María del Socorro Soto Alanís
(Durango, México, 1957). Ingeniera con estudios de maestría en Ciencias Políticas en la UNAM. Entre sus libros figuran: En el día tercero se hizo el agua, 2005; Fin de milenio, 2001; Desnuda en el viento, 1998; En estos días, cinco ensayos, 1994. Es Fundadora y colaboradora de las revistas literarias: Revuelta, Cordillera y Contraseña. También es editorialista en El Sol de Durango, con la columna semanal titulada “Palabra de Mujer”. Ha publicado en La Jornada Semanal y El Sol de México, como también en los periódicos locales El Sol de Durango y El Siglo de Durango. Tiene una Mención Honorífica en Concurso Nacional de Ensayo sobre la Mujer y una Mención Honorífica en el Premio Estatal de Poesía “Olga Arias.” Ha realizado lecturas de su obra poética en las ciudades de Colima, Guanajuato, Durango, Zamora, en las Ferias del Libro de Aguascalientes, Ciudad de México, Montreal y Ottawa. Participa en el Seminario de Cultura Mexicana, donde presentó su tesis de ingreso sobre la pintora mexicana Frida Kahlo, y en la Sociedad de Escritores de Durango, de la cual fue presidenta en el período 2000-2002, con una amplia participación política de la izquierda mexicana.
AURELIANO BUENDÍA
A Gabriel García Márquez, amorosamente
Cuando Aureliano Buendía conoció el hielo
era la tarde de su fusilamiento
vio una sábana congelada
que tenía la virtud de desaparecer
ante la magia de Melquíades
Todos patinamos en la pista de agua
desde entonces
trepando al carrusel de las gitanas
laberinto que gira y gira entre mil colores
Mientras, cierto olor a guayaba
juega a la tómbola
un imán nos reacomoda y nos voltea
es la fatalidad
destino misterioso
La orfandad de este continente de naufragios
dura ya cien años
Sobre el hielo
todavía los Aurelianos
c
a
e
n
fusilados
¿Y quién dijo que amar fuera la dicha?
Amar es llorar a mares sin que te vean
Es sufrir intensamente sin que lo sepan
Pensar en ti, creer en ti, vivir por ti
Amar es querer estar contigo veinticinco horas al día
Es tenerte junto a mí los cuatrocientos días del año
Amarte es la dicha, el placer, la angustia, la osadía
Para amarte quiero amanecer contigo
para amarte quiero atardecer contigo
correr bajo la lluvia
llevarte al verde de mis bosques
tomar contigo un café y disfrutar la sobremesa
Desde que te amo,
no se si vivo en lunes o en abril, no duermo y en la plaza te sueño
Desde que te amo vivo una especie de locura, apenas si respiro
al hacerlo es para que entres en mí, como pequeña partícula de viento
Y deseo mi cuarto lleno de rosas guindas
Y quiero mi estudio impregnado de claveles bugambilia
Y veo mi tiempo inundado de amapolas libres
Te amo hasta el fondo del océano, hasta el último planeta
Te deseo con vehemencia, con locura, con impaciencia, hasta la risa
Te siento en el chorro de la regadera
Te palpo en el agua tibia de mi alberca
Te sufro en las olas de angustia, que arrastran mi cuerpo con su fuerza
Te quise en la rama de ayer, arco y flecha del ahora
Amor, esto es para siempre, por siempre. Amén
Guerrero Solitario
Me apuntaste con lo mejor que tienes
Dardo saturno del amor
Y encontraste en mi cueva profunda y submarina
el regazo tibio que buscabas
Llegaste erguido y valiente
Guerrero solitario
hasta el final de la batalla
Tocaste el blanco rosado que anhelabas
Emprendiste de nuevo la conquista de mi valle húmedo
de mi oscura sierra durangueña
de mi llano seco . . .
y lo mojaste
con tu líquido vital
claro de espuma
juego transparente
tierra de sal
Regaste mis campos íntimos de maíz
Perfume de membrillo
Y mis caminos de pino se te abrieron
De mis entrañas brotó un manantial que olía a durazno
Y ahí estamos . . .
Perdidos en el cosmos
Libres
Sobrecogidos e infinitos
Vacíos e irreverentes
Húmedos en la revolución milenaria del amor
Y te amo
Guerrero solitario
Piso tu orilla con mis pies descalzos
Piso tu orilla con mis pies descalzos
el comal de tu vientre se asolea
vistes de barro tu espalda
corredores y surcos encendidos
senos de miel y ambrosías
si abres tus piernas el trigo germina
tierra roja
seca
donde la campesina entregó su rebozo
puso su deseo en el membrillo
y la golondrina se tapó los ojos
El crepúsculo sangra por la herida
fuego que reza al amanecer
desiertas las alondras
el llano descalzo se santigua
Yo, silenciosa contemplo tu santuario
¡Buenos siglos!
canta la mañana
Los huesos de la tierra están de fiesta
el vino de Baco las chorrea
hojas de eternidad
granos de ausencia
Eurínome y las frutas del paraíso
bailan con cada árbol que de noche llega
y ahí engendran la sandía,
el durazno
El mundo empezó cuando tú lo quisiste
El tiempo es una máquina que guarda los recuerdos
La memoria detiene al tiempo
Todo es un sinsentido, no puedo alcanzarte tiempo
Pedimos tiempo para parar el juego
En el estanque quisiéramos atraparte
El pasado nos dice que vendrás, te has ido
Hoy, eres apenas un vacío
El mundo empezó cuando tu lo quisiste
Desde entonces, todos subimos la escalera
¡Hágase la luz! Dijiste
y el sol encendió los focos del universo
Eres como un inmenso espejo
donde todas las mañanas, busco mi imagen para saber si vivo
o muero
Navegamos mar adentro
hasta que se te ocurra romper el cristal de mi reloj
y llevarme a otro tiempo, donde la risa no exista
ni tengamos prisa
Cuando la hora no importe me quedaré quieta
tu seguirás
ahí estaré . . .
será mi tiempo
Tejedora de sueños
Verbo:
tu palabra me hace libre
terca
valiente con la ele y la te como escuderos,
sensible
racional
amante
tejedora de sueños
hacedora de interrogantes
con tus signos juego
junto sílabas
conjugo todos los verbos
he cantado desde niña:
“a la víbora víbora de la mar
de la mar
mar mar mar . . . ”
para después con frenesí
buscar lo profundo en tus océanos
descifrar tus designios quiero
y cada madrugada sucumbo ante el intento
El día que se acaben las palabras
Ahí me quedo.
La troca de Juana la loca
Hay una herida que sangra cada treinta días
y un volcán de sal explota en el abrazo
Platón tenías razón
Hasta que encuentras a tu OTRO
te completas a ti mismo
¿por qué nos castigaste Zeus?
Cuando el diluvio vuelva
sólo los brazos de mi otro me consolarán
¿cómo recuperar el tiempo perdido?
Siglo vuélveme a parir
déjame juntar la leña en el bosque
en la cabaña queda luz
el fuego paciente espera todavía
No puedo concentrarme
un tic tac rebota en el cerebro
locura ¿estás ahí?
Déjame volar,
arrastrarme en el charco del gusano
que el rumor reviente los oídos
“ . . . Juana la loca tiene una troca . . .”
gritábamos de niñas
y una estrafalaria figura nos escupía
Hoy que todos vamos en la troca
extraño a Juana y su mirada
AMAZONA
Soy mujer,
porque así se acomodaron mis hormonas
Desde entonces,
una cicatriz traigo en el ombligo
y una herida se abre
cada treinta días
Jugué a amamantar a mis muñecas
a volar como amazona,
igual que la gaviota
levanto mi estructura curvilínea
Mis sueños de muchacha
chorrearon mes a mes
mientras crecía,
la luna se colgó de mis ventanas
y cuando desnuda salí del río
fluyó el deseo
la soledad
el miedo
Los libros son ahora mis amantes
y un beso enciende las ideas
Después de nueve meses
mis caderas se abrieron
Soldadera de la vida
De las montañas azules
salió una savia blanca
con la cual soñaba desde niña
Soy tierra
madre
raíz
mujer
luna nueva
pequeño instante del planeta
A veces juego
siempre sueño,
Soy transgresora de las reglas
Valentina con el rebozo de mi abuela
Al templo de mi madre cansada regreso,
entro en su cama
para sentirme en su matriz,
madona
Quiero la libertad como bandera
El amor por catecismo
Una estirpe de guerreras me protege
En el manto de la luna
acurruco los anhelos cada noche
Vuelvo a esa posición fetal
mi favorita
para soñar
creer
volar desnuda en el viento
Metamorfosis entra por mi entraña
¿Quién soy yo?
¿Soy yo?
¿Soy?
CORDILLERA AMERICANA
Porque juntos habremos de formar
la Nueva Arcadia
donde los ríos acaudalados
cubran a nuestro hijos
Para que la patria se extienda
desde la cordillera chilena
hasta el Valle del Anáhuac
y el canto del cóndor
inunde al mundo
Hay una nostalgia marina
que recorre el continente
murmullo andino que canta:
¡sobrevive!
¡levántate y resiste!
Deja atrás la pesadilla
el horror sembrado por las botas
recuerda tan sólo al esmeralda
que cubre tus montañas
Cuando te expulsaron de tu propia tierra
no previeron
que el nomeolvides
se vendría en el bolsillo
la madreselva en los zapatos
y la poesía de Neruda en cada célula
Desde Mesoamérica
le canto a Allende
salvador de nuestra Patria Americana
fue inútil que las balas te cruzaran
porque el fuego incendia las nostalgias
Una quena toca no sé donde
por su herida brotan los recuerdos
un olor a bosque invade el hemisferio
utopías, luchas cotidianas
¡Malditos!
Cuando metieron a la cárcel las ideas
ellas se revelaron ante el acero
le rompieron la cara al miedo
y de entre los barrotes
surgió la resistencia
No pudieron matarlos con los tanques
porque su corazón lo escondieron en la mina
y a todo el continente
nos cubrió su angustia
Hermanos del salitre
de la uva
del charango
os quiero dejar hoy estas palabras
No hay comentarios:
Publicar un comentario