domingo, 7 de octubre de 2012

ILEANA GARMA [7.999] Poeta de México


Ileana Garma

Mérida, Yucatán, México. 1985. 
Fue Becaria del FONCA en el área de Letras, especialidad Poesía, período 2013-2014. Es Diplomada en Literatura, Protocolo y Periodismo por la Editorial Santillana. Egresada de la Escuela de Creación Literaria de la Sociedad General de Escritores Mexicanos. Premio Estatal de Poesía “Jorge Lara” 2005. Premio Estatal de Poesía “José Díaz Bolio” del Patronato Pro Historia Peninsular PROHISPEN 2005. Premio Nacional de Poesía “Charles Bukowski” 2008. Premio Nacional de Poesía “Francisco Javier Estrada” 2008. Ganadora del torneo de poesía Verso Destierro 2009. Mereció el Premio Nacional de Poesía “Caza de Letras” de la UNAM por su libro “Ternura” 2012. Ha publicado el libro de poesía “Itinerario del agonizante” 2006, y el libro de poesía “7 Obra poética” 2012, ambos por el Ayuntamiento de Mérida. Actualmente estudia la licenciatura de Artes Visuales en la Escuela Superior de Artes de Yucatán.  Libros en Red en coordinación con el Ayuntamiento de Mérida acaba de publicar su libro “Días de fiesta y otros cuentos” y el Sedeculta le otorgó el Premio Estatal de Cuento Corto “El espíritu de la letra” 2014.



HOGAR

Las niñas juegan
Las niñas juegan a la plastilina
y dicen
en esta casa hay muchos cerrojos.
En esta casa no pueden entrar papás.
Sólo niñas y niños y mamás.
En esta casa no puede pasar nada malo.
Y no tenemos miedo.
Yo tengo miedo, por las noches.
Anda claro, por las noches todas tenemos miedo.
Y pesadillas.
Mira qué bonito lo que estoy haciendo.
Qué bonito. 
Mada Alderete Vicent




mi madre es maravillosa en muchos sentidos en otros me asusta la televisión encendida toda la noche el uniforme de empleada departamental que no se quita desde que yo era una niña y la observaba abriendo a medias la puerta a media noche me asusta el cigarrillo que comenzó a fumar desde ese tiempo y que hasta ahora es imposible detener me asusta que cante comerciales completos mientras se peina frente a la refrigerador mi madre es maravillosa en muchos sentidos cuando se corta las uñas es un globo índigo que atraviesa la ciudad de plomo (otras veces tengo miedo porque no cierra los ojos) porque el presidente está dando un discurso y ella no puede cerrar los ojos porque en la secundaria un chico le robó un beso y no existían las tiendas departamentales el plomo la tristeza

***


recuerdo el parque la sonrisa verde un poco oscura de las tardes algunas veces trepaba hasta un árbol de frutos rojos frutos que se rompían entre mis manos y soltaban una leche venenosa abajo mi hermana corría en círculos mi hermana y mis primos y los días quedaban abiertos como esos frutos suaves tiempo después el árbol fue arrasado por las tormentas de septiembre suplantado por uno más joven crecer es olvidar árboles esos dos o tres importantes para mí un árbol de tamarindo una palmera y aquél árbol del parque olvidar árboles y dejar que las tormentas se lo lleven todo lo mismo que a los años (los múltiples rostros de mi hermana y la pintura de los columpios) la casona aledaña los pájaros y todo eso ornamental tan indispensable/(( tan permanente))

***


era muy sencillo primero te guardabas de la abuela en una caja de cartón gigante que arrojabas por las escaleras luego nos guardábamos de las escaleras dentro del jardín para comer verdolaga esas cosas que le gustan a las ranas luego nos escondíamos de las ranas cuando la llovizna ya era tarde y corríamos a aquél árbol solitario luego había que escondernos de la oscuridad y del abuelo que llegaba de la fábrica oliendo a tabaco volvíamos a las ranas por un segundo y al gato y a las escaleras espiábamos a que llegara mamá y nos hacíamos a las dormidas (entonces era más difícil aprender a escapar de nosotros) pero ya ves aprendimos

***


este sol este sol este sol no es bueno para nadie mamá nos llevaba al zoológico los domingos ahí parecía estar más cómoda con nosotras este sol no es bueno para nadie yo pensaba en los animales en caminar a cuatro patas en pastar alguna vez (quise ser una ardilla) un tejón un venado pastar y echarme y estaba bien pastemos como las vacas hermana mía como los dulces corderos que no seremos nunca que no sabremos ser nuestro sol nuestro sol nuestro sol no es bueno para nadie

***

el abuelo me regaña cuando voy de visita cuando no lo veo desde hace una década los autobuses lentos siguen pasando detrás de casa (detrás de las palabras del abuelo) viejo alcohólico de mierda siempre fui la nieta que leía sus libros rojos que subía al muro para esperar su llegada que escondía sus cigarrillos para alejarlo de la tos ((ataques que despertaban a los gatos y que me hacían bajar las escalaras a las tres de la mañana)) para vigilarlo mientras dormía mientras lo veía temblar cada vez más delgado y amarillo este año va a morir odiaba que los autobuses lentos acallaran sus últimas palabras desde hace décadas las últimas qué tiene él qué decirme viejo alcohólico que no sabe abrazar

***


entonces queríamos plazas solitarias una rueda de la fortuna que no se detuviera nunca mi hermana y yo nos sentíamos extrañas junto al novio de mamá queríamos verla sonreír verla besar a alguien por vez primera queríamos que se dejara llevar nunca supo hacerlo (había algo malo en los hombres) algo roto algo que no valía la pena entonces queríamos plazas solitarias una rueda de la fortuna que no se detuviera nunca entonces quiero


***

sólo un poco bastante huérfana para saber de charcos cuando todos estaban tomando el vaso de leche el dictado el miedo era haber hecho algo mal ((que el abuelo hablara con mamá en silencio)) sólo un poco unas cuántas piedras lanzadas a la casa del vecino para concentrarse con fuerza en los pájaros en el repaso del día con el último sol de frente esos matorrales que los gatos adoran mientras pensaba qué hice hoy una piedra tras otra veamos repasemos


***

dianita habla de egoísmo toda la noche está molesta porque he tirado a la basura esas fotos de cuando éramos pequeñas y nadábamos en una piscina que ya no existe (comíamos almendras debajo de un almendro que ya no existe) y estábamos con Luis y Karla que ahora tampoco tengo sueño habla de una maleta que yo regalé a la beneficencia donde ella guardaba una muñequita rubia llamada Katherine ((ella quería tener una hija y ponerle así)) y regalarle esa muñeca de una navidad en la playa donde llevábamos vestidos rojos y nos bañamos con cerveza esos restos en las botellas sin adultos amanecía en el mar en nuestro cabello largo oscuro y nos bañamos con las muñecas con su Katherine y la mía (vamos Dianita tengo sueño)


Ejercicio o plegaria
para encontrar la sombra

(De cómo ni el sargazo nos aleja del reloj)

Nunca del todo y del todo sustituible
No hay grandilocuencia para mis verdades efímeras
Sé que rompo la hoja y no me levanto
         levantarse es apenas el recuerdo de la sangre

Hay muros donde el rostro se expande hasta la ausencia
crecen las manos
siempre            hacia abajo          siempre
hacia la parte más oscura de la lluvia

Ileana   Tleana   Ileana Garma
te buscan   te busco   te buscamos
Hay en las bocas de la luz el muladar de tu sombra
no le creemos
sé que miras detrás y un reloj te carcome

Te desdibujas en los resquicios de la piel
como una leyenda procreada por naufragios
La arena se arena con los poros
el agua sube por tus piernas hasta llenarse de marismas
de la concepción malsana del sudor
Has pronunciado                    lumbre
He pronunciado             carne
Vamos a romper la falsedad       la verdad         el todo

La esfera del desencuentro crece en tus orillas
es el polvo
la inutilidad de los pájaros apisonados en la piel
es la vejez cansada de encontrarse en los charcos
de presagiar la resignación

No voy a hablar de hechizos
la plegaria es mi nombre
es la linde que divide la conducta de esta brasa
de este brazo que encalla en la injuria del mar
en mantarrayas violeta que crecen
en el espejo
      espejo alimentado de rincones
mi nombre es reconocerse adherido a la palabra
en la travesía de palparse
a través de la noche


Para hundirme en la sangre hasta 
hacerla convincente

A través del sobornable abismo de la piel
que tiende a confundirse             conmigo
con la luz creíble detrás del viento
no hay más que un camino probable
dispuesto al azar por desaliento o rutina
donde el pesado
olor a migraña o lluvia por venir
se extiende hasta mi franca turbación
como una planta llenándose de sitios
                                        aceptables para el insecto
                                                   Un poco de muerte

Se endurece la sal sobre mis párpados
como una mentira razonable
la costumbre

¿O es que volvemos a la metamorfosis de la brasa
sin haber cambiado de languidez
esqueleto opaco?
Volvemos a la noche flanqueada por el hierro
que se estrecha sobre el intento de soñar
y es aquí
donde la piel se retira a su mismo espiral de mugre
y le creemos             con un poco de rencor
con el desinterés apropiado
para cerrar los ojos



Cuando para mí

cuando comprendo
cuando quiero café
cuando me digo acabaste pero sólo es de noche
pero edificios de tijeras y la calle haciéndose piras en el costado
entre las macetas o sentirme carne rastrojo
rastro para el llanto
                                      Cuando pasa esto me pregunto   ¿En verdad? ¿Seré Eva?
¿En verdad eres Adán?
y me sabes árbol y me sabes manzana y me caminas mordida de serpiente
y me recorres savia
y me diluyes tiempo de computadora o pesadilla
o hacia atrás o hacia mí
o esa historia que nadie ha escrito
esa historia que escribieron de nosotros
de la luz nunca luz
            sólo parpado en plena decisión de corroernos
Entonces
no hay entonces   La Jornada o litografías de frío
o litografías de mi ancianidad                     de mi vela derretida
entonces tu peso que pesa tu pesadumbre tu paciencia inexistente
entonces amanecemos terciopelo y hay una regadera
y todo esto cuando digo ¿De verdad?
y todo esto cuando digo Te quiero



Porque hay departamento o tres pisos 
o azotea

Porque nos cansa faminar porque el cigarro nos devuelve aliento
porque nos volvemos adictos a la cafeinotristeza y beberé de ti
y beberás de mí
Ya no nos gustan los espejos

Aparecerán fábulas
             aparecerá un gemidiscurso donde alguien llora pero prefiero gritar
Iré debajo de los pies a formar mis raíces y hay centro también mañana camaroja
pero tazanoicamente nos perdidecimos instante y me voy quedando silencio
casi verde
Casi seco     arado

A veces no te llamo y me buscas vozlactante
a veces te busco y me respondes vozmurciélagomuro
tranvía dos direcciones y nos veremos otracintura
tranvías dos discreciones y nos daremos un beso
y nos daremos un cetro
para gobernarnos el uno al otro



No hay puerta de escape
Sólo cama

Parece que hay jueves que soy calles violeta que se desbordan
dices que vendrás mientras decido ser escalera incandescente
Parece que hay rumores del alba en que derrotas
derrotas a la ausencia y le quitas el nombre

Porque aprenderé                          padre
a ser incesto de lluvia tejado y maullido
porque aprenderé a llenar de tarde mi cara muchacha y con lentes
porque aprenderé a dejar las costillas en el ahogo
a llenar los senos de madrugada

Ya no mentiré los pliegues me fascinan
hermano padre hijo vengan sentir el peso de mi boca
arder y presente y presentir que no habrá puerta de escape
sólo cuero cabelludo
sólo morderás mi nombre y la entrepierna
y entre un tal vez y demasiado domingo triste
te diré
esto necesitaba
esto necesitaba para no caer en la trampa del calzado y silencio
sólo razón en la oscuridad y detrás del rojo
a través de tu piel oscura que palpita

Negrodía negramano negraconvicción de combate
de cerrar los dientes sobre el pecho o viento sin cortina
de cerrar la ausencia de palpar el grito
negrodía nubegorda tierra de sábana y semen
negraconvicción                de amarte
de comerte en mi sigilo
en las esquinas ya no habrá deseo porque nací Tleana Garma
porque nací demasiado Ángel roja
demasiado para ti



No nos salvaremos

Claro que habrá tiempo para que las rodillas cicatricen
para que la vehemencia se vaya o se cierre el parque
Claro que lloraré pero es igual que nadar
o ver televisión en el insomnio
o caer en el hastío de los huesos pesados y ya sin planchar tu ropa
sin pronosticar la furia
en los alrededores del comedor
Claro que viviré quitándome luz o llena de aliento
vivir de vida sin vida de vidas para vivir
para tener una mascota o mojar los pies en la lluvia
Claro que volverás o sólo el vértigo de pausas y de cosmos
con el pánico                    el sexo que se fuga en las fogatas
Sólo fuego
Y podremos utilizarnos de nuevo a riesgo de hundirme para siempre
a riesgo de enmohecer la sábana        de volverme eléctrica
Claro que el labio se cansa o el omóplato te espera

Te necesito con desgano y voracidad
Claro que vendrás
                                                                                nos perderemos


Tú también la noche oscuras

Como si alguna sustancia le faltara a mi cerebro
subo a los automóviles de mis amigos
debajo de la lluvia avanzamos hacia
habitaciones debajo de la lluvia
como si algo
algo importante de pronto
hubiera desaparecido
para dejarme ahí
sonriendo en el asiento trasero
o en sillones bien forrados a un lado de
heladas lámparas
entonces
no tengas miedo
Entonces puedo resumir
en elevadores y escaleras
restaurantes cafés calles árboles
neblina detrás de los árboles
este dolor
este dolor de
líneas paralelas que se juntan
entonces
no tengas miedo
de las líneas paralelas
de las líneas paralelas que se juntan
Dos chicas en especial
he visto
sin hablar toda la noche mientras llueve
sobre las carreteras que parecen cerrarse
No quisiera ser como ellas y más tarde
resumiendo todo esto en escaleras en medio de árboles
en medio de salas tibias en medio de mi mano
quizá tampoco importe
y llueve también sobre
hasta que duele la espalda
como si alguna sustancia le faltara a mi cerebro
que puedo resumir este dolor en elevadores
en el temor de ser como esas calladas
con lentes
que despegan el color de la luz de las paredes nocturnas



Vida entera en una

Afuera llueve en el verano
el sucio vaso de un desconocido descansa a un lado del escritorio
Creo que puede llover en tu camino a casa
tendrás los audífonos mientras el noticiero se traga a los viajantes
Yo escucho al agua burlarse de la debilidad de la vieja cantera
es como un antiguo enemigo que vigilara mi ruina
que disfrutara con mi programado destino y la repetición circular de los hoteles
donde acepto vasos sucios y el oficio de esperar
no busco la ventaja de ser puntual en los aeropuertos
no creo ya en un sol que recupere la fuerza de mis muelas
Tú puedes haber llegado a casa y recordar a una pálida joven
que dormía con la cabeza pegada a la ventanilla
mientras me rebelo contra la calma de una lluvia que sólo desea mirarme
mirarme con la perdida clave para hacer de mis labios la buhardilla de la verdad
mirarme con el mediocre interés por los que no perdonan
una noche más acaso no sea nada
acaso puedo –entre un vaso sucio y el tablero de las llaves-
desearte hasta la apatía
acaso puede darme insomnio tanto tanto
acaso puede pesarme aquel chico que se asoma a tus ojos
justo cuando sales de una cocina tan agria como la que a ratos compartimos
a ratos que no son estos
que no pueden ser estos
porque aquí me hace falta subir hasta la 204
sugerirle a la cama que esté tan triste como yo
para no desentonar en medio del cansancio
y morderme la uña del dedo gordo hasta quedar dormida
pero es verdad
hay fresnos y álamos
y campos que parecen la capa de un agonizante príncipe
campos rojos que se sacuden entre cielo y cielo
y cactos y casas de tabique que pierden las ventanas por la fuerza del viento
Abrí la puerta de un hotel desconocido
y nada de esto ha empujado mis pupilas para entregarse
sino que me olfatean como perros de caza
como la lluvia olfatea a los abandonados
Hay eucaliptos también
y dátiles
y días que se deshilarán como un telar viejo
y costumbres terrosas que no me dicen nada
el llano que me sujeta con la mano de su ocaso
el llano que me levanta con el rojo de sus gritos
es hermoso
aunque me duele todo el cuerpo es hermoso
el amor todavía tiene grietas que se inundan de sudor
como una zanja entre los matorrales
y es hermoso
Hablo para te pongas un segundo la pesadumbre de mis párpados
para que me dejes llevarte a ti
como los amantes coyotes llevan entre los dientes
a sus cachorros



Caravana

Cuando entraste a mi piel
con toda la furia de la soledad
de la noche los días los puestos de carne
Con toda la soledad de la furia
los vestigios los trabajos
yo no esperaba nada
Abrí la cortina de un muerto amanecer
deformé callejones entre cigarrillo y cigarrillo
hasta que me cerraste los recuerdos con tu cuerpo
Yo no esperaba nada
así que mentí entre cadenas y fósforos
rosales que detrás del hotel se pudrían
sin esperar nada llegó la luz
me cubrí con una sábana para romper el silencio
Yo no esperaba nada cuando te tomé de la mano
subimos escalinatas descubiertas por la lluvia
aprendimos de botones rotos
de cabellos atrapados por la humedad
Aprehendiste mis pasos en la cerrada luz
en mi cerrada boca de aprendiz minúscula
en mis jardines que se alargaban como una trampa
No esperaba nada
cuando encontré diminutos patios en tu cuerpo
bancas en la noche para dormir
columpios sujetados por el sudor de tus manos tibias
tus pies
tu delgada cabeza de Aquiles vencido
El que en este momento se encuentra acompañado
ha estado acompañado siempre
El que en este momento se encuentra solo
ha estado solo siempre
Pero no espero nada busco evadirte
Evadirte cuándo en el vientre
las cenizas tienen hijos hambrientos
y perseguir el amor para quedar sujeto
para que se nos parta el rostro y las cosas comunes
para que no sirva de nada la existencia del desierto
la piedra que le quitamos al bosque
juntar las manos
Porque cuando entraste a mi piel
con toda la furia de la soledad
de la noche los días los puestos de carne
Con toda la soledad de la furia
las pisadas los trabajos
yo no esperaba nada
Abrí la cortina de un amanecer
deformé callejones entre cigarrillo y cigarrillo
hasta que me cerraste los recuerdos
con tu cuerpo


Yo me llamo Erik Satie como todo 
el mundo

I

A las seis en punto
donde el verano no podía terminar y
estirábamos la cuerda por la carretera callada
las nubes o el paso de
los otros
esos flamencos de cemento en medio de la ría
sus siluetas doradas
secas
un buen tramo sus siluetas
callados
Ahí estaba yo
el atardecer detrás de ellas
mi madre entraba a cirugía en un hospital lejano
los flamencos de cemento en medio de la ría
para confundir a los turistas un buen tramo de calor
donde el verano no podía terminar
sobre nosotros
sobre los sudorosos enfermeros
sobre los médicos con guantes
y nuestro carro en medio
sin encontrar el mar
en silencio
entendiendo la quietud de los flamencos
para siempre sobre la misma pata
y sus fugaces gaviotas
Mi madre estaba en el hospital
no te dije
y después
escuchábamos a los otros y los flamencos
para siempre
con sus fugaces


II

Todo el tiempo y hasta aquí la tarde
sostenida la bandera las barandas las palomas
todo el tiempo ella dormida sin el agua
que corre en otras que no para
que no podrá detenerse
la bandera poco a poco sostenida
y los árboles el peso cuando avanza
ya sin plumas con el agua tibia todavía para nada
para nada
Tú sabías que Esta tarde tú sabías
estar cerca no era posible y la ventana
sostenida a un lado
tú sabías que abajo
esperaba el taxi y el médico más lejos
el sonido la ambulancia la bandera queda arriba
apenas asomada
ya es tarde
y esperabas
el médico más lejos
el agua
y la lluvia que prometiera la lluvia
sin temor al agua que prometiera la lluvia
sin temor a la lluvia que prometiera la tarde
sin temor a esos tramos húmedos que guardaba
para no bajar para no depender de las escaleras no lo sabes
para no depender
sin temor a escaleras los colores de la brisa
y esos gajos que colgaban de un taxi del sonido de un taxi esperando
impaciente
cómo podría si apenas
no lo sabes
apenas



Poenimios del descenso


Tiempo de lámpara y sin ti

Hemos encallado en la soledad de la palabra
Me pregunto si verás cuando la piel se desplome sobre los ojos
Siempre la misma lámpara y nunca tu luz
Mi vejez me miró a los ojos y ya no pude sonreír
qué unidas se quedaron las cejas
tienes que ver esto
tengo miedo                                                              de la lejanía




Poenimio para un hombre alado

La piel me ha quedado gris de tanto esconder tu nombre
Ya no más ceniza                               sólo terquedad
Quiero encontrar el reflejo de la lepra en tus gestos
ese romper el hueso a cada instante
Quiero encontrar el rostro
en ese aullido abierto por la noche



Autoestío

La tarde se ha quedado inmóvil con la lluvia
A veces creo que avanzo pero no dejo de caer
solo queda el rojo                       las ramas y alguna piedra
Si perdí algo fue la noche
Si perdí algo tuvo que ser el rostro
Cada vez que encontré alguna niña detrás del miedo
la hice mía



ESPIRALES

Espirales son las galaxias, distantes y viejas donde un día, pusimos una piedrita que regamos en la cocina. Yo llevaba el delantal verde y tú colocabas los platos en la mesa. Una escalera comenzó a crecer, ahora nuestra tristeza es joven. Ahora tienes miles de estrellas alrededor, y yo otras tantas pero, en aquella piedra encendí una luz, para no acariciar a ciegas al niño que jugaba con esta niña, sin miedo, con los dientes.  Espirales son las galaxias que delineaste en mi vientre,  en mi sangre, espirales que brillan sin importar lo viejas que son, y ya lo saben todo sobre cenas románticas, nadie va a mentirles. Una curva en el tiempo me he puesto sobre los hombros para bajar por aquella escalera que hoy me cedes cariño, y ya sabemos de los labios que van hacia abajo siempre, nadie va a engañarnos aunque con el trabajo de todos los días parece, que uno solo va, que uno solo va al mismo lugar que, uno solo va al mismo lugar, de siempre.



EXPLOSIONES

El fruto de las explosiones es luminoso. Las agonías estelares me escriben cartas donde vive el niño que no quiere bajarse de la mesa de este planeta tan chiquito. Chiquito. Estoy caminando por calles del centro. La gente está tan enojada. Con la humedad del aire y el tráfico, vendedores ambulantes y fantasmas, todo a plena luz de día, es de día. Luminosos pulsos en el cielo arrastran piedritas que ya no son nada. En verdad te digo corazón. No hay nada sino piedritas. Yo creo en las explosiones. En ti y en mí. En todas partes seremos ese deseo, ese planeta que gira, una vez más, alrededor de estrellas que han terminado como pulsares, probablemente incineradas por el suave desastre.



SUPERNOVA

Todo lo que ha dicho la ciencia acerca de las supernovas ha sido un error. ¿Tú sabías en qué momento termina este día?, ¿en qué momento las manos concluyen su recorrido? No lo harán nunca. Ni terminan las semanas, los meses, todo es un paso más, un paso único. El viento que alimentamos a cucharaditas de miel, y mañana no será sino el temblor que hoy aprendes, que nunca olvidas nubecita. Nubecita. No importa cuántas veces vuelvas a decirme que no, a decirme con la cabeza ladeada lagrimita oscura. Hoy no es sino el cariño de ayer. Ellos nunca supieron nada de las supernovas y de su velocidad celeste, no se trataba sino de una creencia. Cree en estas manos, cree en su sabor de terrones de luz que nunca termina. ¿Acaso tú sabes dónde queda todo este tiempo y sus cepillos y su bote de basura? Mañana no será sino estos ojos dentro de los cuales caminas, ensayas y caminas, más lento y más abajo, más abajo siempre.



SATURNO

¿Cómo se formaron los anillos de Saturno, pequeño mío, lo que existe en las ventanas colgando de los techos, y la fuerza, esta fuerza que nos acerca y nos aleja? Girando. ¿Alrededor de qué, pequeñito? Volantes y cartones y envolturas de aluminio vuelan en el aire pero, otras tardes, parece tan limpio el universo, libre incluso de amor y de añoranza. Chiquito. Libre de ti frente al verde y la impávida iguana que se estará ahí todo el tiempo, porque sabe que es este segundo bajo el sol lo que importa. Girando. ¿Para quién?, ¿hacia dónde? Amigo, he puesto en una canasta mi rostro que ya no es sino ciénaga dulce, ciénaga, y mi voz. Una voz de algodón que solía flotar, dormitar cerca de ti, alrededor de ti. Sacaré todo a la calle. Tú sabes que así como las camas viejas, como esas prendas que ya no van, siempre habrá alguien que lo necesite, yo sé. Quizá alguien afuera, en los anillos de Saturno, girando, solo espera.






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