Kristofer Uppdal
Kristofer Oliver Uppdal (Nació el 19 de febrero 1878 y falleció el 26 de diciembre 1961), nacido Opdal fue un poeta noruego y autor, nacido en Beitstad, Nord-Trondelag.
Cuando era un niño, Uppdal trabajó como pastor, y posteriormente como trabajador minero y de la construcción. En 1907 comenzó a trabajar para el Hydro de Noruega , y se sobrepuso a dos Su fábrica en Rjukan en 1910-1911.
OBRA:
Ved Akerselva og andre forteljingar, 1910
Dansen gjenom skuggeheimen, 1911–1924, syklus av 10 romanar (Dansen gjenom skuggeheimen, 1911, Trolldom i lufta, 1912, Røysingfolket, 1914, Stigeren, 1919, Kongen, 1920, Domkyrkjebyggjaren, 1921, I skiftet, 1922, Vandringa, 1923, Fjellskjeringa, 1924 og Herdsla, 1924)
Uversskyer, essay, 1917
Andedrag, essay, 1918
Elskhug, dikt, 1919
Altarelden, dikt, 1920
Jotunbrunnen, aforismar, 1925
Galgberget, 1930
Hagamannen, 1939
Kulten, 3 bd. (Galgberget, Hagamannen og Løysinga), 1947
Hestane mine. Etterlatne dikt, 1963
Om dikting og diktarar, artiklar utg. av L. Mæhle, 1965
La laguna
Allí está la laguna intensamente negra.
En velos de rocío matinal.
¡El hombre y la mujer!
Salen del baño.
Y están en la playa
De la laguna.
¡Dos cuerpos desnudos!
¡En el sol matutino!
¡Hombre y mujer!
¡Dios y Diosa en el mundo!
¡Las gotas de agua!
Perlean y resplandecen.
En los cuerpos de ambos.
La mujer levanta una rodilla.
Está allí de pie tocándose el pie.
El agua está fresca.
Entonces se percatan de ellos mismos.
En la laguna.
Allí están un instante en el olvido.
Y reflejan su parte delantera.
En el agua.
Y están tan absortos en ello,
de mirar
sus propias sombras.
Cada uno por su lado.
Sólo se han visto mutuamente.
Y no se han visto a sí mismos,
hasta hoy en el espejo del agua.
No se parecen uno al otro en todo.
Y lo ven.
Están desnudos
y no lo ven.
¡Los dos allí en la superficie!
Ahora se ven mutuamente.
En el asombro.
Kristofer Uppdal en Hestane mine (1963), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
La Naturaleza
Todo susurra y te habla.
Los rayos de la aurora boreal.
Bosque en lúgubres pantanos.
Rocío en las flores.
Nieve recién caída.
Todo susurra y crea su labor común.
Un cielo para que tu alma repose en él.
* * *
El juego de las luces es siempre vida.
El juego de las luces revienta lo muerto, consigue sacar una sonrisa, tiembla ligeramente como el primer llanto.
* * *
Lo gris es uniforme y por ello nada más que masa.
De lo gris surge aquello que se diferencia, — líneas y rasgos claros. Un rostro.
Kristofer Uppdal en Jotunbrunnen (1925), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
No nos despertéis
Vivos, pero como dormidos, andamos, nos apresuramos, corremos por el borde de horribles abismos, y escalamos escarpadas crestas.
Y ningún vértigo nos afecta, vamos tranquilos y seguros.
Porque estamos como dormidos
y no vemos los peligros.
Pero si nos despertamos—
si alguien nos despierta—
¡No nos despertéis!
Porque entonces veríamos y nos asustaríamos tanto que veríamos los peligros.
Y nos precipitaríamos de cabeza a las profundidades.
¡No nos despertéis!
Kristofer Uppdal en Jotunbrunnen (1925), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
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