CARMEN SERNA MONTALVO
Nacida en La Puebla de Híjar, Teruel en 1924, la poeta Carmen Serna falleció en 2011 en Zaragoza a la edad de 86 años. Mujer luchadora, de enorme vitalidad, sintió la llamada de la literatura desde muy joven. Llevaba más de treinta décadas dedicada a la poesía. Firmó libros como Memorias de ceniza y esperanza,Destellos en la sombra, Desvelada, Recuerdos en la noche, Poema inacabado, Hojas al vuelo, La hoja murmurante o Los enigmas del tiempo,el poemario que dedicó a Camboya. Este último lo publicó en edición bilingüe con ilustraciones de Carmelo Rebullida...
Allí viví la angustia entre volcanes
de violenta y salvaje espuma.
En el 2000 recibió el premio Sabina de Oro. Fundó con María Ángeles Cosculluela la Asociación Aragonesa de Musicoterapia, de la que llegó a ser presidenta varios años. "Carmen Serna ayudaba a los demás mediante esa técnica que usa los sonidos, la rima, los ritmos y la melodía para despertar y estimular los sentidos". Colaboró con numerosos enfermos de alzheimer (su marido padeció esta enfermedad y le dedicó un poemario estremecedor), entre otras muchas actividades.
Fue una escritora de la vida, de la esperanza, del amor, del dolor y la muerte; la muerte andaba siempre por ahí, al acecho.
Si la muerte acredita con sus labios
que nadie va a liberarse de su encuentro
¿para qué tanta duda, tanta tensión inútil
tanto anhelo?.
Ángel Guinda la incluyó en la antología Yin. Poetas aragonesas, 1960-2010 (Olifante, 2011), y desde el 2009 contaba con una calle en el barrio de la Jota, asignada ya en el 2001. "Estos homenajes se agradecen mucho cuando son en vida", dijo entonces. En el poema La vida había escrito:
LA VIDA
La vida es un aire turbulento,
un enigma profundo sin resolución,
encuentro de voces no siempre sincopadas.
Lucha perpetua, sin tregua,
puente que desemboca en la muerte
inexorablemente.
¿Por qué la amamos tanto?
¿nos asusta el enigma de lo desconocido?
No quiero encontrarte en la agonía
de no querer perderte.
( de su libro Palabras viajeras)
ENIGMA
El aire trae de pronto recuerdos del olvido
Rodolfo Alonso
¿Quién podrá adentrarse en tu memoria
que danza en el vacio?
¿Quién en tu espíritu volando a las estrellas?
Quién entenderá tus cantos y alegrías?
Eres todo un enigma que no sé descifrar
pero quiero vivir y adentrarme
ebria de nostalgia, en la inocencia
de tus cantos en tu alegría de niño
y perpetuarlos en tu tiempo,
en el mío y en la eternidad
que nos aguarda.
(de Palabras viajeras)
No quieras retornar
No quieras retornar.
El día se ha extinguido
y ya no vuelve el sol a desandar espacios
que recorrió en su órbita.
A través de los tiempos, volverá
por los mismos senderos.
Ni párpados, ni labios,
en la distancia,
nos soñarán los siglos.
(Poema Inacabado, Aula de Cultura Astro, Córdoba 1992)
Os traigo
Os traigo mis recuerdos del viaje que invadió
las sombras de mi rosal desnudo.
El río caudaloso reúne nuestras vidas.
Allí viví la angustia entre volcanes
de violenta y salvaje espuma
de los que a las puertas de la indigencia,
se nos cruzan sonrientes y esperanzados
y esperan que los viajeros de otros pasajes,
de otros rumbos, de otros climas,
con los párpados abiertos los contemplen
y les doten de alas para poder volar
en dirección a la luz, a la libertad que sueñan.
¿Qué derecho tenemos a esconder esa luz?
¿Qué derecho a cercenar los sueños?
(De Los Enigmas del tiempo (Camboya en el corazón)
Estudio de palabras, Zaragoza 2007)
las sombras de mi rosal desnudo.
El río caudaloso reúne nuestras vidas.
Allí viví la angustia entre volcanes
de violenta y salvaje espuma
de los que a las puertas de la indigencia,
se nos cruzan sonrientes y esperanzados
y esperan que los viajeros de otros pasajes,
de otros rumbos, de otros climas,
con los párpados abiertos los contemplen
y les doten de alas para poder volar
en dirección a la luz, a la libertad que sueñan.
¿Qué derecho tenemos a esconder esa luz?
¿Qué derecho a cercenar los sueños?
(De Los Enigmas del tiempo (Camboya en el corazón)
Estudio de palabras, Zaragoza 2007)
Gracias por mantener vivas sus palabras, felicidades por éste espacio, Bendito Dios la conocí y me enseño a amar la poesía pura, aquella que brota del experimentar la melodía del vivir y simplemente compartir al mundo la voz del corazón que latió el instante que se le permitió. A tres años de que ella goza de la Gloria de Dios, comparto la dicha y la gratitud plena que le tengo, por abrirme las puertas de su hogar y de su corazón, por permitirme ser una hija más y bendecirme con su amistad.
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