martes, 21 de octubre de 2014

CLAUDINA DOMINGO [13.767] Poeta de México


Claudina Domingo

Ciudad de México, 1982. Ha publicado los libros de poesía Miel en ciernes, 2005 y Tránsito, 2011. Con este segundo libro obtuvo el Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer para Obra publicada, otorgado por el Instituto nacional de Bellas Artes y el Gobierno de Tabasco. Ha colaborado con El Financiero y con el suplemento Laberinto del periódico Milenio. Obtuvo la beca de Jóvenes Creadores del Fonca durante el periodo 2007-2008, y su obra fue incluida en la antología 20 años de poesía. Jóvenes Creadores del Fonca, 2010. 



Ofrenda

a la memoria de mi abuelo Albino

nada se pierde con inventar: el sueño que te cuento: el tequila en su botella miniatura: la calabaza dulce: el pan suave que se haría migajas por ser el pan duro que preparabas en noviembre: el pan que todos aceptábamos para tirar en casa a la basura

nada se pierde con imaginar: tu infancia mítica de niño migrante: el agua que repartías en cubetas de hojalata en Santa María la Ribera (la ciudad de plomo y azúcar): la puñalada nocturna que no recibiste entre los omóplatos gracias a una mano como luna: el día que barajaste tus cuarenta años y decidiste llevar a la ciudad tu póquer de hijos: los años sirviendo trago en La Abeja: recogiendo el sustento de las propinas de la noche

nada se pierde (en esta comanda): sobre todo si entre las palabras vienen todas las flores y la sal de las cocinas: agosto en trompetas de alcatraces: abril siseante de jumiles: febrero entre espadines de colorín y nubes de huevos revueltos: noviembre tendido en la mesa debajo del rodillo: los junios que suben por los trazos de buganvilias tulipanes chinos y geranios (no te equivocabas: solo un espesor es necesario: el de los pétalos)

nada se oculta: en la voz de la que siempre te vio desde lejos: el buen patriarca que no por ser bueno es menos hombre lejano y campirano

nada se omite: en la última noche (carbonizada en el cabo de la vela de san Juan Bautista): y en el colmo de la arteria tu voz defendiendo la última trinchera de la vida

nada se mueve: cuando cubro la mesa con papel de china desollado: y la riego de pétalos de flores: si coloco tu retrato entre las osamentas de alegre azúcar y pruebo el caramelo de la falda de los postres

nada se descubre (si suponemos) que esta herida también es una puerta que se abre 






PUENTES 
All she asks is the strength to hold me.
Ian Curtis

Para Juan Domingo 

ella exige gravedad para mi peso (me tiende un puente 
para engañarla)   escaleras (el ansia en los huecos) 
(puente peatonal) subir pensando en no bajar   traiciona 
la belleza o el espejismo     duda ¿reconciliación? 
(amenaza) ¿la velocidad o el pavimento?     (el cielo) una 
sábana sucia hecha bulto en occidente   releo mis 
palabras (quiero unas que sean sólo para mí)   trepida 
(fluye) un río de colores breves silbidos (saetas)

(yo soy) el que desconoce la fórmula

spacio aéreo       (tras una señal de Viaducto) la ciudad no 
es de los peatones    edificios autos y puentes (ciudad 
dueña de sí misma)     embriagada de velocidad y altura 
combada en el cielo blanco     (tras la lluvia) caminar 
observado por sus ojos estrellados (piedras o puños en las 
ventanas)    cobijado o amenazado por la ruina o la 
gloria del concreto (fluir de coches)

(es un juego de niños) sin futuro 
recuerdo de un río (por eso el verde sobre la piedra)
el puente las catenarias los túneles (sólo faltan unas 
patas esbeltas y alas)    desprenderse (al revés) 
decir “la gravedad y yo tenemos un trato”     fuelles 
(levanta como llantas las patas)    hilvana (ahí cuando no 
crees en nada) la sorpresa (si has contemplado enhiesto en 
la intoxicación el vuelo)

ella exige gravedad para mi peso (me presta 
un puente para engañarla)

de asbesto o de mugre (el cielo)   (en un rincón azul) 
unas nubes blancas como el papel de mi cuaderno 
recuerdan “que hay un cielo”     desde aquí (no existe la 
banqueta)   (del otro lado) azoteas ventanas anuncios 
el barullo de las nubes inflamadas      (hacia abajo) vértigo 
(hacia arriba) el vertical enclaustrado de los edificios       la 
bóveda feliz (su inmensidad)

(el cielo no es un lugar aparente ¿será una realidad?)

zanates (bancas tranquilas)    leer un libro      columpios 
rojos (amarillos) subeybajas ¿cuánto es un lila más dos 
azules?     intentar unas dominadas    masticaciones de 
césped (podadoras)     una rueda que gira (adrenalina en 
el canto de la herrumbre)      eucaliptos junio     el 
verano (¿desciende o asciende?)

(el dogma de tabique de oriente) sus cielos grises 
disipados en el aire     abrir (como los ojos) el asombro de 
un niño sentado afuera del metro Hangares 
(disminuir) la velocidad con que se conduce esta línea 
“cambio de motor”   casi se detiene en el aire o detiene 
al cielo    (prende las luces)    destella hacia abajo 
(claro ademán de reencuentro)   abultado su vientre 
mamífero de torpe ráfaga que zumba      “lleva en la panza
la caja negra” (por si se estrella)      (otro avión) y otro 
(con destreza y codicia) abrirse paso entre la ansiedad 
(ansioso) 
(y brillante de débil materia) exigir un poco de cielo

(izquierda) y derecha     el vértigo (saeta)    la 
trepidación insistente (incesante)    bájate 
mejor tírate “abre las alas” (como tijeras)     el sol les 
da en los párpados (parabrisas) moscardones de teflón 
“si no te subes” no puedes saber cómo es    geranios ¿o 
malvones? (blancos rosas lilas)    un payaso que traga 
fuego (en el semáforo)     la plenitud del estío (su llama 
ensalivada) en los bultos probables de las nubes

el cielo (esa cosa sucia bañada en almíbar)

ficus (puente)    para engañarla (para vencerla) 
primero la curva (parábola de altura media)     (¿de dónde 
salen?) “de las sábanas revueltas de occidente”     (luego) 
un parpadeo de cíclope    (corrige el ala derecha) prepara 
como patas las llantas   se enciende en cruz sobre 
calzada de la Viga    vértigo abajo (arriba y hacia el 
frente)      delfines (no zumban) roncan cansados

ella exige gravedad para mi peso (me acerca un puente)




TREPIDACIONES 

persevera en el instante y no es nostalgia        (acetatos rotos) los cabellos lacios de un petróleo sideral bajo el sol nuevo       (verde esmeralda) no se resiste a la expulsión del muro         ventanas 3 y 4 rotas (las otras encaje de azúcar)        subeybajas oxidados
         (persevera) el desmantelamiento de un día en sus horas imposibles

        dices (impávido) “el día salió de la madrugada como una rata reventada”        (averiada) la naturaleza reclamó su holocausto a la ciudad        “ni tiempo te dio de sacar tus chivas”         no crees a los ojos hasta que el perfume a muerto ¿o gas? crece con los días
        (luego susurras) “cientoveinte segundos contra la ciudad”       (hoy nada quieres saber de sus trepidaciones)        apilaron a los muertos “en esta esquina”       intentaron la resucitación más adelante       entre varillas (viguetas) plafones tuberías (buscaron lo que no había digerido la devoradora)       “cualquier pendejada y se nos viene todo encima”      tropezaron con los restos de la muchacha que (ahíta de la tragedia) amaneció bajo un cielo de cascajo

tela de araña (el portal) Gran Hotel o clínica        una resbaladilla sostenida sobre tres piedras       el jilguero estropeado de un columpio      (vigas de madera) “nunca más”
       (nunca más) 151-49-30       el cielo (a trechos) entre las trabes       la herida del fresno (franca)        el templo socavado (antes de que el metro desaparezca en la entraña épica de la ciudad)        amasijo (naturaleza rota)        apilar escombros (no son lo que parecen) fragmentos de una constelación que no volverá a alinearse        decir “una ciudad no se levanta por sí misma” (se cae por sí sola)         “sólo al nombrarla es que se erige” 

pausa (rebobina)        a la modernidad le gusta hacerse esperar         (sabe que te la saboreas como esos dulces que tenían un pedacito de papel y pistaches) mientras buscas en la fayuca un disco de pink floyd que todavía no llega (generosa) te pone en las manos un día que nunca se parezca a otro        el “no puede ser” que tendrá que convertirse en mítica y leyenda 

          una falla (toda la ciudad pendiente de una falla)         pero es “break” no “wrong”
 y la han traducido mal       “un quiebre” “un rompimiento” un tirón en el tendón de Aquiles de la ciudad         fractura y desgarre (vísceras y nervios desgajados)
        aprender a vivir en su cadáver (es necesario)        aprender a vivir con su cadáver (de su cadáver)        cables que llevan luz a ninguna parte        un datsun (varado veinte años) 
           la Tránsito asentada en los baldíos de la memoria      te fuiste de cotorreo (y regresabas)       lo cuentas cada que te ponen este rosario en las manos         (dices) “el destino tiene esta cara” la cara que puse cuando vi que donde hubo casa la ruina se sostenía sobre sus garfios de gárgola       jueves (cascajo)       ¿cuál forense?      “ya así a la delegación”

(te chingaron) princesa ¿o te chingaste?        tendrás que esperar otro par de decenios para ver caer la trabe que entonces solo flaqueó (se inclinó un poco) y se acodó en una rampa 
        suponer las ruinas (entrar bajo sus columnas trituradas que les dan estatura de santas) (aquilatar los restos de colores carteles historietas)       luego aventarse como siempre a la posibilidad de lo posible        llegará un día en que no tengas que esperar dos años para ver las películas       una semana (un día) quizá un año llegue y diga “vine a resarcirme”
         mientras tanto (el miedo) no se va (se niega) se asoma a cada rato y musita “ahorita regreso”       (nunca más) confiarás en su corazón de cisterna vacía     (a veces) te detendrás con el pulso en desbandada        hasta asegurarte que es sólo un torton (el que pasa)
                            mientras tanto ¿por qué la falta de fe en el futuro?



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