martes, 19 de octubre de 2010

1536.- JEFFREY Mc DANIEL


Jeffrey McDaniel nació en los Estados Unidos en 1967. Publicó los libros Alibi School (1995) y The Forgiveness Parade (1998). En la actualidad prepara su tercer libro y se desempeña como profesor de escritura y de taller en diversas universidades de su país.



Jefe de los Inferiores

La cerviz en taza se sentó
a la mesita de café.
Tratamos de no mirar,
como nuestras pupilas lo harían
freídas por su luminosidad.
Quizá mi ex-mujer lo dejó
como un recordatorio del tiempo
cuando los seres humanos tenían caderas,
hace mucho cuando teníamos cuerpos.
Sí, era divertido -una torta de taza
de brisa desintegrándose
sobre nuestras mejillas, un muffin de banana
desvistiéndose en nuestras narices,
pero los cuerpos se rompían también,
y las cosas son más fáciles ahora.
Extraño, como vemos más lejos
sin globos oculares. Nuestros ojos
nos engañaron para pensar que
una pared era algo
que no podía verse a través.
Las bocas se pusieron en el camino
al decir lo que necesitaba decirse.
Cuando ellas fueron inventadas
se suponía que las bocas eran
para ser usadas en emergencias,
pero no pudimos resistir,
lo que volvió a dios tan loco
que desgarró nuestra oreja por la mitad,
y todavía no escuchamos.




El Lamento de Ethel (Ethel Rosenberg)

para David Greenglass

"Cubre tus ojos cuando el relámpago destelle"
es lo que nuestra madre solía decir.
Ahora tus pupilas son relojes de arena
llenas con mis cenizas, mientras arrastras

ese saco de bigotes y efectivo.
Fuimos hermanos sólo de nombre.
¿Qué ves cuando el relámpago destella?
Mira como he decorado tu tumba.

Cincuenta años viviste de mis cenizas.
En términos de historia, dejaste tu mancha.
En tu pecho, hay solo un sarpullido latiendo,
un paraguas que se disuelve en la lluvia.

¿Cómo se sintió tragar tu nombre?
Yo soy lo que ves cuando el relámpago destella.
No te dejaré dormir hasta que devuelvas mis cenizas



El Día que Llovieron Astillas

Señora Libertad, yo entiendo su confusión, mirando
el primer avión chocar contra el rascacielo, pero seguramente

tu podrías haber golpeado al segundo desde el aire,
o al menos haberte inclinado y atrapado a la gente

que brotaba. Ellos saltaban como humanos y aterrizaban
como carne. Si tan solo hubiéramos puesto una manguera en tus dedos,

no una antorcha, tu habrías podido empapar las llamas. Y dónde
estaba Dios? Quizás bendiciendo algún otro país

para variar, como si nuestras cincuenta estrellas de la suerte se nos hundieran
como dientes de tiburón. El cielo era una gran nube negra,

y la nube tenía pies. Ahora el marcador celestial
dice: Alá 1, Dios 0. Pronto la sangre fluirá,

pero con tanta tierra en nuestras gargantas, cómo puede la venganza
saber dulce? Carnicería Asada es lo que sirven

en el voluptuoso distrito de la pena, levantando el dobladillo
de lo mutilado, alimentándonos de un vistazo a la falda de
la eternidad.

Fotos de los desaparecidos pegadas en cada cabina telefónica.
Operadora, llame a Batman, digále que estamos atrapados

en el primer acto de un blockbuster, y no hay algo
normal
a donde regresar. Normal es sepultado en los despojos,
la l demolida como un edificio, la o es de un bombero
su boca
abierta en un grito, como el rasguño de un F-15 como las uñas

de una prostituta bajo la pizarra del cielo. Qué
regla se acostumbra a asegurar una respuesta medida?

Ya los buzos se han sumergido dentro de la fundente
olla.
Espero que excaven con palas sagradas, porque allí hay
espíritus.

en ese ripio, la cosa más cercana que tenemos a una tierra
santa.
Pero quizás esos edificios eran fénices. No

sugiere nuestro lenguaje que el desorden es meramente una parada
en el camino al mesías? Antes de aplastar a todos los Árabes

en una sentencia, como una palabra de cuatro sílabas, con solo
un significado, deberíamos (ver) qué sale de las cenizas.

Quizás un golpecito de esas cenizas harán que los irises
florezcan en las retinas del ciego, que el pelo brote

en el cráneo de un hombre pelado, los tulipanes estallen entre
las grietas de la vereda. Quiero decir, no han ellos ya

triunfado en hacer que la compasión se derrame desde
el cuero duro de cada corazón de Neoyorkino?



De Alibi School



EL CHICO DENTRO DE LA TORTUGA

Ayer fue un día extra largo
para el chico sin brazos
opiernas. Los chicos del barrio
jugaban frente a su ventana

Una máquina suave, hicieron una ronda
juntaron las manos, cerraron los ojos
saltaron arriba y abajo; cordones
risitas moviéndose a tiempo

Uno agarró al chico espiando
el chico se contorsionó fuera de vista
sus jadeos se encimaban unos sobre otros
como vacas en el matadero

Se retorció muy lentamente, Miren,
Es la tortuga! Los niños
se asfixiaron como una audiencia
respondiendo a un cartel de risas.

El balanceó su peso de izquierda a derecha
de vuelta izquierda, de nuevo derecha
entonces cayó de su silla - un piloto
tirándose de un avión estrellado

Estaba familiarizado con este
caer. Lo mismo su madre
ella había rodeado la silla
con seis capas de toallas.

El esperó allí como un balde derramado
de pintura verde. Cuando ya no escuchó
ninguna señal de juego
pidió a su madre que lo ayude.





TECNOLOGÍA

Los platos de la pileta son el problema de la pileta
al hacer yo ooh y aah! Ante la complejidad del balance
implícito para mantener la estructura: ocho vasos, trece
bowls, un valle de tenedores, intacto, mientras pongo
agua caliente sobre un cuchillo para mi cebolla.

Existe una ciencia del archipiélago de la bañera.
Con colonias asquerosas que es necesario para América
mi cepillo de dientes es el alfiler que evita el colapso de Detroit.
No, no puedo cortarme las uñas y arriesgarme
a reordenar la distribución universal de átomos, masa,
estrellas prendiéndose como bombitas de luz

Y este nuevo, mejorado amante imaginario,- su desnucada
parábola de lengua arrastra papel de lija sobre la espina
En treinta segundos de pura lógica voy en boomerang
al futuro y retorno como un vislumbrar.






COARTADA ESCUELA

Mi amigo, Jake, recibido en corrupción.
Su examen final: una chica del Midwest

Tres semanas para desmantelar dieciocho años
de buena educación. Buenos resultados vinieron pronto
En los días fáciles, con el director tomando
una bocanada del rollo de honor en el baño

En el gimnasio aprendimos a torcer la espalda
a todo el mundo de una; el equipo

me eligió capitán de sangrado de nariz universitario
En el baile de graduación, estacionamos nuestra limousina

Antes de hacer las obligatorias carreras de vientos
Los ojos de mi pareja eran grandes, diccionarios avellanos

A nuestra vuelta a casa, Jake inyectó las nubes
Con el último aliento de un héroe; la lluvia en el desfile de la victoria

Fue recibida con vivas. Los años se aceleraron
Con sus lenguas colgando. Empaquetamos

Nuestras jaulas e inventamos cursos trabajos en el extranjero
En Guatemala, copiamos de nuevo el dolor

Por cien miligramos de crédito extra
Y orgullosamente paracaímos al sueño. En Praga

Vaciamos nuestros libros de texto y tragamos
Capítulos de historia Bohemia. La clase

Iba reduciéndose hasta que era yo solo, pasando
Todos los tests sociales. Regresé a América

Fluido en desastre; Toda la sonrisa que miraba
Colapsaba. Caminé mi neumonía

Por la Avenida A, donde maestros desapercibidos
Asignaban ecuaciones telepáticas. Mis alumnos

Saltaban desde pizarrones dilatados; cien
Noches consecutivas de lenta, sucia aritmética

Coagulan dentro de mi. La graduación
Es una imposibilidad. Idem la expulsión.

Estoy permanentemente enrolado en las intrincadas
Conferencias de insomnio. Despierto en el laboratorio

Con mi espalda contra la pared. Me doy vuelta: la pared
Da la vuelta conmigo. Soy el amigo mutuo

De trincheras enemigas. Es como el bowling
Para rehénes: exactamente más allá de mi periferia.




LA OFERTA

Quiero localizar un poco de ti, acunarlo,
decir: esto, no hay palabra para esto.

Pero ellos lo harán. Los que nombran todo
definirán nuestras acciones
Mientras rematamos nuestros cuerpos para dormir

En nuestro único sueño compondríamos
un manifiesto sobre la regularidad de las cicatrices.

La sola idea requiere preparación, como si
eligiéramos una escuela para un ángel.

No hay ángeles. Solo esas cosas
parpadeando como los dientes de los chacales
alrededor del significante temblor de la luna.

Aísla la idea de sacudir nuestros cuerpos
bajo el vacío confort de abajo y díme
Qué camino enfrentarán nuestros nudillos?

Ahora sacude la idea de nuestros cuerpos aislados
Mientras las sábanas se vuelven nuestro Miró.

Si te quedas, las paredes admitirán sus grietas
Ve que se forma, ya en sus labios.




AMIGOS Y LUGARES ALTOS

Para Myke

Es como escaparse de un cuarto brillante, caliente
por la serenidad de una ciudad de noche, cubierta de nieve.

Gente chamuscada. Una alfombra de silencio
para que los taxis crucen en susurro. El mundo convirtiéndose

en un plácido sueño de sí mismo. La picazón
de querer ardor por la vida sobre la piel. La memoria envía

un frío desapareciendo entre las vértebras.
Es la víspera de Año Nuevo. Hail calendario! Como si

los relojes pararan por un momento
antes de recargar sus largos rifles. Los años son pequeñas
pecas en la cara de un siglo.
Dónde está la constelación que mirábamos cada noche

a través de un billete tan enrollado
que el primer Presidente perdía el aliento, mientras nuestros ojos

literalmente se desencajaban? Estoy solo
en la sección rectangular del observatorio

donde ni camiones de bomberos pueden rescatar
al incendiario estirando sus pantorrillas en mi cerebro.




De The Forgiveness Parade



DE DONDE VIENEN LOS BEBÉS

Para mi octavo cumpleaños
me dieron un tren de juguete
que mi padre me ayudó a ensamblar.

Mi trabajo era alcanzarle
pedazos de vagón y re-encender
los cigarrillos que se acababan

en su boca. En medio
de eso, le pregunté
de dónde vienen los bebés.

Él me contó que ocho años
atrás hoy yo había llegado
a la puerta del frente

en una caja de cartón, cómo
pasó la tarde entera
armándome,

igual que a este tren
que probablemente había tenido suerte
de que la caja llegara un sábado.




COMPLEJO DE MANIQUÍ

Durante mis años de formación,
mi madre tenía este odioso hábito
de llevarme a las zapaterías
y olvidarse de mí por completo.

Ella se probaba tacones y chatitas,
sandalias y botas de cuero beige,
guiñándose ella misma en el espejo,
como si fuese Cenicienta.

Yo me arrastraba hasta el depósito
detrás de los estantes de cajas,
hasta que el último empleado apagaba
las luces y se iba a casa.

Entonces yo emergía, ponía un calzador
en la palma de mi maniquí favorito,
y dormía a sus pies lleno de alegría
porque era de mi propia carne y sangre.





EL MUNDO SILENCIOSO

En un esfuerzo por hacer que la gente mire
más a los ojos de los otros,
y también para apaciguar a los mudos,
el gobierno ha decidido
adjudicar a cada persona exactamente ciento
sesenta y siete palabras por día.

Cuando suena el teléfono, lo pongo en mi oído
sin decir hola. En el restaurante
Señalo la sopa de fideos con pollo.

Me estoy ajustando bien a la nueva manera.
Tengo carteles para toda ocasión.
Cada mañana invento una nueva frase
Y la imprimo en una remera,
Como Los Humanos Están Llegando
O Karaoke Para Mudos

Tarde a la noche, llamo a mi amante de larga distancia,
orgullosamente digo, Usé solo cincuenta y nueve hoy.
Guardé el resto para ti.
Cuando ella no responde
Sé que ha usado todas sus palabras
entonces murmuro despacio te amo
treinta y dos veces y un tercio
Después de eso, nos quedamos en línea
Y nos escuchamos respirar.



Inéditos



La Biología de los Números

Una vez salí con una mujer que me gustaba sólo un 43%
Así que sólo escuché el 43% de lo que dijo
Sólo dije la verdad un 43% del tiempo
Y sólo la besé con un 43% de mis labios

Algunos dicen que no puedes cuantificar el deseo,
ponerle un número a la pasión no está bien,
que el corazón humano no funciona así.
Pero para mí sí - Camino por la calle

y los números aparecen en las frentes
de la gente que miro. En los bares, es peor.
Con cada trago, los números suben
hasta que cada mujer en el antro tiene un borroso

ochenta y algo sobre sus cejas
y al día siguiente solo puedo recordar un 17 %
de lo que realmente pasó. Ése es el problema
con la bebida - te jode las matemáticas.





El Archipiélago de Besos

Vivimos en una sociedad moderna. Maridos y esposas no crecen
de los árboles, como en los viejos tiempos. Así que dónde
encuentra uno el amor? Cuando tienes dieciséis es fácil, como estar
desatado con una tarjeta de crédito
en una tienda departamental de besos. Allí está el primer beso.
El beso baboso. El pico.
El beso de lástima. El besuqueo en el asiento de atrás. El beso no
deberíamos estar haciendo esto. El beso pero tus labios saben tan bien.
El beso entiérrame en una avalancha de estremecimientos.
El beso desearía que dejaras de fumar.
El beso acepto tus disculpas pero me enloqueces a veces. El beso
conozco tu lengua como la palma de mi mano. A medida
que envejeces, los besos se tornan escasos. Manejarás a casa
y verás un beso dañado al costado del camino,
con su pulgar púrpura afuera. Si fueras
más joven, estacionarías y abrirías la puerta roja de la boca
solo para ver si encaja. Oh dónde
encuentra uno el amor? Si frotas dos miradas, consigues
una sonrisa. Frotas dos sonrisas, consigues un sentimiento cálido.
Frotas dos sentimientos cálidos y presto - tienes un beso. Ahora
qué? No invites al beso a tu casa y lo atiendas en ropa interior. Se hará
sospechoso y te mirará los dedos del pie. No agües
el beso con whisky. Se volverá rosa brillante y
explotará en mil astillas deliciosas,
pero en la mañana estará avergonzado y se escurrirá de tu cuerpo
sin decir adiós
y recordarás ese beso para siempre por todos los
pequeños cortes que dejó
en el interior de tu boca. Debes
nutrir el beso. Apaga las luces. Nota cómo ilumina
el cuarto. Abrázalo contra tu pecho
y pregunta si la arena dentro de los relojes de sal viene de una playa
especial. Ponlo sobre la almohada de la lengua y
entonces busca el primer beso registrado en una
enciclopedia: al lado de un olivo Babilónico en el 1200 A.C.
Pero un beso levita por sobre todos los otros. La intersección
de función y deseo. El beso del sí.
El beso te amaré a través de un muro de ladrillos. Aún cuando
me muera, nadaré por toda la Tierra,
como una sirena del suelo, sólo para estar cerca de tus huesos.



El Árbol de la Pasión

Este Roble Vivo de California al final
De mi cuadra, parece como una pareja
A medio cogerr: tobillos, muslos, ingle, caderas
Entrelazados, formando un solo tronco,

Erupcionando en dos cuerpos separados
Una damisela inclinada hacia atrás, la verde brisa
De su pelo, manos agarrando los bíceps
De un tipo pujante, su espina de arcoiris

En un perpetuo estado de madero. Muchos árboles
Sólo son visibles desde las rodillas
Las pantorrillas desenredadas en la mugre, los zapatos caídos No éste. Guardo un pedacito

De su corteza bajo mi almohada. Junto
Sus hojas en mis calzoncillos. Duermo
desnudo en sus ramas, esperando despertar
con sus iniciales talladas en mi hombro.

Traducción de Karina A. Macció y Romina E. Freschi


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