Naima Ejbari
Nació en 1965 en Beni Gorfet en Marruecos. Emigra a Almería en el año 2000.
Licenciada en Literatura Árabe por la Universidad 'Abd.Almalike.Assadi'.
Rechazo de las cadenas y las rejas en Almería
Naima Ejbari
"El libro de Naima Ejbari es muy intenso, donde la poesía aparece como compromiso y como transformación. En el libro hay una honda reflexión sobre nuestra memoria y como recuperar la memoria que hemos perdido en parte. Desde luego está la Chanca al fondo, porque el barrio le ha marcado de por vida. Hay una inmensa rebeldía y un grito de libertad, libertad de expresión, libertad de pensamiento y libertad de movimiento", comentó Ceba.
Por su parte, Naima Ejbari explicó cómo surge la idea de escribir el libro de poesía. "Cuando lo hice fue porque me encontraba muy enfadada y dolida por una experiencia personal. En vez de irme a un psicólogo lo mejor que hice fue coger una libreta y un bolígrafo y ponerme a escribir. Empecé a escribir todo el enfado que sentía dentro de mí".
"Aparte quiero escribir obras de teatro y guiones para el cine, no solo me quiero quedar en la poesía", señalaba Ejbari, que no descarta tampoco escribir novela. "Pienso como una mujer marroquí, cuando escribo también lo hago como una mujer árabe", confesaba. Pero sin duda, Ejbari ha escrito una obra muy intensa y cargada de emociones.
Identidad del amor
I
Abrid las puertas.
Quiero salir.
Quiero tocar el sol y esperar a ver las estrellas.
Volveré dentro.
Cerraré las puertas.
No puedo llegar a tocar el sol ni ver las estrellas.
Me duelen los ojos; me queman las manos.
II
Siento un calor abrasador y quiero desnudarme.
Intentar secar la piel de mi cuerpo.
Sobre mi cuerpo caen gotas de sudor del mismo color
de mis lágrimas.
Pueden ser gotas de lluvia,
lluvia de verano.
Pueden ser restos de cristales rotos.
III
Pero no. Son gotas de sudor de diferentes cuerpos.
De cuerpos llenos de vida y de encuentros.
Pueden ser.
O quizás puede ser amor.
Pero no. Son gotas de sudor de dos cuerpos que se aman.
IV
Son gotas que se abrazan y se mezclan, nunca se separan.
Son gotas que se enfrentan a un mundo real o a un mundo ideal.
Son gotas de diferentes identidades, diferentes creencias.
Pero conocen el verano y sienten el calor del sol.
Ven la belleza de la primavera y sienten la tristeza.
V
En pleno invierno sienten caer lágrimas del cielo.
Y se sienten tristes cuando se esconde el sol,
por largo tiempo.
Pero las gotas del sudor no quieran sentir
que están en la última página de nuestro libro.
Que es como nuestro diario de otoño.
Tampoco quieren ser hojas tiradas.
Ni abandonadas, ni cambiadas de color.
Son gotas que conocen el verano.
Sienten el calor del sol
y la belleza de la primavera.
Gotas de diferentes identidades,
y diferentes creencias.
Pero llenas de vida y de encuentros.
Poemas ebrios
I
Por el monumento
abandonado.
Lloraba.
Lloraba los siglos.
Buscaba el silencio.
En la embriaguez,
con las bebidas,
con los poemas,
con la honestidad.
En la embriaguez.
II
Mi otoño ha florecido.
Mi sol se prepara
para un anochecer.
Soledad profunda,
extraña.
Llena del misterio.
III
Esta furia
es la mía.
Esos gritos,
estas lágrimas,
esos rituales.
son míos.
IV
Buscaba
los dulces momentos.
Los florecidos recuerdos.
Buscaba
los misteriosos recuerdos.
Donde se ha dibujado
mi destino.
Y el destino
del monumento
abandonado.
Naima Ejbari | Rechazo de las cadenas y las rejas en Almería
Biblioteca Africana – Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes | Octubre de 2014
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