Gregory Quiñones
Oaxaca, México 1994. Fundador del colectivo "TINTA ROJA"
Fanático de Charles Bukowski, Charles Baudelaire, en otras tendencias, se encuentran entre sus gustos, personajes del romanticismo como lo es Manuel Acuña e Ignacio Manuel Altamirano, no puede faltar Pablo Neruda y contemporáneos Oaxaqueños.
Ha participado en talleres de poesía organizados por la Biblioteca Henestrosa y el Centro de las Artes de San Agustín, sus trabajos han sido publicados en antologías y en suplementos cultural. Estuvo a cargo del taller “LAS MUSAS EN AUSCHWITZ, poesía del holocausto”.
PARA LOS MALES DE SEPTIEMBRE
¿Será Septiembre y su odio contra mí?
¿O los juegos de ruleta rusa entre
la vida y la muerte?
¡ Ah!, la muerte tan necesaria para el equilibrio
y tan lacerante para el sentir humano .
Muere “El Borrega”,
a quien muchas veces
le negué la moneda de 2 pesos,
a su consagrada colecta matutina
para el “marrito” de mezcal con “Doña Piya”,
el bolero eterno de los trabajos jamás acabados.
¿Qué será de esa banqueta fría?
se sentirá inútil como puta jubilada
al ya no tener cuerpo
recostado sobre ella.
La voz andróidica de Don Florentino
se ha diluido
en las alcantarillas del recuerdo.
Se llevó consigo la enigmática formula
de su atole místico
siempre negada a mi madre.
Aún escucho el crujir de la reja
y el grito más efectivo
que mi despertador de cuerda
“¡Atole…!
Seguido del retumbar
de sus cubetas
sobre el piso. Ahora
esas cubetas vacías,
olvidadas
serán el hogar de arañas
que las observan
será su refugio
para
las lluvias de septiembre.
SEPTIEMBRE DEL 85
Al día siguiente de la desgracia
la humareda se solidifica con nuestro dolor
Arañan la felicidad en los escombros,
inmersos en el océano de muebles ,
varillas fuera del eje.
Te quieros no gritados
coito no consumado
colapso material,
colapso personal.
Un espectro de ayuda y lástima concurre
la ciudad hasta las próximas semanas
Voluntad tectónica
gritos neonatos y
maternales
amenizan la solemnidad de una tragedia,
cataclismo súbito a voluntad del universo.
Pasado estrecho, futuro también
civilización mal lograda
ante los designios potenciales de la naturaleza.
TRES VECES
(Oaxaca, Puebla, Veracruz)
¡Que mi voz se oiga aquí y en el alto ministerio!
pero escúchela usted primero Señor presidente,
Señor gobernador, Señor Juez.
Dios ha escuchado mis lamentos
cuando le nombré tres veces (como lo indica la liturgia)
de una plegaria fallida.
La cruz y los tres clavos no fueron delante de mí.
El señor que murió en ella no habló ni respondió por mí,
ni movió los corazones que estuvieron en contra de mí
Fueron tres las puntas de cuchillo
que husmearon en mis entrañas
fueron tres los minutos de agitación y de hipotermia
fueron tres las que esta semana no llegaron a su casa
ALIENTOS DE LA PRIMAVERA
A José Gamaliel García López (Niño de seis años violado y asesinado en La Costa Oaxaqueña)
Acechando la bestia en la maleza
sus ojos iracundos se clavan sobre la presa
indefensa y sola.
Garras afiladas las que clava sobre su pecho
arrebata su aliento clavándolas nueve veces
hiende su dignidad desnudándola y con heridas perianales
Juré llorar un día y ese día es hoy,
los últimos suspiros de la primavera
se extinguen con el calor
impunidad
roe su tranquilidad
arrastrándose con las mutilaciones del alma,
y la voluntad decapitada
y el miedo el interruptor de la verdad
El DÍA QUE MURIÓ PABLO
(A la memoria de Don Pablo de Rokha)
Lágrima disuelta en césped de cementerio
sonrisas hoscas salen al encuentro, corren.
Polifonía enervante, escurren mil llantos
Mil coronas de acapulcos, rosas, geranios,
todo lo eterno ya no me rodea, vivo .
frente a una lápida la concurrencia se fatiga
Algunos comprenden el mito del existir,
otros conspiran contra la fe, blasfeman.
Parlotean los curiosos, nosotros sentimos.
El siniestro funeral es mío y nada es,
no entristezco, y no lloro , sueño.
Aquí yace el forjador de mitos
MANUAL PARA COBARDES
I
Para entonces
sentíamos la impotencia
de una espada,
una espada
de batallas perdidas,
de filos indignos
y envainada
por un raquítico sueño
y sostenida
de un puño endeble.
La historia
estornudó y contagió
nuestra memoria de melancolía.
La culpa; nuestro eterno abrigo,
los calendarios… concurridos verdugos
de recuerdos lacerantes.
Somos el galope
de un casco lastimado,
un yelmo abollado
son nuestros ideales.
Y un cocodrilo domesticado
nuestra libertad
que no defendimos.
Poemas para el mal de septiembre
3
Después de la misa,
la quermés en la placita
de mí pueblo,
Crujía el carro de los
juegos mecánicos ambulantes.
La rueda de la fortuna:
causa de alborozos,
enfilados
como para recibir la comunión,
los niños esperando turno
Una familia de pájaros
vela en el campanario
el cuerpo de su padre
víctima de holocausto
en los pochotes
de los niños y sus resorteras.
5
Un grito lastimoso y tenue.
Las campanas:
su lenguaje que incitan
el plañir
de un “Tránsito de gloria”
llaman a “misa de angelitos”.
Las ardillas,
las tórtolas
y palomas
de pecho ancho
son espectadores
del cortejo.
Las frondas
acogen las lágrimas
de un pájaro
¿de quien defenderé ahora mi libertad?
Se pregunta el ave melancólica
que al ya no ver el cortejo
corta sus alas.
9
Labios de fotografía de museo,
la Atenea ojos de buey,
espalda desconocida
para estos ojos.
Caza momentos,
y los vuelve leyendas
de luz impresa;
su cigarro que
desvanece el aire
meridiano.
Sombrero
que como
noche en universo
la vuelve la catrina,
pena, pero
no espanta.
Adorno faceocular:
sus lentes al estilo
"Sex Pistols".
Su silencio encaja,
hace juego perfecto
con el día.
La bonaza del Alcalá
donde la miro
su 1.70 desplazándose,
desvaneciéndose
a la distancia.
Como la golondrina
se va al agonizar
la primavera.
Son las seis:
el día y la noche
si disputan aún
el espacio cronológico
Ella no está.
Los pájaros custodios
de la jacaranda
están de luto.
13
Mi ciudad
vuelve a inundarse de gañidos,
estandartes representando
oportunistas.
Los féretros
de funeraria de beneficencia
se abren silenciosos para
encerrar las sobras de mis recuerdos.
Escribo
un epitalamio
a mis parientes
a la sombra miserable
de la raquítica
luz delatadora.
Alcatraces
y claveles de tallo
cóncavo, vuelven
piscinas
las calles empedradas
donde tomarán
su baño
de sudor de obrero
las golondrinas
invisibles de septiembre
que masacran moscas,
y al vencer la noche al día
se tapizan las banquetas
del color vital carmesí
Y calla la orquesta
de grillos que interpreta
la segunda de Wagner
en sol mayor
¿Dónde harán ahora
su nido los humanos?
[De Veintiún poemas para el mal de Septiembre]
Nada
Busco alguna foto tuya en el armario
pero sólo encuentro una docena de tangas
y un sostén sin algún rastro de tus senos.
Ni siquiera está aquel poemario en su lugar,
sólo tus blusas sin mangas.
Hay una foto de David Moreno
¡No hay nada más!
Recuerdo el día de tu debut
estuve en primera banqueta para bailar el tango
mientas otro mordía tus pezones.
Después de las doce dormíamos en mi choza,
amanecíamos
con canciones tu voz y el charango.
Pero no hay nada
Te recuerdo, pero desnuda.
Claro, también tu cuello con sabor a no sé qué fruta
con aquel aliento y nuestras miradas asesinadas.
Ahora no hay nada.
Superman
También esperé a Superman
creía que vendría a salvarme
de las garras de la noche y
de los fantasmas que habitaban
en los arboles de mi ventana.
Reducía mis miedos a creer
que me vigilaba desde un edificio,
o que sobrevolaba el techo de mi casa,
que su visión laser protegía a los míos
y con su fuerza custodiaba mi cuarto.
Llegaron más días, los fantasmas se marcharon,
pero fuerzas de esta misma dimensión
me aterrorizaban y como una plegaría invocaba a Supeman.
Ahora todos lo esperábamos, esta vez nos fallo
hubo más de cuarenta muertos y Superman nunca llego,
nos quedamos en un estado de (Wasted Years) Nada que
unos solos de bajo no aliviaran, pero Superman nunca llego.
Los años pasaron lentos, el cabello largo era motivo de
maldiciones por parte de mi madre, pero siempre
a sus expensas viviendo e imploraba a Superman
pero Superman llegaba tarde siempre, ya resignado
conocí a Superman, un tipo con lengua larga y mucho maquillaje
Una melena larga era el motivo de mi locura,
zapatos con tacones extremadamente altos
y claro el grito de las gruppis y el lanzamiento de sostén,
el canto de gloria cotidiano, que era la única plegaria que conocíamos
I wanna Rock And Roll All Night And Party Every Day
así conocí a Superman, un Superman en forma de poeta.
Conocí a un grande, un viejo mechudo
parecido a un brujo malo de película,
se transportó desde chile a un barrio de Oaxaca
(Qué rayos tiene que hacer un matemático con la poesía)
Todos me envidiaron
Aquel día fui el ídolo de todos los blasfemos
mi éxito de golondrina, sólo una vez al año
motivo de invitaciones de cerveza, por aquella
hazaña que realizó un chamaco
Todos los poetas, dejaron su quehacer
Aparicio dejo a la puta que follaba
cuando Sandoval escribía no sentía placer.
Rito, pospuso un viaje y grito que lo amaba,
incluso yo, interrumpí una masturbación,
corrí y degollé dos pollos de la emoción
pues todos queríamos tener ese gran honor
sentarnos, insultarnos y hablarnos de tu con Nicanor
Como su alumno en el ateneo,
le reproche sus ecuaciones algebraicas
Y sin tener final, nos fumamos un porro,
(A sus más de noventa años, fuma marihuana)
Ahora entiendo el manifiesto de la Anti poesía.
Llegaron mis ídolos, convertidos en mis fans.
Pero ya no estaba Nicanor.
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