Dacia Maraini nace en Florencia, Italia, hija de una madre siciliana perteneciente a la antigua familia de los Alliata di Salaparuta y de un padre de origines ingleses, famoso etnólogo. Tras una infancia particularmente difícil, la escritora se traslada a Roma, ciudad en la cual prosigue los estudios y sobrevive gracias a varios trabajos. Ella y otros jóvenes fundan la revista literaria "Tempo di letteratura", editada por Pironti en Nápoles, y empieza a colaborar con revistas como "Nuovi Argomenti" y "Mondo". Durante los años sesenta, además de publicar sus primeras novelas, se dedica al teatro y, junto a otros escritores, funda el Teatro del Porcospino en el cual sólo se representan obras de autores italianos contemporáneos como Parise, Gadda, Tornabuoni o Moravia. En 1973 funda el Teatro della Maddalena, gestionado exclusivamente por mujeres. En este teatro, cinco años más tarde, estrena "Dialogo di una prostituta con un suo cliente", obra traducida al inglés y francés y representada en doce países diferentes.
Su primera novela, La vacanza, fue publicada por la editorial Lerici en 1962. Es autora de numerosas novelas, como Bagheria (Rizzoli, 1993), por la cual obtuvo los premios Rapallo–Carige, Scanno y Joppolo, y además formó parte de los finalistas del Premio Strega); Voci (Rizzoli, 1994), con la que ganó el Premio Napoli y el Premio Sibilla Aleramo; Buio (Rizzoli, 1999), que obtuvo el Premio Strega; y La lunga vita di Marianna Ucrìa (Rizzoli, 1990), que recibió el Premio Super Campiello y fue declarado Libro del año, además de que la historia inspiró la película Marianna Ucrìa, de Roberto Faenza.
También escribió libros de poesías, como Mangiami pure (Einaudi, 1978); Viaggiando con passo di volpe (Rizzoli, 1991), que obtuvo el Premio Mediterraneo y el Città di Penne, y Se amando troppo (Rizzoli, 1998).
Algunos de sus textos para el teatro son Maria Stuarda (Rizzoli, 1975); Stravaganza (Serarcangeli, 1987), y Veronica, meretrice e scrittora (Bompiani, 1992).
En 2001 publicó la novela La nave per Kobe (Rizzoli, 2001) y en 2004, Colomba (Rizzoli). Sus obras más recientes son L’età del malessere (Einaudi, 2006); I giorni di Antigone. Quaderno di cinque anni (Rizzoli, 2007); Il gioco dell’universo. Dialoghi immaginari tra un padre e una figlia (Mondadori, 2007) y Passi affrettati (Ianieri, 2007). Su último libro es Il treno dell’ultima notte, publicado por Rizzoli.
Al español han sido traducidos los títulos Los años turbios (Seix Barral–Formentor, 1963); Historia de Piera (Plaza & Janés, 1983); Larga vida de Marianna Ucria (Seix Barral, 1991 / Herce, 2008); Voces (Seix Barral, 1995) y Dulce de por sí (Seix Barral–Biblioteca Breve, 1998).
Mancanza di memoria
La mia mancanza di memoria è rifiuto
della storia. Perdo me stessa e non
ricordo come né quando mi sono persa.
Falta de memoria
Mi falta de memoria es rechazo
de la historia. Me pierdo a mí misma, sin
recordar ni cómo ni cuándo me perdí.
La tua faccia non ha nome
La tua faccia non ha nome
la tua voce non ha suono
il tuo treno non ha numero
il tuo viaggio non ha orari
ma io so che verrai
con quella faccia
con quella voce
con quel treno
alla fine del tuo lungo viaggio.
Tu rostro no tiene nombre
Tu rostro no tiene nombre,
tu voz no tiene sonido,
tu tren no tiene número,
tu viaje no tiene horario,
pero yo se que vendrás
con ese rostro,
con esa voz,
en ese tren,
cuando termine tu largo viaje.
Dulce diluvio
Ho in mente un diluvio dolce
una leggera caduta di sassi
forse quell’uccello chiaccherino
che ieri mattina si è fermato sul ramo
sotto la finestra
con le mie scarpe da suora
su per salite ventose
io ti chiedo solo di essere te
non quegli altri che ti innamorano
tanti vestiti appesi
tanti colletti flosci
sotto il lume un uomo legge
seduto con le mani in grembo
l’insegna dei tabacchi
butta una luce quadrata
il passo cauto del gatto sull’asfalto
aspetto che torni l’uomo
che ho amato un milione di anni fa.
Dulce diluvio
Tengo en la mente un dulce diluvio,
un ligero desprendimiento de rocas,
quizás un pájaro cantarín
que ayer por la mañana se ha posado en el árbol
de la ventana.
Con mis zapatos de monja
subo por las cuestas ventosas,
Te pido sólo que seas tú,
no otros que te enamoran,
tantos trajes colgados,
tantos cuellos de camisa flojos.
Un hombre lee bajo la farola
sentado con las manos en el regazo,
el rótulo del estanco
emana una luz cuadrada
el paso cauto del gato sobre el asfalto.
Espero que vuelva ese hombre
que he amado hace un millón de años.
La presente traducción ha sido realizada por Dolores Ramírez Almazán, Licenciada en Filología Románica, y Mercedes Arriaga Flórez, Dra. en Filología Italiana y en Teoría de los Signos, Catedrática de Filología italiana por la Universidad de Sevilla, integrantes del grupo "Escritoras y Escrituras".
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