domingo, 19 de mayo de 2013

GRISÉLIDIS RÉAL [9848]




Griselidis Real
Griselidis Marcelle Real, nacida el 11 de agosto 1929 en Lausana y fallecida el 31 de mayo 2005, fue una escritora, pintora y prostituta ginebrina.


Griselidis Real se reúne con su padre en Alejandría a los 6 años de edad y pasa su infancia en Egipto y en Grecia en dónde fallece su padre, cuando ella no tiene más que 9 años. De vuelta a Lausana con su madre, Griselidis recibe una educación muy rígida contra la cual se rebela. Retoma sus estudios en la Escuela de Artes decorativos de Zurich y se gradúa en 1949. Se casa a los 20 años y tiene su primer hijo en 1952, luego se separa de su marido y tiene una hija en 1955 con otro hombre. Tiene un segundo hijo varón en 1956 en una tentativa de salvar su matrimonio que terminará sin embargo en un divorcio. Tiene un cuarto hijo en 1959, nuevamente un varón. Primero intenta ganarse la vida como artista, pintora. Se traslada a Munich con un negro-americano esquizofrénico y dos de sus hijos, frente a la violencia de su amante y a una cruel falta de recursos, decide, en 1961 de prostituirse. Una actividad que le permite alimentar sus hijos, y que practica primeramente como supervivencia, y luego como militancia, hasta 1995. Es llevada a prisión en Alemania por haber vendido marihuana a soldados americanos, luego es repatriada a Suiza en donde continúa a prostituirse durante cierto tiempo. Comienza a escribir en la prisión y también pinta. Intenta dejar la prostitución, gracias a una beca, para consagrarse a la escritura de su autobiografía: "El negro es un color", también se dedicará a su pintura.
Durante los años 70, Griselidis Real comenzará su vida de activista, es una de las líderes de la "Revolución de prostitutas" en París, 500 mujeres prostitutas ocupan el distrito 18 de París en junio de 1975 y reclaman el reconocimiento de sus derechos. Rechazando el argumento según el cual una mujer sólo se prostituye forzada por quien paga. Ella declara que la prostitución puede ser también una elección, una decisión. Griselidis quiso que en sus documentos oficiales figuren no solo su actividad de escritora si no también la de "peripatética" (su neologismo: meretriz) que ella considera como una segunda profesión. Aparece filmada en su casa en 1975 y 1976, al fin del documental "Prostitución" de Jean-François Davy.
Griselidis lleva su "Revolución" a Ginebra a 1977 y retoma la prostitución, actividad abandonada durante los siete años precedentes. Es una de las fundadoras en 1982 de la Asociación de Defensa de las Prostituas (Aspasie, Ginebra). Ella extendió su combate participando a conferencias internacionales, hablando de lo que ella consideraba como su trabajo, en universidades, dando numerosas entrevistas, y animando reuniones públicas. En su pequeño apartamento del barrio ginebrino de Paquís (zona roja de Ginebra) ella crea un Centro Internacional de Documentación sobre la Prostitución.
Paralelamente a ese combate político, Griselidis Real reivindicó siempre el rol social de la prostitución que ella consideró como una actividad que alivia las miserias humanas y que tiene su grandeza. En 1977, ella escribe que " La prostitución es un acto revolucionario".1 Desarrollo una visión positiva de lo que ella llamó en enero de 2005 (en el prefacio de su "Carnet de baile de una cortesana"), "Un Arte, un Humanismo y una ciencia". Pero ella reconocía igualmente el costado sórdido de su trabajo del cuál acostumbraba hablar en términos crudos.
Griselidis Real publica sus primeros textos en la revista "Escritura". Hace de su experiencia de prostituta la materia de sus libros: ellos son testimonio y defensa del reconocimiento de un estatus y al mismo tiempo son poemas liberadores. El relato "El negro es un color" (1974) llama la atención por la mezcla singular de tonos, violencia lírica, escatológica, hiperrealista y onírica. Se oponen dos mundos, el del orden y el de la espontaneidad, el mundo de los pequeños burgueses y el mundo de los Gitanos. Es en ese mismo registro que publica en 1992, "Un turno imaginario", fallece el 31 de mayo en Ginebra.
Poniendo en orden sus papeles, sus hijos descubren manuscritos, uno de ellos se publica en octubre de 2008: "¿Estoy todavía viva? Diario de prisión"; se trata en realidad de su primera obra, escrita durante su detención en Alemania.
El 9 de marzo de 2009, es enterrada en el Cementerio de los Reyes en Ginebra, a pesar de la polémica suscitada por esa transferencia. Ver artículo de Laurence Bézaguet, bajo el título: Grisélidis Réal : « Tant de femmes méritent le cimetière des reines ! », publicado en el periódico, La Tribuna de Ginebra, 08/03/2009.

Publicaciones 

Le Noir est une couleur, París, Éditions Balland, 1974 ; Lausanne, Éditions d'en bas, 1989; Paris, Éditions Verticales, 2005.
La Passe imaginaire, Vevey, Éditions de l'Aire/Manya, 1992 ; París, Verticales, 2006.
À feu et à sang, recueil de poèmes écrits entre mai 2002 et août 2003, Genève, Éditions Le Chariot 2003
Carnet de bal d'une courtisane, París, Verticales, 2005.
Les Sphinx, Paris, Verticales, 2006.
Le carnet de Griselidis, paroles de Grisélidis Réal et Pierre Philippe, musique de Thierry Matioszek et Alain Bashung, chanson interprétée par Jean Guidoni sur l'album « Putains », 1985.
Suis-je encore vivante ? Journal de prison, Paris, Verticales/phase deux, octobre 2008.
Mémoires de l'inachevé (1954-1993), textes réunis et présentés par Yves Pagès, Paris, Verticales, 2011.


“La prostitución es un arte, un humanismo y una ciencia”

Grisélidis Real. Escritora, 






entiérrame desnuda
como he venido al mundo
fuera del vientre
de mi madre desconocida

entiérrame de pie
sin dinero
sin ropa
sin joyas
sin florituras
sin maquillaje
sin ornamentos
sin velo
sin anillos
sin nada

sin collares
ni pendientes
de oro fino
sin carmín
ni línea de ojos

desde mis ojos cerrados
quiero ver
cómo retrocede
el mundo

las estrellas
y el sol
caer

la noche expandirse
hasta su origen
y sepultarme
en su boca

acostarme
por última vez
para extenderme
al fin solitaria
como un diamante
lleno de tierra

descansar
dormir al fin
dormir dormir
sin pensar
en nada más
para siempre

morir morir
morir
para reencontrar
al fin a mi madre
y reconocer
en tu sonrisa
la inocencia
que me ha faltado

toda la vida
te he buscado
te encontré
para poder perderte
y decirte
al fin
te quiero'






Me arrojo a la noche
Como se arroja un cadáver
A un pozo
Desfigurada
Por los gritos
Ya no seré reconocida
Mi carne será sombra
Entre las piedras
La tierra una caricia
Inmensa
Sobre mi sexo abierto
A los labios nocturnos.





Je me jette à la nuit
Comme on jette un cadavre
Au fond d'un puits
Défigurée
Par tant de cris
Qu'on ne me reconnaîtra plus
Ma chair sera ombre
Parmi les pierres
La terre une caresse
Immense
Sur mon sexe ouvert
Aux lèvres de la nuit







Amor

a Claude Albert

El tigre del amor
Viene como el rayo
A descarnar mi alma
A despedazar mi cuerpo
El tigre del amor
Camina a pasos mesurados
Sobre mi piel calcinada
El tigre del amor
Tiene de sangre llenas las fauces
El tigre del amor
Está herrado por el alcohol
El tigre del amor
Asesina a su madre
Que no lo amó
Ni vio ni reconoció
De una ternura apática
Arranca sus vísceras
A dentelladas vencedoras
Y lacera su culo
Aborda su vientre
Con puñales acerados
Con sus garras sangrientas
Mi Tigre, mi Amor
Me rindo, sucumbo
A tu amor de odio
Tu odio del amor
Vente no temas
Bebe la sangre de mis venas
Y redúceme a polvo
Desmenuza mi corazón desnudo
Con tus dientes hambrientos
No soy tu mujer
Seré tu carne de caza
Ahogada en cerveza
Tu presa jadeante
Tu puta escarnecida
Y tu ebriedad amarga








Mi caída en la tumba
Te devuelve la libertad
Tu risa descuartizada
Es la oración de muertos
De nuestros dos pobres cuerpos
Del amor asesinado
El tigre del amor
Viene como el rayo
El tigre del amor
Regresa a su antro
De caliente fetidez
Satisfecho y repleto
Hasta que el sol se alce
En las flamas de la aurora.


Traducción Carlos Alvarado-Larroucau





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