viernes, 6 de septiembre de 2013

HANANE AAD [10.471] Poeta de Líbano


Hanane Aad 

Hanane Aad (Líbano, 1965), es una poeta libanesa, periodista (medios impresos, radio y televisión), crítica literaria y traductora. Ha vivido en Viena, Austria, desde 2009. Estudios: Diploma de Altos Estudios en Periodismo y Comunicación de la Universidad de Líbano y París.

Ha publicado siete libros: ¿Quién me podrá dar seguridad?, Abril 2015 (Mumbai, India); Dueto de flores (Japonés e inglés; en adición a 5 libros publicados en árabe en Beirut, Líbano: Llevo la libertad en mi boca, 2010; Perlas del alma cabalgando virtud, 2005; Como un grano de trigo, 1998; El eco de la nostalgia, 1992; Diálogo de culturas y amor del lenguaje, 2001. 

Ganó el Premio a la excelencia en poesía en el Festival literario Tudor Arguezi en 2014 en Targu Jiu in Gorj, Rumania, y recibió el Premio a la excelencia en poesía extranjera en el festival de poesía de Satu Mare, Rumania, en 2011. Ha leído su poesía con regularidad en eventos poéticos y festivales de poesía en Europa, Asia y Latinoamérica. Entre los festivales del mundo a los que ha asistido están: Struga Poetry Evenings, Macedonia, Printemps des Poètes, Bucharest, Palabra en El Mondo, Venecia, Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, Festival Internacional de Poesía Luna de Locos, Pereira, Colombia. Parte de su poesía ha sido publicada en muchas antologías y revistas en diferentes países y lenguas: alemán, francés, español, holandés, italiano, ruso, japonés, estonio, turco, hindi, bosnio, búlgaro y portugués.

Entre otras distinciones recibió el Premio Internacional por la Excelencia en Periodismo de la Unión Católica Internacional de la Prensa, en 2011 y el Premio del Ministerio de Cultura del Líbano, en 2000.


Traducción al español de Rafael Soler

Sacrificio 

Mi rostro se rompió hace tiempo.
Durante años sin él viví,
no pude llorar
porque también mis ojos se rompieron.
Crecieron silenciosos los espejos,
y sus mundos se cerraron.
Mi rostro destrozado,
tembló el universo,
mi rostro destrozado
y mi corazón escuchó
acercándose los pasos del frío,
pero renunció a resistir.
Dijo: rómpeme, como hiciste con el rostro,
pero antes expándeme como destellos de amor,
en los que prevalece
el frío, la oscuridad y la flagelación.
Planta en el desierto cuanto de mí reste
y llegará el milagro,
planta en el desierto cuanto de mí reste
y florecerán en su arena
lilas y jazmines.
Rocía con mi sangre
los bordes de la herida
y de mis heridas brotando
bálsamo seré.


Las órbitas del alma

Mi verdadera estrella gira
en las órbitas del alma.
Allí merodeo al amanecer
allí dejo mi cansada caravana.
Mi fiel y misteriosa estrella
me espera siempre
en los quiebros del tiempo,
en la tormenta y sus laderas.
Mi verdadera estrella
gira en las órbitas del alma, 
ante su presencia me arrodillo,
musito,
leo el cántico esencial,
me sumerjo en el océano de ser.
Alma de suprema ternura,
abrazo los sueños de libertad,
lavándolos con mis lágrimas leves
hasta que puros resplandecen.
Que ellos me salven,
que me eleven
sobre el luminoso arco de la certeza.


Compasión púrpura

Mis ojos la guarida del asombro
mi sonrisa un cetro honesto
yo misma un violín suspendido
entre el alma temblorosa
y la cadencia de sus cuerdas.
Elévame sobre tus palmas
con el ímpetu de una última apuesta.
Dibuja las fértiles praderas de la infancia
con tu compasión púrpura.
Colma los cántaros del instante
con vino derramado eternamente.
Dale a mis labios un tajo mítico,
inventa para mi rostro
un horizonte blanco como la virtud.
Llévame en tu pecho
como un delicioso secreto,
y refúgiate en su sombra
cuando pierdas la ternura.
Permite que me oculte disipada
entre tus huesos,
como primavera ascendiendo por tus venas.
Llévame en cada amanecer
hacia tu serenidad.
Saborea la lluvia de mi memoria,
deja que su calor restaure
el frío del alma.
Llévame a la cima de tus anhelos,
usa los destellos de mis párpados
para derribar al cruel emperador,
con la limpieza de mi corazón
purga este universo lacerado por la niebla,
espérame allí,
en las tardes de otros tiempos,
donde se enjoyan nuevas vidas,
espérame allí,
en el filo de lo absoluto,
abrázame allí en mi plenitud,
canta y baila conmigo,
celebrando el encuentro,
envueltos por lo eterno,
por la unión de la libertad y la certeza.



Poemas originalmente escritos en árabe y traducidos al inglés por Hanane Aad y Peter Waugh. Traducción del inglés al español por Cristina Rascón.

Elevación

Soy diestra en el arte
de hablar a los muertos,
de escucharles.
Me veo cruzando
las fronteras de la muerte,
reuniéndome con ellos
tocando su decepción,
danzando con su alegría blanca,
cuestionando sus lágrimas.
Ellos responden:
“Nosotros los muertos
no morimos
desparecemos detrás del silencio.
No nos vamos.
Vemos,
oímos,
sentimos.
Sufrimos debido a la herida.
Sólo morimos cuando somos olvidados.
Lamentamos la ausencia de los vivos
pero no traicionamos
los muros del silencio–
porque sólo ahí
yace la nobleza de los muertos.


Un arco iris
en tus venas

Un arco iris en tus venas,
desaparezco tras mi infancia.
Mi corazón se eleva, alto como mis labios
cada vez que sonrío para ti–
danza dentro de mis ojos

Es más que una sonrisa,
más distante que una mirada,
más profundo…

Me enlazo
a las sombras de una sonrisa,
para no caer en la estrechez.
Sonríe para mí,
para que los ángeles vengan a descansar
a la puerta de mi corazón.
Avanza sin tregua, mi hombre
y por la noche
vuelve a casa, a mí.
Camina. llevando mis ojos
en la palma de la eternidad.
Protege con tu corazón
el futuro, lleno de alegría hacia nosotros
como una gacela en juego.
Avanza sin tregua, avanza sin tregua.
No temas la tormenta.
Libérate de sus celos,
es como el polvo, nada más.
Avanza sin tregua, mi hombre,
cuyo corazón es tan generoso
escucha bien el sonido del tiempo
llenando mi frente de zalamerías.
Siempre me dibujará
como un arco iris en tus venas,
un arco iris que sigues
en sorpresa y sombra,
secretamente siempre viajando
hacia el mago de la luz.



Elevation

I am skilled in the art 
of speaking to the dead, 
of listening to them. 
I see myself crossing 
the borders of death, 
meeting them, 
touching their disappointment, 
dancing with their white joy, 
questioning their tears. 
They respond: 
“We the dead 
don’t die, 
we disappear behind the silence. 
We don’t leave, we see, 
we hear, 
we feel. 
We suffer because of the wound. 
We only die when we are forgotten. 
We lament the absence of the living, 
but we don’t betray 
the wall of silence – 
for only there 
lies the nobility of death. 



A rainbow in your veins

A rainbow in your veins, 
I vanish behind my childhood. 
My heart rises, high as my lips 
each time I smile to you – 
it dances within my eyes. 
It is more than a smile, 
more distant than a glance, 
more profound…
I attach myself 
to the shadows of a smile, 
so as not to face stricture. 
Smile to me, 
so that angels may come to rest 
at the door of my heart. 
Stride ahead, my man 
and in the evening 
return home to me. 
Walk, bearing my eyes 
on the palm of eternity. 
Protect within your heart 
the future, gambolling towards us 
like a gazelle at play. 
Stride ahead, stride ahead, 
do not fear the storm. 
Free yourself of their jealousy, 
it is like dust, nothing more. Stride ahead, my man, 
whose heart is so handsome, 
listen well to the sound of time 
cajoling my forehead. 
It will always draw me 
like a rainbow in your veins, 
a rainbow you follow 
in amazement and shadow, 
secretly always travelling 
towards the magician of light.




ارتقاء

أراني أتقن
مناجاة الأموات
أحترف استماعاً اليهم
ها أنا أخترق
حواجز الموت
ألقاهم،
ألامس خيباتهم،
أراقص فرحهم الأبيض،
أسائل دموعهم،
يردّون:
نحن الأموات،
لا نموت
نتوارى خلف السكوت،
لا نرحل.
نرى،
نسمع،
نحسّ،
نكابد الجرح،
نموت اذ يطوينا نسيان
نبكي غياب الأحياء عنّا،
لكنّا لا نخون جدار الصمت
فيه وحده سموّ الموت.


قوس قزح

أتوارى خلف طفولتي
الى شفتيّ يصعد قلبي
حين لك الابتسامة.
في مقلتيّ يرقص
هنيهة رنوّي اليك.
هنا أكثر من ابتسامة
أبعد من نظرة وأعمق
يظلال ابتسامة أتشبّثُ
كي لا أرتطمَ بالقسوة.

إبتسمْ لي
ترتحِ الملائكةُ على بوّابة قلبي،
إمضِ
ومساءً ارجعْ اليّ
سِرِ الآن
حاملاً مقلتيّ على راحة الأبد
صُنْ في صدركَ
غداً الينا متهادياً
كريمٍ لاهيةٍ
إمضِ.. إمضِ
لا تخشَ الريح
وغيرتهم انفضها كغبار لا أكثر.
امضِ يا رَجُلي
يا الوسيم القلب
أنصتْ الى الزمن
يقطر على جبيني
يرسمني أبداً في خلاياك
قوسَ قزحٍ
به تطارد الدهشة والظلال
وسرّاً تمضي
الى ساحرة الضوء.




Traducciones de Arturo Fuentes


Deseo 

La tierra huele a ensoñación
el himno emana el aroma de la libertad
anhelo oler mi libertad
antes de mi sueño final
anhelo cantar mi himno
antes que la tierra me cubra.



Himno para un amor

Amar
es estar siempre 
agarrado en el puño del anhelo,
quemarse en las llamas del deseo,
ser lanzado 
a la distancia imposible 
por insistencia de la memoria,
ser ahogado siempre
en una fidelidad
tan expansiva como el mar,
llorar hasta la última lágrima
y no temer su sin fin.

Ámame, mi amor,
las estrellas se elevarán 
en su camino a la boda,
los niños se quedarán dormidos sobre el hombro de la serenidad.
Ámame, mi amor,
hasta despertar aquellos amores
que yacen esperando en el umbral del corazón.

Ámame, mi amor,
la tierra de los desposeídos cosechará oro
que les servirá de espada
ante la privación
y vencerá a la espada de la opresión.

Ámame, mi amor,
los asesinos se consumirán
en el fuego de su odio,
arrojándose al río del remordimiento
y se curarán de esa otra lepra.

Ámame, mi amor,
y madres en duelo abrazarán,
aunque sólo sea en un sueño fugaz,
los rostros de los amados desaparecidos.
Tal vez los pechos de esclavos agonizando en la miseria
serán liberados sobre la roca de la sumisión.

Ámame, mi amor,
y los pájaros de la tierra
escaparán de la crueldad de sus cazadores,
su gorjeo, tan inocente y tierno,
hará que los fusiles enceguezcan y ensordezcan,
tal vez incluso la muerte, corriendo hacia un bebé,
rechazará su acción y se desheredará, 
advirtiendo en el rostro del pequeño
una sonrisa que la derrumba.

Ámame, mi amor,
rocía mis ojos
con la ternura más clara,
tensa mi frente con un beso
que milagrosamente se torne
corona espléndida en mi cabeza.

Ámame, mi amor,
y el universo hallará reposo
en los brazos de la divinidad,
curado, al menos por un instante,
de los tumores de la crueldad
en su cuerpo mortal.

Ámame, mi amor,
y la virtud más alta
alcanzará su esfera verdadera.

Ámame, mi amor,
y el universo se alzará en protesta 
contra sus agonías,
arrancando sus máscaras aterradoras,
arrojará sus ilusiones 
recayendo entre mandíbulas de fuego,
e impondrá sobre la historia
el alfabeto de la salvación.


¿Quién me podrá dar seguridad?

Soy la eternamente ansiosa
¿Quién me podrá dar seguridad?
¿Dónde puedo obtener la serenidad del silencio?
¿Quién me construirá reinos de calma?
¿Cómo puedo triunfar sobre el laberinto?
Soy la eternamente ansiosa
llamándome cada mañana
desde la ensoñación de los continentes
desde las orillas finales
hasta el pulso del océano.
Mi pulso es el pulso de la ansiedad
¿Entonces cómo puedo moldear para mis párpados
la profundidad del sueño?
Dentro de mí yace la ansiedad de la eternidad
¿Entonces cómo transportarme
a campos de jazmín y tulipanes?
Soy la eternamente ansiosa
¿Quién me prestará el elixir de paciencia?
¿Cómo llegar al puerto de los puertos?
¿Cómo lograr escalar
en las profundidades de la gracia sonriente?
Soy la eternamente ansiosa
¿Cuándo desterraré
la oscuridad de la entidad?
¿Cuándo cargaré mi alma
hasta el paraíso del alma?
¿Cuándo la eternidad tocará para mí
la melodía de melodías
hasta la eternidad de la eternidad?


Refugio

Me rindo al silencio del templo 
cuando mi tristeza aúlla
y todos los caminos se sofocan
por la confusión de mis pasos.

Busco refugio en la sonrisa de un niño
cuando los adultos me arrastran 
a su fúnebre madurez
y Oh-tan-patética-filosofía.

Me refugio en un antiguo ícono
cuando el día deshereda a su amanecer
y la noche rechaza a sus santos.

Trato de agarrarme del gorjeo de un pájaro
cuando la tormenta me impulsa 
hacia la demencia de la ira.

Trato de agarrarme de las oraciones de la madre
cada que la guerra me arroja 
al volcán de la crueldad.

Me aferro a la belleza de una pequeña ala
cada que prisioneros y murallas 
surgen ante mí.

Me aferro al pulso de mis propias venas
cuando los rostros parten 
por el espejo de la nada.



Hanane Aad

Hanane Aad The French-speaking Lebanese poetess and novelist Venus Khoury-Ghata has written that Hanane Aad's poems reveal a quiet melancholy and that her poetry is a whisper rather than an assertion. She knows how to rise above everyday language, yet uses it like her mother tongue, as the language of poetry: ‘Hers is a finely-chiselled writing, and her phrases are sculpted close to the skin’ At the Lebanese daily newspaper An-Naha, where she worked as a journalist and literary critic between 1995 and 2005, her name will always be associated, especially by those who were working in the cultural section after 1999, with a long series of enormous, interesting interviews with outstanding French-speaking personalities, many of whom are famous worldwide: Andre Makine, Andree Chedid, Tahar Ben Jelloun, Rene de Obaldia, Eric-Emmanuel Schmitt, Venus Khoury-Ghata, Michel Deguy, Olivier Roy, Paule Constant, Bruno Etienne, Bruno Chenu, Jean Lacouture, Richard Millet and others .....



The Pulse of Eternity

Along the quay of brief time
I ride the pulse of eternity.
From the fragility of the moment,
I invent motives for immortality.
Borne through a crack by a rare gleam,
I hurtle towards the festival of light,
the fire of my smile
melting the direst of pains,
moulding pearls of life,
spinning the moment
on the loom of amazement.



The Orbits of the Soul

In the orbits of the soul
circles my true star.
That is where I wander at dawn,
there I park my tired caravan.
My mysterious and faithful star
awaits me always
at the turnings of time
or on the slopes of the storm.
My true star 
circles the orbits of the soul,
in its presence I kneel,
I murmur,
and read the canticle of quintessence,
plunge into the ocean of being,
the soul of supreme tenderness,
embrace the illusions of freedom,
wash them with my soft tears till they gleam pure.
May they save me,
may they raise me 
on the headlights of the certainty.



Wish

The earth smells of slumber.
The hymn has the aroma of freedom.
I long to smell my freedom
before my final sleep.
I long to sing my hymn
before the earth covers me.



Madness

The hand of the clock
is a second Nero
ordering the kingdom to be burnt.
The legions are defeated,
stumble over tears on their way.
The dragon Time
tears innocence apart,
and assassinates the blue.
Time attacks
the pure forehead,
stealing its brilliance.
The egoist deems
great God his own,
the others -
all the others -
are blasphemous,
have gone crazy.
He orders their execution.



The Tools of Patience

I place a necklace of poetry
around the neck of the moment,
and flee the limitations of time.
Aboard the enigmatic horizon
I clothe the mind with light.
I cast the lava of suspicion
into the flaming furnace.
Employing the tools of patience
I tame the heat of the deserts,
employing the philosophy of generosity
I attain laurels of riches.
and at the peak of death nihilism.
I embrace the miracle of survival.



The Dance of Destiny

I threw my memory to the planet
and its cry crept back to my ears as silence 
resounding till it pained me.
You are my memory, 
my self, who committed suicide by light,
my life, racing away fleet of foot.
My memory,
I will remember you,
pray for you,
recreate your image,
hang you from my eyelashes
as a curtain against destiny 
as it waltzes over my eyelids.



Nature's Tenderness

After some moments
we have to leave the place.
The tree looks at us.
We both go
with dew on our hair.
The leaves weep,
saying farewell.







.

No hay comentarios:

Publicar un comentario