viernes, 2 de diciembre de 2011
5267.- DINO CAMPANA
Dino Campana (Marradi, Toscana, 20 de agosto de 1885 - Scandicci, 1 de marzo de 1932} poeta italiano de comienzos del XX, considerado "poeta maldito" a causa de su locura.
Nacido en una aldea montañosa de los Apeninos, tuvo por padre al director de una escuela infantil, un hombre patriota y profundamente conservador, y por madre a una beata excéntrica que rehuía el contacto con sus vecinos. Estudió griego y latín y dominó también el alemán, inglés y francés. Tuvo por entonces el primer brote de una esquizofrenia, del que se repuso en un sanatorio. Estudió Farmacia en la Universidad de Bolonia, pero la química era para él más una alquimia que otra cosa y no congeniaba con sus compañeros. Leyó metafísicos alemanes, simbolistas franceses y clásicos españoles y sintió un especial interés por los misterios órficos. A los veintidós años se embarcó para Sudamérica y trabajó en Argentina de gaucho, minero, bombero, policía y pianista de un club nocturno. Como no lograba manutención firme, se ocultó de polizón en un buque de carga y a mitad del viaje se enteró de que iba a Odessa. Allí se unió a unos gitanos que trabajaban en el mercado de la ciudad; embarcó hacia Génova y viajó por Amberes, Rotterdam, París y Basilea antes de volver a casa en los Apeninos, desde hizo frecuentes y largas caminatas a los lugares cercanos.
Fue recluido por primera vez en un sanatorio en 1906. En 1914 publicó a su propia costa su mejor obra, única publicada en vida del autor, los Canti Orfici (Cantos órficos), colección de poemas escritos entre 1906 y 1912 que ejerció una gran influencia en la lírica posterior, especialmente en los poetas del Hermetismo. Revela la vida aventurera y vagabunda y el espíritu independiente y alucinado de su autor, así como la impronta dejada por algunas de sus lecturas, principalmente simbolistas franceses: Baudelaire, Verlaine y Rimbaud, sobre ciertas concesiones a la elocuencia de Giosuè Carducci y Gabriele D'Annunzio. El manuscrito único de esta importante obra fue extraviado por Giovanni Papini, por entonces editor de la revista Lacerba, y el poeta tuvo que reconstruir el libro entero de memoria para poderlo publicar. Solamente en 1971 pudo volverse a encontrar el manuscrito original -cuyo título era El día más largo- entre las pertenencias del ya fallecido pintor futurista Ardengo Soffici, y se imprimió la versión primitiva con su título original en 1973. En Florencia vivió vendiendo él mismo su libro por cafés y oficinas. De 1916 a 1917 vivió una breve pero intensa historia de amor con la poetisa Sibilla Aleramo. Desgraciadamente, en 1918 fue definitivamente internado en el hospital psiquiátrico de Castel Pulci, en San Martín la Palma (Florencia), lugar que no abandonó hasta que falleció en 1932, 14 años más tarde, a causa de la septicemia contraída al intentar saltar la valla de espino del psiquiátrico para escapar. Tras su muerte vieron la luz varios volúmenes con su obra inédita: Inédito (1942), Taccuino (1949), Cartas (1958) y Taccuinetto faentino (1960). Independiente e hiperestésico, conoció una existencia cuanto menos infortunada y es considerado el único poeta maldito de Italia, uno de los más importantes del Novecento.
Obras principales
Canti Orfici (Cantos órficos), 1914. Hay traducción moderna al español (DVD Ediciones, 1999)
Taccuino, 1949
Fascicolo marradese, 1952
Cartas, 1958.
Taccuinetto faentino, 1960.
Il più lungo giorno (El día más largo), 1973
Un viaggio chiamato amore - Lettere 1916-1918 (Un viaje llamado amor. Carts 1916-1918), 2000. Correspondencia entre Dino Campana y Sibilla Aleramo.
Bibliografía
Pedro Luis Ladrón de Guevara, Dino Campana: (un poeta italiano del siglo XX, entre lo "maudit" y la esquizofrenia) Murcia: EDITUM, 1990.
Christophe Mileschi, Dino Campana, le mystique du chaos, 1998.
ENVÍO
El agua tiene las crines de plata
El amor es sin retorno
Blanca yegua de amor
Tu vellón dorado
Amor sin retorno.
INVIO
L'acqua ha la criniera d'argento
L'amore è senza ritorno
Bianca cavalla d'amore
Il tuo tosone dorato
Amore senza ritorno.
EL CANTO DE LAS TINIEBLAS
La luz del crepúsculo se atenúa:
Inquietos espíritus ¡sean dulces las tinieblas
Para el corazón que ya no ama!
Manantiales, manantiales hemos de escuchar,
Manantiales, manantiales que saben
Manantiales que saben que los espíritus están
Que los espíritus están escuchando...
Escucha: la luz del crepúsculo se atenúa
Y para los inquietos espíritus son dulces las tinieblas:
Escucha: te ha vencido la Fortuna:
Mas para los corazones ligeros otra vida está a las puertas:
No hay dulzura que pueda igualar a la Muerte
Ya ya ya
Oye a quién aún te acuna:
Oye a la dulce muchacha
Que dice al oído: ya ya
Y de golpe se eleva y desaparece
El viento: ¡vuelve al mar
Y oímos jadear
Al corazón que más nos amó!
Miramos: el paisaje
De los árboles y las aguas ya es nocturno
El río se va taciturno...
¡Pum! ¡mamá, ese hombre allá arriba!
IL CANTO DELLA TENEBRA
La luce del crepuscolo si attenua:
Inquieti spiriti sia dolce la tenebra
Al cuore che non ama più!
Sorgenti sorgenti abbiam da ascoltare,
Sorgenti, sorgenti che sanno
Sorgenti che sanno che spiriti stanno
Che spiriti stanno a ascoltare...
Ascolta: la luce del crepuscolo attenua
Ed agli inquieti spiriti è dolce la tenebra:
Ascolta: ti ha vinto la Sorte:
Ma per i cuori leggeri un'altra vita è alle porte:
Non c'è di dolcezza che possa uguagliare la Morte
Più Più Più
Intendi chi ancora ti culla:
Intendi la dolce fanciulla
Che dice all'orecchio: Più Più
Ed ecco si leva e scompare
Il vento: ecco torna dal mare
Ed ecco sentiamo ansimare
Il cuore che ci amò di più!
Guardiamo: di già il paesaggio
Degli alberi e l'acque è notturno
Il fiume va via taciturno...
Pùm! mamma quell'omo lassù!
BAJO QUÉ PESADO MONTÓN DE NIEVE
¿Bajo qué pesado montón de nieve
Están sepultadas las rosas de mi primavera?
¿Cómo podrá el recuerdo conocer
Dónde yace la muerta esperanza?
SOTTO QUALE GRAVE MUCCHIO DI NEVE
Sotto quale grave mucchio di neve
Stanno sepolte le rose della mia primavera?
Come potrà la rimembranza conoscere
Dove la morta speranza posa?
LA QUIMERA
No sé si entre rocas tu pálido
Rostro se me apareció, o sonrisa
De lejanías ignoradas
Fuiste, inclinada la ebúrnea
Frente fulgente, oh joven
Hermana de la Gioconda:
Oh de las primaveras
Apagadas por tus míticas palideces
Oh Reina, oh Reina adolescente:
Mas por tu ignoto poema
De voluptuosidad y dolor
Música muchacha exangüe,
Marcado con una línea de sangre
En el círculo de los labios sinuosos,
Reina de la melodía:
Mas por la virgen cabeza
Reclinada, yo, poeta nocturno
Velé las vívidas estrellas en los piélagos del cielo,
Yo por tu dulce misterio
Yo por tu devenir taciturno.
No sé si la pálida llama
De los cabellos fue el vivo
Signo de su palidez,
No sé si fue un dulce vapor,
Dulce sobre mi dolor,
Sonrisa de un rostro nocturno:
Miro las blancas rocas, los mudos manantiales de los vientos
Y la inmovilidad de los firmamentos
Y los henchidos arroyos que van llorando
Y las sombras del trabajo humano encorvadas allá en las gélidas colinas
Y aún por tiernos cielos lejanas y claras sombras fluyentes
Y aún te llamo, te llamo Quimera.
LA CHIMERA
Non so se tra roccie il tuo pallido
Viso m’apparve, o sorriso
Di lontananze ignote
Fosti, la china eburnea
Fronte fulgente o giovine
Suora de la Gioconda:
O delle primavere
Spente, per i tuoi mitici pallori
O Regina o Regina adolescente:
Ma per il tuo ignoto poema
Di voluttà e di dolore
Musica fanciulla esangue,
Segnato di linea di sangue
Nel cerchio delle labbra sinuose,
Regina de la Melodia:
Ma per il vergine capo
Reclino, io poeta notturno
Vegliai le stelle vivide nei pelaghi del cielo,
Io per il tuo dolce mistero
Io per il tuo divenir taciturno.
Non so se la fiamma pallida
Fu dei capelli il vivente
Segno del suo pallore,
Non so se fu un dolce vapore,
Dolce sul mio dolore,
Sorriso di un volto notturno:
Guardo le bianche rocce le mute fonti dei venti
E l’immobilità dei firmamenti
E i gonfii rivi che vanno piangenti
E l’ombre del lavoro umano curve là sui poggi algenti
E ancora per teneri cieli lontane chiare ombre correnti
E ancora ti chiamo ti chiamo Chimera.
FURIBUNDO
Yo la había abrazado.
Mientras afanoso por las ciegas ebriedades
En el umbral ciego iba a tientas
Y rápidos golpes repetía
Sobre la puerta de los eternos deleites:
De pronto, sobre mi espalda
Se alzó y volvió a caer martilleando sordo
Y rítmico su pie. Fue el recuerdo
Del instante fugaz, en la plenitud
Fantástica el llamado de la muerte.
Ardiendo desesperadamente entonces
Redoblé mis fuerzas ante aquel llamado
Fatídico y jadeando traspasé
La morada de la nada y de la ebriedad, altivo
Penetré, con fervor, alta la frente
Empuñando la garganta de la mujer
Victorioso en la mística fortaleza
En mi patria antigua, en la gran nada.
FURIBONDO
Abbracciata io l’aveva.
Mentre affannoso delle cieche ebbrezze
Sul limitare cieco brancolavo
E accelerati colpi replicavo
Sopra la porta di eterne dolcezze:
All’improvviso sopra la mia schiena
S’alzò e ricadde martellando sordo
E ritmico il suo piede. Fu il ricordo
Dell’attimo fuggente, nella piena
Fantastica l’appello della morte.
Ardendo disperatamente allora
Raddoppiai le mie forze a quell’appello
Fatidico e ansimando la dimora
Varcai del nulla e dell’ebbrezza, fiero
Penetrai, nel fervor alta la fronte
Impugnando la gola della donna
Vittorioso nel mistico maniero
Nella mia patria antica nel gran nulla.
JARDÍN OTOÑAL (Florencia)
¡Al jardín espectral, al laurel mudo
De las verdes guirnaldas
A la tierra otoñal
Un último saludo!
A las áridas pendientes
Ásperas, enrojecidas por el último sol
Confusa de ruidos
Roncos, grita la lejana vida:
Grita al moribundo sol
Que ensangrienta los parterres.
Se escucha una fanfarria
Que lastimera sube: el río desaparece
En las arenas doradas: en el silencio
Las blancas estatuas están volcadas en el extremo
De los puentes: y las cosas ya no existen.
Y desde el profundo silencio como un coro
Tierno y grandioso
Surge y aspira en lo alto a mi balcón:
Y en aroma de laurel,
En aroma de laurel, acre y desfalleciente,
Entre las estatuas inmortales en el ocaso
Ella se me aparece, presente.
GIARDINO AUTUNNALE (Firenze)
Al giardino spettrale al lauro muto
De le verdi ghirlande
A la terra autunnale
Un ultimo saluto!
A l’aride pendici
Aspre arrossate nell’estremo sole
Confusa di rumori
Rauchi grida la lontana vita:
Grida al morente sole
Che insanguina le aiole.
S’intende una fanfara
Che straziante sale: il fiume spare
Ne le arene dorate: nel silenzio
Stanno le bianche statue a capo i ponti
Volte: e le cose già non sono più.
E dal fondo silenzio come un coro
Tenero e grandioso
Sorge ed anela in alto al mio balcone:
E in aroma d’alloro,
In aroma d’alloro acre languente,
Tra le statue immortali nel tramonto
Ella m’appar, presente.
EL VENTANAL
La humeante noche de verano
Desde el alto ventanal vierte claridad en la sombra
Y me deja en el corazón un sello ardiente.
Pero ¿quién (en la terraza sobre el río se enciende una lámpara), quién,
A la Virgencita del Puente, quién es, quién es el que le ha encendido la lámpara? — hay
En la habitación un olor a podredumbre: hay
En la habitación una desfalleciente llaga roja.
Las estrellas son botones de nácar y la noche se viste de terciopelo:
Y tiembla la noche fatua: es fatua la noche y tiembla pero hay
En el corazón de la noche hay,
Siempre una desfalleciente llaga roja.
L’INVETRIATA
La sera fumosa d’estate
Dall’alta invetriata mesce chiarori nell’ombra
E mi lascia nel cuore un suggello ardente.
Ma chi ha (sul terrazzo sul fiume si accende una lampada) chi ha
A la Madonnina del Ponte chi è chi è che ha acceso la lampada? — c’è
Nella stanza un odor di putredine: c’è
Nella stanza una piaga rossa languente.
Le stelle sono bottoni di madreperla e la sera si veste di velluto:
E tremola la sera fatua: è fatua la sera e tremola ma c’è
Nel cuore della sera c’è,
Sempre una piaga rossa languente.
BUENOS AIRES
El buque avanza lentamente
Entre la niebla gris de la mañana
Sobre el agua amarilla de un mar fluvial
Aparece la ciudad gris y velada.
Se entra en un puerto extraño. Los emigrantes
Enloquecen y se enfurecen agolpándose
En la áspera ebriedad de la inminente lucha.
Desde un grupo de italianos vestido
De manera ridícula, a la moda
Bonaerense, arrojan naranjas
A los paisanos alterados y vociferantes.
Un muchacho de porte ligerísimo
Prole de libertad, pronto a lanzarse
Los mira con las manos en la faja
Multicolor y esboza un saludo.
Pero gruñen feroces los italianos.
BUENOS AIRES
Il bastimento avanza lentamente
Nel grigio del mattino tra la nebbia
Sull’acqua gialla d’un mare fluviale
Appare la città grigia e velata.
Si entra in un porto strano. Gli emigranti
Impazzano e inferocian accalcandosi
Nell’aspra ebbrezza d’imminente lotta.
Da un gruppo d’italiani ch’è vestito
In un modo ridicolo alla moda
Bonaerense si gettano arance
Ai paesani stralunati e urlanti.
Un ragazzo dal porto leggerissimo
Prole di libertà, pronto allo slancio
Li guarda colle mani nella fascia
Variopinta ed accenna ad un saluto.
Ma ringhiano feroci gli italiani.
TRADUCIDO por CARLOS VITALE
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