María del Carmen Pérez Cuadra
Narradora, poeta, investigadora literaria, docente. Nació en Jinotepe, Carazo, Nicaragua el 28 de noviembre de 1971. Master en Literatura Hispanoamericana y de Centroamérica, y Licenciada en Arte y Letras por la Universidad Centroamericana (UCA), Managua.
Su tesis de maestría abordó el proceso contemporáneo de la cuentística centroamericana. Ha publicado el libro de narraciones, Sin luz artificial (1994), el cual ganó el Premio Único del II Concurso Centroamericano Rafaela Contreras 2004 en "Cuento" escrito por mujeres convocado por ANIDE. Tiene inéditos los poemarios: El monstruo entre las piernas y otras escrituras antropomorfas (poesía), -Mención en el III Concurso Nacional de Poesía Mariana Sansón 2005,- y Diálogo entre Naturaleza Muerta y Naturaleza Viva y otras respuestas pornoeroticidas [Mención en el concurso de poesía Mariana Sansón 2003].
En el 2009, integra la Junta Directiva de ANIDE (Asociación Nicaragüense de Escritoras de Nicaragua) y el Consejo de Redacción de la revista ANIDE en su calidad de Coordinadora de la sección de Narrativa. Es miembro del Consejo Editorial de las revistas 400 elefantes, de El ángel pobre y de la revista virtual Istmo -especializada en estudios literarios y culturales centroamericanos http://www.cc3mundos.org.ni/istmo También es investigadora de las artes plásticas.
Ha participado como expositora en Congresos Centroamericanos de Literatura, Encuentros de escritores nacionales y centroamericanos. Ha realizado investigaciones sobre Mónica Zalaquett, Franz Galich, Gioconda Belli, Sonia Morales, Rubén Darío, y otras escritoras y escritores centroamericanos. Ha publicado ensayos, poemas y narraciones en revistas y periódicos del país y en sitios virtuales. Co-fundadora del Seminario Permanente de Investigaciones de Literatura Centroamericana (Univ.C.A. (UCA)- Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica IHNCA) 1995-2004. En el 2009, integró el equipo del Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica IHNCA de la Universidad Centroamericana UCA en Managua y es colaboradora del programa de investigación: “Hacia una historia de las literaturas centroamericanas” del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (CIICLA) de la Universidad de Costa Rica (2006).
Una de sus narraciones “Sin luz artificial” fue publicada en la antología de narrativa latinoamericana: El futuro no es nuestro (Argentina: Diego Trelles Paz (Compilador). Eterna Cadencia, 2009). Debido al éxito del libro se publicará también en Estados Unidos, España, Bolivia y Alemania. Su novela El Intermortal está en proceso.
Puede encontrar una muestra de su narrativa en Pie de Página, revista virtual argentina: http://www.piedepagina.com/redux/category/especiales/el-futuro-no-es-nuestro/
Blog personal: http://www.animalinedito.blogspot.com/
Premios / Reconocimientos:
-Premio único del II Concurso Centroamericano “Rafaela Contreras” 2004 de Cuento Escrito por Mujeres con su libro, Sin luz artificial (narraciones cortas). /Concurso convocado por ANIDE.
-Mención especial del “III Concurso Nacional de Poesía Mariana Sansón 2005”, auspiciado por ANIDE, por el libro inédito: El Monstruo entre las piernas y otras escrituras antropomorfas.
-Mención especial del “I Concurso Nacional de Poesía Mariana Sansón 2003” con el libro inédito: Diálogo entre Naturaleza Muerta y Naturaleza Viva, más algunas propuestas pornoeroticidas. (Poesía)
Bibliografía
1. Sin luz artificial (Narraciones). (Managua: Fondo Editorial CIRA. 2004).
Léase como carta de amor a mi amado que lee distraído
No le hagas caso a la marca O positivo,
mejor siente el calor.
Hace mucho, tengo
una lata de conservas, sin abrir, en el pecho
que ha vivido engañada
funcionando como si fuera motor
ahora oxidado,
pero el verde natural
de los frijoles que crecen
en el refrigerador
no es suficiente.
Estar sujeta a este espacio
por un hilo de sangre coagulada
es un chiste que conduce a la tragedia.
Mejor hubieran
cajas vacías
que nunca jamás
corrieran el riesgo de incendiarse
si fuego fuera el amor
y caja una vida.
CUANDO EL DOLOR ES OBVIO Y LA MADRE ESTÁ PRESENTE
Conozco un dolor muy grande
Uno que abre y revienta por dentro
Uno que mancha de rojo y humedad la piel de mi cara
Uno que calienta y agita con fuerza el interior de mi carne
Uno que me hace decir cosas que no quiero en voz muy alta
(O sí, sí quiero pero no quiero que lo sepan.)
Conozco un dolor que se asoma desde el décimo piso
De un edificio del último mundo
De una ciudad cualquiera en este planeta.
Mi mundo, mi ciudad diminuta.
Mi dolor es todo y no es nada
Pero no es prestado. Es auténtico.
Lo sufro, lo soporto y ruego que pase
Espero a mi madre
Quiero que llegue y que me diga mientras me acaricia
Como si yo fuera un animal herido:
—Ya pasó, María. Todo va a estar bien, María. El dolor pasa, María.
Es que la debilidad de mi madre es el amor a los animales.
El monstruo entre las piernas
Unos días terminaron fugaces
entre alas de cuervos
y patas de gallinas
en el refrigerador,
otras tardes se fueron lentas,
con voces de mujeres abejas
y bramidos de vacas encinta
rumbo al matadero,
muchas mañanas tibias
de tacitas de “café de leche”
y mediodías cerrados de lluvia.
Pasaron.
Cada sombra de barro-ceniza
pasó sin rozarme,
no como el tiempo
que me marca con arrugas
y piel seca.
Pero al fin uno de esos días
escuché la voz que decía mi nombre.
Hoy viniste de pronto a decirme:
«Nunca dejes que tu amor
crezca más que tu soledad»
y yo distinguí entre las láminas
de un cielo azul cobalto recortado
un adiós que me hacía muecas
con las manos.
Pero en realidad
era un barco de azúcar blanca
que buscaba sus propios rumbos
sobre mar de tinta china
y soledad hecha de piedra lunar.
Muchas sombras antropomorfas
pasaron.
Y aún así, ni
los días de cuervos,
patas de gallina y
vacas encinta,
almacenados en cubos de hielo,
me importaron.
Fue por eso que llegué hasta vos
para que mi amor creciera
como ramas incrustadas en el pecho,
sólo por molestarte, por causarte algún daño.
Y quise ser víscera de costado,
faro,
picaporte de toda puerta,
amuleto de toda ocasión
pero de todas formas se disfraza el miedo
es por eso que hoy escribo:
“No dejes que a tu amor
lo devore el monstruo que vive
entre tus piernas”.
El amor es una forma geométrica irregular.
Temprano. Desperté
para ver el paisaje de tu cuerpo
a veces magnífico,
a veces misterioso,
y sé que no puedo morderte
alimentarme de tu carne,
sos inalcanzable, irretenible.
La pereza me carcome
en esa parte de no querer ver gente
por eso es que te busco
caballito de mar
caballito de feria
para recolectar, ordenar, coleccionar
pedazos sueltos, algo
que no sé si me hará feliz.
Solución recurrente:
tu voz da lecciones colonizadas
«La felicidad es una pistola caliente»
¿o transculturizadas?
No sé si te comprendo
por eso me conformo
con luchar por entrar en mí misma
abeja en su panal de miel
miel en su panal de abeja.
Allí, corazón,
cuando pases por esa puerta
el hilo de acero cortará tu cuello,
entonces te partiré haciendo formas irregulares,
quizá tréboles, quizá cerezos,
después,
voy a comerte.
(De su libro inédito, El monstruo entre las piernas y otras escrituras antropomorfas).
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