domingo, 31 de octubre de 2010

1678.- JORGE SORS


JORGE ENRIQUE SORS AVENDAÑO (Venezolano de nacimiento y Checo nacionalizado).
Nacido un 26 (13+13 good look) de Septiembre de aquel ruidoso año 1980, que marcaría una década de momentos inolvidables en el ambiente artístico, cultural, social y político a nivel mundial. En una tierra al sur del mapa cuyas riquezas y potencial para aquel entonces era todavía una joya de la corona que nos dejó España, llamada Venezuela. Descendiente de Carlos Sors de orígenes Alemanes y Checos, y Virginia Avendaño cuyos antepasados procedían de las más altas tierras de la cordillera andina Venezolana.
Transcurrió mi infancia entre sacerdotes del Colegio Santo Tomas de Aquino (Venezuela), rodeado por niños y adolescentes entre malcriados y retrecheros, hijos de papi millonarios, cuando los míos tenían que sudarse a pulso cada centavo para pagar mi educación.
Mi padre Licenciado en Recursos Humanos y mi madre Arquitecta, se conjugaban en una mezcla de experiencias que formaron parte fundamental en mi aprendizaje, sobre todo mi madre quien se dedicó enteramente a que yo terminara mis estudios básicos, pues ya me tornaba rebelde e intratable, pues siendo hijo único este comportamiento es completamente predecible.
El conjunto de familiares adyacentes conformaban un espiral disfuncional y alocado que transitaba vagamente frente a mis ojos, en un ir y venir según se presentase la ocasión. Salvo mi querida tía materna Teresa Avendaño quien también fue y aun hoy en día continúa siendo un baluarte fundamental en mi vida y mi formación.
Ya siendo adolescente al culminar mis estudios básicos y graduarme de bachiller, emprendí mi camino en solitario, apartado de quienes me habían rodeado siempre, me entregue a mi rebeldía y a vivir bajo mis propias reglas.
Empecé a trabajar desde muy joven, ya a los 17 años, pues quería procurarme un ingreso propio y así lo hice. También en esa época comenzaron mis transitares por el inframundo caraqueño, me llené de tatuajes, el rock&roll fluía salvajemente por mis venas, me entregue a ese universo de perdición y locura, disfrute cada noche como si fuera la última, las mujeres llegaban también de vez en cuando de forma segura y otras sorpresivamente terminaban en mi regazo sin reparar en fracasos.
Y así me forje entre el metal y la basura de las calles nocturnas caraqueñas, pero a la par empecé a estudiar mi carrera de Administración de Empresas, y me gradué en el año 2002, y sin pensarlo era tal la experiencia laboral que había acaparado que me vi envuelto en responsabilidades y tratos inimaginablemente grandes para mi edad, pero que estaban avalados por todo lo que viví en mis primeros años como empleado y luego puedo decir que como jefe. Todo este extraño rebullicio por el día ser un ejecutivo respetable y por las noches un rockero desenfrenado me volvió un tipo duro y respetable.
Así transcurrieron muchos años más en la caracas salvaje, y para no hacerlo muy largo por mis puertas entraron y salieron muchos socios y negocios, historias de amor y desamor, desengaños y depresiones, botellas de alcohol y cigarrillos, canciones y poemas, difuntos y sobrevivientes, y así maneje mi auto muchas horas hasta donde se me acabo el camino.
En un sueño vendí todo lo que había podido obtener en esos largos años y pretendí irme a la vieja Europa a vivir, pero mi sueño se retorció y terminé en La Isla de Margarita desde ya hace cuatro años, viviendo mi vida bohemia, escribiendo lo que llega a mi mente y lo que rebobina mi memoria. Trabajando en tantas cosas y aprendiendo otras nuevas. Ahora siendo un hombre completo y con una pareja estable en mi vida que me apoya en éste transitar, veo las cosas de una manera diferente, tuve una revelación que cambió mi percepción, pude salir del abismo más profundo y ser el mismo que antes pero con un pensamiento muy diferente y portando conmigo siempre la paz.
Jorge Sors. (24/10/10).
Bibliografía:
Arturo Uslar Pietri, Aquiles Nazoa, José Gil Fortoul, H.P.Lovecraft, Anne Rice, Guillermo Moron, Fernando Sabido Sánchez, Vicor Hugo, José Saramago, Dante Alighieri, Gonzalo Melgar, André Cruchaga, Carlos Aprea, Cesar Ramirez Caralvá, Enrique Gracia Trinidad, Edgar Alan Poe, Patricio Peñalver Ortega, José Lesta, Gabriel García Marquez, Miguel Hernandez, José Maria Lopera, Jose C. García Fajardo, Pablo Neruda, Angel González, Juan Gelman, Paulo Cohelo….y muchos más.





Prosas de mi autoría…!

¡Hiberna el ansia y se obliga a estar ausente…!

Pupilas ausentes en una profunda mirada, blanco lienzo dibuja mis pesares en lejanías y lontananzas, distraídas imágenes grabadas en profundos surcos se dispersan en suaves notas a través de una tonada poco audible que acompaña los destajos de las ausencias, de los momentos inconclusos e historias de notable trascendencia. Se dibuja con suaves trazos la añoranza de tus roces y escucho a lo lejos nuestro sollozo cuando se juntan los deseos desde nuestras apartadas orillas que profundos mares separan. Llega el agrio momento que la realidad propaga, caemos en cuenta de los años que nos han impuesto una amarga distancia. Siente el alma la ausencia, pero nos doblega nuestras rutinas diarias, los aromas de cruda nostalgia que nos infunden las ganas de una innegable fusión. Compañeros ausentes que obligan y asienten que están presentes, pero sigue vacio el viejo cuenco cuyos años lo desgastan, frio y seco se dispone a recibir apenas las gotas solventes que sus esencias disuelve pero no homogenizan pues le falta ese oleo carmesí de sangre y viñas que le da el sabor e impulsa el latido que me devuelve la vida y el imprudente latido que aun cuando me escondo me persigue tras todas las trampas que dispongo frente a mí. Escucha la luna mis aplacados aullidos que la obscuridad apaga, estepario se aísla este sentimiento aunque sabe que esa no es su naturaleza, necesita la presencia, la compañía y no de pocos que sacien su sed inclemente que drena las almas de quienes se atreven a arañar sus alas. Arcángeles celestiales custodian los pistilos que destilan la sabía de cada mortecino lamento que se muestra tras languidecer por no ser tomado entre tus delicadas manos. Retumban los golpes del cercenado toque pues no alcanza ni al roce de esa tersa cubierta que cubre la luz que cobijas en tu alma. Frente a ti despliego mis alas sabes que debo alejarme, oigo el llamado que hace consciente el guardián que habita en las cavernas que surcan mi corazón y donde fluye el fruto de esas batallas internas ya disuelto en vides que abarcan agrias y dulces conquistas.




¡Hambriento ante un complaciente festín…!

Los ojos enrojecidos y las pupilas dilatadas, el ansia llama fuerte a la puerta de tus vestigios. Se escurren las suaves fragancias que te perfuman en el denso aire que le rodea, aspira profundo buscando los rastros que dejas aun consciente tras de ti. Dulce damisela te paseas sonriente entre bestias que procuran el asedio y dar paso al sacro festín. Derramas tu esencia y pules tus pasos dejando el lustre latido acelerado de tus pulsaciones. Se sabe dispuesta pero no por eso se entrega dopada y rendida, prosigue la lucha. Sigiloso avanza detrás, pero cada vez más cerca, ya en su boca se mezclan las savias del deseo. Tropiezan las miradas, salvaje lobo enardecido clava fuerte sus pupilas tras un procaz desliz sobre tus tiernas mejillas. Sabiendo que lo escrutan las miradas, un bosque que emana silencio pero que se mantiene atento a cualquier movimiento, observando como esas solitarias ancianas que confunden sus figuras con las sombras tras una ventana proclives a entregarse durante horas al simple consuelo de observarlo todo. Un fuerte grito acompaña la sorpresa aunque ya consciente de su destino, se entrega finalmente a ser devorada por una fuerza indomable que contagia de sed todo su ser. Sollozos y gemidos, agitados movimientos disipan por instantes la suave brisa que recorre los senderos que circundan la ciénaga y pantanosos umbrales. Tras el placer llega el ahogo la entrega se consuma y solo quedan los despojos. Se aleja la bestia sabiéndose triunfadora dejando atrás los restos de su mórbida aventura. Destellan de nuevo sus penetrantes ojos sobre las almas que lo circundan, que se integran de nuevo al acto generador, comienza el ciclo, todos los elementos vuelven a encajar, avanzan los engranajes tierra, sangre, piel, cenizas, saliva y huesos vuelven a unirse en un festín lascivo que demuestra la bajeza del ser cuando es consumido por un incansable deseo y más cuando es asentido.




El TraJe..!

Contentivo de múltiples e innumerables piezas está constituido nuestro traje, engrosados y lubricados componentes internos sustentan la producción autómata de combustible y procesamiento de insumos para tal fin. Resuenan entre espasmos, contracciones y descargas trasladando y activando muchos otras partes con esencias, formulados y gases. Impulsan complejos engranajes, atados con enormes bandas elástica, tornillos, poleas, correas, pistones, bombines y macizas piezas aunque no tan nobles como el acero. La batería que da locomoción a todo este aparataje reside en un punto aun no establecido, parece que ha sido guardado celosamente por el fabricante, y aunque no lleva fecha exacta de caducidad, ni puede estimarse su durabilidad, que en muchos casos parece depender de factores exógenos y del cuidado que el tripulante pueda darle a su debido tiempo, llega el momento en que se acaba y el traje queda inoperante, y nada puede recargar ésta misteriosa fuente de poder, sus componentes parecen disiparse y no pueden extraerse ni determinarse. A lo largo de su estructura nuestro traje articula un sinfín de movimientos, acata órdenes y pide descanso cuando ha operado por mucho tiempo continuo. Diariamente lo mantenemos o al menos eso es lo que manda el fabricante, para garantizar su buen desempeño y la coordinación optima de todas sus funciones. A veces por querer ahorrar unos centavos le dispensamos fluidos y combustibles sólidos inadecuados o de bajo rendimiento, aun sabiendo que no funcionara igual pero es más barato. Y otras veces abusamos de su resistencia, y creemos que puede superar sus estándares, pero entonces se avería una parte o se disloca una pieza, causando un desastre en el proceso cotidiano. Casi siempre empezamos a operarlo sin leer instrucciones, nos ponemos al frente de tal cantidad de botones, palancas y mandos, atinando al arte de ensayo y error, sin contemplar el hecho de que hay funciones que pueden sufrir una falla irreversible, o que luego se convertirá en una costosa pieza a remplazar o reparar, y pueden pasar años hasta conseguir el último tornillo o una arandela por muy simple y tonta que parezca. Y hay daños que hasta el mecánico más especializado y con mayor experiencia no puede reversar. Volviendo a sus facultades técnicas, las palancas de colores suelen ser las que dan movilidad y agarre al traje, y como ya sabemos estos se disponen dentro de la escafandra que contiene la cabina de mando en la parte superior del mismo. Desde allí, cada toque activa una orden que éste casi siempre obedece sin crujir o resonar. Hay actividades que liberan nocivas toxinas que envenenan a la larga todo el sistema y deberíamos aplicar correctivos a éstas con regularidad. Secretando fluidos nada agradables podemos mantener destapado el sistema de drenaje y activas otras modalidades.
Desde esa base de control ubicada en la parte más alta somos poseedores de todas sus virtudes, y queda a criterio el cómo utilizarlas. En ocasiones dispensamos de desarmar o arruinar otros trajes para reparar el nuestro, tomando si es el caso solo lo justo para no incapacitar permanentemente a otros, salvo que éstos ya no funcionen. Pero esto no garantiza la compatibilidad de las partes ni que los números de series concuerden, nos exponemos a dañar nuestro medio de transporte parcial o totalmente con estos cambios, y casi siempre han sido ocasionados los fallos por nuestro proceder.
En las noches a veces sin saberlo lo abandonamos, transportándonos inertes a lejanas distancias, y dimensiones paralelas, universos sagrados y paraísos celestes, pero queriéndolo o no siempre volvemos a él, para despertar a otro día de larga jornada sea cual sea nuestra actividad, necesitamos volver a éste para realizarla. Solo cuando el fabricante ha decidido en su solemne misterio, que ya ha llegado el momento de arrojar el traje y dejarlo sin baterías, es cuando nos desprendemos etéreos de éste, haciéndonos libres y sin cargas que demoren nuestros movimientos, volvemos a la fabrica y encargamos otro pedido, sin saber para cuándo estará listo, o si se nos tomara la orden, siempre hay muchos en fila, no importa la paga, ni de cuanto se disponga para éste, la espera sigue siendo el factor incorregible. Suele ocurrir que si se nos da la gracia del fabricante de otorgarnos un nuevo traje de piel, carne y huesos al volver se nos ha cambiado el chip de memoria y no recordamos nuestros pasados momentos, y de esto no queda constancia salvo el deseo de que así sea y tener un retorno al humano mundo que pocos apreciamos pero es el que tenemos.



Detrimento en el proceso evolutivo del ser humano.

Es notorio como hoy en día una gran población ha dejado de perseguir y anhelar el factor cultural y de capacitación potenciada del hombre. En sectores donde factores que condicionan el ambiente de crecimiento y desarrollo como la pobreza crítica, la falta de empleo y estabilidad general fecundan un cultivo de seres incivilizados. Uno de los factores más representativo para mí en la actualidad es el crecimiento de la marginalidad, un término que no debemos tomar y aplicar meramente apegados a su semántica o su significado gramatical, adscrito al diccionario sino más bien como un agente nocivo ampliamente diseminado en la población mundial. Procediendo al análisis nos encontramos con que no se refiere el término a seres que se encuentran en un estatus de repliegue o segregación al margen de la sociedad, sino que se desenvuelven y se desarrollan al seno de ésta. Su estandarte no es la pobreza, pues no existe clase social o estirpe libre de conocer entre sus filas algún individuo contaminado profundamente con éste mal, pues una cosa es no tener recursos monetarios para satisfacer y cubrir las necesidades propias y del núcleo familiar y otra muy diferente es no tener un mínimo interés en incentivar valores morales, espirituales, de preparación y estudios aunque sean inculcados por motus propio sin que otro tenga que enseñarte nada. Nuestra sociedad se ha empezado a hacer complaciente y conformista, salvo casos aislados que aun siguen estructurando un vasto número de humanos en plan de crecimiento y capacitación, que valoran el trabajo, la preparación, el ser poseedores de conocimiento y ampliarlos cada día para convertirse en seres más completos y desarrollados, que es lo que yo llamaría evolución. ¿Porque hoy en día no vemos grandes artistas plásticos, pintores, escultores, escritores, etc.…?y no es que no los haya como en siglos pasados, cuando se aglutinaban en abundancia, sino que hoy en día los sigue habiendo pero ya éstos baluartes del crecimiento personal no son apreciados por la mayoría, ni reconocidos por sus entornos sociales que poco a poco son quienes los convierten en grandes virtuosos, salidos de un sótanos y convertidos en fenómenos mediáticos. Si todos los hombres desearan ser conocedores de la verdad suprema y poseedores de grandes mentes pensadoras, en vez de ser propietarios de un teléfono celular nuevo de alta tecnología que los hace zombies deambulando como estúpidos por las calles con sus cabezas sumergidas en una pantalla sin siquiera observar lo que se les cruza por delante, seriamos una sociedad de eruditos. Esto es más o menos, como el caso de esas personas, que piensan que por obtener un trabajo mediocre dentro de una prestigiosa organización ya tienen la vida resuelta y no deben esforzarse más, y se conforman con pasar sus vidas sentados si es posible bajo el mismo escritorio y posándose sobre la misma silla con tal de no ser exigidos a más, y que no se les vulnere exigiéndoles nuevas tareas que no sean las preestablecidas porque no quieren hacer pensar a una neurona más, y allí se funden en su propio fracaso, no piensan en desarrollarse, investigar y crecer dentro de dicha empresa, ni en saber como el dueño logro convertirse en quien es, que de seguro fue uno de esos pocos que si decidió evolucionar. Pero este no es el único caso, podemos conseguir a quien sea autodidacta, y solo sea un limpia botas, porque su perfil curricular no le ha permitido encontrar una oportunidad que lo haga destacar dentro de una organización empresarial, pero resulta que éste peculiar individuo, habla otro idioma, se expresa con un vocabulario supremo y amplio, te desmaraña historias de su pasado cual destacado poeta, y conoce unos cuantos oficios que se ha prestado a emprender y conocer por su propio interés.
Podemos preguntar entonces ¿donde está la falla?, pues yo pienso que son muchas aunque básicamente podríamos empezar por la niñez y el desarrollo de esos primeros doce o quince años dentro del hogar, rodeado de sus familiares, ya sean sus padres, o solo uno de ellos, o sus abuelos, o padres adoptivos, u hogares de cuidado supuestamente especializados para niños huérfanos, el asunto radica como faceta primaria en esos primeros años de todo ser humano. A medida que han transcurrido los siglos, hemos dejado el cuidado y el aprendizaje de nuestros hijos en manos de extrañas personas quizá menos estilizados y cultos que nosotros y también en manos de la tecnología, que si hemos desarrollado para hacernos individuos más sedentarios y flojos. Antes se inculcaba a muy temprana edad los valores morales, éticos y culturales, el respeto hacia los padres y la familia, y aun más el respeto y trato para con los extraños, el valor del dinero y lo difícil que es ganarlo, se evocaba la participación en labores que favorecieran el núcleo familiar, y se velaba porque fueran bien preparados los niños dentro de las posibilidades de cada quien. Se hacía hincapié en el vestir adecuado y usar un lenguaje moderado, se hacía gala de estamparle una personalidad al joven dentro de los estándares mínimos exigidos por la sociedad, claro siempre han existido sus excepciones los cuales declinaban a ser maleantes y ampones. Se mantenía un seguimiento sobre lo enseñado en clase por maestros y profesores, y se reforzaba el parte diario, tratando de hacerlo más abultado y colorido, y así también se verificaba que avances iba teniendo el pequeño ser fuera de casa. Se pedía moderación con los amigos y por supuestos se debía conocer a sus padres, para saber que percibe y graba el muchacho en su memoria cuando comparte con ellos fuera del hogar. Existen más ejemplos pero estoy seguro que muchos de mis lectores ya conocen como sigue la lista, pero adentrándonos también en el tema de la tecnología, actualmente en un mayoritario porcentaje los hijos del siglo XXI se educan bajo la tutela de la televisión y el internet. Y que más cultos maestros que estos, cuyos conocimientos abarcan todas las áreas del saber, y te despliegan sus enseñanzas con imágenes y videos que muy bien ajustados al programa de coto y cultura de la moderación aplican. Y luego ves las caras de estupor cuando el niño supuestamente nunca ha escuchado decir “maldito”, “te sacaré los ojos y te apuñalaré hasta que tus intestinos rueden por el piso”, o “hijo de puta”, cuando el angelito se supone que jamás semejantes blasfemias han golpeado sus delicados tímpanos. Es como si se viviera en un mundo de irrealidad, aceptando y descargando la responsabilidad de crianza que es dura, pesada, difícil e insostenible en muchos casos sobre todo durante la adolescencia de los hijos, que preferimos descansar esa carga sobre el pretexto de que nada de eso hace daño siempre y cuando se lleve con un control adecuado. Mentira, los niños y los adolescentes son como los delincuentes, ponles nuevas trabas y escollos a sus deseos y pretensiones y veras como encuentran con gran facilidad la técnica adecuada para burlar estos medios. Si tratamos para no ser clasistas a quienes no dispensan de estos medios tecnológicos o a quienes se les hace difícil su acceso, pues tenemos a los hijos de la calle, es decir no son criados por los padres, ni por otros familiares cercanos, sino por todo aquel siniestro o triste célebre personaje que se ponga en su camino. Entonces dentro de ambos escenarios estamos expuestos al factor de la marginalidad, pues seguimos creando seres esculpidos por antivalores, con alta preponderancia hacia la violencia, con poca estima, con deseos de dinero fácil, conformistas y lacayos de los lavadores de cerebro industrializados. Marginales y no precisamente por estar agazapados en obscuras esquinas, fuera de la vista del transitar del corriente, sino haciendo vacilar a otros en su discernimiento y su juicio, dañando y aniquilando a otros jóvenes discípulos del destino terrestre, que buscan una identidad y un ejemplo a seguir para hacerse de un estatus o encontrar su lugar en este agolpado mundo de seres humanos. Espero sea esto una reflexión que mueva en algo sus fibras y logre calar hondo en sus conciencias, porque muchos de mi generación estamos criando a la venidera.




Floreciendo aún, ya Te Encuentras Ausente…!

Carente de una respuesta, se torna insolente, airado y difama contra su creador, difumina su repudio, y asume posturas abruptas colmadas de insanas tensiones. Exige respuestas, ¿por qué apartarlo de lo que el mismo ha creado desde sus más profundas entrañas?, de lo que ha venido cargado de su sangre y su esencia, que lleva la semilla que será fértil en campos futuros, esa que procreara su linaje y postergara en la memoria sus historias y sus nombres. Tallo creciente que asoma sus primeros brotes, aun sin formas conscientes y sin sentirse presente, apenas enraizado pero con solo una leve brisa puede quebrarse, ¿Por qué llegas y aplastas su frágil figura, lo dejas desvalido y ahogado en sollozos sobre la árida tierra que ensucia su rostro?, me dejas viéndolo deshacerse frente a mis ojos sabiendo que nada puedo hacer ya para reanimarle, impotente ante tus designios te demando consideres tus actos y me lo devuelvas, veo mi propio ser esparcirse disuelto y agonizante, soy yo mismo que muero con él, ya nada dentro de mi será igual y tú me has arrastrado a eso, como no sentir que me abandonas y dejas que la forma que con tanto esmero, dedicación y afecto forme entre mis manos a pulso sobre barro y agua hasta hacerlo imagen de mi propia titularidad. Volviendo sus formas a fundirse con la madre tierra ya nada me queda más que su recuerdo y mi amargo destierro de la senda que compartí a su lado, sus quejidos retumban ensordeciéndome como campanas que anuncian la proximidad de las fiestas eclesiales. Creí en tus preceptos y sostuve fuerte mi confianza en que estarías siempre a mi lado, ahora cuando pedí tu clemencia te apartas y desoyes mis ruegos, te negaste a voltear tu rostro y observar las lágrimas que derramaba sobre el retoño marchito que ya inerte se entregó al sueño eterno. Como sentir si mi corazón se ha secado y ha perecido a la felicidad, sigo ahora ausente a ti, intolerable a tu presencia y blasfemo a tus palabras, me declaro en rebeldía y nunca dispondré tregua entre nosotros, pues solo tú podías ayudarme y me has dejado caer. Contemplo solitario la tierra que te ha devorado y te ha devuelto al elemento, otros podré formar con los mismos componentes, pero ya no serás tú. Tú perdida ha sido irreparable, he preparado la carga que me doblegara ante posibles composturas, pues deseo seguir entregado a reconocer que no estarás, y a gritar tu nombre en esas frías noches lluviosas que recuerdan cuando te mantenía ceñido entre mis brazos dándote abrigo.
Tú creador, te has acercado sigilosamente a mí, creyendo que no se que estas ahí, pero sabes que no quiero verte, y no te perdonare. He recibido tus mensajes, tus emisarios diversos han palidecido ante mis despliegues de furia y frustración, y ya no han vuelto. Guardo solo una foto tuya en un escollo de mis gavetas, pero aunque sé que está ahí no he sido capaz de volver a verla pues tu pura imagen me recuerda la perdida y recrudece el sabor amargo que corre lento y desciende estirándose por mi tráquea, tu rostro, en esa imagen se refleja como frente al espejo el mío. Confundes por momentos los pilares que fundamentan mi carga, y me desplomo. Otros han venido a mí, foráneos y propios, ahora son parte de la rutina y el paso del tiempo en su lento transitar sobre lejanas tierras que he dispuesto para no ver la poca cuadricula que cubre los despojos del que ya no está.
Me han dado brebajes, untado ungüentos y bálsamos y han probado que sigo renuente a confortarme. Hay otras figuras a las que he dado vida, he juntado arena, tierra, minerales, rocas y agua de diversos mares para hacerlos diferentes a ti, pues tu siempre seguirás siendo único, mi único ausente.
Ahora viéndome viejo, mis raíces se han secado, mi hojas amarillentas ya no producen encanto, ya no produce mi ser abundantes frutos, ni riegan mis flores de fértiles semillas el campo donde he dispuesto mi última morada. Pronto estaré pétreo y seco, hueco y podrido, en mi partida arrastrare conmigo todo lo que me sucedió y pido volver a encontrarme contigo, mi inolvidable ausente, me fusionare con la tierra y volveré contigo, justo ahí donde comenzamos encontrare la paz.

Nota: no es lo mismo escucharlo, que sentirlo. No es lo mismo narrarlo que vivirlo. Por eso lo dedico a quienes se que pueden entenderlo, y aunque mis palabras sean solo eso, espero encuentren la paz y dejen fluir el perdón en su corazón. Hay que dejarlos ir…, aunque sea profunda la herida, siempre sanará.



1 comentario:

  1. Gracias al Maestro Fernando Sabido Sánchez por su apoyo y por dedicarme este pequeño espacio dentro de este universo lleno de soñadores como yo, cuyas armas son las palabras para defenderse de este decadente mundo que nos agobia.
    A quien desee leerme o contactarme puede visitarme en:
    www.notasdesdeelalma.blogspot.com o escribirme a jorge_sors@hotmail.com

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