Khédija Gadhoum
Nació en Túnez y reside en Los Estados Unidos.
Doctora en Literatura y Cultura Latinoamericanas por Ohio State University.
Actualmente, es profesora de español, consejera de estudios internacionales y supervisora del programa de portugues en el Department of Romance Languages de la University of Georgia, en Athens, Georgia.
En 2013 publico Celosías en celo (Ediciones Torremozas).
Ha participado y presentado varios congresos y seminarios nacionales e internacionales sobre literatura y cultura latinoamericanas. Ademas de la labor académica, se dedica a la poesía, la fotografía y la producción de documentales en America Latina.
Sus poemas han aparecido en Afro]Hispanic Review, Negritud: Journal of Afro]Latin American Studies, Ediciones Torremozas, Ámbitos Feministas, The South Carolina Modern Language Review, Dos orillas: El Estrecho de Gibraltar.Frontera Literaria, Feministas Unidas, Inc., Humanismo Solidario: Poesia y compromiso en la sociedad contemporanea, Tus Letras Escritas, Letras como Espada, Área: Revista Hispanoamericana de Poesía y JoLLE@UGA: Journal of Language and Literacy Education.
MÁS ALLÁ DEL MAR (BIBÈNES)
de Khédija Gadhoum
Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, Nº 57, año 2016.
Prólogo de LUIS CORREA-DÍAZ
Si acordamos que la existencia es la experiencia del ser o, si se quiere, el ser siendo experimentado, la poeta en sus poemas nos hace experimentar este ser en su existencia fundamental y fundadora: la experiencia del peregrino y del peregrinaje.
Eso es lo que somos cada uno/a de nosotros/as y lo que llamamos nuestras vidas no es sino la vivencia de esa realidad única —de toda existencia biológica, de toda manifestación gregaria y cultural, del planeta…, en fin, del cosmos… Idear un poema(rio) es crear un modo específico, incluso arquitectónico, cada cual el suyo, en el que el lenguaje se ordene, para recrearnos en su virtualidad… Ya hoy podemos concebir, sin vergüenza ni temor, que la poesía también es un arte en el sentido de que es otra instalación y simulación: nos instalamos en el verbo y simulamos el mundo para vernos y verlo en lo que somos y querríamos (haber sido).
En MÁS ALLÁ DEL MAR, segundo libro de Khédija Gadhoum, encontramos una atmósfera revitalizadora y nos sentimos dichos, expresados, pero sobre todo anointed —y discúlpese el anglicismo aquí que no lo es de todas maneras— en lo espiritual y en lo corporal.
La poesía de Khédija Gadhoum puede reconciliar.
I
Voyage, sourd voyage,
quand les tempêtes avaient leur part, et la folie.
…
Je prends ma terre pour laver les vieilles plaies.
(Édouard Glissant)
génesis
Le voile qui aveugle vos yeux sera
levé par les mains qui l’ont tissé.
(Khalil Gibran)
a deshora Cronos desahoga su trémula edad
y entre sordas tapias Gaia cercada aguarda
su lejana estampa.
en Pontus desciende.
de par en par la acrisolada sabiduría
ilumina clemente la milenaria tierra
y el verso inicia su babélico andar.
caudalosa costa de coral y alegre cal
frente al noble mar la blanca cuna.
salen las sirenas a recibir la nueva.
a oscuras germinan las voces
hasta la aurora del nuevo día.
gota a gota el rocío en crecidas.
respiran inmóviles las pretéritas fundaciones
seculares genealogías en vetusta permanencia.
todavía estaciona el vivir en sendas fugaces.
de nuevo el profundo mar abatiendo vuelcos
palpita muy breve y visceral su noble corazón.
en cada alba yace la última humanidad.
a los soñadores los pícaros sueños desafían
hábiles baqueanos de caminos y destinos.
pausan a la deriva del ágil vivir sus sueños.
fortuna y aire vuelve a jurar mañana
en cada leve conquista de sabia golondrina.
porque entre pliegues el amor valiente
no teme fronteras.
¡Bab El Bahr 1, puerta de alta mar!
tu mudo silencio saluda con manso querer
en tus orillas aún arden tus osados besos.
orienta el verbo
a Túnez
Traje conmigo algunas piedras de la ciudad perdida
Y un puñado de versos sin destino.
(Carmen Cristina Wolf)
de noche la humilde hojarasca
hoja por hoja recubre la desnuda plaza.
rivales sabores apostarán su módico ayer.
impaciente entreabre la mañana sus huellas.
de par en par la mísera conciencia talla
en sordo silencio las aturdidas callejuelas.
surca el infinito gentío su inmortalidad
poética residencia del mero vivir.
en cada vena una cuna de sangre.
luego con perfecto método la perfección
acuna el ameno deseo de poder servir
las efímeras horas del desamparo.
en flor alza el jazmín su blanco aroma
la soñada revolución a orillas de la primavera
aún exhalando recuerdos héroes.
tierra adentro, tal vez.
los olvidados de la madre tierra
sin nombre cultivarán la silvestre poesía.
con frutos ambulantes
en estériles zaguanes
la sombra y el destino
sin tallo
sin verdor
los sueños muelen su demorada pasión.
y un día el rojo amanecer
se derramó libre entre las simientes rejas
se derramó
sangre justicia en eclosión.
en carretillas transitaban las voces
dispersas en campos y prisiones
porque la efigie del añejo ayer aún
velaba el ocaso reino.
melodías de eterna fe.
para la postrera memoria, ¡ni olvido!
sólo el recuerdo del sincero perdón
del Hombre que nunca dejará de
soñar.
sanar. un ser.
soñar. un canto.
predica la nueva promesa de contar…
LA HISTORIA
otro tiempo sueña con otra sana identidad con versos
soñados la extrema barbarie.
érase un 14 de enero en aquella PRIMAVERA.
eran laicos los besos.
era la anhelada democracia.
un invierno en llamas en la selva de Dido
en cada pulso las caravanas acuñaban
un país. sano.
un himno. soñado.
una aceituna. para todas las estaciones.
siempre peregrinos los mártires mapas.
porque…
When I am asked
How I began writing poems,
I talk about the indifference of nature.
(Lisel Müeller)
en bocas de flores prohibidas confesé
mi soñado vivir en lenguas extranjeras
aún celebro la afortunada travesía.
sí… por fin me aseguró…no siempre mi madre… pero en otra vida…
… porque mi padre no…
me sigue…
…recordando todavía... no.
por qué mi padre…
… porque
mi madre…
…sí, ma…
por qué.
volvimos a compartir el mismo jazmín.
porque la poesía siempre
nunca es.
porque entre lápices y cuadernos
la jerarquía dictaba el escaso porvenir.
¿por qué? siempre repudiaban mis artes
porque las letras enturbian para que…
después de tantos cuadernos y domingos.
los sagrados sueños llegan. tardíos
porque primero tenían que marcharse (medio dormidos).
ahora que son museos vulnerables
y la utopía seda mi cano corazón
sólo me falta encontrar el sí de todos los porqués.
en retrospectiva
la ínfima hora
aunque breve
el origen descansa en el magnánimo significado.
en medio del misterio
mi consuelo, mi corazón.
PANACEA
de colores parpadean las frívolas imágenes
pulsando truenos y congelando gritos.
ha llegado la abrumadora industria del ser.
modernas se despiertan las luces en púrpura malva
para el transeúnte día opacos respiran los versos.
luego el mismo encanto de los ecos
de oro las indiferentes conciencias.
despacio y perfecto el paisaje apenas
reconozco lo que vivo. viva inocencia.
en este calendario sin fechas
te quiero absolutamente
habitar
entera.
arabescos
Whether all is really lost
or not depends entirely on
whether or not I am lost.
(Václav Havel)
danza la noche con cuerpos vacíos
de nosotros en cada instante
se disuelven tus palabras difusas
antes de caer inconclusas en la vida
se enredan nuestros hilos.
alrededor del solitario fuego
recojo tus indelebles promesas
cubiertas con cenizas. promesas.
en la misma escena deshabitada
tarda tu metamorfosis en oraciones
sin sentido
sin amanecer. tarda.
¿será humano el mismo silencio?
serán visibles tantos naufragios
como tantas arrugas de la gélida piel.
en tus ojos de hombre turbio
arde como el aliento del tiempo
tu cuerpo candente en la sombra. miel.
vuelvo a vivir los rastros de tu aroma
como si fuera para siempre
el último beso de mayo.
Celosías del recuerdo: Celosías en celo, de Khédija Gadhoum
Publicado por: José Sarria Cuevas
“Memorias otras / otros abriles / nostalgias que residen / aún estampadas / en tu adorado y remoto / kilim”.
Con estos versos, a modo de frontispicio, abre Khédija Gadhoum su primer poemario, Celosías en celo. Una imagen con la que reivindicar, simbólicamente, sus raíces: los hilos de toda una existencia con los que se ha hilvanado la experiencia vital y que encuentra sus orígenes en el estampado de un colorido kilim.
Escribía Jaroslav Seifert que “recordar es la única manera de detener el tiempo”. Y no solo el tiempo en sí, sino la lujuria de su voracidad que amenaza con devorar todo aquello que un día nos perteneció y que nos conmovió mientras paladeábamos el sabor de la existencia. La poeta, con el recurso de la palabra, hace funcionar la memoria como método, y con ella convierte a la historia personal no en un mero acta notarial de su vida, ni en una crónica o una autobiografía, sino en una realidad transubstanciada de donde van emergiendo recuerdos, imágenes, experiencias, locomotoras desvencijadas de la sncft, platos y postres con oliva, comino, coriandro y vainilla o largas filas indias de niñas alineadas en el polvoriento patio central de un colegio tunecino.
Y esto es lo que logra magistralmente la profesora Khédija Gadhoum con la entrega de Celosías en celo. El texto ha sido concebido como una armónica miscelánea de recuerdos e imágenes (“de nuevo los vientos del SUR / vuelven roncos y viejos / vuelven / para conquistar mi desolado corazón”) que interactúan, de forma precisa, con el presente y con los acontecimientos más inmediatos. Celosías en celo es un magnífico poemario que ha de entenderse desde la perspectiva de una experiencia fragmentada que la poeta articula a modo de propuesta existencialista, una especie de juego cubista, con el que Gadhoum deconstruye sus vivencias en numerosos planos sucesivos, donde confluyen y se encastran pasado, presente y futuro, insertos en la misma realidad objetiva (“a coro cromado los nobles mosaicos del ayer / le cantan al tiempo su hoy”), con el fin de analizar, reflexionar, acerca de la condición de la existencia humana: identidad, libertad, responsabilidad individual, emociones y significado de la vida y de la muerte, que conforman la integridad de una misma realidad poliédrica.
Dice Silvia Adela Kohan que “el poema no es un fragmento de la vida del poeta, sino una realidad transfigurada”. Y ese arte lo posee, sobradamente, Gadhoum pues desde su maestría en contar sus experiencias hace posible que se universalicen en el momento en que los personajes se convierten en nosotros mismos y nos identifican, y nos llevan también a nuestros recuerdos, y nos sanan, y nos redimen, y nos salvan. Imposible no reconocerse, solidarizarse y conmoverse con el poema “Habiba”, dedicado a la madre, recordando la alegre voluptuosidad de las prendas blancas oreándose libres y ligeras, o conmoverse con el “dégage” que cantara el pueblo tunecino tras la liberación de la dictadura de Ben Alí y que se recoge, pleno de emoción, en el poema “Milonga oriental”.
En lo conceptual, su poesía hace apuesta por el verso libre, inclusivo de reminiscencias vanguardistas, con preconcebidas disposiciones versales (escalonadas o verticales, como los magníficos poemas “Norte”, “Higiene femenina”, “Milonga oriental” o “Los límites de la palabra”), incluyendo algunos juegos tipográficos que dotan a diversos poemas de una belleza plástica inusual.
En el discurso poético-ideológico priman los conceptos de realidad y claridad, que es tanto como decir razón y utilidad, bajo los principios irrenunciables de laicidad, libertad y humanidad (p.38).
Una poesía bien construida y fundamentada, pero desesperadamente abatida por el presente más cotidiano (“¡qué bonito sería vivir una sola jornada / sin darse cuenta del afanoso existir! / ¡qué afortunado sería el vuelo / sin trazar el camino de regreso!”), de rango civil, subyugada por un coloquialismo sencillamente humilde e impregnada por la aceptación de las señas de filiación sureña (poemas “Ouchem –tatuaje-“ o “Celosías en celo”) y reivindicación de la propia identidad (poemas “Amanecer 6”, “Norte” o el definitivo “Aswad –negro-“, en el que leemos estos bellísimos versos: “conversando con mi madre un día / me di con mis propias señas de identidad / negra”). Es la de Gadhoum una poesía de aproximación más que de profundización, al modo en que el poeta andaluz Álvaro García ha venido a definir a la poesía contemporánea: “Huyamos de cualquier palabrería. / Digamos solamente lo esencial, / tan sólo las palabras para crecer y amar / y el nombre más sencillo y útil de cada cosa”.
Escribía el poeta Paolo Ruffilli: “He aquí mi sueño de escritor: quitar peso, el mayor posible, a mi escritura… Para pronunciar verdaderamente lo sublime, pienso que es preciso salir del calco, de la huella, de un rastro sutil. Por una ley de lo inversamente proporcional: cuanto más bajo es el tono, tanto más alto es el efecto.”.
Algo parecido a lo que ya dijera Ramón M. Del Valle-Inclán: “Los grandes poetas eliminan los vocablos vacíos, las apoyaturas, las partículas inexpresivas y se demoran en las nobles palabras, llenas, plásticas y dilatadas”.
Así es la poesía de Gadhoum en quien claridad o utilidad no vienen a significar menoscabo de un intenso proceso reflexivo, ya que su lírica revela “muchas horas gastadas en meditar sobre los enigmas del hombre y del mundo”, al decir machadiano. En Celosías en celo los poemas van mucho más allá del inmediato concepto o de la mera crónica cotidiana; los personajes y su contexto han dejado de ser lo que representan para reunirse en el espacio que delimita la intemperie del poeta y experimentar en ese espacio la trascendencia de la palabra.
Gadhoum ha elaborado un significado poemario que se acomoda en los brazos de una lírica existencial para, con un mensaje preciso (donde la expresión doliente de la vida se hilvana intensamente con la pasión de los sentimientos), hacer altar de la memoria y a través del crisol de los recuerdos, alambicar el sufrimiento y conseguir, con ello, la salvación, la liberación, la redención: “escribir / es resistir el NO / su eventual duelo / en su precisa eternidad”.
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