miércoles, 12 de diciembre de 2012

MODOU KARA FAYE [8786]





MODOU KARA FAYE

(1985-2003) Joven senegalés francófono que llegó a España,con apenas 16 años, para reencontrarse con su padre y para que le amputaran -una vez en Alicante- la pierna derecha. El cáncer que padecía se le había extendido a otras partes del cuerpo, y en su lucha contra el dolor y la enfermedad, escribía con alma de poeta.  
La muerte segó una pluma de la literatura africana.


UN HOMENAJE EN MEMORIA DE MODOU KARA FAYE

POESÍA PÓSTUMA
traducciones de:
antonio méndez rubio, isaak calderón, 
maximiliano alcañiz y pep buades



EL MUNDO ES INFIEL A MIS SUEÑOS

Nada más que gaviotas sangrientas
golondrinas enlutadas
Nada más que buitres de fuego
Pero el amor tan testarudo
Me lanza violentos guiños
Y en el fondo de las promesas
Axilas ambarinas
Noches locas como el deseo
Pero a pesar de las presas fáciles
Paso mis noches lejos de las estrellas
Puesto que sé que la luna no vela por doquier
Las risas infantiles ni las alegrías de hombre
Debo todavía alzar corazones arrodillados
Hablar a los cuchillos de odio
Andar sobre los corazones levantados
Gritar al sol que caldee el camino de los inviernos
Acallar el aullido de las fieras
Hermanos míos, permanecemos en la alucinación
Busco el gentío del mundo
Pues es menester que el mundo se dé la mano
Allí donde la soledad nombra el vasto desierto de la fraternidad
Y tantas veces rehago el recorrido del desastre
Herido en la lengua y con el alma sangrante
Sosteniendo entre mis brazos pueblos vanidosos
Pueblos autoproclamados ombligo del mundo
Pueblos autoproclamados dios único del mundo
Pueblos autoproclamados raza escogida del mundo
Yo soy de un pueblo ebrio de universalidad
Animado de comunión y que comparte el mundo
Mas no el único poseedor de la tierra
Y si quiero cantar, quiero llorar
Me hacen falta otras coplas otros hermanos
No sé si tendré con qué alimentar mi voz



Le monde est infidèle à mes rêves

Rien que des mouettes de sang,
des hirondelles de deuil.
Rien que des vautours de feu,
des aigles d’incendie.
Mais l’amour, têtu, me fait
de violents clins d’œil
et, au bout des promesses,
des aisselles d’ombre,
des soirs fous comme le désir.
Mais, malgré le gibier facile j’ai en ces nuits
loin des étoiles,
car je sais que la lune ne veille pas par tout,
des rires d’enfants et des joies d’homme,
je dois encore relever des cœurs à genoux,
parler aux couteaux des haines,
marcher sur les peurs lavées,
crier au soleil le chemin à chauffer des hivers,
rentrer le cri des fauves.
Mes frères ont demeuré dans l’hallucination,
je cherche la foule du monde,
car il faut bien que le monde se donne la main
là où la solitude comme le désert vaste,
des fraternités
et tant de fois je refais le parcours du désastre,
blessé à la langue et saigné à l’âme,
tenant dans mes bras des peuples vaniteux,
des peuples se proclamant nombril du monde
des peuples se proclamant Dieu unique du monde,
des peuples se proclamant Race choisie du monde.
Mais je suis d’un peuple ivre d’universel,
habité de communion et partageant le monde
et non l’unique passeur de la terre.
Et si je veux chanter, je veux pleurer,
il me faut d’autres refrains, d’autres Frères,
je ne sais pas si j’aurais à donner à manger à ma voix.






HERMANOS MÍOS

Es preciso que llevemos así el mundo de costado
Sé de carreteras desviadas
De apetitos profundos
De miradas sin salida
De mentiras encanecidas
De odio en el odio mejorado
De fraternidad engañada
De amor crucificado
Del antepasado abofeteado
Del padre abofeteado
De la madre abofeteada
Vigilo ese cielo esas tierras esos hombres esas mujeres
Esos niños que ya no cantan
Esas madres que ya no acunan
Esos padres de lejos padres
Esos viejos que ya no cuentan
Vigilo ese país mi país
Ese país loco por sus hijos
Loco por su libertad
Infiel a sus sueños
Pero el mundo se orina en un baño de sangre
Y a las mujeres se les amputa el deseo de amar
A los hombres el deseo de envejecer
Y mis sueños se llenan de peces asados
Dejadme acurrucado en lo profundo de mis cuevas
Pues el día avanza sobre juventudes amargas
Y desvela viandantes sin caminos
Y revuelve el exilio guardado
Mañana quizá devolvedme el día
Pero dádmelo sólo si el niño
Aprende a jugar de nuevo
La madre a acunar el soldado a enternecerse
Ensayo la noche fiel
El día silba a los harapos
Introduce la vergüenza en la calle
El día da la paz del mundo sin tapujos
Que ya no se vote más por el amor del hombre
Que ya no se pertenezca a un solo país
A una sola raza
A un solo continente
A una sola felicidad
Sino a todos los países
Todas las razas
Todos los continentes 
Todas las felicidades
Entonces los corazones todos los corazones
Terminarán de amasar la suave arcilla para el mismo 
[dulce techo de los hombres

Mis hermanos
He acabado por habitar el cielo del mundo
Y la sangre interminable de los días
Pero puesto que he experimentado el sufrimiento
Sé que el amor existe
Y pues que el amor existe ya no quiero llorar
Porque tarde te cortejé 
Ya no podré odiar más
Pues he vivido todas las estaciones
Perdonaré siempre...
Oigo ya la lluvia sobre mis sueños de junio
Por fin volveré a dar vida al ideal roto
En nombre de la pared levantada del Amor
Firme en mis silencios
El alfabeto de mi lengua empieza por 
Comunitario
Mi Salvación está hecha de Amor
Y soy soldado de una patria infinita.





Mes frères

Ils nous font ainsi porter le monde
à travers, sans les routes mal dessinées.
Les appels profonds,
les regards sans issue,
les mensonges à chevaux blancs, 
la haine parmi la haine améliorée,
la fraternité dupée,
l’amour crucifié,
l’ancêtre giflé,
le père giflé,
la mère giflée,
je veille ces sials, ces terres, ces hommes, ces femmes,
ces enfants qui ne chantent plus,
ces mères qui ne bercent plus,
ces pères de lointaine paternité,
ces vieillards qui ne content plus,
je veille ce pays, mon pays,
ce pays fou de ses fils,
fou de sa liberté,
infidèle à ses rêves,
mais le monde oublié dans le sang,
et les femmes sont amputées du rêve d’aimer
des hommes du rêve de vieillir,
et mes rêves sont pleins de poissons grillés.
Saisissez-moi tapi au fond de mes gouttes,
Car le jour se lève sur des jeunesses amères
et dévoile les passants sans chemins
et fouille l’exil gardé
demain peut-être rendez-le-moi le jour
mais rendez-le-moi seulement si l’enfant
réapprend à jouer,
la maman à bercer, le soldat à s’attendrir.
Je suis la nuit fidèle,
le jour siffle les haillons,
met la honte dans la rue.
Le jour donne tout au jour la paix au monde,
ne plus voter que pour l’amour de l’homme
ne plus appartenir à un seul pays,
à une seule race,
à un seul continent, 
à un seul bonheur,
mais à tous les pays,
toutes les races,
tous les continents,
tous les bonheurs.
Alors les cœurs, tous les cœurs,
finiront de pétrir la même douce argile
pour le même doux toit des hommes,
mes frères.
J’ai fini par habiter les ciels du monde
et le sang interminable des jours,
mais parce que je t’ai vécu, souffrance,
je sais bien que l’amour existe.
Et parce que l’amour existe, je ne veux plus pleurer,
Parce que je t’ai courtisé tard,
je ne pourrais pas haïr.
Parce que j’ai vécu toutes les saisons,
je pardonnerai toujours…
Déjà j’entends la pluie sur mes rêves de juin,
je finirai par redonner vie à l’idéal brisé,
au nom du mur debout de l’Amour,
debout dans mes silences.
L’alphabet de ma langue commence par 
Communautaire
mon salut est  d’Amour,
et je suis soldat d’une patrie
infinie.







EL MUNDO HA MADURADO

El mundo ha madurado
Los hombres se han vuelto monstruos
Las ciudades crueles
Las bestias campan de día
Sin embargo hay un cura que sigue siendo cura 
[en la jungla con fe

Sólo él Pep Buades

Permanecer
En tierras dolientes y enlutadas
Salas de soledad y llanto
Sostener en sus manos cada mano herida
Querer aliviar tanto dolor y saberse vano
Sobre mí se había agazapado el odio
Pero él me ha ayudado a arrancar su boca y su vientre
De mi risa esperanzada
Y los hombres que lo portaban
Corren desnudos por las calles
Hablando a las sombras avejentados
Bebiendo en odres de viento su propia memoria

Los dolores del mundo cubren mi corazón
Y el manto de las miserias pesa sobre mis hombros
Todo le ha sido arrebatado al amor
No más quedan en nuestros cuerpos y en nuestras manos
Que las llagas sangrantes del odio
Siquiera sea por las miradas de los niños
Que nada comprenden de nuestros crímenes
Intentemos amarnos
Y abrir juntos todas las puertas.






Le monde a mûri

Le monde a mûri
Les hommes sont devenus des monstres
Les villes devenues cruelles
Les bêtes habitent le jour
Pourtant il y a un prêtre qui reste prêtre dans la jungle avec la foi

Lui seul Pep Buades

Être présent
Sur les terres de souffrance et de deuil
Les logis des larmes et de solitude
Tenir en ses mains chaque main blessée
Vouloir tant aider la douleur et se savoir vain
Sur moi s’était accroupie la haine
Mais il m’a aidé à déchirer sa bouche et son ventre
De mon rire d’espoir
Et les hommes qui la portaient
Courent nus dans les rues
Vieillis et parlant aux ombres
Buvant dans des outres de vent leur propre mémoire

Les douleurs du monde ont recouvert mon cœur
Et le manteau des misères pèse sur mes épaules
On a tout ravi à l’amour
Il ne reste dans nos corps et dans nos mains
Que les plaies ouvertes de la haine et de la mort
Ne serait-ce que pour le regard des enfants
qui ne comprennent rien à nos crimes
essayons de nous aimer
et d’ouvrir ensemble toutes les portes.








QUIERO SER HOMBRE

Quiero ser el hombre de la tierra
La mujer el niño la tierra aún la tierra
Pero nunca ser
Un viejo con corazón carroñero
El malvado vertebrado
Nunca el hombre que pudre
Cuanto es bello

Quiero vivir sin permiso
Reír sin permiso
Llorar sin permiso
Quiero bailar sin permiso
Odiar sin permiso
Perdonar sin permiso
Quiero morir sin permiso
Pudrirme sin permiso
Llegar a ser flor sin permiso
Brotar como hierba silvestre
Ser tierra y mar sin permiso
Sin permiso ser sueño
Sin memoria sin rostro
Quiero hacer callar de vergüenzas la noche
Sin permiso resonar como tam-tam salvaje
Sin permiso gritar 
Libertad

Puede que mañana seamos viejos
Con tantos soles en nuestros corazones
Tanto amor por vivir
Tantos ecos locos por contestar
Tantas ofrendas en que empeñarse
Tantas sendas noches en las que dejar 
la huella de nuestra juventud
Quizá mañana seamos sí 
por fin compañeros del invierno








Je veux être homme

Je veux être l’homme de la terre
La femme l’enfant la terre encore la terre
Mais jamais que je ne sois
Le vieillard au cœur de charogne
Le méchant vertébré
Jamais l’homme qui pourrit
Toute beauté

Je veux vivre sans permission 
Aimer sans permission
Rire sans permission
Pleurer sans permission
Je veux danser sans permission
Haïr sans permission
Pardonner sans permission
Je veux mourir sans permission
Pourrir sans permission
Devenir fleur sans permission
Pousser herbe sauvage
Être terre et mer sans permission
Sans permission sans rêve
Sans mémoire sans visage
Je veux faire taire la nuit des hontes
Sans permission être transpercé de tam-tam sauvage
Sans permission crier 
Liberté

Demain se peut-il que nous soyons vieux
Avec tant de soleils dans nos cœurs
Tant d’amour à vivre
Tant d’échos fous à qui répondre
Tant d’offrandes où s’accomplir
Tant de chemins de nuits où laisser 
la trace de sa jeunesse
Demain se peut-il vraiment que nous soyons 
enfin les compagnons de l’hiver.




MIENTRAS HAYA CIELO

Mientras haya Cielo
Queda siempre la esperanza
De que pase un pájaro
E iré con el cuerpo suplicante
De puerta en puerta
De corazón en corazón
De techo en techo
Qué importará el frío
Qué importará la lluvia
Y el sol del que me nutro
Dadme el azul del Cielo como limosna

Nunca expresaré bastante
Mi reconocimiento a la mujer al amor
Les debo mi existencia
Rompamos la espada
Enarbolemos la pluma
Liberemos el sueño
Y que el poeta coja el relevo del soldado
El amor es un solo grito
Si es verdadero
Sus meros ecos nos bastan para vivir y seguir
He destruido la fachada amurallada del odio
Pongo fin al asalto
El amor lo vence todo




Tant qu’il y a le Ciel

Tant qu’il y a le Ciel
Il y a toujours l’espoir
Qu’un oiseau y passe
Et je marcherai le corps en prière
De porte en porte
De cœur en cœur
De toit en toit
Qu’importera le froid
Qu’importera la pluie
Et le soleil je m’en nourris
Comme aumône donnez-moi le bleu du Ciel

Je ne dirai jamais assez
Ma reconnaissance à la femme à l’amour
Je leur dois d’exister
Brisons l’épée
Arborons la plume
Libérons le rêve
Et que le poète prenne la relève des soldats
L’amour est un seul cri
S’il est Vrai
Ses seuls échos nous suffisent à vivre et à suivre
J’ai détruit la façade murée des haines
Je finis l’assaut
L’amour peut tout vaincre




LA CIUDAD ES GRANDE

La ciudad es grande en mi cabeza
Y con todo mis pasos son breves en la calle
Todas las direcciones quedan a mi abasto
Pero tantas puertas se me cierran
Mi puerta se abre a puertas cerradas
Mi ventana se asoma sobre ventanas cerradas
Mansiones en las que quiero entrar hasta tal punto
Para compartir la amistad que llevo
La paz que para todos quiero
Y voy andando camino sin comprender demasiado
Acaso ha llegado el tiempo de libar la miel silvestre
Ya no duermo miro la ciudad
Ya no hablo la ciudad miro
Por qué se construyen casas en las que vigila la soledad
En las que uno esconde sus lágrimas
En las que uno llora su amor no correspondido

La ciudad es grande en mi cabeza
Pero las puertas sin flores y los patios sin flores
Por qué
Y no tengo para reír, creer y amar
Que la certeza del cielo la certeza
De las aceras, las miradas, los ruidos
La certeza del día y de la noche
Si no se trata de nuevo
De esperanzas infinitas
De sollozos infinitos
De suicidas infinitos
De promesas deshojadas.







La ville est grande

La ville est grande dans ma tête
Et pourtant mes pas sont brefs dans la rue
Toutes les directions me sont offertes
Mais tant de portes me sont fermées
Ma porte s’ouvre sur des portes fermée
Ma fenêtre s’ouvre sur des fenêtres fermées
Des demeures où je voudrais tant entrer
Pour partager l’amitié que je porte
La Paix que je veux pour tous
Et je passe mon chemin sans trop comprendre
Est-ce le temps de courtiser le miel des toisons
Je me dors plus je regarde la ville
Pourquoi on bâtit des maisons où veille la solitude
Où l’on cache ses larmes
Où l’on pleure son amour non partagé

La ville est grande dans ma tête
Mais les portes sans fleurs et les cours sans fleurs
Pourquoi
Et je n’ai pour rire, croire et s’aimer
Que la certitude du Ciel la certitude
Des trottoirs, des regards, des bruits
La certitude du jour et de la nuit
Sinon c’est de nouveau
Les espoirs infinis
Les sanglots infinis
Les suicides infinis
Les promesses effeuillées







EL DOBLE REGRESO DE MODOU KARA FAYE

POR Enrique Falcón

He destruido la fachada tapiada del odio.
Finalizo el asalto:
no hay nada más fuerte que el amor.
M. K. F.

No hace ni un año llegaba a nuestro Barrio un sobre remitido desde Alicante con unos cuantos poemas, y el acompañamiento de unas líneas pidiendo el favor –el tiempo– de leerlos y de dar una opinión aun fuera a vuelapluma. Los poemas los firmaba Modou Kara Faye, un poeta senegalés francófono de apenas 16 años de edad. Las líneas las mandaba Pep Buades, un infatigable viajero del Magreb y del mundo islámico, que había dado con Modou en las habitaciones de oncología de un hospital de Alicante.

Aquellos poemas –"Le monde est infidèle à mes rêves", "Mes fréres", "Le monde a mûri"…– rabiaban fuerza por todos sus costados y estaban escritos con la insobornable ansia de quien –salido de África por la fuerza y arribado a los muros de nuestra rica Europa– todavía tenía voz para cantarle al amor y a la fraternidad, a pesar de su combate cotidiano con el sufrimiento. Desde aquella primera lectura, desde aquella emoción primera, se fue recopilando la poesía de Faye conforme iba siendo escrita: la obra de Modou, breve e intensa, no parece alcanzar la docena de textos.

Modou Kara Faye llegó a España hace cosa de dos años, para reencontrarse con su padre (la madre quedó en Senegal) y para que le amputaran –una vez en Alicante– la pierna derecha a la altura de medio muslo. El cáncer para entonces, cuando nosotros tuvimos la suerte de conocerlo, ya se le extendía por los pulmones. En su terca rebelión contra la muerte, Modou había adquirido –así lo recuerda Buades– una rara madurez, consciente de la libertad que había perdido tanto con el cáncer como con la amputación de una de sus piernas. Sus ojos alternaban la ternura con la desconfianza, el dolor con una timidez extrema, la dureza en la mirada y la sonrisa más desconcertante. Con el cuerpo deshecho por las sesiones de quimioterapia, su caso era presentado como terminal por los doctores de la planta de oncología. En su cuerpo de adolescente radiaba, con toda su fuerza, un poeta de palabras como cuchillas.

La silla de ruedas pronto dio paso a las muletas; éstas, a una pierna ortopédica. Por aquel entonces una muchacha del Liceo empezó a rasgarle el corazón y Modou ya había empezado a tener contacto con otros jóvenes de su edad.
Comenzaba a aprender castellano en la Cruz Roja.

Fue en esa época cuando empezó a escribir su poesía. Cuando tuvimos la suerte de que algunos de sus poemas nos llegaran a casa. Cuando lo invitamos a pasar unos días a
Valencia. Cuando intervino en el Foro Social de las Artes –la pasada primavera– y sus versos nos arañaron el corazón en una lectura pública compartida con un exiliado salvadoreño de la teología de la liberación, un poeta ecosocialista madrileño y un poeta chileno de los barrios periféricos de Valdivia.

Modou –repito– nos arañó con sus poemas, y lo seguirá haciendo. Ana Carrión, que viajó con él desde Alicante, nos recuerda el posterior llanto de Modou   –en el viaje de regreso–, la pura emoción por haber podido cantar en público sus propios versos. En una larga conversación en el Paseo Marítimo de la Malva, me había reconocido que sus poemas habían sido trazados en el silencio y que tenían como primer detonante un profundo sufrimiento y las ganas alzadas por querer conjurarlo.

A principios de septiembre Pep Buades, que acompañó a Modou en tantos y tantos momentos (la historia de este acompañamiento habla de una fidelidad, de una salvación, de una irrenunciable cercanía), comunicaba la noticia de su muerte:

« ( … ) Recordarás a Modou, y la fuerza de su poesía. Es duro comunicarte su muerte. Y sin embargo me queda un poso de paz. En estos dos años pasó de dejarse morir a querer vivir, de verse reducido a la impotencia a aumentar su autonomía. Albergaba sueños y se mantenía lúcido acerca de sus posibilidades. Durante el verano se puso al servicio de la Cruz Roja, para atender a los viajeros argelinos en el puerto de Alicante.
» Le vi por última vez a finales de julio. Entonces me despedí como quien se muda de ciudad (vivo ahora en Salamanca). Le veía más robusto. Los médicos le decían de no volver al hospital hasta septiembre. Enverano viajé bastante. Al regreso de mi último viaje me comunicaron su fallecimiento. Su última crisis fue breve. Quiso verme antes de entrar en coma. Pero no estaba localizable. Esto me apena, aunque nada podía hacer.» Modou se mostraba reacio a publicar su obra, tan breve, tan intensa. La ofreció de viva voz. Imagino que autorizó que publicarais el material que tenía. Creo que tengo algo más en mi poder: más reciente y menos pulido: ya me dirás si interesa. Sería una lástima que se perdiera».

Contra esa amenaza del olvido, contra la posibilidad de esa misma pérdida, se publica aquí el breve puñado de poemas que Modou nos dejara en Valencia y que buscaban convocarle en su regreso primero.

De este doble regreso de Modou me da noticias Ana Carrión estos días: del regreso a su tierra y del regreso a ese cielo del mundo que él deseaba acabar de habitar en uno de sus poemas. Me alegra pensar que su cuerpo está de nuevo en Senegal, visitable por su madre y por su pueblo (de éste, cantó: "Yo soy de un pueblo ebrio de universalidad / animado de comunión y que comparte el mundo").
Y rezo hoy –creedme– con los versos finales de uno de sus más intensos poemas: 

"El alfabeto de mi lengua empieza por 
Comunitario
Mi Salvación está hecha de Amor
Y soy soldado de una patria infinita"


E.F.
Barrio del Cristo (Valencia),
noviembre de 2003















No hay comentarios:

Publicar un comentario