domingo, 14 de junio de 2015

IVÁN GARCÍA [16.261]


IVÁN GARCÍA 

(Valencia, 1979). Estudiante de Comunicación, es autor del libro de poesía Calle Porvenir y otros poemas (Losers, 2014). 


Ida y vuelta a Barcelona No. 1

Sudando cafeína,
Los mares hundidos
De los dos
Lados,
Cielos y cables

De alta tensión, sostenidos
Por monstruos de brazos caídos
De acero, una procesión
De camiones de luz
Roja.



Ida y vuelta a Barcelona No. 2

Triste o cansado.
No lo distingo,
Ha llovido
Y desllovido.
He ocultado al radar la velocidad
De mi cerebro,
Te he traído

Zigzagueando
Los coches grises en silencio,
Dormida como un vaso
De agua,
Yo soy,
Ese mar
Roto de las orillas.



Cafeína

Cada mañana he removido
El mismo sueño.
Pequeños diamantes
De azúcar. Mezclados,
Disueltos como el
Universo, en un remolino
De silencio. Las agujas
Atravesaban nerviosas
El hemisferio norte. Me señalaban
Los relojes unánimes,
Sus manecillas
Histéricas.



Su timidez

Acercaba las palabras al límite
De la boca, las empujaba
Y caían casi
En silencio. Apenas

Se quejaban, arrojadas

Al mundo, se derrumbaban
De su cuerpo los huesos, los cabellos
Incandescentes. Se prendían

En el techo de la noche antártica. Nadie
Miraba ese cielo.
Las estrellas salpicaban
Su pequeño significado

Coagulado en un copo de nieve, desaparecía
Callado en el asfalto. Ennegrecía
Mis pensamientos. Me fundían en un invierno
Sus ojos, dos

Globos alejados que habían visto
Demasiado del cielo
Azorado -huía hacia los vértices
Oscuros de la habitación.


Matrioska

De afuera hacia adentro
Todo se ve negro y salpicado.
Con luz
Se escribe la oscuridad.
El sol se diluye en el cielo,
El cielo que envuelve el mundo,
El mundo mantel de ciudades,
Las ciudades repletas
De dolor y edificios aguja.
Este edificio que nos articula,
Sinovial, como una rodilla.
Resquebrajado de pasillos,
Agujereado de habitaciones.
La habitación que nos tiene
Como un estómago.
Cada uno dentro de su propia piel.
Bolsas de mundos, contienen
Carne y tendones pero también
Los átomos desmantelados,
El alma eucariota.
En mi autopsia encontraron
Tu nombre, callado
Como una perla.









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