miércoles, 27 de octubre de 2010
1614.- ENCARNACIÓN HUERTA PALACIOS
Encarnación HUERTA PALACIOS, nació en Madrid (España), 1940 y murió en el año 2009.
Poemarios publicados: "Alerta del alma inmortal" (1979), "Raíz de mi aliento" (1983), "Mis naipes en otoño" (1985), "El teclado de Lázaro" (1986), "Amor, vivo en tu lluvia" (1987), "Desde que Adán lloró" (1988), "Des-concierto" (1989), "Voces que me cantan" (1992), "El atrio de la mariposa" (1996), "Acerico" (plaq. 1999), "Griszul" (1999).
Premios: Dama de Elche (1985), Odón Betanzos (1988), Prometeo de la Poesia (placa, 1990).
CUANDO LA FIERA AMAINE
A la casa llegué sin pan ni fuego.
llevaba las sandalias descosidas.
¿Sabéis ? En esta casa,
al reclinar la tarde,
vamos a ser protagonistas
de una fiesta.
La fiesta más feroz que fauna humana
pudiera presentir.
Sigo en pie en este albergue,
tan inmenso, con el vestido a trazos
y el duo de lunares
sobre el monte de Venus
en mi mano derecha.
Cuando la fiera amaine
degustaremos la alborada
de poética viña.
Escucharemos a Virgilio
mientras plácido canta a Madame Butterfly
y Murillo multiplica colores
sobre tierra de albero.
Y sé más,
me dice el horizonte muchas cosas.
Te las diré en La Mar , desnuda toda.
Delirante y cautiva
confirmaré el azul de mi palabra.
Tú Debes Ser La Llaga
Tú debes ser la llaga,
la llaga del principio.
Por ti se hizo la noche y las tinieblas.
Nos dejaste el legado más horrible,
plomo y duelo cosido a los talones
que nos vence a la tierra
y extermina,
después le deja al viento
los labios del despojo.
Soberbia, reina enjambre,
matriz de las desdichas
¿cómo arrancarte el feudo
que te otorgó el abismo
de luz deshabitado?
¿cómo cerrar los cráteres que abriste
en los occipitales
y hundirte para siempre
en la cal espumosa de la nada?
Si fueses soberana del ayer,
tan sólo del ayer,
y no te alzaras hoy
con más fuerza que el hongo de la muerte.
Si ya no urdieras coloridas trampas
que conquistan engañosamente
concibiendo ilusiones
de someter el orbe a los caprichos.
Es posible que entonces
el reino del perdón ya fuera nuestro,
regresados al mundo
de cóndores altivos
sin el barro en las alas.
Traía Firme Anzuelo
Traía firme anzuelo
los ojos ya nevados,
y en la roca desierta
atrapé su sonrisa una mañana.
?¡Ayúdame!
vierto todos mis peces
en cristales salobres de la esfera
del humano que busca un auditorio
y canta la carcoma de sus penas?.
Lo dijo con aliento
de insomnio perdurable.
Se disipó el lugar.
Me perdí en salmodias y entre arenas.
No tropezaré nunca con sus abuelos ojos.
Pero su voz fue un ancla poderosa
en transitados puertos de mi entraña.
Hay desde entonces velas que apresuran
en navio de la vocal primera
en sonidos agudos concebida,
y conducen mi sed.
Y en mi playa de roja huracanada
estiletes ardidos
en los vientos cincelan el poema.
Quiero vivir milenios
pescando con mil redes.
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Fernando amigo:
ResponderEliminarBuena selección de Encarnación, esta poetisa que nos ha dejado físicamente, pero más existente que nunca en sus excelentes versos.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.