Marcela Rosales, (Argentina). Escritora cordobesa, Licenciada en Filosofía (UNC), Doctora en Ciencia Política (CEA-UNC)
Libros de poesías publicados: Versos como naves (De puño y letra 2005), Con tu pie desnudo (Alción 2008), Ciudad de huecos (Alción 2011)
Final
Yo le temía a este silencio adverso
de salir sin palabras a nombrarte
con la garganta desgarrada en partes
diez, abismales como el universo,
que en el moroso merodear del verso
supieron dar cabida en un aparte
a la sencilla claridad de amarte
y a la orfandad feroz de su reverso.
Salgo a buscar mi voz, y es un intento
por hallarle a la vida en el lamento
la esperanza inmortal de la semilla.
Hortelano tenaz, desde mi centro
puede el amor brotarme desde adentro
soles de enero en sol, blancas ardillas.
(Versos como naves, 2005)
Hospital
Rías negras
rías de la vida
rojas rías.
El pico nevado en lo alto
miasmas flotando en lo bajo.
Cuerpos dolientes-padres ausentes
sombras helándose al sol.
La mujer in
/
grávida
el hijo no
/
nato
el padre no
/
muerto.
El hijo anudado a la madre
la madre anudada al padre
el padre anudado al cable
el cable anudado al viento
el viento anudado al hueco
de mis venas abiertas:
gota-goteo remedio
rojas rías
gota-goteo alimento
rías de la vida
gota-goteo excremento
negras rías.
Hijos silentes-tumbas pacientes
SOMBRAS HELÁNDOSE AL SOL.
(Ciudad de huecos 2011)
Subte D, a plaza Italia
En el mundo subterráneo,
en el hueco de los condenados
con las rodillas desnudas
el niño canta gritando
la impotencia del hambre,
del cemento helado,
de los días sin noche,
de las noches sin sol,
del padre borracho
tendido a su vera
con las uñas negras
sobre el encordado,
de la madre humillada
que odia al Hombre en él
que tiene seis años,
de la turba caliente
que lo arrastra a su paso
de las manos mezquinas
que le arrojan sobras,
de la patria argentina
de canciones impuestas
que el niño grita cantando
cuando me hinco a su lado
y lo miro y me mira, a mí
que siempre callo,
y se calla de pronto
cuando le tomo la mano
y me mira y lo miro
y en el hueco cerrado
de mi boca, yo siento
que nunca, que nunca
en la vida he gritado tanto.
(Ciudad de huecos, 2011)
There is you
Qué tienen el jazz y la lluvia
que nos reencuentran con tardes olvidadas
cuando nada sabíamos del amor o la muerte.
Cuando el tiempo era ese espacio azul
de los juegos o la agridulce tragedia de quedar
sin amigos hasta que escampara.
Qué tienen el jazz y la lluvia
que nos aíslan de la gente asustada,
rencorosa, pálida que se desliza por la acera
como si flotara y se confunde a nuestros ojos
con las nubes cargadas que acechamos
vagamente tristes desde la ventana.
Qué tienen el jazz y la lluvia
en su cadencia mansa como el roce inicial
de tus dedos sobre el piano que nunca
has tocado con ese lento compás
que cada noche me desnuda en un
réquiem de murallas.
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