Eliana Albala
Eliana Albala (Temuco, Chile 1929). Profesora, poeta y narradora. Se tituló de profesora de Castellano en la Universidad de Chile y doctora en Literatura. En 1974 se exilió en México DF, ciudad donde impartió la cátedra de Literatura y Sociedad en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM).
Fuentes: “Cuentos de Carolina”. Por Elizabeth Subercaseaux. (Vanidades, N°20, 23 septiembre de 2003); “Abuela todo terreno”. Por Paloma Baytelman.
RÍO DE CIELO
Entonces,
por aquéllos que somos
de la calle y del tiempo
cuando en el aire vuela
la distancia del ala,
viene la lluvia y cae
como un río de asombro.
Amo la prolongada gota
de este río que llueve
desde un cielo a la tarde.
Amo el agua que emerge, repetida
desde donde se ignora,
mientras por ella se alza
la calle al universo.
[Los ríos, por ejemplo]
Santiago de Chile: Eds. del Grupo Fuego, 1959
CRÍTICA APARECIDA EN LA NACIÓN EL DÍA 1960-04-03. AUTOR: RICARDO LATCHAM
Eliana Albala pertenece a una familia de poetas, pero cierta timidez le había impedido hasta ahora difundir su obra que patrocinan las Ediciones del Grupo Fuego. Su registro es menor, aunque mantiene una línea decorosa, con cauteloso ademán, sin grandes estallidos metafóricos:
“Porque no sé cantar
y mi voz es opaca
como un cuerno salvaje
tengo en la boca rumor a vino turbio
y la saliva triste
de no haber comenzado”.
El sentido naturalista de Eliana Albala se desborda en diversas poesías que reflejan el paisaje chileno de los ríos, tan reiterado en la prosa y el verso, a través de versiones clásicas y modernas. En “Para mí son los ríos” hay como una introducción a esta preferencia por la naturaleza que se vierte también más adelante en “Mapocho, hermano oscuro” y en “Pero a mi río lo llaman Petrohué”:
“Amor, amo los ríos
(cristal,
rojo alambre de arcilla, azul
o simple tierra),
porque el eco de siempre
se reparte en astillas”.
El Mapocho posee una profusa genealogía en las letras chilenas, desde la definición de “río camaleón” que le dió el Padre Ovalle hasta el canto moderno de Neruda. Eliana Albala lo evoca como “el primero en mis ojos / sorpresa en mis oídos”, en breves versos en que el agua va “enmarañando su mojada fatiga”. Un nombre hasta hoy desconocido se incorpora con esta poetisa a la ya larga lista de las mujeres que cultivan en Chile un género que suele serles bastan esquivo. Sin embargo, las breves muestras de su intimismo y su fibra emocional colocan a Eliana Albala entre los valores de una generación menos cuidadosa de la rima que la anterior, pero guiada por una sensibilidad despierta y atenta a las sugestiones de la época. En cuanto al estilo, Eliana Albala necesita perfeccionarlo y enriquecer también su lenguaje, algo escueto todavía en las muestras que presenta en “Los ríos, por ejemplo”.
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