jueves, 10 de julio de 2014

ADILIA CARDONA [12.243]


ADILIA CARDONA

Honduras  1926 - 1991. Poeta. Estudió Ciencia Jurídicas y Sociales.
Sus escritos se caracterizan por un estilo regionalista y sencillo, en los cuales recrea el sufrimiento de los más desposeídos de nuestra Patria.
Vivió sus últimos años en Costa Rica.

OBRA:

Poesía

Auras campesinas, (1956-1958)
Sendas infantiles, (1968)




POEMAS DE ADILIA CARDONA
(selección de Jorge Luis Oviedo)


LA MOLIENDA

¡Que franca alegría!
Ya vienen saliendo los bueyes cargados
Con cañas jugosas, del cañaveral;
Les brillan los ojos cual gemas preciadas
Y vienen tan briosos como un huracán.

Ya meten la caña.
El trapiche empieza a girar,
Con dientes enormes como de gigantes
Las cañas tritura y empieza a chirriar;
Y luego los gritos: ¡Anda guey galanteee!

Ya prende la hornilla.
El humo cuajado sale en espiral;
Y cuecen el jugo, el jugo verdoso
Que sube corriendo queriendo escapar;
¡que rico está el caldo! pero, ¡que sabroso!

Todos los huacales
Vienen sudorosos  los alegres niños
De la vecindad; y corriendo vienen
Y vienen volando sobre la campiña
Pues de las cachazas su parte ya tienen.

La miel ya de punto.
Empiezan las palas como un remolino
A batir  y en los moldes a cuajar empieza;
 Y ha cristalizado por arte divino
En rubias panelas, la Naturaleza.   





MAÑANITAS DE MI PUEBLO

¡Mañanitas de mi pueblo!
¡Mañanitas bullangueras
Cuajaditas de neblina,
Cuando se oye en los aleros
Arrullos de golondrinas…!

¡Cuan cargada amanece
De perfumes de pradera
Y en cada lirio se mece
Una abeja colmenera…!

¡Cuando tiemblan entre rosas
Las gotitas de roció
Y parecen más preciosas
Las margaritas del río…!

¡Cuando gritando despiertan
En los guayabos de loras
Y revientan y revientan
En las pitayas las flores…! 

¡Cuando se oye en lo corrales
De las vacas el mugido,
Y clarinetes y zorzales
Se columpian en los nidos….!

¡Mañanitas bullangueras
De mi pueblito escondido…!
¡Mañanitas de Primavera
Nunca os echaré en olvido…!  





QUEDATE EN MI RANCHA

Quédate en mi rancha…
No quiero te vayas para la ciudá;
Y todos los chanchos que para la chancha
Para vos serán…
En las mañanitas
cuando el sol alumbra toito el maizal,
donde aquella cumbre
vendrán las vaquitas;
y vos, en guacal
beberás la leche 
de la vaca Panda color de carbón;
y con barro chele
mi hermanita Meche
te hará un buen jarrón;
 y en él muy bonitos
pondrás los claveles de todo color,
jazmines, resedas, blancas margaritas,
geranios de olor…..
las gallinas blancas
y las copetías serán para vos;
y si de la yegua nace otra potranca
son tuyas las dos…
cuando en el verano
ya las palomitas güelvan a cantar
en el potro blanco bajarás al llano
par’ irte a bañar.
Quédate en mi rancha….
No quiero te vayas para la ciudá;
La tierra aquí es güena,
la tierra aquí es ancha y tuya será…





LA ROMERÍA  

Aquí te lo treigo Virgencita guena.
¡Mira que chapudo si ha puesto el pelón!
Dende que empiece tu santa novena
Ha güelto a pedirme  su cumba de atol.

Con la inteligencia di tiya Cipriana
Que le dio la horchata di hojas del delor,
Y con hojas blancas li hizo una tisana,
Se le jue quitando todo aquel jervor.

Por ese milagro di haberlo salvado
De la salidera y di aquel dolor,
Las flores mas beyas que himos incontrao,
Te tremos Siñora por ese favor.

Candelas de cebo del toro pintao
Agora te priendo en tu santo altar.
Un cuerpo de cera te hey fabricao,
Y luego te voy el rosario a cantar.

Virgencita güena, di ahora en adelante
 todos los domingos lo verás venir;
lo madaré siempre para que te cante,
y que si  haga un hombre de güen polvenir.





ASÍ LLEGASTE A MI….

Cual pájaro agorero llegaste a mi ventana;
Y yo, virgen aun en eso del amar,
Me embriagué con tu canto, de dulzor de fontana,
Y en el fondo de mi alma te burilé un altar….
  
Y toda la floresta lució aquella mañana;
Su perfume las flores y su arrollo el pinar,
Y las nubes cargadas de celajes de grana
Fueron palio sagrado de una dicha sin par…

Me trajiste la dicha tantas veces soñada,
Me regaste de flores mi senda de dolor;
-Amenos- me dijiste, ya no temas a nada….

Y en las redes divinas, de tu sagrado amor,
En tu vida, por siempre, me quedé aprisionada
Y aunque presa me tienes no te guardo rencor






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