Valter Hugo Mãe (Saurimo, PORTUGAL 1971), pasó su niñez en Paços de Ferreira, pero vive en Vila do Conde desde 1981.
Licenciado en Derecho y graduado en Literatura Portuguesa Moderna, recibió en 2006 el Premio Saramago. Su poesía ha sido traducida a diversos idiomas. Algunos de sus libros son Pornografia erudita (2007) y la novela O apocalipse dos trabalhadores (2008). Lleva una bitácora: www.casadeosso.blogspot.com.
Uno
De nada estoy seguro,
sin embargo me gustaría
saber que existes,
para esperar sin angustia,
tal vez poner la música más baja,
oír a los vecinos conversar,
preparar la cosas para ti,
recitar, leer un libro, vestirme,
me gustaría tener por ti un amor convencional,
sin estar obligado a imaginarlo,
con una cena por medio,
un paseo en lo más popular del parque,
a ver cisnes y a huir de los caballos,
pero no estoy seguro de nada,
y más fácil es cerrar las puertas,
coger una manta caliente
y hacer como que ventea más
y más allá afuera.
Dos
Si te cansaras de mi, no pidas que llore.
Deja que seque lentamente por obra del tiempo,
vale más, porque más lentamente daré mi alma a la muerte,
mientras tanto, dame la esperanza de que no te irás,
quieto te espero, muy quieto,
para no confundir tus planes
como quien no quiere asustar la caza.
Pero soy la presa,
sé que lo soy,
y tú puedes venir a recoger mi piel con mucha violencia,
ya no me importa.
Tres
No te acusé de nada,
tal vez mal me has entendido.
Dije sólo que soy de corazón
cerrado para un amor eterno,
prefiero pasiones intensas y pasajeras
que me puedan hasta matar de súbito,
incluso sin querer.
No sé por qué razón acabé así,
sin miedo, sin nada que perder.
Espero que puedas aceptar lo que te digo
e invertir todo sin reservas,
consciente de que inviertes en algo que hasta puede perdurar
pero ansía cruelmente lo efímero
Cuatro
Tienes una mirada nueva porque vendrá la noche
y podrás quedar a mi lado, pero no debe ser,
es mejor que continúes en la oscuridad,
que arriesgues hasta la vida cruzando el puente,
que arriesgues no volver a verme,
porque esta noche herido,
esperaré a quien venga con frío
y se quiera acostar conmigo.
Quiero sobrellevar la muerte en mi cama,
como quien a partir de ella empieza a amar.
Cinco
Sobre la mesa te deje el dinero.
Espero que puedas almorzar y merendar con ello.
Disculpa.
Mañana, como es domingo,
venderé los panes en la iglesia,
quién sabe cuánto me dará dios
para mantener el amor.
Si mañana tuviera más dinero,
aunque sea un poco más,
te compro un plato, tus cubiertos,
un vaso donde servirte el agua natural.
Es verdad que a veces, como no se nada
sobre asuntos divinos, quiero apenas perderme
mas allá de este mundo.
Ven, mira los gatos, que dejamos ayer.
Verás que están gordos o han muerto.
Supongo que están llenos de salud, si Dios quiere.
Traducción de Uberto Stabile, versión de HAT
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