LAURA MEDINA ESPINOZA
Nació en Quirihue, Chile (1951). Poeta y profesora. Ha participado en recitales en Alicahue, en la Feria del Libro de Viña del Mar (2004), en diversos eventos en Villa Alemana y en el Paseo Rubén Darío de la Agrupación Literaria homónima. Sus poemas han sido publicados en el periódico The Rapa Nui News de Nueva York, EE.UU. y en la página Web del mismo www.therapanuinews.com y en la revista literaria chilena “Albatros” de difusión nacional. Ha sido incluida en la antología Vivencias secretas del Centro Poético de Madrid, España (2004), en conexión con el Ministerio de Cultura de España e incluida en la página Web del Centro de Estudios Poéticos mencionado y en la Antología Vivir Soñando de la misma entidad literaria Española. Participó en el Encuentro Internacional de Poetas 2003, convocado y organizado por la Agrupación Literaria Regional ALIRE, de la cual es miembro.
EL LABRIEGO
Desde la fresca aurora
hasta la última brisa de la tarde
el labriego,
junto a su arado
abre los surcos de la tierra
con júbilo y amor.
Se reclinan los espinos
aromas dan al campo;
señala la tierra
su verde esplendor.
Bajo el sol
siembra la semilla
en un jardín de esperanzas
con manos laboriosas
…y en su frente el sudor.
GABRIELA
A Gabriela Mistral
Abrió sus brazos la niña Lucila,
para coger con ternura
la ardiente savia de su ilusión;
la sombra de sus vigilias,
fruto y fulgor.
Versos envueltos en la dulce cepa,
con sabor a valle fresco;
esencia de calidos versos
en la paz del huerto.
Versos del humilde valle
cargados de dulzura y desvelo
donde la vid y el sol
cultiva su reino rojo.
En Montegrande
Lucila y el valle,
el verso y la flor,
un soplo refrescante
hecho sueño y canción.
LUNA DE ESTÍO
Silencio cálido.
Mirando el cielo
límpido y estrellado,
eres la reina cuando
la campiña se viste
con el oscuro manto.
En el infinito azul de los astros,
entre brumas y reflejos de cristal,
lejana
brillas de ternura dorada
en mi canto.
MADRE
Cálida y furtiva
llega a mí tu delicada imagen,
ensueño de rosas
que vaga en mis venas.
Madre amada,
perfumada violeta;
ternura y amor.
Madre,
tus manos siempre puestas
en el telar.
Eras la abeja que traía
el aroma de la vida
al celeste colmenar.
Aún añoro tus manos cariñosas
en mis cabellos de niña, engarzadas,
entonces era la princesa feliz
del universo.
Madre, hermana, mujer y amiga.
Dulce alfarera,
descansas en los celestiales parajes,
en los divinos campos de Dios.
Hoy que otra madre
en este mundo soy,
comprendo tu sublime labor.
Crece en mi corazón
el río de la infancia,
y es mas fuerte la corriente
de tu noble amor.
Me envuelve tu presencia...
Madre mía,
y me entregas
una fresca carga de ternura,
que perfumo
para mis retoños, que son también tus hijos,
en esta ronda de amor.
MARIPOSA
Primavera;
Florece el sueño y la flor...
perfuma el aire, florece mi corazón.
¡Frágil mariposa despierta,
sal de tu capullo!
Y vuela de flor en flor,
sobre verdes praderas
bajo el sol.
Delicadas alitas de seda,
dejaste en mis manos
el fresco fulgor,
el mágico destello de tu ilusión.
QUIRIHUE
Quirihue,
lejana comarca
de pálidos senderos
y verdes praderas,
en mi juventud de ti me alejé.
En mi memoria retornas avenida Arturo Prat,
con tus álamos frondosos,
y las hojarascas de colores
que eran para mi una bella armonía.
Al abrigo de los sueños
en aleros de mi memoria te cobijé;
aún perdura la tranquilidad
de tus álamos de plata
y el tierno cantar de los pajarillos,
de los crepúsculos y latidos
de mis verdes recuerdos que nunca olvidaré.
Volaron los años
de rama en rama, de flor en flor...
y hoy vuelvo con gozo
a la tierra que me vio nacer
a dejar estos versos,
gotas de rocíos
que sostienen mi corazón.
VIAJERA DEL AIRE
Errante golondrina,
soñadora del aire
por el mundo vas buscando nuevos lares.
Con tus alas al viento
eterna viajera,
cruzando vas desiertos y valles,
mares y fronteras.
Grácil golondrina
sueña… sueña,
abre tus alas
otros horizontes
y nuevas primaveras te esperan…
LA CALLANA
En medio de las lenguas de fuego,
colgada del trapecio,
te meces y meces
negrita bailarina.
Morena alegre y juguetona
en tu vaivén,
rondas y rondas,
sueñas y cantas
bajo las estrellas.
Y en medio de las lenguas de fuego,
la mano de mi madre
mece tu brazo de madera.
Negrita bailarina,
morena alegre y juguetona
dora que dora el trigo;
fortuna de la era.
Para el labio sediento:
dulce agüita con harina.
dora que dora el trigo
negrita bailarina,
morena alegre y juguetona.
Primer Lugar en el evento “Poesía es Música”
Quillota - Otoño 2007.-
DULCE TIBIEZA, SANGRE DE MI CORAZÓN
A mi hijo Gustavo
Un dolor inmenso me acongoja
en el lecho de un hospital.
Me siento como una pálida rosa
¡Oh! doliente soledad.
Pequeña salita maternal;
febriles mis pupilas,
delirio y temblor,
un oscuro abismo
orla mi frente,
un manto gélido cubre mis huesos,
Una sombra oscura mi corazón.
Un sueño recorre mi piel
el dolor oprime mi carne.
Rojos y secos mis labios,
sombra en mi lecho de hospital.
Frágil cual pálida rosa
con un canto cubriré mi dolor.
En mi vientre la esperanza
soplo de vida, tenue rayo de sol,
refugio de un nuevo resplandor.
Ha nacido mi tierno hijito
A mi regazo ardiente llego con su llanto.
Pequeñita presencia,
arrullo de mis sueños,
dulce tibieza, sangre de mi corazón.
Del Libro “Trinos de Libertad”
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