Gabriela Larralde
Buenos Aires, Argentina 1985. Estudió Ciencias de la Comunicación en la UBA y Periodismo en TEA. Su primer libro de poesía “Las cosas que pasaron” de editorial Huesos de Jibia fue publicado en noviembre de 2013. Su tesina de grado analiza cómo se trata la diversidad sexual, de género y la homoparentalidad en la literatura para niños. Este año editará su primer libro de cuentos, “La altura perfecta”, mientras escribe su segundo poemario. En los últimos diez años fue productora de exitosos ciclos radiales en La 100, Pop Radio y Rock&Pop. También fue columnista de literatura y guionista en diferentes programas de radio, TV y agencias de publicidad. Desde 2008 escribe un blog de literatura, eBlogtxt, y desde 2013 organiza el ciclo de poesía Rumiar Buenos Aires.
LA MANERA EXACTA DE ABRAZAR
Aunque hayas armado con tus brazos
la manera exacta de abrazarlo
aunque la intermitencia de ese abrazo
te sugiera un alivio,
la manera perfecta de sostenerlo todo.
Aunque creas que existe un tiempo anterior
las cosas que pasaron
siguen pasando.
NIÑOS EN LA CASA
Mi gata es feliz cuando hay niños en la casa;
los examina, se deja apretar,
da vueltas, la alzan.
Sus voces dentro de la casa, agudas,
producen un efecto de hipnosis en ella.
Como si les tuviera un miedo que no es miedo.
Guarda dientes y uñas.
Se vuelve maleable embajadora de lo que perdimos.
MADRE BOEDO
Son dos vasos altos
llenos de leche
le pone azúcar al mío
revuelve
con el pelo así
parece una actriz.
No,
es más linda que una actriz.
Está en bikini y camina hacia el living
con el vaso lleno
baila suave
música brasileña
Copio sus movimientos
también su sonrisa.
No su pelo
que es de otro mundo.
LA MEDIDA DEL SILENCIO
Mira por la ventana del bar
para que yo diga la palabra
en silencio
busca que la diga
piensa que
si digo la palabra
si la pronuncio,
sin aire
tal vez con la mirada aparte
llena de frío
rascándome el brazo,
como cuando estoy oscura
sabrá lo que siento
piensa que
si digo, si uso
la palabra que espera
que ambos sabemos
si la uso, tal vez
en pasado, tal vez
entonces
eso busca
sin parar
con su silencio
piensa que
si la digo
si sale de mi boca
la palabra
por una vez
sabrá qué sentir.
LLAMASTE
Llamaste después de dos años.
Estoy parada en la esquina de mi casa.
Tengo un filet de merluza en la mano y la sensación
de que soy la única mujer
en toda la ciudad
con un filet de merluza en la mano.
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