miércoles, 11 de julio de 2012

7244.- GONZALO CONTRERAS


Gonzalo Contreras
Nació en Santiago de Chile en 1958. Estudió Literatura en la Universidad Católica de Valparaíso y Administración Cultural en la Universidad Católica de Santiago. Por algunos períodos ha residido en Suecia y en Estados Unidos. 
De regreso en Chile, publicó en 1986 el libro de cuentos La danza ejecutada (reeditado en 1994). En 1991 su novela La ciudad anterior ganó el Premio de la «Revista de Libros» de El Mercurio y fue publicada inmediatamente; en 1992 esa misma novela obtuvo el Premio Municipal de Santiago. Su segunda novela, El nadador (Alfaguara, 1995) obtuvo en 1996 en Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. El nadador está siendo traducida al francés en Gallimard y al italiano en la editorial Tullio Pironti. El gran mal fue premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura como la mejor novela inédita de 1998.
Ha obtenido las siguientes becas: Beca de la Fundación Pablo Neruda (1989), Beca FONDART (1994), Beca de Creación Literaria (2007),Beca del Fondo del Libro y la Lectura (2005, 2007 y 2008). Entre sus publicaciones destacan en poesía, antologías y ensayos:
-El frío e impersonal mundo de la poesía (1994);
-Poesía Chilena Desclasificada (1973-1990) Vol. I. (2005);
-Poéticas de Chile / Chilean Poets On The Art Of Poetry (2007) 
-Claudio Giaconi: un escritor invisible (2010)




POÉTICA 

Según
el incomprendido Robin Hood:
La poesía metafísica
es un continuo lanzar flechas
para herir a esa bestial realidad
que aún se ama





CARTA BLANCA

Tu postal sobre la mesa:
Caminas por las calles de París
del brazo del nuevo viejo mundo
es fin de siglo y ya nada te sorprende
el asombro es cosa de nadie
y todo está dispuesto
para entrar o salir de escena
un lujo es un lujo madame Lilí
y a vuelo de pájaro nada te impide
la pena y la gloria
con pena y sin gloria
y como si de pronto hubieras envejecido
el tráfico te devuelve la melancólica emoción del caso
la realidad a prueba de tontos
y para no decir de ésta no beberé
a tus mejillas el candor
la ardiente impaciencia
en el desusado idioma de las emociones fuertes
Esas señaladas
el sitiado lugar donde ha ocurrido algo
por la unívoca pretensión de caer por tu propio peso
y tú sabes
razones sobran
todo es plausible
la posibilidad
la duda
el instante no sabe para quién trabaja
y por donde mires
ahí va un sueño
elegantemente despierto de todo y nada
Los hechos hablan por sí solos
no entonan el dulce silbido de la canción
rutinas a vil precio
caricias
signado silencio
donde perfecciono
esta ridícula manía de poner palabras en tu boca
y en éste intolerable papel
el rito de no aguardar los días
te relativiza para siempre
No saber retirarse a tiempo
es el precio del oficio
y tú como Pavese lo sabías mejor que nadie
Caminas por las calles de París
Curiosa manera de volver a la vida
Piensas en el supuesto "Algo escapó de mis manos"
y en la obviedad más absoluta
sonríes
Sí nos amamos tal vez
y en esa excéntrica pasión de tristes cómplices
con aires de enfants terribles
hicimos del amor una imperdonable extravagancia
Entre líneas ya nada volverá a ser como antes
original consuelo
una frase más para el bronce bajo la manga
y del impredecible sombrero el truco de interiores
subterfugio razonable
de esa metáfora que vuela como una ciencia exacta
Afuera la urbe y sus luces
el recordatorio
el recorrido
la partida
el sucio amor
alcanzando en otras coordenadas al ciudadano lírico
comprometido al natural
con el último plano de la secuencia
y en la flor de la vida
cambio de luces por la ley del mínimo esfuerzo
incertidumbre oí decir
inútil furor respondí
y de la vida al bate vate vaticinio
honrosos palos de ciego
con el bellas artes a cuestas
de película la fotografía
París/Texas
a veces remotamente feliz
reflexivamente humano
El azar no se repite dos veces
el azar no se repite dos veces
Es fin de siglo madame Lilí
y la noche te acompaña
a tiempo te arroja sutiles voladores de luces
te arroja a tus amadas flores del mal
caes en la tentación
devoras el inefable cuerpo del espejismo
triste victoria
de esa eterna fugacidad de carne y hueso
bostezó la realidad
para extrañarse mejor
Es fin de siglo madame Lilí
y los extraños presentimientos
justifican piadosamente el patético compás de espera
que trenza la cuerda floja
vocación de uno para todos
y cada uno para su santo
calabaza calabaza
una copa más
mirarse a sí mismo
y obsequiarse las buenas noches
con algo de ese inconmensurable amor del prójimo
Caminas por las calles de Paris
Curiosa manera de quedarse en la vida
Navegas con un souvenir "del porte de un buque"
y en cubierta
practicas ese reconfortante pasatiempo
de rehacerte a la medida
por la más elemental cortesía de la casa
lo puedo ver:
El género epistolar te viste para la ocasión
te saca partido en un cuarto de hora cualquiera
y a la posteridad lo que es de la posteridad
algo así como el simbólico valor de una polaroid
y como prueba
de la más grande autoconfirmación de todos los tiempos
esperanza blanca
vieja y sucia mercancía
Envío indesmentible
que todo sucedió de esa manera
la broma en vida
nada para preocuparse
el leit motiv no calificó para las finales
por esa inexplicable experiencia
de quien apela al paisaje
como el golpe de gracia que nadie espera
más aún
en esa inmejorable coincidencia
de estar más vivos que muertos
Caminas por las calles de París
Curiosa manera de aferrarse a la vida
en medio de efectos especiales
te das un respiro
recreas al fantasma de la divina opereta
en el innegable deseo de sentir el gran susto de tu vida
que más quisieras
y con un golpe de suerte
un palo blanco a la medida
so riesgo de quedarse sin pan ni pedazo
comprensible
y sin comentarios el uno para el otro
el otro es siempre otro
humanos artificios
pretextos de poca monta
para fantasear con una herida
que no vale su peso en oro
oropel sí otro no
Magnánime te concedo el beneficio de la duda
la palabra obliga madame Lilí
e inspira
el inevitable cliché
"La vida es breve"
y tú adivinas el futuro imperfecto
con ese envidiable don
de quien ha vivido
de la parte equivocada de los hechos
y que no es más ni menos
que otra inaudita forma de acierto
comprenderás entonces
“Los que van a sobrevivir
te quitaran hasta el saludo”
y tú mandas
-vía aérea- tiernos
saludos a la bandera
tu corazón no goza de buena salud
y en la cotidiana urgencia
del tragicómico desastre
das vuelta la hoja
con el subterráneo cuerpo del delito
Es hora de volver
caminas por las calles de París
y de tu orgullo no ha quedado nada
Es hora de volver
no importa el lugar
la vida
y tus amados nombres
van por ahí
están en todas partes






CAIUS SUETONIUS

I

Como si nada
irrumpen
en la intuición de otras vidas

y con esa cruel corazonada
de un lugar en el mundo
miran a través del cielo
abordan ciudades
sueños
oficios de peligrosas primaveras
pasiones de milenario comercio
de presentir
a bellos otros
en la libre caída libre
del vértigo concebido


II

Y siento a estas hermosas
que aparecen y desaparecen
y como si nadie las viera
dejánse caer
seducidas
por la finísima crueldad
de una emoción
insinuada al borde del agua
Entre ellas una nifia que era casi una mujer





MASCULINO

Bruta
tú también
brillas por tu ausencia
Cae la noche
y el fiero puñal de tus ansias
despierta el imperio de la herida
Pienso en Roma
en el ciego color de sus cenizas
y sé que es inútil
el resplandor de la conquista:
En las colinas de la memoria
la ilusión
sin embargo
se mueve





XV

Sin esfuerzo
dejo pasar el día
pasan
y por las céntricas calles
del pensamiento
siento
como la tierra
gira
alrededor
del ser o no ser
Por momentos
alégrame saber
que el enamorado movimiento de traslación
siempre traerá la última primavera
Por momentos
estas cosas
dan vueltas
por mi cabeza
es el ocio en ejercicio
y créelo o no
maravillosa es la noche
al dejar el sueño en su lugar

La realidad es una rara compañía







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