domingo, 16 de mayo de 2010
147.- GUSTAVO PEREIRA
Punta de Piedras, Isla de Margarita (Venezuela)
Es poeta y ensayista. Se doctoró en estudios literarios en la universidad de París. Fue fundador del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales y del Centro de Investigaciones Socio-humanísticas de la Universidad de Oriente. Asume activamente el compromiso social y político: “La política parece una sombra que nos sigue a todas partes, no podemos eludirla, querramos o no”. Su poesía es de gran importancia para comprender el nuevo quehacer poético venezolano. Su lenguaje es directo, conciso, despojado, imaginativo, lúdico, irónico, provocador. No en vano nos dice: “SOMARI. / El inútil intento de acercarse a la verdad / conduce a otros intentos…” Es uno de los poetas venezolanos más importantes de su generación y de la historia literaria venezolana. Formó parte del grupo “Símbolo” (1958), y fue director-fundador de la Revista “Trópico Uno” de Puerto La Cruz. Ha publicado más de treinta libros, entre los que destacan: Preparativos del viaje (1964); En plena estación (1966); Hasta reventar (1966); El interior de las sombras (1968); Los cuatro horizontes del cielo (1970); Poesía de qué (1971); Libro de los Somaris (1974); Segundo libro de los somaris (1979); Vivir contra morir (1988); El peor de los oficios (1990); La fiesta sigue (1992); Escrito Salvaje (1993); Antología poética (1994); Historias del Paraíso (1999); Dama de niebla (1999); Oficio de partir (1999); Cuaderno Terrestre (1999); Costado indio (2001); Poesía De Bolsillo (2002); Sentimentario (2004); Poesía Selecta (2004); Los Seres Invisibles (2006), entre otros. Fue director de la Revista Nacional de Cultura (1999-2002). Ha recibido reconocimientos como el Premio Joven Poesía de las Universidades Nacionales (1965), el Premio Único del Concurso Latinoamericano de Poesía de la revista Imagen (1970) el Premio Fundarte de Poesía (1993), el Premio Municipal de Poesía de Caracas (1988), el Premio de la XII Bienal Literaria José Antonio Ramos Sucre (1997) y el Premio Nacional de Literatura (2000).
A LOS DE OTROS PLANETAS
Aunque parezca cierto
Quienes mandan aquí no son las vacas.
APOLLINAIRE HERIDO
EN EL FRENTE DE GUERRA
Apollinaire
ya
tenía
la cabeza rota.
CARTEL DE LA ALEGRÍA
La muerte debe ser vencida
La miseria echada
Que haya pájaros en cada pecho.
DESGRACIADO DE AQUEL QUE ANTE LOS MUSLOS
Desgraciado de aquel que ante los muslos desnudos
de la amante en el lecho
es capaz de mandarse un discurso.
EN EL MUNDO NO QUIEREN A LOS TRISTES
A Luis Camilo Guevara
Uno tiene derecho a acongojarse
a sentirse vencido
pero en el mundo no quieren a los tristes
Uno está en el deber de levantarse
agarrar su cayado
echar a andar
Optar por esconderse entre sí mismo
Irse a la misma mierda
Desamarrar sus diablos
O simplemente hacerse el monigote
el salsero mayor
el chicle más orondo de la fiesta.
EN EL REINO DE LOS ESPEJOS CURVOS
Sucede que las sondas electromagnéticas temen a las aguas del océano.
Y son entendibles sus razones. Por más alta que sea su frecuencia, éste las amortigua, las desvanece, las aniquila, como hace con los rayos de luz y con los náufragos irrecuperables. Ni siquiera el láser, tan pertinaz, puede traspasar la barrera de reflexiones, refracciones y absorciones de los fondos marinos, en donde anidan, tenaces y desvelados, los concertistas de las profundidades y las sombras eternas. Sólo por canales hasta ahora secretos pueden viajar las ondas acústicas llevando y trayendo los llamados de las centollas, el traqueteo de los crustáceos como si fueran ametralladoras disparadas al mismo tiempo en un cuarto de vidrio, los tambores de los peces errabundos, los silbidos de las grandes ballenas y la lengua dulce y entrañable de los delfines.
Eso pasa con mi amor por ti, hasta ahora secreto, porque teme la incertidumbre de tus aguas.
EPITAFIO
Prohibido hacer comentarios sobre el difunto.
EPITAFIO PARA SER COLOCADO
EN LA TUMBA DE CHAPLIN
Puesto que no puedo reír como antes
Permítaseme esta forma
de mostrar los dientes
como se debe.
ESCRITO EN LA TUMBA
Q.E.P.D.
( ¿Quién lo duda? )
HAY UN TIEMPO
Hay un tiempo de echarse a pensar y un tiempo de arder
y días de caer rendidos bajo techo
Un tiempo de amar
hasta el fondo
y días de herrumbre inmersos en nuestras cosas
Hay un tiempo de tender la mano y un tiempo de golpear
y un recuerdo que naufraga en nosotros y un rostro que acaso hemos visto o no.
LA GALLINA SENTADA EN LO ALTO
La gallina sentada en lo alto mira pasar gente
Si fuese fusil dispararía.
NADIE SE ENFADE
Una libra de queso un metro de leche
Sobre el mostrador las migas del pan se levantan rezongando
y el dependiente tiene unos ojos largos
Etiquetas bebidas baratas las frutas aumentaron la leche también
El panadero pone menos harina en el pan
Qué pasa todo eso es un robo qué pasa nadie se enfada
Salgo del café silbando como los otros.
POR ENTRE LAS ISLAS
Suelto mi corazón como vela y navego por entre las islas
La algarabía de los pájaros marinos llena mi barco de alas
No existe territorio como éste en pleno
pecho de mi travesía que pueda
hacerme olvidar cuán cerca
de aquí estás mi silenciosa.
SOBRE NAVEGANTES SOLITARIOS
A Lucila Velásquez
Los dispositivos de los barcos para la navegación solitaria funcionan con frecuencia a destiempo. Las técnicas de recepción, por ejemplo, no identifican sino a sombras. Las señales de satélite vuelan en órbitas tan bajas que el ecuador está siempre distante y las sondas acústicas no miden profundidades sino abismos insondables. En alta mar, cuando los lugares son siempre los mismos, el navegante solitario es el único ser que en el planeta, fuera de la gran ballena, se alimenta de resonancias: cada andrajo del océano puede ser la última visión
SOMARI
Mientras haya amos
no habrá poesía.
SOMARI
El talento,
como la raíz
hay que mantenerlo oculto.
SOMARI
Cuando estuvimos de acuerdo en esto
no nos dijimos media palabra
En cambio ahora
para distanciarnos
¡El grueso Larousse resulta exiguo!
SOMARI
Hay un poco de mí en ti
Pero es mucho más que lo poco que hay de ti en mí
Mi orgullo está en
saber que esta vez
he dado más de lo que he recibido.
SOMARI
No entiendo por qué escribo estos versos
si sé muy bien que otros los escribieron por mí
Pero ellos
¿en qué pensaban cuando los escribían?
SOMARI
Cielo
desnudo
qué
bien
te
ves!
SOMARI DE LOS HUEVOS DE PALOMA
Los huevos de paloma son como los cohetes
Todo el mundo presume que volarán algún día.
SOMARIS
5
Tenía razón Buda
La carne es carne
SOMARIS
6
Cuando logró ser conocido por todos trató de ocultarse.
SUTILEZAS
El inventor de la bala
¿Qué perseguía?
VARIANTE DE BASHO
Canta la cigarra
Estalla el día
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