Karel van de Woestijne
Karel van de Woestijne (Gante, 1878 - Zwijnaarde, 1929) fue un escritor, poeta y periodista flamenco de expresión neerlandesa, hermano del pintor Gustave Van de Woestijne. Hoy en día es considerado como el máximo representante del simbolismo en la literatura neerlandesa, que dio muestra de un lenguaje original inspirado por los precursores del simbolismo.
Van de Woestijne creció en una familia burguesa de Gante, Flandes. Su padre era comerciante de cobre, y el poeta lo perdió durante su niñez, experiencia que marcó el primer periodo de su obra poética. La lengua materna del hogar era el francés, la lengua con más prestigio que el lenguaje autóctono entre la burguesía flamenca de aquel entonces. Así que Karel aprendió el neerlandés a través de los libros, y de sus estancias en los Países Bajos, sobre todo cuando trabajó para un diario holandés en su edad adulta. Por ello sus obras son tildadas por algunos autores de haber sido escritas en una lengua que no era la materna.
Estudió el bachillerato en el Ateneo Real de Gent. En esa misma ciudad estudió Filosofía Germánica, época en la que descubrió el simbolismo francés. En 1900 se mudó a Sint-Martens-Latem, estancia que le ayudaría a apaciguar su tendencia a la melancolía y la nostalgia del hogar paterno durante su niñez.
Desde 1906 fue corresponsal en Bruselas del diario holandés Nieuwe Rotterdamsche Courant. De 1920 a 1929 enseñó historia de la literatura neerlandesa en Gante. Fue redactor también de las revistas literarias Van Nu en Straks y Vlaanderen, las cuales vehicularon las nuevas ideas estéticas de autores belgas de expresión neerlandesa y francesa, del simbolismo francés, y de las novedades europeas, ilustradas con viñetas de los más grandes artistas del país, incluyendo a su hermano Gustave, o a James Ensor.
En 1929 murió.
Obra poética
La obra poética de Van de Woestijne es el producto de todas las influencias que nutrieron su escritura, las cuales no siempre fueron contemporáneas a él, como Baudelaire (sólo durante su primer periodo de poesía). Asimismo se pueden encontrar elementos de Verlaine, del movimiento simbolista, de Wagner, de la filosofía idealista alemana, de Schopenhauer y de los prerrafaelitas, y por autores decimonpnicos como Joris-Karl Huysmans, Jules Laforgue y Oscar Wilde.
Van de Woestijne creía más bien que el poema debía contener het algemeen-menselijke ("lo general-humano"), con el que se buscaba expresar su yo lírico en consonancia con el yo del hombre de todas las épocas y latitudes, lo cual se oponía a la visión individualista de los Ochenteros.
Símbolo y sinestesia
Van de Woestijne se vale de esta retórica para alcanzar lo divino (símbolo), y para explorar su consciencia a través de la mezcla de sensaciones (sinestesia).
Busca asimismo establecer un vínculo con lo divino a través de su arte. Inspirado en los primitivos flamencos y en la poesía mística medieval, Van de Woestijne trató de plasmar esta experiencia del ser que vislumbra lo divino en el mundo terrenal.
LAS CHICAS DE LAS TABERNAS
tienen un regazo tierno.
Ven los mozos con agrado
e infantan sus hijos muertos.
Corsés que aprietan y aflojan
llevan de seda fueguina.
Despertamos a su flanco
con bocaza arrepentida.
El mar redondo en que erramos
señas da y bosteza siempre:
nos hace añorar las vigas
y enviuda a nuestras mujeres.
Y anclamos en las tabernas
con su reposo furtivo,
tinto y mozas placenteras,
aún más que en el mar perdidos.
Yo he estado aquí...
Yo he estado aquí, allá, acullá,
en la tierra y en los cielos.
Y en resumen, ¿qué he encontrado?
Que es la luz más viva la de mi haz,
que no hay para mi cara ni un espejo,
ni hay óleos que alivien mi pecado.
Una vez me di a gozar
en una mesa sin Dios.
¿Acaso me bebí el mar?
¿Me comí la tierra? ¡No!
Que me asé mi propia carne
y escancié mi propia sangre.
¿Cuánto ha durado el banquete?
Tú has sido el último huésped,
Muerte, con tus ojos sorprendidos,
Muerte, con tu boca tan cosida
coses don y cortesía
con mis ahitos tejidos.
Fue cuando solté a mi azor
tras las piezas figuradas
¡oh, el hambriento cazador!
Y mi piel quedó escarchada
por un frío de esqueleto
luciendo en el puro hueso.
Sí, estuve aquí, allá, acullá,
en el infierno y la gloria.
Y llego a esta conclusión:
sombra bella la de mi haz
y ¡ay! mi cara gris en sombra
es aún el más bello sol.
IncluidoS en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).
A star: a clump of ice
A star: a clump of ice between my burning teeth ...
While thou art hid from sight, oh sea that barely breathes;
while my heart keeps silence like an aged nun
comes this precise infinity to sear my lips.
My nights were once a basket heaped with dreams;
my days the sum of all the apples that swell
in every orchard and on every laden tree.
I’d not fingers enough to count my riches.
Now: emptiness. The time is bleak, unmoved. The time
is like the chill and arid sea, that heaves nor moans.
I am alone; I press together my stiff lips
on naught but this great star, which scorches them.
Again
Again the asters’ baleful light begins to bloom;
again an autumn comes. And this heart worn with longing,
in which the summer’s torch begins to smoke and gutter,
then shudders, and hangs back ...
– I, whose hand felt the weight of the warm fruit
but was denied a bite in recompense;
who, knowing you are there, autumn compassion,
know myself the more alone;
eternal reaper, I, who cut the corn
but never for himself did bind the sheaf;
perpetual sailor in his watery furrows
who never to harbour came:
again an autumn comes; and again cruel want comes near
this heart that, without hope, yet does still know desire;
that, ever longing for this autumnal dying,
after winter knows it’s spring...
– Again my autumn blood burns in beseeching gestures;
again the heart weeps where the old wound sears ...
– How the gold of the chestnut trees is bronzing!
The silver aster blooms ...
'k Ben eenzaam droef, in 't geel-teêr avond-dalen ...
Door 't open venster hoor 'k den donzen val
van klamme bloemen in krystallen schale ...
— En 'k weet niet of ik haar beminnen zal,
in 't stil en licht bewegen harer leden,
en hare goedheid in mijn vreemd bestaan ...
'k Ben droef, en 'k hoor haar stille voeten gaan,
en haar zacht neuren, in den tuin, beneden.
I am alone and sad, as the soft gold evening dims ...
Through the open window I hear the downy fall
of clammy flowers in a crystal bowl ...
– And I do not know if I shall love her,
in the quiet and lightsome movement of her limbs,
and in her goodness in my strange existence ...
I’m sad, and I hear her quiet footsteps going,
and her soft humming, in the garden, down below.
© Translation: 2007, Tanis Guest
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