Dubraska González Gámez
Docente teatral venezolana (Guatire, Miranda, 1972). Reside en Valencia (España) desde 2005. Licenciada en artes por la Universidad Central de Venezuela, casa de estudios donde trabajó como profesora.
Amarga
Amarga
llegando inevitablemente tarde a todo
a la vida
al despertar
a sembrar las margaritas que se deshojan solas
Amarga
mil veces
repetidamente
amarga
caduca
extranjera
atando a esta amanecida
perenne
torcida
mis manos llenas de siluetas
escarchadas
y
vacías
Amarga
mil veces
cansadamente
amarga
caduca
molesta
robando unos ojos
para incrustarlos en mi mirada
ciega
pasmada de una agonía
condenada
y
ancestral
Amarga
mil veces
fatigadamente
amarga
caduca
hastiada
durmiendo este llanto
en la indecible sustancia
de tu voz
arenosa
remedada
y
sustraída
Amarga
mil veces
asqueadamente
amarga
caduca
aborrecida
muriendo rápidamente este dolor
en el corazón letrado
de un tormento
idílico
verdugo
y
divino
Amarga
mil veces
difunta
amarga
caduca
liquidada
Amarga
Conjugándonos
Yo
la insigne
la nefasta
la violenta
la perdida
la
más puta
como siempre
la vendida
Tú
el extraño
el recordado
el emigrado
el
más dulce
como siempre
el vendido
Él
el aliado
el amante
el albacea del deseo
el
más dispuesto
como siempre
el complacido
Ella
la asesina
la sanguinaria
la Bernarda
la terrible
la
más tierna
como siempre
la pagada
Nosotros
los desterrados
los sin nombre
los enamorados
los
más crueles
como siempre
los hechizados
Ellos
los insomnes
los náufragos
los dolientes
los
más fuertes
como siempre
los deudores
Existo
Existo, porque trato inútilmente
de
corregirte
las palabras
para poder armar
las mías
en
mis
desvelos
Existo, porque tu ruina
me
duele
inmensamente
desnuda las grietas
y
me comprime el alma
Existo, porque no sirvo
para las despedidas
por eso
nunca terminaré
de
escribir
mi renuncia
Renuncia
última letra
final
aparte
tardío
no
quiero
verme
coser
mis
venas
con
los
hilos
de
tu
martirio
no
quiero
verme
reventar
tu
alma
con
poemas
de
despidos
última letra
final
aparte
tardío
quiero
seguirme
en
las
huellas
que
dejaron
las
rosas
crecidas
de
mi
vientre
quiero
seguirme
en
esta
renuncia
a
tiempo
en
las
voces
de
todos
mis
silencios
Morir
Morir
entre nubes
fuego brutal que abraza
la perra maldita
te espera
perra callejera
preñada de demonios
hechicera
Morir
entre besos dulces
fuego materno de estrellas
la perra pagada
te venera
perra vagabunda
violada por espíritus
traicionera
Morir
entre lágrimas amargas
fuego de tumores rojizos y mortales
la muerte inclemente
te llega
perra errante
parida por azar
embrujada
Morir
entre cenizas
deshecho
dormido
fuego virgen de dolores
la muerte violenta
y
grosera
Tus manos
Tú
borrador
de recuerdos
hoja suelta
mano zurda
negada
infantilmente
a
escribirme
Tú
diluyente
de memorias
papel en blanco
mano derecha
derramando tinta
a raudales
buscando
torpemente
un lienzo
para
dibujarme
Empuña los claveles
Empuña los claveles de la despedida hasta que florezcan las semillas de la esperanza, y junto a otro pueda construir jardines floridos y distantes.
Rompe este cielo, hazlo llorar toda la lluvia de este mundo, para que así mi llanto huela a tierra húmeda y reverdecida.
Arranca todos los escombros de cruces del templo remoto, que cansado de esperar el perdón enterró sus ansias y lisonjas.
Golpea fuerte este sentimiento tardío de clemencia, para que sientas con esos puños la solidez de la hembra que ya no te extraña.
Violenta la tierra que sembramos juntos, para poder asegurar en mi memoria el desierto hostil e infértil de tus huellas.
Extirpa toda remembranza del encuentro, del recuerdo nublado de quererte y flagelarnos, para que podamos nombrarnos en otra alma y en otro lienzo.
Sujeta fuertemente los puñales que clavaste en mis entrañas, porque en un arranque de ira pueden hacer retoñar violetas y margaritas, deshojando el dolor enterrado desde el último día.
Destroza definitivamente mis deseos fugaces de inmortalizarte, para que puedas dormir tranquilo en la casa ajena, en la elegida.
Sacude el estupor producido por el olor de otro cuerpo, por la dolencia del extraño sentimiento y rememora lo que fue tuyo, las rosas espinosas que se clavaron un día en el vientre.
Destierra la lástima de no poder ver el pasado sin estremecerte, antes que se conviertan en cadenas pobladas de extrañezas y rencores.
Triunfa definitivamente en la lucha imposible de inhumar la ausencia y el destierro.
Besar
besar
las
huellas
dejadas
en
el
espejo
de
tu alma
empañarme
verte claro
y
definido
imagen poderosa
heroica
reflejarme
en
las grietas consumadas
de
tu esperanza
vivirme
siete noches pasionales
trenzando
tu
delirio
en el reflejo
de
mi
cuerpo
Llover
llueve
en
el tránsito involuntario
de
mi
memoria
apareces
fantasma
exterminador
sin evocarte
sin pedir permiso
sin anunciarte
llueve
en
mi cuerpo exiliado
de
tu
nombre
transitas
aparición
mortal
por
el camino
de
mis
rencores
y
desesperanzas
llueve
en
mi alma atormentada
te arranco
suelo áspero
donde
te
sembré
un
día
llueve
en
mis ojos
te lloro
sin excusas
sin motivos
sin razones
llorar a mares
y
lavarme
la
memoria
Rondar
tú, tierra húmeda penetrando en la noche
sabes de su presencia
agua inmensa
rondando la mancilla
de
tus
muslos
tierra oscura
y
dolida
por la lejana falta de no quererte
desandas tu propio estiércol
andariega nocturna
le pides en silencio
que vuelva
quieres ahogarte nuevamente
en
la ronda melancólica de su pecho
en
su
sol
incapaz de darte lumbre
no insistas
niégate a seguir rondando el alma
del que
ya
no
te
siembra
Prometer
estos poros abiertos que dejaste esa noche tienen sed
hambre de tentarte
y
romper
el
silencio
que
sólo
quebrantan
mis
poemas
tú eres mi más caluroso hallazgo
encuentro
y
deseo
entrelazado
al
mío
tú erizas mi piel
al
probar
y
recorrer
el
hemisferio
de
mis
labios
estos senos te los prometo como premio
si
logras
la
victoria
de
suavizar las paredes de mi vientre
Intimidar
esa madrugada fue temible
él
removió
tus huellas
mis sombras oscuras
demonios trasnochados danzando en la alborada
confesé
esa
noche
en
nombre
de
terceros
reflejos ajenos
diluidos
fragmentados
él
adivinador de imágenes
lector de ojos
intimidó
mi pensamiento
mis grietas
y
dolores
la noche
se
hizo
larga
densa
profunda
pero al amanecer
mis manos empezaron a detenerse
a tragarse las palabras
y
en
un
rincón
de
mi
cuarto
aparecieron todos los inquilinos ilustres de mi
nostalgia
para celebrar que alguien los reconociera
incluso
en
la
penumbra
Desaparecer
en la alcoholemia de mi cuerpo encontré tus partículas
tóxicas
dispersas
prodigadas
intento precariamente arrancar esta ebriedad que me
producen tus restos
emborracharme de lucidez mortífera
de imagen que llega
en desuso
y
a destiempo
etilismo en mis venas, desorden en mi sangre
contaminada por tu recuerdo
exhumo mi aliento
me hago llama
olor desagradable
piel agrietada
por
esta
intoxicación
venerable
de
arrancarte
de
mi
pecho
mi vientre vacío como las botellas de esta noche
perpetuo
seminal
virgen
rey de todos los alcoholes
y
vapores
te invita a desaparecer una y mil veces
hacerte líquido inflamable
para que ardas para siempre en el embotamiento de esta
pena
tú, miga infecta
desperdicio de esta bacante
desaparece
carcoma
de
mis
labios
en la viciosa noche de esta letra
Añorar
mi luna lujuriosa está menstruando
siento
presurosamente
un
dolor
ovárico
que
me
parte
en
dos
los
centros
de
mi
mengua
vientre lunar
armónico
sigiloso
que añora la dura prueba que me ofrecían tus manos
menguar
gestación de luces
a medias
a tientas
y
con el recuerdo orbital de tus ojos
describo los círculos enormes de esta espera encendida
por tu lengua
mi luna pare palabras
preñadas del grito efímero
de
regodearme
y
destruirme
en
tus
asombros
en tu empapar inútil
y
acunado
porque amo tus letras lunares y es lo terrible
lo melancólico
y
embarazoso
porque amo una expresión, una metáfora traidora
una creciente cavidad que da vueltas sola en este
añoro
mis noches de alumbramiento seguirán
creciendo
menguando
añorando
amando tu reflejo ancestral en la luna equívoca de
esta lumia
Celebrar
estoy viviendo en una "ceremonia de adioses"
te despides y celebro la victoria
regresas y me amargo con violencia
escribes y te pienso con nostalgia
te leo y me inspiro con angustia
escribo y me recorro inmensa
te olvido y me conozco nuevamente
en esta celebración mis manos danzan junto a la musa
silenciosa de tu sueño
vuelvo
a
ser
a
convertirme
me transformo
te veo
y
desapareces de esta nube
yo
ante mí
contra mí
sobre tu letra
celebrándome
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