LILIANA GASTELBONDO BERNAL nació en Ibagué (Colombia) en 1978. Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Javeriana. Colabora habitualmente en diversas revistas literarias. Algunos de sus poemas han sido publicados en El Magazín Dominical del Espectador, revista de poesía Ulrika, Antología de poetas jóvenes Verso a Verso (Fundación Verso a verso, 2005); Una visita de la poesía. Selección poética-nacidos después del cincuenta (Secretaría de Educación Distrital, 2008); Panorama virtual de la nueva poesía colombiana (CD multimedia) publicado por el Ministerio de Cultura y Corpoulrika, 2009 y la colección 50 Poetas colombianos y una antología (Caza de libros, 2010).
Vaso de tinta es su primer poemario publicado.
Poemas del libro Vaso de tinta
ESCALERA
Pronto estaré a salvo de mí misma
de la inconformidad, del hastío
del temor, de mi seguridad
de las diez monedas en el bolsillo.
De las quejas, de las críticas
no habrá calma ni habrá descanso
en el justo lugar donde el precipicio
clama por arder.
Me retiro o más bien me lanzo:
quiero consumirme, estar viva.
VIOLENTA Y VIVA
Para que tus ojos vuelvan a mí
y te acuerdes de las memorias
sin escribir sólo pensadas.
Para que tus ojos estallen de risa
al contar cada una de mis faltas
y tonterías.
Para que tus ojos sean aliados de
tus manos y toquen con furia
este pedazo de alma, corazón y cuerpo.
Para que tus ojos, me hablen de lo humano
o de ese sabor silencioso
que tiene lo divino.
Por todo esto…
espero con los brazos abiertos
los ojos cerrados por el viento que me acaricie
de una manera violenta y viva.
RITUAL DEL PERDÓN
Palabras más palabras menos
tu disfraz está bien puesto
para la próxima función.
A quién desgarrarás esta noche
a quién le harás el amor
como si fueras el último poseso.
Quién recibirá tu carcajada llena de mentiras
de sucio idólatra.
A quién darás mil bofetadas
sobre la almohada de una pulcra casa
o bajo la almohada sucia de un hotel de diez pesos
a quién regalarás tu sonrisa de lobo arrepentido
y padre ejemplar.
Tal vez te daré mil carcajadas
cargadas de lo que quieras recibir
entre tanto recibe mi perdón.
¡Ríete!
Hasta hacer explotar las fibras de la sencillez
y llora, como un viejo árbol caído
mi perdón; es mi mayor desprecio.
BEBÉ DE LA CALLE
Desde que nací escucho el ruido
de las monedas caer junto al regazo
de mi madre.
Una a una inundan mis días…
Desde pequeña estoy acostumbrada
a los pasos y a las monedas.
Los pasos son parecidos a sus dueños
las monedas son todas iguales sin importar
de donde provengan.
Ya me acostumbré a escuchar mis cantos y mis nanas
acompañados por el sonido metálico
que producen las monedas
al caer sobre otras o sobre otros.
Este es el arrullo que cobija mi sueño
moneda tras moneda yo sueño.
MARATÓN LABORIOSA
El trabajo los hace libres
Aviso ubicado en la entrada
del campo de concentración de Auschwitz.
Qué haré hoy, cuando ya no quedan más lágrimas
y sólo se desea saltar hasta el sol para amarrarlo
por pasatiempo
o para que el tiempo no pase.
Qué haré hoy, con mi manía de utilizar palabras
sin decir lo que tengo que decir.
Si sólo hoy puedo sujetar una vida palabra
al transitar por donde yo he errado.
Qué haré hoy cuando me creo un náufrago
y sólo puedo velar el paso alto de la única marea
y darme prisa
y ocuparme en lo más importante
llegar a tiempo y sin desventaja
al próximo fin de mes …
Y TE AMÉ…
Mis deudos estarán felices
al recordar aquella noche
en que lamí las aceras
por el frío, el hambre o el desagrado.
Tal vez por todo junto.
Al hacerlo
se derritieron mis pasos
entre gritos marcados por tu sombra.
Esa noche pagué mis deudas si alguna vez
se podrían cobrar o pagar…
y te amé como una puta rabiosa.
NO HAY SUITE
No responde nadie
los hombres se han cansado de construir jaulas
por eso moran en la locura.
Ya no llaman a los horarios ni a las horas, ni a sus semejantes,
ni a sus mascotas: jornadas, ocupaciones, socios o prisioneros.
¿Quién dormirá a tu lado?
Si el señor del blues está taladrando su canto oscuro
la señora alegría no ha parado de bailar rock and roll
y el gato de la esquina ronronea un ritmo perdido.
Los demás convidados tienen sus narices y codos puestos
sobre el mostrador de la fantasía y navegan ebrios.
No hay sobre quién escribir
pero sí sobre quien hacer comparaciones o desmembrar.
Pero no hay sobre quién escribir en el grito de las voces que simplemente están.
Sólo espera
no hay voces, acordes; llamados; visitas ni sobre quien escribir
no responde nadie,
sin embargo todos llaman.
No mientas
simplemente no hay suite.
DESPEDIDA
Cuánto tiempo esperaré
sentada carcomiéndome por dentro
cuánto tiempo durará de esta forma
mi despedida.
Cuánto o cuántos futuros
rayos o relámpagos aparecerán en mi vida.
Para desinfectar
la espuma de alcohol
que aún no se consume.
CANTOS COMO DISPAROS
-Deben creerme. Hablo de sones puros,
de pájaros sin pájaros.
Eugenio Montejo
Hoy cantaré al sol como lo hacen la mayoría de los pájaros
y dispararé mi revólver para atraer la suerte.
Saludaré a la Ceiba y bajo la sombra de su raíz
me sentiré una niña.
Escucharé el cuchicheo de las aves
elevaré mis brazos como si esperara la misericordia de Dios.
Contemplaré el amanecer y dormiré hasta que aparezca la luna.
Rezaré en una noche marina y veré mi sombra en el agua
como si no me importara la vida
que hay más allá de mi reflejo.
Escribiré contra la corriente.
Escogeré el camino más difícil hacia la cima más alta
con el único propósito de rodar cuesta abajo.
Sentiré frío y abriré mis piernas para el sexo
y enlazaré mis manos para la oración
así alcanzaré cualquier clase de fuego o de abrigo.
Apretaré mis dientes y tomaré mi Colt
uniré mi canto y mi disparo
en el andar animal de la tierra
o sobre el grito del hombre.
Mi canto será el trinar del pájaro
mi disparo el ruido sordo humano
sobre sones sin mancha.
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