eso lo afecta mucho porque era la persona a quien más quería y a quien más respetaba. Mi padre no alcanzó a conocer la parte poética de él, porque murió uno o dos años antes de que empezara a escribir. A él le tocó vivir esa parte negativa de Raúl en que estaba sumido en la desesperación porque le habían truncado su carrera en el teatro".
"Yo recuerdo a Raúl como un buen hijo, un buen hermano, pero un mejor tío, fue una persona que quiso mucho a mis hijos, inclusive muchas veces engañaba a mi padre, le pedía más dinero del que necesitaba con el fin de dárselo a mis hijos, así era él. Pero a raíz de la muerte de papá, su personalidad, se tuerce y empieza una lucha con nosotros. Era una persona que se consideraba libre y desatada. Para él nunca existía alguna atadura, y no aceptaba ningún tipo de compromisos, ni legal ni moral. Para él la moral era lo que quería hacer. El hecho de actuar, de proceder en esta forma ante la sociedad, le crea un conflicto con nosotros, porque nosotros no estábamos preparados".
"Yo me quedo como jefe de la casa y mi formación técnica - porque yo soy técnico, no soy poeta ni literato - no me permitía durante mucho tiempo entender la magnitud de su obra. Empiezan las visitas a las clínicas psiquiátricas porque nosotros creímos que era locura, íbamos a Medellín, 14, 15 veces, qué sé yo, idas y venidas a la clínica y no se veía mejoría".
"Luego viene una etapa en la cual él acepta la ayuda de nosotros, acepta una convivencia con nosotros. Pero también confieso que yo cometí el gran error de alguna vez, en esos momentos críticos y de desesperación, de conseguirle la droga, porque en realidad no sabía qué hacer con él. Pero esto posteriormente, lo rectifiqué, porque en estos casos es contraindicado".
"En una de sus venidas de la clínica empieza a escribir uno de sus poemas. A mi modo de ver, Raúl tenía el potencial artístico, un gran potencial artístico. El, primero buscó una canalización en el teatro, pero no lo dejaron porque se encontró con una muralla que era el teatro político. Se le vino el conflicto consigo mismo y encuentra la salida con la poesía. Encuentra en la poesía el encauzamiento a su gran desilusión en el teatro. De las primeras poesías que hizo fue "Qué te vas a acordar Isabel..." que se la dedicó a Marta Cabrales García de Ferrer, amiga de ambos en nuestra infancia, es como una hermana.
Esta poesía fue publicada en México en el periódico Excelsior.
Qué te vas a acordar Isabel
de la rayuela bajo el mamoncillo de tu patio
de las muñecas de trapo que eran nuestros hijos
de la baranda donde llegaban los barcos de La
Habana cargados de...
Cuando tenías los ojos dorados
como pluma de pavo real
y las faldas manchadas de mango
Qué va
tú no te acuerdas
En cambio yo no lo notaste hoy
no te han contado
Sigo tirándole piedrecillas al cielo
buscando un lugar donde posar sin mucha fatiga
el pie
Haciendo y deshaciendo figuras en la piel de la
tierra
y mis hijos son de trapo y mis sueños de trapo
y sigo jugando a las muñecas bajo los reflectores
del escenario
Isabel ojos de pavo real
ahora que tienes cinco hijos con el alcalde
y te pasea por el pueblo un chofer endomingado
ahora que usas anteojos
cuando nos vemos me tiras un "qué hay de tu vida"
frío e impersonal
Como si yo tuviera de eso
"Después vienen otras crisis. Rompe todos los nexos conmigo y con mis hijos. Yo entiendo hoy esa ruptura. El no aceptaba críticas. Prefería pelear con las personas más queridas, más allegadas con tal de no tener nadie que le criticara su actitud. En ese momento uno no se explicaba por qué una persona que nos quería tanto, de la noche a la mañana, se volvía nuestro enemigo. Quizá lo único que lo ató en su vida a él fue la droga, pero le servía de pronto para escapar de los problemas de la vida. El le huía a la realidad y la realidad éramos nosotros y cualquier persona que le daba la mano".
"Y la figura del Padre él la quería romper, cualquier norma social le molestaba- Y ponía como ejemplo siempre la "Carta al Padre" de Franz Kafka".
"A mi modo de ver, él era una persona que chocaba con los amigos, con los familiares y lo hacía con el fin de que nadie le criticara su "estilo de vida".
"Para nosotros fue muy difícil entender su estado, hasta el punto en que tuvimos que irnos de Cereté huyéndole. En casa vivía con mi madre, conmigo y mis hijos. Mi madre estaba ya anciana, de unos setenta y tantos años. Pero nos fuimos, no por odio hacia él o por rencor, sino por temor, porque era imposible convivir con una persona en estado de exaltación, exaltación producida por el alucinógeno, y porque podía hacernos un daño.
"En uno de los choques que tiene con mamá, me la tuve que llevar a escondidas para Montería donde permanecio año y medio escondida. El de pronto dice en uno de sus escritos que "lo abandonó cuando más lo necesitaba". Quizá fue un momento de rabia por parte de él porque él era una persona . posesiva y pensaba que quien se apartaba de su lado, lo abandonaba. Su mismo estado crítico no le permitía razonar la situación.
"Mi madre tiene que irse de Cereté, fracturada de una pierna, luego se fracturó otra pierna huyéndole. Muere en Montería en el año de 1984 y le hicimos ver a Raúl que había muerto en Venezuela y que le habíamos hecho un entierro simbólico. El reacciona y es cuando escribe los versos más bellos.
"Lola Jattin".
Más allá de la noche que titila en la infancia
Más allá incluso de mi primer recuerdo
Está Lola - mi madre - frente a un escaparate
empolvándose el rostro y arreglándose el pelo
Tiene ya treinta años de ser hermosa y fuerte
y está enamorada de Joaquín Pablo - mi viejo -
No sabe que en su vientre me oculto para cuando necesite
su fuerte vida la fuerza de la mía
Más allá de estas lágrimas que corren en mi cara
de su dolor inmenso como una puñalada
está Lola - la muerta - aún vibrante y viva
sentada en un balcón mirando los luceros
cuando la brisa de la ciénaga le desarregla
y el pelo y ella se lo vuelve a peinar
con algo de pereza y placer concertados
Más allá de este instante que pasó y que no vuelve
estoy oculto yo en el fluir de un tiempo
que me lleva muy lejos y que ahora presiento
Más allá de este verso que me mata en secreto
está la vejez - la muerte - el tiempo incansable
cuando los dos recuerdos: el de mi madre y el mío
sean sólo un recuerdo solo: este verso
"Nuestra vidas se sucedían entre esas peleas, podríamos decir, entre esa cultura de oposición contra todo lo que se atravesara en su camino, porque consideraba a su familia como un obstáculo para poder vivir esa vida desbocada, que lo liace proceder como un huracán que arrasa con todo, pero que a la vez iba sembrando con su poesía.
"Destruyó y digo esto entre paréntesis, pero sembró una gran obra de la cual nosotros nos sentimos orgullosos, aún cuando me tocó decidir a mí en atender su situación o atender a mis hijos. En el momento más crítico de su vida, yo tenía seis hijos, con uno próximo a ingresar a la universidad y me tocó escoger, porque los recursos económicos de un profesor no dan para alimentar a una familia y sostener a una persona en una clínica que cada día se comportaba peor y que no dio nunca señales de modificar su conducta, que cada día era peor. Además nosotros no entendíamos su situación y optamos por dejarlo a su libre albedrío".
"Quizá esto le permitió a él, en algo, reflexionar. Se va a vivir a Cartagena en donde ya conocían su obra y es acogida con más fuerza que en Cereté, aunque en Montería habían unos movimientos literarios, como El Túnel que ya lo conocían y lo valoraban".
Nuevamente, como cuando era niño, llega a la ciudad amurallada. Pero ahora ya no llevaba asma, iba con el alma contagiada, enlodada por la droga y la soledad a cuestas. La soledad lo acompañaría siempre y de ella haría también versos y de ella también intentaría desatarse. Deja su Cereté querido en manos de los recuerdos de juegos entrecortados, entre libros que se enmohecieron con la muerte de su padre y el fantasma de una madre que nunca supo donde quedó.
Vivir de manera desatada, leyendo a los cuatro vientos versos, caminando descalzo por cualquier calle, no es cosa que en esta ciudad escandalizara mucho. A él lo acogen como el poeta y punto. Aunque ya conocían algo de su obra, sus recitales en la Universidad de Cartagena, lo proyectaron más. Cartagena se convierte en su refugio, allí hace nuevas amistades que también comenzarían a quererlo en las buenas y en las malas. Entre ellos están Enrique Jatiff, Gustavo Padrón, María Nelly Mendoza, Mara Berrocal. Son ellos quienes logran hacer contacto con el Gobierno de Cuba y hacer que Raúl reciba un tratamiento de recuperación. Eso hace dos o tres años".
En Cereté también existe otro grupo de personas, entre ellas Lena Reza, Carolina Patiño y Lázaro Reza, que comienzan a organizarle recitales y apoyarlo. "Es como si vieran a Raúl de otra manera, no ven su aspecto negativo, sino su valiosa obra y lo hacen primero que yo. Yo hasta ahora es cuando estoy viendo las cosas de otra manera".
Se va Raúl a Cuba y permanece allá durante cinco meses. Por primera vez salía del país, logrando quizá uno de sus sueños que siempre tuvo cuando aún vivía su padre. Quería irse para Europa, pero los quebrantos de salud de su padre, se lo impiden y luego ese sueño se esfuma.
"Contrario a lo que dicen algunas personas que la poesía de Raúl es una poesía enferma, porque es la poesía de un loco, yo digo que eso es absurdo, y que eso es mentira. Que Raúl se drogaba para escribir... JAMAS, él nunca produjo nada en los momentos en que se encontraba bajo los efectos de la droga. El generalmente, o siempre escribía después de salir de una crisis en el proceso de descanso. Porque en ese estado, para él era imposible concentrarse, estarse siquiera quieto. A él siempre lo recuerdo escribiendo en una hamaca, ese era su lugar predilecto para hacer versos".
A su regreso de Cuba hace un recital en Cereté donde fue aclamado. Era como si hubiese resucitado, como si un nuevo hombre, aunque en su aspecto físico se veía desmejorado, su mente se mostraba clara y lúcida, volvía a ser el dueño y amo de su gente de Cereté.
"Ese día nos llamó y fuimos a verlo en el Club Campestre de Cereté. Su presentación fue un éxito. Parecía que era el comienzo de un acercamiento más con él. Hasta nos invitó a celebrar. Yo vi un gran cambio en él. Cuando departíamos alegremente, inclusive se negó a tomar alcohol".
"Esa ida a Cuba, a mi modo de ver tuvo una positiva influencia en Raúl. Fueron unas terapias de grupo que lo llevaron a tomar conciencia, aún cuando yo creo que si hubiese sido por un período más largo, el resultado hubiese sido más positivo. Pero luego vienen otras recaídas. Sin embargo logra escribir otro libro".
"En un recital anterior, un día me dejó una carta, eso fue antes de irse para Cuba, donde me decía: 'Aunque tú no lo quieras, yo soy tu hermano y aunque yo no lo quiera, tú eres mi hermano, acabemos con esta situación de tensión familiar'. Nosotros acogimos su petición".
"Nunca le guardamos rencor. Siempre conservamos ese aprecio y respeto hacia Raúl aunque estábamos apartados de él, más por miedo que por otra causa. Es que él chocaba contra todos nuestros principios de una vida en familia".
"Sus choques con la familia no sólo se dieron con los vivos sino también con los muertos. Ni de niño aceptaba presiones de ninguna índole. Lo demuestra en un poema que le escribe a mi abuela Catalina Saffar, en donde prácticamente la trata a fuetazos. El no le perdonaba que cuando era un niño, ella le exigiera tanto, que le exigiera alguna cosa, que no saliera a la calle, que hiciera la tarea, algo que le reprimiera. Era una persona sumamente sensible".
"Hace unos cinco meses volvió a Cereté. Luego se regresó a Cartagena. En Cartagena, en el Hospital San Pablo lo acogieron siempre muy bien. El psiquiatra Cristian Ayola, no sólo fue su médico, sino un gran amigo. Y el amigo de su vida fue el psiquiatra José Luis Calume y su esposa Zita Figueroa, compañero de andanzas en Bogotá, mientras estudiaban. Como todos los amigos de él, fueron víctimas también de su desenfrenada conducta agresiva, a pesar de eso jamás le guardaron algún rencor. Fue amigo de él también el psiquiatra Alvaro Solano Berrío".
"En Cartagena se tejió la versión de un suicidio, lo cual me niego a aceptar, no porque sea su hermano, sino porque él nunca atentó contra su vida. El era una persona que se quería, él era dueño de su ego y no creo eso. El suicidio de esa manera, hubiese sido una manera muy burda para él."
"Siento que ha dejado un profundo vacío en la familia, aun cuando se piense que a nosotros nos importaba "un bledo" su vida. Veinte años de luchas y de situaciones difíciles, quizá endurecen un poco, pero ante la muerte de él todos nos hemos sentido consternados porque realmente no estábamos preparado para que su fin fuera de esa manera tan trágica".
La muerte del poeta
Antonio Mora Vélez
Escritor
Raúl Gómez Jattin nació hace una década para la poesía pero en ese corto lapso escribió versos memorables que lo ubican entre los mejores autores del parnaso colombiano. Nadie como él le había cantado al Sinú, la tierra de sus primeros años, ni al mango, ni a la madre, ni a la nostalgia de los viejos caminos, ni a la tragedia de ser un ángel habitando en el cuerpo del demonio. "Le dio tal calor y tal vitalidad a nuestra esmirriado poesía, que leerlo era palmotear de júbilo y solazamos en el calor dichoso de su música", dijo de él Juan Gustavo Cobo Borda.
El poeta mayor de Córdoba escribió pocos libros: Poemas, Retratos, Tríptico cereteano, Amanecer en el Vall del Sinú, Hijos del tiempo, El esplendor de la mariposa y la antología de su obra en Poetas de España y América editada por Colcultura. Pero su poesía pasará a la historia de la lírica colombiana por la frescura de su lenguaje y por la espontaneidad y libertad formales utilizadas, aparte del desgarramiento humano al cual aluden sus versos y que de suyo la ameritan con suficiencia. Gómez Jattin fue bucólico, intimista, conceptual y coloquial en su poesía; sus temas predilectos fueron el desamor, la nostalgia y la desesperanza, tratados con palabras limpias y elementales que alcanzan la belleza por conjunción.
Nada pudieron hacer sus amigos, esa "legión de ángeles" que lo ayudaba, para evitar que su "dios blanco, bellísimo, de alas doradas" lo llevara a disfrutar con él los placeres del Olimpo, al lado de los personajes que admiró y a los cuales les cantó en sus libros. Cansado de vivir en ese, su "cuerpo inmundo" que su "alma no resistía", el bardo de Cereté se marchó buscando en la luz de uno faroles, la ruta hacia la eternidad. Ahora vendrán todos los críticos, intelectuales, periodistas, escritores y directores culturales de Colombia a decir que fue grande, sublime, original, tierno y feroz al tiempo, que sabía de Eurípides más que nadie en el mundo. Y se lamentarán por el vestido del poeta, por la mirada feroz del poeta, y por los arrebatos de locura del poeta. Pero pocos dirán que su poesía y su locura tuvieron su origen en el desamor y que en ese cieno que fue su vida germinó la poesía más vital y hermosa de Colombia, porque la vida es así, contradictoria, igual que este país que lo parió a él como catarsis, igual que todo lo que existe en el mundo de la materia.
Gómez Jattin presintió la muerte en su poesía. ("Siento que la muerte me ama y me busca para llevarme a su inframundo'..."Siento escalofríos de ti, hermana muerte"). Pero no fue el loco el que buscó en las farolas del bus la luz de la eternidad, fue el cuerdo transitorio "cansado de vivir en ese cuerpo inmundo". Y tal vez cansado de escribir poesía, que es canto a la vida, en el país que más la ultraja y que más culto le rinde a la muerte cada día. O tal vez desesperado porque los terapéuticos y prolongados períodos de lucidez no le servían sino para hacer consciente su tragedia y para escribir versos "reposados y tranquilos" que no eran los suyos. O tal vez - y esta es la hipótesis que más me gusta - porque en algún lugar del Universo, un ángel con unas alas plateadas necesitó un bardo para amenizar la fiesta de los dioses y lo vio en su telescopio caminando en una noche solitaria por las calles de Cartagena de Indias, y se lo llevó en espíritu para disfrutar de su poesía. Y allí está ahora. Mejor acompañado. Totalmenfe feliz, como nunca pudo serlo en este mundo. Unas veces al lado de Calíope, de Erato, y de las demás Musas, leyéndoles sus poemas; otras, libando el néctar de Amaltea con los poetas amigos, o bañándose desnudo en la fuente Castalia, y en otras, por las tardes, cabalgando en los radiantes corceles de Apolo por las tierras de Ceres y contemplando sus bosques, sus cañadas y sus huertos.
Sobra decir que el cuerpo que enterraron en Cereté no fue más que eso: un cuerpo enfermo, inferior al genio del alma que lo usó por algún tiempo.
Sincelejo.
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