viernes, 27 de septiembre de 2013

JOSÉ MARÍA PARREÑO [10.579]


JOSÉ MARÍA PARREÑO

Poeta, narrador, crítico de arte y ensayista español nacido en Madrid en 1958.
Es Doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid con con una tesis sobre  El arte comprometido en España.  
Ha trabajado en la gestión cultural de diferentes entidades, redactor de varias revistas, crítico en los diarios nacionales ABC, El Mundo y El País, autor de algunas traducciones y antologías y miembro de importantes jurados literarios. Fue profesor visitante en Duke University  de U.S.A.,  y en el Colegio Universitario de Segovia. En la actualidad es profesor de la Facultad de Bellas Artes en la Universidad Complutense.
En 1989 recibió una Beca de Creación Artística del Ministerio de Cultura, y en 1994 una beca de la United States Information Agency. 
De su obra merecen destacarse los siguientes títulos:"Instrucciones para blindar un corazón" 1981, finalista del Adonais, "Libro de las sombras" 1985, Premio Leonor; "Las reglas del fuego" 1987, "Fe de erratas" 1990, "Piedra del alma" 1994;  "Telegrama" 1995, "Llanto bailable"en 2003, "Poemas de amor o no" en 2005 y "Calendario" en 2005.    






Cualquier senda...

Cualquier senda
conduce
o extravía
al que no sabe
dónde va.







De poder elegir...

De poder elegir 
sería una brizna 
una gota 
una gata 

belleza 
o no belleza 
sin esfuerzo 
armonía inédita 
de la casualidad 

de poder elegir 
habría sido un paul klee: 
un universo de colores libres 
roturado sin vergüenza ni pena 
un espacio tensado con humor 

de poder elegir: 
una patria digna 
un rictus jovial 
un pecho bastante para el corazón 

de poder elegir



  




Descálzate...

Descálzate
los ojos: 
el mundo es un jardín 
de páginas 
o un libro 

¿qué sabría 
si no fuera por él? 

¿de quién habría aprendido 
tolerancia y bondad 
sino del suelo 
que lo mismo alimenta 
la ortiga que el jazmín? 

si no fuera por la noche 
y el alba 
¿cómo habría tenido la certeza 
de que nada termina 
de que todo termina 
de que se llora hasta la última lágrima 
y luego nos despierta 
la serenidad? 

¿cómo habría escrito versos 
sin escuchar el ritmo 
de la lluvia? 
¿cómo habría escrito prosa 
sin haber visto que la nieve contaba 
de manera distinta la ciudad?
¿de quién aprendí humor 
sino de nubes? 

¿de quién paciencia más que del almendro 
que espera el año entero 
por un día? 

¿de quién pasión más fiel 
que del torrente: 
cada deshielo 
buscando sin dudar 
el mismo cauce? 

¿generosidad de quién sino de octubre 
que marcha hacia el invierno 
derrochando en monedas 
el oro 
que ganó bajo el sol? 

¿de quién sabiduría más que del paisaje 
que en cada ocasión se las arregla 
para hacemos anhelar 
lo que inexorablemente 
le sucede?







En cada llamarada llama un hada...

En cada llamarada llama un hada 
las cosas por su nombre: 
león al que lee mucho 
tartamudo al goloso de silencio 
higuera a un fuego verde 
cuyos hijos 
son blandos 
dulces 
nudos 
de luz 

el hada inmóvil 
me llama perverso 
me recita: 
la pantera era pan 
que se comió al hambriento 
la rosa risa 
de olor 
o loor callado 

que el hada pálida 
abra cada palabra 
como la nuez que no es 
me dé a sufrir su fruto 
a comer comas 
y ya sólo sintaxis sin amigos 
sin señas sin dinero 
me conceda 
el poema








Eres la espina...

Eres la espina
del espino en flor
del firmamento.

Te marchas para mí
y enhebras la mirada
de los muertos.

Por ser fugaz te afila
en espina
el poema.

Por caer y perderte
subrayando el silencio
te prefiero.

También caigo y me pierdo.
También alguien al verme
cree en su suerte.
Y también se equivoca.



  




este otoño que tanto te quiero...

este otoño que tanto te quiero
te regalo la lluvia.
la lluvia es todo:
es canción triste, es compañía,
es llanto persistente sobre todo el paisaje,
es la caricia que hace temblar el suelo
y elevar el sexo de las flores.
es la orden húmeda que implanta
los más espesos olores.
te la regalo porque es como tú,
extensa, repentina,
de estatura cansada por el sol de la tarde,
de ojos también cayéndose camino del invierno
y porque en ella yo me siento tan dulce
como me siento en ti.

de todo lo que vuela y nos hace sufrir
nada más compasivo y simple que la lluvia,
y nada tan frágil y a la vez tan invicto
y nada como su misma promesa de frutos y verdor.
mírala, como un mar derrumbado,
como ruinas de una atmósfera de agua que existió.
muchas veces
me empapa de nostalgia y me hace nudos
que escuecen al tragar.
será porque la lluvia
cubre bosques que has amado conmigo,
nos ha mojado juntos, imparcial, minuciosa,
en lejanas provincias junto al mar.
ya para siempre tendrás lo que te he dado,
de mi regalo nunca podrás huir
ni devolvérmelo.
y cuando llueva, cada gota en tu cuerpo será un beso,
un beso que no pide nada a cambio,
que atravesará los impermeables, los paraguas,
diciéndote con su idioma monótono y dormido
que te quiero.







Existir no necesita esfuerzo...

Existir no necesita esfuerzo: 
existir atraviesa los días 
como una piedra 
cruza una canción 

vivir en cambio 
se inventa a cada aliento 
quema 
moldea el alma 
con la forma misma del camino 
que el alma dibujó 

vivir se vierte 
como metal al rojo en un glaciar: 
libera al hielo 
al tiempo 
de lo fijo 

así el metal acuña 
el azar en destino 
se aguza en blanco 
se detiene en sí







Platón nos asegura que el tiempo es circular...

Platón nos asegura que el tiempo es circular,
que volverá a afirmarlo, que esto mismo
ya lo ha repetido.
San Agustín refuta esta doctrina
en su Civitas Dei,
mas yo la creo.

Yo quiero creerla.
Porque aunque sea precisa mi vejez,
y otra vez
los océanos hirviendo bajo un sol inminente,
la plegaria ante el fuego,
Platón y la Escolástica, la muerte de mi padre...
con el asombro de la primera vez
te besaré en los labios.







Querer llegar a ser...

Querer llegar a ser 
y para eso 
lecturas viajes cuerpos 
conseguir lo que no se posee 
deshacerse de lo que nos estorba 

pero al final 
¿cantaremos mejor? 
¿estaremos más cerca 
de nuestro propio centro? 

¿no sería mejor dejarse ir 
como los días 
tomar aquello a que alcanza la mano 
abandonar lo que nos abandona? 
¿saber que somos ya 
sin mácula 
sin falta 
quienes somos?







Sin flores y sin frutos...

Sin flores y sin frutos 
me ha encontrado el verano 
otra vez 

en las ramas de sangre 
un nido esta esperando 
al corazón 

y un caracol o labio me recorre 
escribiendo un conjuro 
que protege 
de la nube 
del hacha 
del ahorcado: 
«sostén tu sombra al hombro 
que ya vendrá el amor 
a verte florecer 
1que ya vendrá el dolor 
a hacerte madurar»



  



Te enterraré en un verso...

Te enterraré en un verso 
que no he encontrado aún, 
maniatada con tinta 
en una zanja escrita a tu medida, 
en un renglón de abismo 
cavado para ti. 
Te haré pedazos, letras. 
Desmembrada. Y así 
todos podrán leerte 
y nadie, escúchame, 
nadie 
descubrirá tu cuerpo.







Te sé...

Te sé 
oxidada de silencio y noviembre 
y abrazada a tus piernas 
y desnuda 
se te enfría 
la saliva en los labios 
y hasta tu sombra es dura 
en la alcoba 
tus medias derramadas 
son medusas 
de un mar 
al que no iremos nunca







Una voz íntima...

Una voz íntima dice
que hice mal

y otra más honda
que no tiene importancia 


No hay comentarios:

Publicar un comentario