Arturo Accio. (Guadalajara, México 1975) Activista literario. Consejero editorial de la revista "Papalotzi". Ha publicado diez libros, entre los que destacan; La Sinfonía de los Perdedores, Nada que Ganar y Electroshocks, Poesías Muertas, Bisturí, Vagabundo de la Oscuridad y Mutilaciones Espirituales. Ha participado en las revistas Sulscrito y Big Ode (Portugal), La Avispa (Argentina).
Intervalos
Pueden pasar muchos días
sin un sobresalto,
mientras tanto
hay que hacer pasar el tiempo
a como dé lugar,
aburrido al por mayor,
en una silla,
leyendo
o frente al televisor,
con ganas
de que nunca regresen las horas lentas;
hasta que aparece una mujer
con un cigarro,
palabras suicidas,
cerveza
y una cama
por unas semanas,
para después
empezar de nuevo a esperar.
Pies
Lo mejor de la vida no camina,
la música,
los libros,
el dinero,
los chocolates
o el alcohol;
no usa zapatos
con tacón alto
que bailan relucientes
provocándote sin piedad;
ni cobran por una hora una locura
para después patearte en la cara
y salir corriendo;
bueno,
dicen que siempre
hay excepciones
que confirman la regla
y alegran el día.
Tarde o Temprano
Llegará el día
cuando pueda escoger entre tres marcas de pantalones
viendo únicamente el corte;
mi auto arranque a la primera y yo ni siquiera lo note;
llegará el día
en que meditaré en pagar la cena de contado o con alguna tarjeta
y escuche un “gracias señor” dado con respeto a mi persona;
esa noche mientras me esté rasurando con una navaja gillette decente
ya no podré escribir,
la pequeña brasa ardiente en medio del pecho no la sentiré,
estaré sentado frente a mi teclado y me habrá ganado la página,
ya no podré decir nada,
quedará en blanco después de una hora,
tres madrugadas,
dos fines de semana,
no me importará,
habré olvidado cuando fue la última vez
que me sentí igual que un pequeño dios que escribe porquerías;
ese día por fin perderé la partida y me habrá ganado el sistema.
Dos Empleos
Miro mi sexo cuando orino,
no es una bestia
pero me ha dado buenos ratos
y muchos dolores de corazón
por sus necias necesidades;
no es un espectáculo asombroso
en estos momentos,
más bien parece un molusco melancólico
que calladamente hace su trabajo.
María
María tiene el corazón roto
y a mí me gusta pensar en eso,
en que ella puede hacer por esa razón
muchas estupideces
en cualquier momento,
es lista y habla lo justo;
pero no siempre
las cosas se dan como uno quiere,
lo sabía y mejor guardaba silencio.
La recogía después de que daba sus clases de italiano;
no me gustaba que me dijera algo que no entendiera
por ejemplo la palabra Ouruburus,
aunque después me lo explicara
con una cara tierna que me bajaba la guardia
a un grado peligroso,
adivinaba casi siempre en que pensaba,
entendía que quería;
sabía mucho,
menos algo
de la que hubiera querido estar segura,
mas,
como siempre,
no es bueno estar demasiado
con un alguien que te conoce así por mucho tiempo.
Predicciones
Mi cabeza terminará por explotar,
cuando eso suceda
espero que no haya nadie cerca,
y sea solo un simple sonido
hueco/sencillo sin aspavientos
ni preparativos previos,
pero lo que más pido
es que sea después de un fin de semana
antes de ir a trabajar.
El Infierno quiere abrazarme
Puedo escuchar sus tridentes trajeados excitarse afuera,
en la calle anhelan
clavarlos en mi suave carne
para calmar sus ansias/siniestras/sensatas/insanas
y vaciar lo que queda del alma
des
garr
a
r
la
hacer un festín absurdo conmigo;
en el horizonte hay una antorcha horrible
que también agoniza;
siempre compito en una carrera
donde termino por perder;
desde el principio sabía que no sería fácil.
–No sería como seguir el ritmo de un vals;
comprendo
que este juego
presentado en un seguro envase antiséptico
espera liberarse,
convertirse en la parte mas sagrada de mi;
no quiero saber la verdad por razones obvias,
así
que
mejor
decido
quedarme
a ver al polvo corrosivo caer desde aquí.
DE POESÍAS MUERTAS:
UN NECRÓFAGO
Carroña,
alimento puro,
nadir,
quiero recuperarte de ese inútil sueño.
Suculenta sabiduría
de absorber el pasado,
de enloquecer
por las enfermedades,
de recordar,
aspirar,
fusionar
una morada ajena
para aprender de ella.
Mi inteligencia apenas puede
decir estas líneas
trazadas en una rauda,
soy un digno profanador de criptas y tumbas.
He desenterrando muchos cadáveres
absurdos,
aburridos,
porcinos,
muy pocos dignos,
pero todos recién embalsamados
listos a ser degustados
irónicamente
como vino tinto de buena cava.
He utilizado tan sólo
mis colmillos y garras
retraídos durante el sol.
Estoy encorvado,
con la piel inmunda, ennegrecida y sucia,
ojos de bestia
y fruncidos labios.
Cuando el flujo
de la magia agita el mundo dormido
me reúno con el resto
escabulléndonos de nuestras guaridas
para reunirnos en un non sancto festín.
TE QUIERO
De manera egoísta
lo puedo decir:
Te quiero.
Ante esta vasija de oro
otros me entienden,
lo hacen por un hermano,
tu foto no arde…
eres demasiado buena,
algo malo para mí
que lo complicará,
tienes un ángel que te cuida
de no caer en mis dominios.
De manera egoísta
puedo guardar silencio
en mi estomago,
en mi sexo,
en mis pensamientos,
puedo abstenerme de todo
de ser necesario;
privarme
al grado de que lo último que me quede
sea sólo respirar
y esperar un milagro negro que te haga venir a mí.
La clave es la voluntad,
la clave es no temer,
la clave eres tú.
De manera egoísta
te lo digo:
Te quiero.
AMOR VUDÚ
Disfruto las agujas
que deslizas sobre mi icono,
adoro la desesperación que sientes
al verme disfrutar tus pesadillas,
el deseo inhumano
que pareces tanto necesitar ver vertido sobre ti;
te aseguro que no llegará
de mis manos,
de mi boca,
no lo verás.
Disfruto que me bañes
con sangre de gallina negra,
quizá haga más juego que mi camisa,
realmente es como permanecer
en estado de hipnosis,
de catarsis por más horas,
¿acaso no lo sientes?
No me es de alto impacto la comida
aderezada con raíces y tubérculos
hechos polvo sobre mi plato,
puestos discretamente
tratando de que te mire con lujuria.
No te pases la vida imaginándome
o tratándome de cambiar,
no sería yo entonces,
sería otro;
no te arrepientas porque allí inicia el pecado,
mejor pide nuevamente
en los ruegos a tus santos por mí,
sigue bailando hasta que tus pies no aguanten
para tener una excusa razonable
de tomar mis pastillas antes de dormir,
que no seré tuyo al amanecer.
LA VERDAD
Durante mis sueños me despierto aterrorizado
sabiendo que envejezco sin remedio,
que viene sin duda alguna la muerte
cada vez con más fuerza y yo con menos resistencia.
Ella agarra más valor
y yo sólo aire para respirar,
nada la detiene,
me aniquilará sin remedio,
no trae balas de salva,
no ensayará conmigo,
seré un misión cumplida,
y ella estará lista para el que sigue.
Mis largas meditaciones,
el sentimiento de importancia
me sobrecoge,
diablos,
la mañana parece no llegar
para tratar de decir, fue sólo una pesadilla.
CÍRCULO
Seguí con cautela,
el dogma,
el ritual,
el camino dorado;
mi preparación perfecta
de muchos días y sacrificios;
si la pregunta es: ¿Es difícil?
La respuesta es: Sí.
Todo termina precisamente
con algo que no tiene final;
un círculo,
aromas mezclados,
irrazonabilidad y frustración,
el poder es para quien lo busca
y sacrifica lo inimaginable,
así es,
una necesidad con la que se nace.
¡Qué poca cosa son los hombres
cuando los vemos sufriendo
por no aceptar el destino
que ellos mismos han trazado!
Se desangran por obtener
lo que perece, y no se pueden llevar.
Antes de entrar a este círculo
sentí que era como el resto,
pero ya no,
ya conozco la circunferencia perfecta,
el fuego violeta que ha reducido a carbón
mi antiguo molde humano.
POESÍA MUERTA
¿Qué seré después de morir?
Lo mismo que era antes de nacer;
un yo solo, sin un conmigo mismo.
MI CREDO
Yo creo que no hay esperanza,
que la raza humana está podrida,
que no hay ninguna persona honesta.
Yo creo que no hay igualdad,
que es mejor quedarse acostado viendo tele;
nada vale la pena más que otra nada.
Yo creo que sólo el miedo nos mueve,
que no existe la verdad,
que la lealtad es digna de los perros.
Yo creo que todo es una obsesión de poder,
una obligación de vivir,
no pensar para ser felices.
Yo creo que es mejor el estado salvaje,
donde los sentidos manden;
Yo creo que debería de existir un lugar mejor;
—Pero no lo hay —.
CENIZAS EN LOS OJOS
Son como tierra mis manos,
negras y finas
al igual que las cenizas de una hoguera,
se han hecho polvo las pasiones
y me rindo de bruces en el hirviente suelo.
El cansancio es hostil a las vísceras,
terminará por deformarme
junto con el resto de los que caminan,
los veo avanzar temblando,
arrastrándose con los ojos entre abiertos
sin ninguna oportunidad.
La laguna de coágulos
se alimenta
de sangre coronaria
que palpita en el ardor rojo
de la isla decapitada
donde habitan los peces
de dientes enfermos de amor.
Mi cabeza apenas se sostiene,
mis sentidos son la arena seca del desierto,
no comprendo cómo permanezco consciente
si al fin de cuentas,
en el pecho ya no late nada.
Siento el rencor en cada poro,
orgasmos de bilis,
de repulsión,
de vómito ácido,
caen por una cascada casi interminable;
hasta que la última luz se apague te recordaré;
así;
grande;
gritando como un blusero a un puente;
El mareo viene nuevamente,
llega junto con más cenizas,
con más polvo para irme y ver.
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